Al grano

14/09/2016
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Dicen que a los argentinos, tan creídos y petulantes que nos consideran, nos gusta hacer gala de ser únicos en todo; que se hable mucho de nosotros y que lo hagan bien y no mal, sobrado está decirlo. Pero vamos al grano:

 

Ya nada nos llama la atención de lo farandulera en que han convertido la vida pública en el actual gobierno. Sin embargo nos interesa, a modo de aclaración y para explicar mejor a propios y extraños, conocer más sobre lo que ya se comienza a considerar en el mundo que nos observa, al margen de las catastróficas consecuencias sociales de sus políticas, como un show circense.

 

Con tal fin hemos escogido dos dichos más, que se suman a otros de tal naturaleza, por parte de otro miembro del actual gobierno, o desgobierno, como prefiera llamársele. El funcionario en cuestión, Rogelio Frigerio (nieto), se ha referido públicamente a aspectos del comercio exterior adornándolos con dos desafortunados comentarios que se han convertido virales en las redes: el primero: “… las mercaderías que vienen de China son importadas” (¿?), y el segundo “… Las manzanas que vienen de Chile no son las mismas que se fabrican en nuestro país…” (¿?).

 

Que cada uno le eche pluma a lo dicho por este funcionario. La nuestra se limita a solicitarle de la manera más respetuosa y formal al señor ministro, que ignoramos si está bien “interiorizado” en sus funciones, que por favor se tome un rato de su valioso tiempo para que nos aclare, qué nos quiso decir con eso de que lo que viene de China son cosas importadas y cómo es que nuestros técnicos argentinos lograron fabricar manzanas. Porque de probarse esto último tendríamos argumentos para atemperar un poco (por la vergüenza que estas destempladas “salidas” provoca) las burlas que se acumulan, muy generalizadas e intensas en Chile y en China como comprenderán, sobre lo que suelen llamar “tremendas burradas del actual gobierno argentino”.

 

Ignoramos qué métodos utilizan en “cambiemos” para escoger a sus funcionarios y no está demás saberlo, al menos para que podamos juzgar con mayor objetividad lo que presumimos podrían ser estulticias, extraños sentidos del humor o estupideces dichas por gente estúpida de este gobierno. Algo que, en cualquiera de los casos citados, provoca gran desasosiego en los que formamos parte de un país al cual se lo considera en cultura, en ciencia y tecnología ser parte del primer mundo.

 

Para no parecer demasiado radicales, o que se nos incrimine ser parte de una oposición recalcitrante, nos permitimos hacer una muy respetuosa sugerencia para solventar carencias: aplicar de aquí en adelante, cuestionarios para medir actitudes, aptitudes y capacidades (en cuenta las mentales) antes de tomar decisiones de nombramientos para ocupar los altos cargos de responsabilidad pública. En el caso que nos ocupa y dadas las reconocidas características del presente gobierno recomendaríamos incluir la pregunta “de qué color es el caballo blanco de San Martín”.

 

Suponemos que algún respetable ciudadano al leer la presente sugerencia, tal vez atrevida para unos y hasta temeraria para otros, nos cuestione sobre la disponibilidad de gente que haga ese cuestionario, o bien nos espute que similar carencia existió también en una parte del electorado al escoger a los actuales gobernantes. Si bien consideramos muy válidas estas posibles observaciones o reclamos, y reconocemos que son parte del mismo tema, preferimos en esta oportunidad no extendernos, dejando lo que quede por decir para la próxima, yendo Al Grano como es costumbre.

https://www.alainet.org/en/node/180263
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