Geopolítica comparada

Libertad e independencia geopolítica

18/06/2020
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  • Opinión
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Introducción

 

En la masa de los países subdesarrollados o en desarrollo nos llenamos la boca con los gritos de libertad e independencia, con grandes y poéticos versos en los himnos de cada nación, los que se cantan entonan y cuanto más fuerte se gritan, más patriotismo desbordan los núcleos sociales.

 

Lo señalado debe necesariamente conllevar los fundamentos teóricos jurídicos que avalen como verdad esas intrépidas emociones que demuestran los pueblos en la superficie, en tanto que en los estados profundos se guardan otros valores que muy pocos suelen interpretar.

 

En Argentina los valores fundacionales aludidos van de la mano de nuestro máximo héroe de la libertad e independencia argentina, el Dr. Gral. Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, quien en este año 2020 cumple un doble aniversario a 250 años de su natalicio y 200 años de su paso a la vida eterna, un día 3 y 20 de junio correlativamente; es por ello que esta ponencia pretende rendir un justo homenaje a quien solemos llamar el “Abuelo de la Patria” en razón a que lo consideramos el padre del “Padre de la Patria”, en alusión al Libertador Gral. José Francisco de San Martín.

 

Desarrollo:

 

La libertad:

 

En palabras sencillas podemos ubicarnos en un contexto teórico que exprese que podemos ejercer una autodeterminación de acciones sin obstáculos o interferencias que impidan lograr los objetivos deseados; ellos pueden referirse desde el comportamiento humano individual o social, hasta las políticas de estado de las naciones, pero todas tienen por finalidad la felicidad del grupo social que se trate.

 

Puede abarcar distintas esferas de la humanidad como: la libertad espiritual, de conciencia, libre albedrío, libertad de pensamiento, libertad de ver o leer sin censuras, libertad de expresión, de transitar y salir, libertad de elegir, de procrear y mil paradigmas más sobre la libertad.

 

Ahora bien, la convivencia con otros seres libres de acuerdo a lo señalado, debe necesariamente transitar en una franja de aceptación social o comunitaria con la finalidad de evitar las mutuas interferencias, sintetizando la libertad de unos tiene el límite del ejercicio de la libertad de otros y esto debe ser respetado a rajatabla.

 

Cada país, cada región y cada cultura, posee el tipo de libertad que eligen o que se les impone por las características propias y diferentes de cada unidad social que acepta esas reglas de la libertad; así como en Abu Dabi está prohibido la ingesta de alcohol, fiestas, una disciplina religiosa muy rígida, etc., a pocos kilómetros se encuentra Dubái, con parámetros distintos y una flexibilización social que constituye un abismo entre ambas comunidades; se permite la ingesta de alcohol, las fiestas, adaptaciones turísticas con aceptación de otras culturas, etc.

 

Vivir en una selva plagada de peligros derivados de la flora y fauna salvaje, nos lleva necesariamente a autoimponernos medidas de seguridad o protección, como de higiene y alimentación; ello conlleva achicar esa franja señalada en la que nos movemos y no podremos traspasar los límites en los que se nos permite conducirnos.

 

Las conceptualizaciones oponentes a la libertad, como la opresión, el absolutismo, el abuso de poder, la policía del pensamiento, la cárcel, esclavitud, las manipulaciones derivadas de dirigentes mentirosos, la falta de respeto a las leyes de aceptación social o anarquía; cada época de historia ha vivido distintos tipos de libertad o la falta de ella, hoy debemos considerar muy seriamente las manipulaciones del estado profundo a nivel mundial que somete la sumisión de los pueblos.

 

La libertad, en cuánto emancipación, si se ejerce por sí sola, podría decirse de un grupo social de forajidos o la rebelión de las masas de una región; valga como ejemplo la Revolución de Mayo de 1810, liderada por el Gral. Manuel Belgrano o el “Caudillo de Tucumán”, cuyas luchas, victorias y derrotas, de nada valdrían si no se acompañaran con el dictado de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, lo cual brinda reconocimiento jurídico a esa emancipación y cuya finalidad constituye la felicidad de sus habitantes.

 

La independencia

 

Referirnos a la dependencia es incluir el concepto de dominación, concepto que nació con la historia de la humanidad, normalmente el más fuerte domina al más débil; así las tribus que lucharon por el agua, primero con gritos guturales persuasivos para ahuyentar la tribu oponente, luego esta última descubrió que el garrote es superior a los gritos aludidos, entonces retomó la dominación de la situación y poseyó nuevamente el agua como el tesoro de la vida; pasado un tiempo y al revertirse la situación hubo cambios sucesivos nuevamente hasta quedarse definitivamente con la posesión por dominación del vencedor o más fuerte; así sucesivamente hasta nuestros días y continúa.

