La privatización del petróleo en el Socialismo del Siglo 21
- Opinión
Entregar los campos de Petroecuador
a empresas extranjeras es
como vender el carro para comprar
la llanta de emergencia.
Los sectores sociales y ciudadan@s que en los últimos 20 años hemos sido parte de la resistencia al modelo de privatización, concesión y saqueo de los recursos naturales, en particular del petróleo, levantamos nuestras voces de esperanza con la posibilidad de cambio impulsada por Rafael Correa y el Movimiento PAIS, y con la seguridad de que aquella luminosa expresión de acabar con la larga noche neoliberal, pueda transformarse en una realidad para la Patria y sus hijos.
En esa dirección, un río de voluntades abrazamos la política de defensa soberana de los recursos naturales proclamada por el régimen, la búsqueda de la integración energética de los países de Latinoamérica, la ruptura de los monopolios privados en la comercialización externa de crudo y derivados, la recuperación del 99% de los excedentes por el precio del petróleo, la alianza con PDVSA para construir una refinería de alta conversión y reducir la importación de derivados, la instalación de plantas para el almacenamiento de gas en tierra, la reincorporación del Ecuador a la OPEP, y el fortalecimiento de PETROECUADOR como empresa pública.
Sin embargo de esa definición política, mascullada sonoramente en los medios masivos con eslogan “El petróleo ya es de todos”, la larga noche neoliberal sigue obscura en el sector hidrocarburífero, en particular en Petroecuador. Varios son los factores que ponen en serio peligro la recuperación de la soberanía energética y la lucha contra la corrupción, entre los que se identifican algunos:
La corrupción, con nombres y apellidos, sigue campante en Petroecuador y en el Ministerio de Minas y Petróleos. Fue evidente la incapacidad de Carlos Pareja Yanuzelli, para desempeñar con eficiencia la Presidencia de Petroecuador, como se revela en que la producción de crudo ha caído a los niveles más bajos de los últimos 30 años. En 1994 Petroecuador explotaba 328 mil barriles diarios, actualmente la producción está en 170 mil barriles diarios. A esto se suma la inexplicable incapacidad para resolver la dramática situación operativa de las refinerías, en especial de la Refinería Esmeraldas.
Los grupos de poder externos siguen ejerciendo el control de los negocios a través de sus correas de transmisión, que han controlado la empresa en los últimos 20 años. Casi todos los mandos actuales de Petroecuador han sido parte de la administración neoliberal, privatizadora y corrupta de los anteriores Gobiernos, lo cual contradice la línea ideológica y ética expuesta mediáticamente por el régimen de Correa.
Concesión de campos marginales
La adjudicación de los llamados campos marginales constituye un avance de las nefastas concesiones, que no son más que una variante de la privatización y retaceo de la Amazonía a favor de empresitas de papel sin ninguna experiencia y con dudoso historial ético. Es el caso de la entrega del Campo Armadillo al Consorcio Gran Colombia, constituido por: VITRAECUADOR, ECUAVITAL y PETROTESTING. VITRAECUADOR es una empresa venezolana, que dirige Humberto Calderón Berni, ex Presidente de PDVSA, quien fuera parte del golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez; mientras Ecuavital, empresa de remediación ambiental, tiene como principal accionista a José Dapelo, a quien el Presidente Correa, lo acusó de estar vinculado al ex Presidente León Febres Cordero, y de ser uno de los principales beneficiarios de los contratos de remediación ambiental, que el 2006 le habría costado a Petroecuador la demencial cifra de US$ 140 millones. Sorprende que una empresa y un ciudadano que, según el Primer Mandatario, se estaría beneficiando dolosamente del Estado, sea premiado con la explotación de un campo petrolero.
La entrega de las joyas de la corona
En los últimos 20 años los movimientos sociales de Ecuador enfrentamos la privatización de los 5 grandes campos petroleros operados por Petroecuador: Sacha, Shushufindi, Auca, Libertador y Cononaco, considerados por el Presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta, como las “Joyas de la Corona”. Las luchas en contra de la privatización del petróleo costaron despidos masivos de trabajadores, persecución y encarcelamiento de dirigentes. Incluso, la pretendida entrega de esos campos al capital extranjero, fue el detonante para el derrocamiento de los gobiernos corruptos de Bucaram, Mahuad y Gutiérrez.
