El Congreso y su demagogia comprometen el futuro del IESS
- Opinión
La reciente experiencia de América Latina en el campo de las privatizaciones, demuestran, irrefutablemente, que el principal método para posibilitar la privatización de las empresas o servicios públicos, como la Seguridad Social solidaria, pasa por volverlas financieramente inviables. Para ello se aplican varios procedimientos: restar recursos indispensables para el cumplimiento cabal de sus actividades, como lo ejemplifica la constante y creciente deuda que el Estado mantiene con la Seguridad Social ; dificultar el acceso a los recursos como lo hicieron con PETROECUADOR, al determinar que los recursos le serán asignados bajo el control y decisión del Ministerio de Finanzas; retardar la entrega de los recursos, lo que destroza los flujos de caja previstos y todo proceso de acción planificada; reducir las asignaciones de inversión aprobadas inicialmente, o, simplemente no asignarlas, entre otras medidas.
La actual discusión que transcurre en el Congreso Nacional, la desmesura demagógica se alinea con las prácticas que termina por afectar a la Seguridad Social , con lo que los ofrecimientos de los señores Diputados, si bien pueden favorecer puntualmente a determinados afiliados, terminarán por afectar al Sistema de Seguridad Solidario en su conjunto. La demagogia los obnubila a grado tal que sólo miran las ramas y no los árboles. Lo secundario y no lo principal. Lo coyuntural y no lo trascendente.
Demagogia que, por cierto, está también cargada de mentiras ocultas, como lo demuestra la evidente contradicción que genera la propuesta ampliación de los créditos quirografarios a los “pensionistas por invalidez y beneficiarios de montepío” y la simultánea exigencia que se les plantea de “garantías bancarias o pólizas de seguro irrevocables, incondicionales y de cobro inmediato”, a las cuales, sin lugar a dudas, no tienen ni tendrán acceso los supuestos beneficiarios antes mencionados, si recordamos las exigencias que imponen las empresas de seguros y los bancos para otorgar dichas garantías.
Pero si lo antes mencionado es ya una muestra fehaciente de la demagogia que campea en el actual Congreso Nacional y que terminará pro afectar a futuro a la Seguridad Social solidaria, lo es más la “lucha” desatada por reducir la tasa de interés planteada inicialmente, a la menor expresión posible. Que tales planteamientos procedan de los sectores privatizadores –del Partido Social Cristiano o de Sociedad Patriótica- en los objetivos de generar problemas financieros a la Seguridad Social se explica, pero no así que lo hagan compañeros cuya lucha en su defensa ha sido una constante. Su posición, de insistir en ella, digan lo que digan en contrario, les ubicará en el mismo campo de los privatizadores.
Así planteado el problema, es necesario que las fuerzas de izquierda y progresistas que siempre han defendido la Seguridad Social para que no sea privatizada, que se han manifestado beligerantes contra los intentos de crear fondos de pensiones privadas -otro método para avanzar en la privatización de la Seguridad Social solidaria-, reflexionen y modifiquen su posición. Asuman con seriedad y plena conciencia que no es posible ser parte de quienes comprometen concientemente el futuro del IESS.
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