 

Lo señalado lo trasladamos a la actualidad y observamos países o multinacionales dominantes que esquilman a países dominados, por las buenas o por las malas; esa forma de dominación refiere a todos los campos o sectores de la movilidad social, desde la ciencia y tecnología, económico, político, de la producción y explotación de las riquezas o recursos naturales en general, todo aquello que brinde ventajas económicas o estratégicas es tema de dominación.

 

La peor forma de esclavitud siglo XXI está regida por los préstamos a nivel de usura a sabiendas que no podrán pagar las deudas contraídas, con la segunda intención de una dominación permanente, esa pobre nación pierde todo, entre ello perderá su libertad, su territorio, sus recursos naturales, se entrega perdiendo lo más preciado que puede ejercer una nación: su soberanía.

 

Con el Acta de la Independencia del 9 de julio de 1816, se adopta el compromiso de las Provincias Unidas del Río de la Plata de vivir como una Nación libre e Independiente de los Reyes de España y de ¡toda dominación extranjera!; este compromiso duró sólo unos pocos años hasta que al poco tiempo jugó sus sucias cartas la corona británica en las intervenciones en el Río de la Plata; nada podrían haber hecho en materia de dominación sin la presencia del traidor a la Patria; la habilidad británica pronto encontró la forma de dominación mientras nuestros criollos derramaron su sangre generosa por la independencia, la política británica en el Río de la Plata consiguió su mejor servil, Bernardino Rivadavia, de quien puede parafrasearse a Cicerón:

 

"Una nación puede sobrevivir a sus tontos, e incluso a los ambiciosos. Pero no puede sobrevivir la traición desde dentro. Un enemigo a las puertas es menos formidable, porque es conocido y lleva sus banderas abiertamente. Pero el traidor se mueve puertas adentro libremente, su astuto susurro corre a través de todas las galerías, oído en la misma sala del propio gobierno. Pero el traidor no parece un traidor - habla con el acento familiar a sus víctimas, y lleva su rostro y su ropa, y él apela a la vileza que se encuentra profundamente en los corazones de todos los hombres. Carcome el alma de una nación - trabaja en secreto y desconocido en la noche para minar los pilares de una ciudad - infecta el cuerpo político de modo que ya no puede resistir. Un asesino es menos de temer." (Cicerón, año 42 aC).

 

La soberanía

 

No podemos hablar de soberanía sin la simbiosis de “identidad y soberanía”, lo primero es la identidad en el amor a lo nuestro, el amor a la Patria es el amor a nuestra madre; en términos simples, entendemos que compartimos aquello que es de nuestro agrado, nos sentimos identificados con un paradigma, ya sea individual o grupal, individual es el ser de modelo elegido, en cambio grupal, refiere a una sociedad pequeña hasta un estado nación y si nos extendemos, podría tratarse de la Patria Grande Iberoamericana.

 

Un estado nación milenario posee ciudadanos con un perfil definido, vale decir una identidad definida hace miles de años; en otros estados nuevos como los estados iberoamericanos, ese perfil no puede ser sólidamente definido en razón a la cantidad de etnias diferentes o de muchos inmigrantes componentes, que pueden amar lo nuestro, pero también aman aquel país que dejaron para unirse al nuestro, entonces las bases de la identidad no son sólidas, son cambiantes, salvo excepciones. Por lo tanto, la masa puede ser debilitada por esta situación.

 

Una vez consustanciados con el marco conceptual de Identidad, desde el punto de vista de la geopolítica comparada, nos preguntamos, ya que tenemos una identidad nacional, tenemos un territorio, un espacio aéreo, un mar, con todo lo que ello implica, ahora ¿Quién, cómo y cuándo cuidamos esto que nos identifica? Ese es el menudo problema que se ha planteado a lo largo de la historia de la humanidad.

 

La soberanía es el derecho de los estados a organizarse para vigilar, supervisar, controlar todo lo que es nuestro en tierra, mar y el aeroespacial, sin intromisión alguna de unidades extranjeras; para este accionar se requiere equipamiento, tecnología apropiada, FFAA aptas, etc.

 

Lo señalado sólo podrá ser implementado si existe verdadera libertad e independencia, en caso contrario sólo podremos alardear en palabras algo que es falso. Entonces después no lloren como niños lo que no supieron cuidar como valientes amantes de lo nuestro, esto es aplicable a cualquier país de la tierra.

 

¿Cómo podemos ejercer la soberanía con un sistema corrupto, sumiso y apático?; cambiaron la figura de traición a la Patria en la Constitución Nacional de 1994, acción deliberadamente planeada y dirigida por el poder anglosajón, debidamente cumplimentada por los perduellis de turno, con el objeto de traicionarla quedando impune, esto es el sistema democrático manejable como desean los británicos, el cual de ese modo abyecto nuestros diputados no nos representan, dan vergüenza, la justicia pasa a ser corrompida y sumisa; con un poder ejecutivo al servicio de su graciosa majestad británica.

