¿A qué le tiras mexicano? (III)

04/01/2018
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3ª parte

 

En los prolegómenos del 2018, se sienten en las formas de vida de la población, los resultados desastrosos de la política internacional de choque que aplica el imperio estadounidense y la condescendencia con que muchos gobiernos tratan el asunto, sin llevarlo a las instancias internacionales correspondientes, para su atención urgente, en tanto se aplican medidas internas inmediatas que detengan la afectación laboral que se avecina y prevean el retorno de conciudadanos a realizar actividades productivas y de servicios, con quienes impulsar el mercado interno.

 

Esto es así porque que, en medidas distintas, acordes con la relación comercial y financiera que cada uno de los países tiene con el mercado imperial, afectan a todas las naciones de la Región, tanto en su vida financiera con presiones en su paridad monetaria –vigorosa y lastimosamente apuntalada por carretadas de dólares provenientes de los bancos centrales para amortiguar la debacle- como a sus exportaciones hacia el gran mercado, ante su “decisión” unilateral de incitar a las grandes empresas estadounidenses incrustadas en nuestras economías, a realizar sus inversiones previstas a la ampliación de sus actividades o nuevas incursiones en Latinoamérica y el Caribe, directamente en el mercado del imperio. Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias-38934911

 

Precisamente la relación económica con el imperio, representada en primer lugar por los volúmenes y valores de las exportaciones a ese mercado, es el factor que indica la dependencia de esa gran nación. México ocupa, por mucho, el primer lugar en tan delicada situación al enviar el 73% de sus exportaciones a su vecino en el norte. Circunstancia geopolítica que viene siendo calificada con diversos slogans que clarifican tal hecho como: pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos; la economía estadounidense es un elefante que cuando se mueve provoca temblores a la mexicana y otras, que tienen que ver con el “Destino Manifiesto” que desde la constitución de los E.U (17-Sep.-1797) y su invasión al territorio mexicano para extender en más de 2 millones de Km2 el propio (1846-47) es divisa del actuar de esa nación, forjada físicamente con el hurto de territorios por diversos puntos de la geografía planetaria, pero que se siente llamada a conquistar el planeta Tierra para sus designios. Ver: http://portales.te.gob.mx/publicaciones/sites/default/files//archivos_libros/Constitucion_Federal_EAU.pdf  

 

Las disquisiciones presentadas en los párrafos anteriores tienen el objetivo de llamar la atención a los orígenes de muchos de los graves problemas que se presentan a la hora de realizar eventos electorales en nuestros países. No es igual la carga externa para Chile, Uruguay o Brasil, con exportaciones diversificadas a diversos destinos, que para México o cualesquiera de las naciones caribeñas o centroamericanas. Sin embargo, las reuniones que mencionamos y otras regionales sobre el tema electoral, nos indican que hay diversos temas comunes a los procesos, de los que este año (2018), tendremos 12 en los 19 países que participan en los análisis e investigaciones señaladas. Las conclusiones de esas reuniones contienen llamados a todos los actores, para auspiciar elecciones auténticas como logro social, a fin de que adquieran características para ser la ruta generalizada “para distribuir y utilizar el poder político en la Región, con miras a fortalecer su identidad, libertades ciudadanas y soberanía”.

 

En la práctica los regímenes nacionales con alto repudio ciudadano, buscan apoyo en los órganos de control policiaco y militar, dándoles “fuerza legal” para adquirir características represivas, ante exaltaciones de grupos de la población que ven afectados sus derechos, incluso a ingresos legalmente constituidos y cuyos recursos son desviados s otros usos, de manera autoritaria. Este ejercicio autocrático del poder se aplica en la vida política y social de la Región, como una de las expresiones claras de “variabilidades institucionales que auspician la manipulación de la voluntad popular, expresada en las urnas”.

 

En la mayoría de nuestros países, partidos y figuras políticas no actúan con receptividad ante el grave daño que la corrupción –enseñoreada del ambiente político- y la impunidad concomitante y perversa, provocan  con ataques sistemáticos, tanto a las autoridades electorales que pretenden procesos transparentes –que las hay en algunos países y regiones- como a grupos políticos que pretenden cambios hacia el bienestar de los pobladores, siendo motivo de “campañas negras” en medios, que ensombrecen el panorama político y social.

 

Tales actitudes están impulsando desviaciones graves en la recreación de la democracia con un sentido regional, hasta ahora la puerta a mecanismos civilizatorios de las sociedades modernas que impulsen cambios profundos en la búsqueda del bienestar generalizado de pueblos y comunidades, lo que no se puede lograr con las fórmulas impuestas por el manejo de la economía capitalista- financiera- extractivista-mercantil-transnacional que se posesiona de los procesos, impactando con recursos de origen diverso y sin control, al electoral.  

 

Un documento, creado en la OEA, denominado Carta Democrática Interamericana (2001), de mala memoria en acontecimientos recientes, por su uso como ariete contra procesos non gratos para el imperio del norte, mismos que aún están latentes, pero con la comprensión y apoyo de casi todos los gobiernos de la Región. Estos impulsan el  compromiso con la democracia como forma de gobierno a prevalecer en nuestros países, pero cuyos procedimientos, valores y estrategias a impulsar, así como sus maneras de relacionarse con el interior –dentro de rutas de obediencia a la sociedad- deberán realizarse en extrema vigilancia a su soberanía, producto del derecho de los pueblos a su autodeterminación. Estos principios son parte de Constituciones políticas de la Región, como es el caso de México. Ver: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/cpeum.htm

 

De allí que podamos recordar que el año que asoma la cabeza (2018) será de alta actividad electoral para América Latina y el Caribe. con escenarios definitorios de vigoroso impacto que singularizarán el rediseño del mapa político regional con elecciones presidenciales en Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Paraguay y Venezuela, junto a elecciones especiales en Cuba. La oportunidad es única. Tendrá la Región que optar, país a país de los que participarán, si afianza la hegemonía conservadora, revitalizada en los últimos años y que tanto daño viene haciendo a nuestros pueblos y comunidades –según hemos visto- o se abren rutas legales para un reimpulso de fuerzas progresistas en donde fueron vencidas o la apertura a vías de cambio en Colombia, Cuba y México. (Continuará)

 

Villahermosa, Tab. 1º -enero-2018.

 

Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com  

 

https://www.alainet.org/es/articulo/190148

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