Este timorato Tribunal Supremo Electoral

07/08/2006
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El Tribunal Supremo Electoral se encuentra en un laberinto...El Tribunal Supremo Electoral se encuentra en un laberinto en el cual todos los políticos de los partidos creen tener la razón y el derecho de actuar con absoluta libertad, retorciendo en muchas ocasiones el espíritu de las normas electorales. En ese laberinto los más perdidos parecen ser los propios magistrados del Tribunal Electoral, quienes a pesar de estar en medio de un conjunto de señalamientos, son incapaces de mostrar algún nivel de autoridad. Los partidos políticos están abiertamente en campaña. Unos bajo el falso argumento de estar divulgando los principios y postulados del partido, aprovechan el espacio y tiempo para enaltecer la figura de su máximo líder; ese es el caso del Partido Patriota, cuyo Secretario general, el militar retirado Otto Pérez Molina, ha llegado al extremo de ofender la inteligencia de los guatemaltecos al decir que no se trata de publicidad política, la costosa campaña en radio, televisión y vallas panorámicas con su logotipo fotografía y eslogan. El despliegue publicitario del PP no es otra cosa sino una campaña en la cual se persigue, obviamente, la atracción de votos y la simpatía del electorado hacia el partido y su dirigente. Por eso causa irritación que bajo enredos legales se trate de legitimar una campaña que es más descarada que la impunidad y la violencia que azota a esta empobrecida nación. Desde luego que no solo es el Partido Patriota el que quiere madrugar en las elecciones del próximo año. La Gran Alianza Nacional, GANA, actual partido en el gobierno, también ha comenzado a hacer lo suyo. Con el pretexto más fino –eso hay que reconocérselo- de democratizar el partido ha convocado a una elección primaria para que sean los ciudadanos quienes elijan a su candidato y no como suele ocurrir, que sea la cúpula o el dueño del partido quien distribuya los puestos electorales a presidente, vicepresidente y diputados, alcaldes. En el proceso de las primarias, la GANA aprovecha para posicionar su imagen en los votantes. Se ha observado en los primeros días de este proceso un derroche de dinero de los candidatos. Al final, los ciudadanos terminarán conociendo a los candidatos del oficialismo. Es decir que éstos –candidatos- ya están haciendo propaganda. Tampoco se quedan atrás otras agrupaciones como la Unidad Nacional de la Esperanza, y la izquierdista Alianza Nueva Nación, ANN. Ésta última, de forma más sutil y menos descarada, lanza esporádicamente anuncios en la televisión que sin decir mucho, está posicionando su símbolo y promoviendo su línea ideológica. Que los partidos y quienes suspiran por el poder político traten de hacer imagen y proyectarse no tiene nada de malo. El problema es que los políticos violenten la ley electoral. Pero lo peor del asunto es que el TSE, no sólo carece de los instrumentos legales para hacer entrar en orden a los madrugadores políticos sino que la plana de sus magistrados está en un franco deterioro. Y aquí es necesario advertir que no se trata de que el Tribunal Electoral, como institución, esté en crisis o que tenga las desconfianzas que los ciudadanos tienen en otras instituciones –como la policía por ejemplo-, sino se trata particularmente de los actuales señores magistrados. Los magistrados están en un laberinto, pero aún no se han dado cuenta que la salida de ese enredo está a pocos pasos. Y es que la institución con mayores niveles de confianza, credibilidad y respeto por parte de los y las ciudadanas, ha sido el TSE. Sin embargo los actuales magistrados se muestran como personas que en su afán de hacer cumplir la ley, a punto y coma, cometen los errores que los están conduciendo a la desconfianza ciudadana. En círculos más cerrados a los magistrados se les cuestiona lo conservador y esquemático de su pensamiento, además de su escaso olfato político porque con mucha facilidad les juegan la vuelta. Sin embargo, en la medida que las críticas y los señalamientos contra el Tribunal suban de tono, la atención debe estar puesta en que los ataques no destruyan su institucionalidad. Muchos grupos, sectores y familias poderosas –económica y políticamente- estarían interesados en reducir las fortalezas del TSE para poder coparlo y posteriormente manipularlo, en beneficio propio e individual. Desde luego que tampoco se busca ocultar aquellas deficiencias que tienen los magistrados, pero eso es muy distinto a atacar a la institución, sobre todo en momentos en los cuales, el crimen organizado y particularmente el narcotráfico, patrocinan candidatos a elección local y nacional. Los magistrados están en un laberinto, pero aún no se han dado cuenta que la salida de ese enredo está a pocos pasos. Ojalá se den cuenta a tiempo, de lo contrario los políticos seguirán haciendo lo que les venga en gana, incluso insultar la inteligencia de los guatemaltecos. - Erwin Pérez, es editor del Reporte Diario y analista de Incidencia Democrática. Fuente: Boletín Noticias y Análisis de Tendencias Nº 1025/ Incidencia Democrática (Guatemala) http://www.i-dem.org
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