Perú y el coronavirus

03/09/2020
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Perú es uno de los países latinoamericanos con más casos por el SARSCoV2, agente causal del COVID-19. En el momento de escribir estas líneas, ocupa el 6° lugar mundial por casos confirmados y el 9° por defunciones provocadas por la citada enfermedad. Es el segundo país latinoamericano, detrás de Brasil y por encima de México, con más casos confirmados.

 

Perú tiene una población de 32 824 358 habitantes. Con un producto interno bruto (PIB) de 505 450 millones (billions) de dólares, es la 36ª economía a nivel mundial y posee un ingreso per cápita de 15 399 dólares -medidos ambos en términos del poder adquisitivo. Perú ocupa el 82° lugar en los índices de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con un desarrollo alto. Figura en el 65° lugar -en un listado de 141 países- en el índice de competitividad global del Foro Económico Mundial correspondiente a 2020.[1] En el índice de libertad económica de la Fundación Heritage, Perú se encuentra en la 51ª posición.[2] En el índice de percepción de corrupción de Transparency International, Perú se ubicó en el 101° lugar entre 198 países en 2019.[3] En el índice de paz global de 2020, la nación andina está en el 84° lugar en un listado de 163 países.[4]

 

 

 

La corrupción ha sido recurrente en los gobernantes que ha tenido el país, por lo menos desde la llegada de Alan García, en 1985 -en plena década perdida– al poder. García gobernó desde ese año hasta 1990 y de nuevo entre 2006 y 2011. Enfrentó en varias ocasiones acusaciones de corrupción y el 17 de abril de 2019 se suicidó de un balazo en la cabeza luego de que la policía arribara a su domicilio para un arresto preventivo relacionado con la participación del ex mandatario en el caso Odebrecht. En 1990 y hasta 2000 gobernó al país Alberto Fujimori, quien fue condenado a 25 años de prisión por asesinato, secuestro y lesiones graves después de ser considerado el culpable intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992, y del secuestro de un periodista y un empresario. Los crímenes fueron cometidos por el grupo Colina, un comando especial de las fuerzas armadas peruanas por instrucciones de Fujimori. En otro juicio, el expresidente resultó culpable por peculado doloso, apropiación de fondos públicos y falsedad ideológica.[5]

 

A Fujimori lo sucedió Alejandro Toledo, quien estuvo a cargo de la primera magistratura de 2001 a 2006. Fue acusado de recibir sobornos de la constructora Odebrecht para asegurar la concesión para la edificación de la carretera interoceánica que conectaría al país andino con Brasil. En 2017 fue arrestado en EEUU. Ollanta Humala, Presidente de 2011 a 2016, había ganado fama al manifestarse contra Alberto Fujimori. Sin embargo, Humala, fue previamente militar y siempre pesaron sobre él acusaciones de desapariciones forzadas en la base Madre María donde operaba. En 2017, ya como ex Presidente, fue acusado de haber recibido sobornos de Odebrecht para sus campañas políticas de 2006 y 2011 y las autoridades ordenaron su prisión preventiva. Finalmente -hasta ahora-, Pedro Pablo Kuczynski, otrora Ministro de Energía y Minas, tuvo un breve paso por la presidencia entre 2016 y 2018 y hubo de dejarla, de nuevo por un asunto de corrupción, al haber recibido, presumiblemente, sobornos de Odebrecht, además de lavar dinero, por lo que fue detenido el 10 de abril de 2019.[6]

 

Situación demográfica y epidemiológica

 

Perú tiene una extensión territorial de 1 285 216 kilómetros cuadrados por lo que, dada la demografía que posee de 32 824 358 millones de personas, tiene una densidad de 24. 3 habitantes por kilómetro cuadrado. Es el sexto país latinoamericano más poblado detrás de Brasil, México, Colombia, Argentina y Venezuela.

 

Imagen 1

 

Los climas de Perú

 

 

Fuente: Gobierno de Perú.

 

Perú se localiza en la parte occidental de América del Sur y tiene fronteras con Ecuador y Colombia al norte; con Chile al sur; con Brasil y Bolivia al este; y con el Océano Pacífico al oeste. Es el tercer país más extenso de América del Sur, detrás de Brasil y Argentina. Su tamaño supera a los territorios de España y Francia. Al ser parte del Tratado Antártico, tiene emplazada en esa parte del mundo, una estación científica llamada Machu Pichu.[7]

 

La línea fronteriza con los otros países andinos es de 4 082 km. En el territorio peruano ubicado en zonas fronterizas, habitan 10 392 774 personas, que es alrededor de la tercera parte de la población. Si bien estas zonas son potenciales núcleos de desarrollo e integración, el porcentaje de población en situación de pobreza es alto en varios distritos fronterizos: el 80 por ciento en la frontera con Ecuador, el 70 por ciento en la frontera con Colombia y el 60 por ciento en la frontera con Bolivia.[8]

 

 Gráfico 1

 

 

Por su situación geográfica, Perú tiene una amplia variedad de climas. Como se observa en la imagen 1, el 59 por ciento de su territorio es selvático y alberga al 12 por ciento de la población. El 30 por ciento corresponde a la serranía, donde reside el 36 por ciento de los peruanos. Finalmente, en la costa, que corresponde al 11 por ciento del territorio, vive el 52 por ciento de los habitantes. Lima, la capital, justamente se ubica en la costa y en ella se asientan poco más de 9 millones y medio de habitantes, esto es, casi la tercera parte de la población total.

