El deporte y sus vericuetos

26/07/2007
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  • Opinión
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En muy pocas ocasiones los guatemaltecos tenemos cosas que celebrar, como país. De una manera perversa nos hemos acostumbrado a las malas noticias. A observar cadáveres en la calle o en la televisión, con la naturalidad con que vemos un jardín. Como sociedad nos hemos privado de muchísimas alegrías, sueños y aspiraciones. El optimismo en el comportamiento cotidiano de los guatemaltecos es escaso y cuando aparece, hasta nos sorprende.

Sin embargo, a pesar de esa indeseada actitud, tenemos algo de identificación con nuestros compatriotas que logran destacar a nivel internacional en diferentes ámbitos. Seguimos, aunque parezca mentira, con la esperanza de que algún día la selección de fútbol participará en un mundial. En esa ilusión por el fútbol, hemos relajado nuestra atención hacia otras disciplinas deportivas. Incluso de aquellas que si han proveído de victorias a nuestro país.

Ayer, una mujer nos dio una satisfacción inusual en los Juegos Panamericanos de Río, Cheili González, obtuvo la medalla de oro en karate, en la categoría de 53 kilogramos, luego de vencer 3 a 1 en la final a la brasileña Valeria Kumizaki de ascendencia japonesa. Desde ayer mismo no se habla de otra cosa que del triunfo. Las primeras planas de hoy fueron para dar a conocer la extraordinaria noticia, obtener el oro en los XV Juegos Panamericanos de Río, no pasa todos los días.

La alegría nacional que despierta una victoria como la obtenida por Cheili González, no sería tan grande si fuésemos un país repleto de éxitos deportivos; pero la realidad es otra. La última ocasión en que se ganó una medalla de oro en los Juegos Panamericanos fue hace ocho años, y también fue gracias al esfuerzo y dedicación de otra mujer atleta, Heydi Juárez; aunque esa vez también ganó un hombre: Atila Solti.

En esta ocasión el episodio de triunfo tiene como antecedentes un lamentable comportamiento de las autoridades deportivas, las que han recibido fuertes críticas y señalamientos por sus absurdos comportamientos. A la hoy galardonada las autoridades no le permitieron llevar a su entrenador porque éste es, a su vez, su pareja sentimental. Y ese es el menor de los cuestionados comportamientos de los directivos, quienes además han recibido duras críticas porque han descuidado a otros atletas, como la nadadora María Coy, en estos mismos Juegos.

La parte más indignante es que quienes participan del mundo deportivo nacional, es que el nepotismo, y la corrupción son prácticas comunes en las federaciones deportivas; como se ha encontrado la oportunidad para denunciar en estos días. Otorgar facilidades de entrenamiento capacitación o becas a determinados deportistas porque son parientes o amigos de determinado político, empresario o directivo deportivo, en menosprecio de los guatemaltecos sin apellido influyente, resulta en irritación natural contra aquellos que practican ese tipo de anomalías.

Desde luego que no serán todos, ni todas. Pero no cabe la menor duda que el ámbito deportivo federado, es un espacio reducido en el que para ingresar, además de tener las capacidades físicas, la voluntad y la pasión, se requiere de influencias.

Debido a esto último es que quizá la victoria de González, la plata de Juárez y Cordón, y el esfuerzo de Coy son motivo de enorme placer colectivo. Porque superaron las metas propias que el deporte de su interés requiere, pero también aquellas limitaciones y obstáculos que no deberían existir en un país que, como el nuestro, gasta exorbitantes cantidades en el deporte y que está muy necesitado de celebraciones más frecuentes.

Nos unimos al júbilo de familiares, amigos y compatriotas que celebran el éxito deportivo, no sólo de González sino de todos aquellos y aquellas atletas quienes aportando, incluso económicamente de su bolsillo (a pesar que el deporte federado recibe casi el mismo presupuesto que el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia juntos), logran asistir a eventos como el desarrollado ahora en Brasil y representar a nuestro país.

Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)

http://www.i-dem.org

https://www.alainet.org/es/active/18804
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