Hasta antes de la reciente gira del Presidente Rafael Correa por China e Indonesia, preocupaba sobremanera la política hidrocarburífera del Ministro Galo Chiriboga y del entonces Presidente de PETROECUADOR, Carlos Pareja, de viabilizar la entrega de las “Joyas de la Corona” al capital extranjero, para lo cual se suscribieron convenios de Alianzas Estratégicas con las empresas: PERTAMINA de Indonesia, ENAP de Chile, PDVSA de Venezuela, SINOPEC de China y otras compañías estatales o semi - estatales.
Pero, al retorno del Primer Mandatario de Asia, el 28 de noviembre de 2007, no podemos salir del asombro al escuchar al economista Correa que se entregarán los cinco campos principales de PETROECUADOR, a través de Alianza Estratégica a las empresas: SINOPEC de China, PERTAMINA de Indonesia y PDVSA de Venezuela; además de pretender involucrar a la Asamblea Constituyente en este proceso de adjudicación sin licitación.
Si empresas públicas como SINOPEC de China y PERTAMINA de Indonesia "nos presentan rápido, lo más rápido posible, una oferta adecuada, yo pido a la Asamblea Nacional Constituyente que les asigne directamente campos" operados por la estatal Petroecuador, con miras a mejorar la producción. "La prioridad, la opción preferencial" es entregar campos en producción a "empresas públicas de países amigos", señaló Rafael Correa, al tiempo de reconocer la entrega del campo Sacha a PDVSA de Venezuela, agregando que en su política petrolera, las empresas privadas no serán marginadas para operar en el país.
La Asamblea Constituyente, fue impulsada por el pueblo para transformar la Patria, no para subastar los recursos naturales; el primer paso del cambio es recuperar la soberanía sobre nuestros recursos naturales. O acaso lo que en 20 años no ha podido hacer la partidocracia, los grupos de poder y las transnacionales, ¿lo hará un gobierno de izquierda?
Más allá del asombro ideológico y del contrasentido programático, se evidencia un total desconocimiento técnico y jurídico del Primer Mandatario, toda vez que la figura de Alianza Estratégica, no es aplicable para contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, sólo es viable como marco referencial para contratos de Obras Bienes y Servicios Específicos, es decir para comprar bombas, lavar ropa o contratar servicios técnicos.
La caída de la producción de los campos históricos de Petroecuador, de 328 mil en 1994 a 170 mil barriles día, el 2007, es una consecuencia de un acto de sabotaje económico deliberado de los grupos privatizadores, para justificar la enajenación de los mismos al capital extranjero.
Tan inconveniente y perjudicial para el país, resultaría la entrega de los campos de Petroecuador, como se desprende de estudios técnicos y económicos realizados por profesionales de la estatal[1], que señalan que con una inversión aproximada de apenas US$ 455 millones en 5 años, se obtendría una producción incremental de 90 mil barriles día, equivalente a US$ 2.300 millones anuales adicionales, teniendo como referencia un precio internacional del crudo de US$ 70 el barril.
CUADRO DE INVERSIONES
CAMPO INVERSION PRODUCCION
Miles US$ Miles BLS
SHUSHUFINDI 88.6 25.7
SACHA 113.4 23.8
LIBERTADOR 66.5 14.7
AUCA 109.8 23
LAGO AGRIO 35.1 4.6
IMPREVISTOS 10%
TOTAL 455.04 91.8
Con esas cifras, el sentido común se pregunta ¿por qué entregar campos en producción altamente rentables, sin ningún riesgo a empresas que vendrán a llevarse fácilmente nuestros recursos económicos, sin aportar nada? El argumento de que Petroecuador no tiene recursos y no cuenta con tecnología, es una vieja estratagema neoliberal: la tecnología se compra en el mercado mundial y si es que PETROECUADOR tiene deficiencias operativas y administrativas, hay que limpiar el camino e inyectarle las medicinas necesarias; la enfermedad no se cura matando al paciente.
Además se podría empezar un proceso escalonado de recuperación de los campos, empezando por uno de ellos, creando un fideicomiso y un fondo de inversiones para los otros campos. Del mismo cuero salen las correas.
Como ejemplo pongamos el campo Sacha, que se pretende entregarlo a PDVSA. Según estudios técnicos y económicos, se requeriría apenas USD 113 millones, en cinco años, para obtener un incremento de producción de 20 mil barriles día, aproximadamente, equivalentes a USD 500 millones anuales adicionales. En estas condiciones entregar Sacha a cualquier empresa extranjera, sería un contrasentido ideológico, económico, técnico y ético; es como vender el carro para comprar la llanta de emergencia.
