Guillermo Lasso está tocando techo

17/03/2017
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El banquero Guillermo Lasso, candidato presidencial de la derecha, enfrenta dificultades para crecer en la intención de voto para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ecuatorianas, sostuvo la académica Palmira Chavero, durante el conversatorio mensual de Espejo Libertario, el pasado lunes 6 de marzo.

 

“Lasso necesita una gran movilización no solo para ganar, sino porque están conscientes que en el escenario natural de crecimiento, Lasso tenía todas las condiciones para crecer (en la primera vuelta) y no lo ha hecho. Creció apenas un seis por ciento. Pareciera que ha alcanzado una suerte de techo y no tiene por dónde crecer y tiene mucho en contra”, afirmó la especialista en Comunicación Política en el conversatorio que se desarrolló en la Sala Benjamín Carrión de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

 

Como se conoce, en la primera vuelta, Lasso obtuvo el 28.03 por ciento, frente al 39.36 por ciento de Lenin Moreno, de Alianza País (AP), la agrupación liderada por el Presidente Rafael Correa.

 

Según una encuesta nacional de Investigación, empresa de sondeo de mercados, divulgada el nueve de marzo, víspera del comienzo de la campaña para la segunda vuelta, Lenin Moreno tenía una intención de voto favorable de 48.4 puntos, mientras su contrincante alcanzaba 35.7 por ciento.

 

Lasso, enfrenta el estigma de haber sido alto funcionario del gobierno de Jamil Mahuad (1998-2000), durante la crisis bancaria de 1999 y como tal es señalado como corresponsable del congelamiento de depósitos bancarios, la dolarización posterior de la economía, que decretó ese mandatario.

 

Ese episodio marcó profundamente a los ecuatorianos, porque llevó a la ruina a cientos de miles de cuentacorrentistas y millones de ellos emigraron a Europa y Estados Unidos, en busca de trabajo. El tema está presente en la campaña electoral y Lasso no ha logrado desvirtuarla.

 

Moreno, ha dicho que en la segunda vuelta se enfrentarán él, cuya carta de presentación es una obra social que le generó una enorme simpatía y popularidad, cuando fue vicepresidente de Rafael Correa, y Lasso, a quien lo señaló como corresponsable del impopular congelamiento de depósitos bancarios de 1999.

 

Tras la primera vuelta, Lasso se ha empeñado en lograr el respaldo no solo de sus coidearios de derecha, sino también de los adversarios de Correa y Moreno que se autocalifican de izquierda, con el argumento de que busca crear una “mesa de gobernabilidad”.

 

El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, líder del Partido Socialcristiano (PSC), cuya candidata Cynthia Viteri, se ubicó en tercer lugar, con el 16.3 por ciento de votos, ha expresado su respaldo a Lasso, pero ha declarado que no participará directamente en la campaña y tampoco ha mostrado entusiasmo para reunirse con el candidato de derecha.

 

Las relaciones entre el PSC y el movimiento CREO, de Guillermo Lasso, se fisuraron después que no lograron converger en una sola candidatura, porque el finalista de la segunda vuelta del dos de abril próximo siempre rehusó a pensar siquiera en la posibilidad de declinar su candidatura en favor de otra opción.

 

Las fisuras se ensancharon cuando círculos próximos a Lasso acusaron a los socialcristianos de hacerle el juego a Alianza País, la agrupación de Lenin Moreno, al haber lanzado su propia candidata, y cuando ésta (Cynthia Viteri) le enrostró haber despedido a cientos de trabajadores de su banco, durante un debate televisado.

 

Lasso ha logrado el respaldo oficial y público de Fuerza Ecuador, cuyo candidato presidencial, Abdalá Bucaram Pulley se ubicó en quinto lugar, con apenas el 4 por ciento de la votación total.

 

En la campaña electoral de la primera vuelta, el ex presidente Abdala Bucaram Ortiz, padre del aspirante presidencial y autoexiliado en Panamá, declaró en forma pública que los banqueros Isaías, que quebraron durante la crisis de 1999 y ahora viven autoexiliados en Estados Unidos, no solo son sus amigos, sino sus “hermanos” y cualquiera que esté contra ellos, está contra Bucaram.

 

Lasso aspiraba a obtener el respaldo Paco Moncayo, cuarto en primera vuelta (6.7 por ciento de la votación) y del socialdemócrata Partido Izquierda Democrática (ID), bajo cuya bandera se postuló. Pero todo se quedó a medio camino. Moncayo, se inclinó por Lasso, pero la ID, que tiene estructura nacional, dijo que no respaldaría a ninguno de los finalistas y dejó a su militancia en libertad de escoger una opción.

 

Según Chavero, la estrategia de la oposición, de tejer alianzas “a espaldas de los ciudadanos” podría serle inútil, porque “en la política no funciona la aritmética” a la hora de las votaciones. Lasso argumenta que el 60 por ciento de votantes estuvo en contra de Lenin Moreno, en primera vuelta.

 

16 de marzo de 2017

 

Fuente: Colectivo Espejo Libertario

http://espejolibertario.com/?p=2819

 

https://www.alainet.org/es/articulo/184178

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