 

Todos los gobiernos civiles, militares y eclesiásticos, contribuyeron a la decadencia argentina, especialmente a través de la destrucción de los bienes estratégicos y de servicios públicos esenciales; destruyeron nuestra industria nacional, los ferrocarriles, las FFAA, etc.; permitieron la intromisión británica en nuestros asuntos internos y la intervención de la defensa nacional; canjearon misiles estratégicos por mayor endeudamiento; un delirante expresa que en una hora podremos viajar a cualquier parte del mundo, viajando a la estratósfera y bajando en el lugar elegido y nadie le puso un chaleco de fuerza y lo encerró en un psiquiátrico, miles de ejemplos disparados más con el único objetivo cual es la decadencia argentina hasta la disolución nacional.

 

¿De qué libertad e independencia nos hablan? Sólo un milagro nos sacará de esta telaraña de corrupción y planes satánicos provenientes del estado profundo, que es el verdadero mandante en Argentina y varios países iberoamericanos.

 

Conclusiones

 

Ningún estado de nuestra región en forma autónoma podrá ser verdaderamente protagonista ni puede integrar el umbral superador de Estado Continental Industrial, sólo a través del MERCOSUR (Mercado Común del Sur) – UNASUR (Unión de las Naciones del Sur) – CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe), se podrá aspirar a recuperar la libertad e independencia definitiva.

 

Sólo la región a través de un continentalismo supranacional iberoamericano podrá ser protagónico en el mundo globalizado y globalizador; el nuevo orden mundial es una cuestión que debemos evitar con uniones y alianzas estratégicas ya mencionadas. Un espíritu superador e integrador concretará ese tan anhelado continentalismo sudamericano anunciado por diversos visionarios del siglo pasado y el actual que deberá ser impulsado y e implementado por la actual generación para integrar el protagonismo mundial o ser dominado por el poder financiero mundial.

 

Erradicar la corrupción a través de la educación de los niños desde su inicio, conlleva a una mejor posición en el escenario de futuro; la única batalla que podemos presentar hoy es la batalla cultural ante el mundo para que nuestros enemigos sean objeto de estrategias diplomáticas fuertes de muchos países que están de nuestro lado y que lleven a superar ese maldito derecho a veto que poseen los piratas impunes.

 

La estrategia de la insubordinación fundante contribuye a que los elementos de dominación extranjeras permitan retomar nuestro desarrollo; tomemos como ejemplo a Rusia, China e India, cuando se liberaron de las instituciones legales e ilegales de los poderes hegemónicos que obstaculizaron severamente su desarrollo, partieron en verdadera libertad e independencia al logro de los objetivos de desarrollo industrial, de la ciencia y tecnología, en pocos años se observó claramente que se catapultaron a constituirse en países desarrollados, ese tránsito al éxito es lo que esperamos nosotros.

 

¿Nosotros poseemos soberanía política, económica, industrial, etc., con FFAA disuasorias que nos permitan ejercer la soberanía territorial, de nuestro mares y aeroespacio? ¡NO! Debemos imitar a aquellos que fueron valientes en la defensa o recuperación de su soberanía.

 

Comencemos entonces por buscar alianzas apropiadas y pulverizar los vergonzosos, denigrantes, traidores e ilegales Acuerdo de Madrid I y II, recuperemos la dignidad como argentinos hijos de Manuel Belgrano, San Martín, Rosas, Irigoyen, Jauretche, Scalabrini Ortiz, Grales. Savio, Mosconi, Ricchieri, Perón, Pujato, nuestros 649 ángeles custodios que quedaron en Malvinas y tantos más paradigmas de la Argentina soberana.

 

No hacer nada también es parte de la corrupción, parafraseando al Libertador Gral. San Martín recordamos que, cuando la Patria está en peligro, todo es lícito, menos no defenderla, entonces rogando a Dios nuestro Señor, fuente de toda razón y justicia, decimos: ¡Argentina despierta!

 

Fuentes de consulta:

 

  • FERRATER MORA, José Dr. (1971) - Diccionario de Filosofía – Editorial Ariel, S. A.  de la 1ra Edición revisada – Barcelona – 1994 - Crisis.

 

  • Apuntes de la Cátedra de Geopolítica de la Universidad Maimónides.

 

  • Julio C. Gonzales – La Involución Hispanoamericana – El caso argentino 1711 – 2010 – Ed. Agüero 2260 – Buenos Aires – (2010).

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/207344
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