Para el caso de Sacha o de cualquiera de los otros campos grandes de Petroecuador, se debe hacer inversiones directas o recurrir al ahorro interno, como los fondos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social - IESS, y solicitar el aporte técnico y los conocimientos de la estatal venezolana; o en el peor de los casos se podría recurrir a un contrato de Obras, Bienes y Servicios Específicos con PDVSA para que esta compañía provea equipos y el soporte técnico, pero de ninguna manera, entregar la operación del campo.
Una Alianza Estratégica entre PDVSA, SINOPEC o PERTAMINA con PETROECUADOR, debería significar el fortalecimiento de la estatal ecuatoriana, el aporte y transferencia de tecnología y conocimiento de estas empresas, orientada a reducir las asimetrías y garantizarle a Ecuador mayores ingresos económicos y un poco más de dignidad para nuestro pueblo. Entregar la operación de los cinco grandes campos a empresas extranjeras, será reeditar la absurda Alianza Estratégica con ENAP de Chile en los campos Mauro Dávalos, Guachito, Biguno y Paraíso, arrebatados a Petroecuador para entregarlos a una empresa sin experiencia en explotación de petróleo, por insignificantes inversiones, que al final ha implicado un incremento del costo de producción de USD 3 a USD 8 el barril. ¿Cómo explicarnos que gobiernos de tendencia neoliberal como el de Chile o de Indonesia, impulsen a sus empresas estatales a nivel mundial, mientras en Ecuador se pretende cortarle las alas a la empresa pública?
Si es decisión del régimen entregar la operación de las “Joyas de la Corona” al capital extranjero, prácticamente, PETROECUADOR, habrá sido desmantelada; sólo queda cerrar la tienda y poner una lápida que diga “aquí descansan los restos de quien en vida fue la insignia de la soberanía petrolera, la Empresa Estatal Petróleos del Ecuador – PETROECUADOR”; y eso ciertamente no encaja en cualquier ecuatoriano que haya levantado la bandera del cambio que sacude el Continente.
Aún más sorprendente resulta el hecho de que, si está en marcha la entrega de Sacha a PDVSA, las autoridades de Petroproducción estén ejecutando un antitécnico, injustificado y perjudicial proceso de perforación de 18 pozos horizontales en Sacha, contratando a dedo con la compañía Schlumberger, generando un significativo perjuicio económico a Petroecuador, como se evidencia a continuación:
El primer pozo horizontal (168) contratado con Schlumberger, empezó a perforarse el 31 de agosto de 2007 y concluyó el 9 de noviembre de 2007, con un costo de USD 12 millones, tres veces más caro que el costo normal. El tiempo de perforación fue de 68 días cuando normalmente un pozo de este tipo se lo perfora en 25 días, encareciendo el costo final. A la fecha, este pozo aporta CERO barriles de petróleo, está cerrado como resultado de una errada práctica operacional.
Por el contrario, el último pozo vertical recientemente perforado en el campo Sacha, por otra compañía, el 165D, arrojó 3.000 barriles día y su costo fue de USD 4 millones, es decir tres veces inferior al horizontal perforado por Schlumberger, un perjuicio aproximado de USD 8 millones, en un solo pozo.
¿Por qué y con qué criterio técnico decidieron perforar pozos horizontales y no verticales o direccionales, pozos que siempre han dado buenos resultados, son más baratos, más fáciles operacionalmente y aportan los mayores volúmenes de petróleo?
¿Por qué si los resultados del pozo 168 son desastrosos, las autoridades contratan la perforación de un segundo pozo, el Sacha 221 horizontal, igualmente a dedo con la misma compañía Schlumberger?
Para cerrar el círculo se estaría configurando la suscripción de un gran contrato para la perforación de 16 pozos horizontales adicionales en el citado campo, sin contar con informes técnicos favorables. Si un pozo inservible (168) le costó al pueblo USD 12 millones, 18 pozos le representará la dolorosa cifra de USD 216 millones, el doble del monto total de inversión prevista para incrementar la producción en 20 mil barriles día, en todo el campo Sacha.
¿Por qué se insiste en perforar con la Cía. Schlumberger si esta empresa tiene nefastos antecedentes en la perforación de pozos horizontales para PETROPRODUCCIÓN, o no fue suficiente el perjuicio cometido en la desastrosa perforación de pozos horizontales en la administración de Rodolfo Barniol (Gustavo Noboa), que habría dejado una pérdida de aproximadamente USD 140 millones?
El Ministro de Minas y Petróleos, Galo Chiriboga, fue Presidente de Petroecuador del régimen de Alfredo Palacio. En esa condición procedió a ampliar el cuestionado contrato de remediación del Cuyabeno con la empresa Ecuavital de José Dapelo, por un monto superior a los USD 5 millones, además ha sido un permanente impulsor del Proyecto de Sociedad Anónima para PETROECUADOR; pero, fundamentalmente nos preocupa, un posible conflicto de intereses que lo inhabilitaría para ejercer el cargo que ostenta.