 

Gráfico 2

 

 

El 79.3 por ciento de la población reside en zonas urbanas. La población rural, por su parte, se ha reducido en un 19. 4 por ciento entre 2007 y 2017.[9] La pirámide demográfica muestra una sociedad joven, sobre todo en los rangos de edad de 5 a 9, de 10 a 14, de 20 a 24 y de 25 a 29 años. Sin embargo, el crecimiento demográfico entre 2007 y 2017 fue de apenas el 1 por ciento, lo que alerta respecto al envejecimiento de los peruanos, conforme se observa en el gráfico 2.

 

La esperanza de vida ha aumentado de manera sostenida desde 1960, cuando era de 48. 01 años para ubicarse, en 2017, en 76. 29. La mortalidad infantil ha ido a la baja de manera ininterrumpida, dado que en 1960 se registraban 135. 7 defunciones de niños por cada 1 000 nacidos vivos y en 2018 la cifra era de 11. 1.

 

 

El envejecimiento de la población seguirá avanzando de manera que para 2050 se calcula que la esperanza de vida llegará a 79 años y la mortalidad infantil se reduzca a 10 defunciones por cada 1 000 nacidos vivos. Para entonces, el crecimiento demográfico será de apenas 0. 3 por ciento y la tasa de fertilidad, que actualmente es de 2. 6 hijos por mujer, disminuirá a 1. 1 por ciento.[10]

 

Perú alberga a 4 millones de personas indígenas que se distribuyen en 55 pueblos que hablan 47 lenguas. El 83. 11 por ciento de los indígenas pertenecen al pueblo quechua; el 10. 92 por ciento al aymara; el 1. 67 al asháninka; y el 4. 31 por ciento corresponde a otros pueblos indígenas amazónicos. El 21 por ciento del territorio de Perú tiene concesiones mineras que comprenden el 47. 8 por ciento del territorio que ocupan las comunidades campesinas e indígenas.[11] En este sentido, la salud de ellas se ve comprometida, recordando que la minería es una de las actividades económicas más contaminantes. Además de la minería, las comunidades indígenas son especialmente vulnerables al calentamiento global, los derrames petroleros, el cultivo de palma aceitera, la sequía y los incendios forestales. La urbanización, en especial la construcción de carreteras ha abierto las puertas a la actividad minera, la tala inmoderada y las plantaciones ilegales, lo que afecta de diversas maneras a las comunidades indígenas.[12]

 

 

Perú es un país de inmigración pero también hay una diáspora peruana en el mundo. En el primer caso se recuerdan las primeras migraciones de japoneses al país andino, las cuales comenzaron en 1899 cuando el barco Sakura Maru arribó al país con los primeros 790 japoneses, todos ellos hombres, enviados por la dinastía Meiji para occidentalizar a sus jóvenes agricultores en el primer país con el que habían establecido relaciones diplomáticas en América Latina. Hoy, los descendientes de esa comunidad japonesa constituyen uno de los sectores más dinámicos en Perú y cuenta con unas 100 mil personas.[13] Hoy Perú es también receptor de una cantidad importante de venezolanos, que hacia 2019 ascendían a 602 595 personas. Se sabe que en el país residen 782 169 inmigrados, que representan el 2. 43 por ciento de la población del país.[14]

 

Perú también ha tenido varias olas de emigrantes, personas de diversos estratos sociales que han salido del país por las sucesivas crisis económicas y también por las guerrillas insurgentes. El siglo XX presenció cinco olas migratorias, en tanto en el siglo XXI, en la medida en que la situación económica mejoró, la emigración se redujo. En las primas décadas del siglo pasado y hasta antes de la segunda guerra mundial, emigraron a Europa peruanos acaudalados. Luego, con la devastación que sufrió el viejo continente tras la segunda guerra mundial, las migraciones se acentuaron con destino a Estados Unidos, aunque continuaron en los años 60 y 70 a Europa, en particular, a Francia. Para la década de los 70, son las clases medias las que parten en busca de oportunidades sobre todo al vecino país del norte. En cambio, en la llamada década perdida peruanos de casi todos los estratos sociales parten rumbo a los países nórdicos y Japón recibe a peruanos-japoneses en su territorio. Se estima que entre 1990 y 2017 la diáspora peruana que emigró y se asentó en el extranjero asciende a 3 089 123 personas, de las que el 51 por ciento fueron mujeres y el 49 por ciento hombres.[15] La cifra de emigrados equivale al 9. 4 respecto a la población total del país.

 

 

Como se observa en el gráfico 4, los países de destino de los peruanos son Estados Unidos, donde reside la tercera parte de todos los emigrados, seguido de Argentina y España, con 14. 5 y 14. 3 por ciento, respectivamente. Su vecino en el sur, Chile, tiene 11. 2 por ciento, en tanto Italia alberga al 10 por ciento, mientras que Japón tiene al 3. 9 por ciento.

 

Se sabe que en el período analizado (1990-2017), el 47. 2 por ciento de los peruanos que salieron del país tenían entre 20 a 39 años, lo que ratifica la motivación que empujó a los peruanos a abandonar el terruño, que fue, esencialmente, económica. Asimismo, el gráfico 4 revela que el 66. 4 por ciento de la diáspora peruana reside en el continente americano, en tanto el 28. 8 radica en Europa y el 4. 2 por ciento en Asia.[16]

 

Gráfico 5