De acuerdo con información oficial, Galo Chiriboga ha estado vinculado a la empresa PERTAMINA de Indonesia. Mientras él ejercía las funciones de Presidente de Petroecuador se suscribió un Convenio de Alianza Estratégica entre las dos empresas estatales, para una posible entrega de los grandes campos de Petroecuador. Ahora, en calidad de Ministro, se avanza con la entrega a PERTAMINA la rehabilitación de 125 pozos de Petroecuador, proceso que debe hacerlo directamente la estatal ecuatoriana, en coherencia con la línea política del Gobierno del Socialismo del Siglo 21.
Mientras las autoridades del sector dilapidan dinero perforando pozos horizontales inservibles, se oponen a que Petroproducción perfore pozos en el campo Guanta-Dureno, campo que cuenta con los estudios técnicos previos. ¿Saben por qué? porque se tendría lista la entrega de este prospectivo campo a la compañía PERTAMINA, para lo cual en forma ilegal se procedió a vender toda la información técnica a la empresa de Indonesia. El conflicto de intereses que involucra al Ministro Chiriboga no garantiza independencia y transparencia en su gestión.
No hay justificación alguna para continuar en el acelerado proceso de desmantelamiento de Petroecuador, ya que hasta las actividades básicas como mantenimiento de pozos que lo ha venido realizado Petroproducción, por presión de las autoridades se pretende entregar a la empresa extranjera NUTECH, representada nada más y nada menos que por Hugo Bonilla, ex Presidente de Petroecuador, del régimen de Lucio Gutiérrez.
El ex Ministro Alberto Acosta y actual Presidente de la Asamblea Constituyente, conformó una Comisión Especial para investigar algunas irregularidades en contratos petroleros. La citada Comisión elaboró un informe en el cual se establecen causales de caducidad contractual en el bloque 18 y Campo Palo Azul, operado por las compañías Petromanabí, Cayman y Petrobrás. Además revela un fraude en la declaración de unificado del campo Palo Azul, hecho que lo recogiera oportunamente el ex Ministro Acosta en una misiva remitida al Presidente de la República; incluso el propio economista Correa a través de los medios de información reconoció la inexistencia del citado campo unificado. Pese a ello y a decenas de pruebas irrefutables que revelan el perjuicio que sigue cometiendo Petrobrás al explotar un campo que no le pertenece; las autoridades de energía y Petroecuador no hacen nada para defender los intereses del Estado; todo lo contrario, han desatado una campaña de persecución en contra de los miembros de la Comisión: Primero la Comisión fue disuelta abruptamente, el Coordinador de la misma, Raúl Moscoso, fue despedido del Ministerio de Energía, el Dr. Jorge Toro, jefe de Geología de Petroproducción fue removido de su cargo, por “disposiciones de arriba”, los demás técnicos que trabajan en Petroecuador son víctimas de persecución. Lo más temerario es la acción penal seguida por el Presidente de Petrobrás Operaciones Ecuador, Gonzalo González, en contra del periodista Fernando Villavicencio Valencia, coautor del Libro: “Ecuador. Peaje Global, Petrobrás Imperio Verde Amarhelo”.
Los investigadores resultan investigados, los perseguidores en perseguidos, los victimarios en víctimas y la corrupción en impunidad. Así marcado el destino, la larga noche neoliberal podría sorprendernos con una muy obscura madrugada.
Fernando Villavicencio V, Comunicador Social, investigador temas petroleros, militante de Polo Democrático de Ecuador
Notas
[1] Estudio realizado por Consejo de Administración CAD-PETROECUADOR (2003-2004)
Del mismo autor
- Buscando a Alegría en Wall Street 21/10/2008
- La privatización de las telecomunicaciones y la nacionalización del placer sexual 11/05/2008
- La tómbola de las “Joyas de la Corona” 22/04/2008
- Yasuni: El último paraíso de la tierra 21/02/2008
- La privatización del petróleo en el Socialismo del Siglo 21 30/11/2007
- Lula presiona a Ecuador ante caducidad de Petrobrás 01/07/2007
- La Amazonía ecuatoriana en disputa: Petrobrás vs. Occidental 26/02/2007
- Movimientos exigen organizar directamente consulta popular 13/02/2007
- Movilizaciones contra secuestro de Constituyente 11/02/2007
- La privatización del petróleo en Ecuador 06/07/2003