Que los conventos sean lugares de acogida
Mensaje de hospitalidad del Papa Francisco a la Iglesia
10/09/2013
- Opinión
El Papa Francisco visitó, el pasado 10 de septiembre, a cerca de 500 refugiados en la Fundación Centro Astalli de Roma que gestiona el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR).
El Santo Padre envió un mensaje de hospitalidad a la Iglesia católica: “¡Que los conventos vacíos sean lugares de acogida!”
“¿Para qué sirven los conventos cerrados? Los conventos deben servir la carne de Cristo, y los refugiados son la carne de Cristo”, prosiguió.
La Iglesia es la casa de Dios y, como tal, no puede estar cerrada y vacía, sino abierta a acoger a quienes no tienen donde vivir porque fueron obligados a abandonar sus casas y sus tierras.
La Iglesia debe ser hospitalidad en acción acogiendo a los refugiados quienes, en palabras del Papa, “son la carne de Cristo”, es decir, encarnan el rostro del Dios crucificado: a través de sus historias de vida “nos hablan de los dramas de las guerras, de los conflictos, a menudo vinculados a las políticas internacionales”.
Los refugiados son también el rostro del Dios resucitado: “nos traen una riqueza humana y religiosa, una riqueza para acogerla, y no para temerla”.
A continuación compartimos con ustedes el discurso del Papa durante su visita al Centro Astalli (http://sjrlac.org/noticias_detalle?TN=NEWS-20130911030458&L=3), en el que nos invita a acoger a los refugiados y no a quedarnos indiferentes o temerlos por miedo de las diferencias.
Mensaje de hospitalidad que llega profundamente al corazón de América Latina, donde cientos de miles de personas han sido obligadas a huir de sus territorios por muchas causas, entre ellas: la violencia de género, desastres naturales, violencias causadas por actores armados y grupos criminales, violación de los derechos humanos, impactos negativos de políticas económicas injustas y basadas en la explotación indiscriminada de recursos naturales.
En su discurso el Papa aprovechó la ocasión para renovar el sentido profundo que tiene cada palabra de la misión del SJR, desde los ejemplos de vida que nos legaron su fundador padre Pedro Arrupe SJ y el fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola.
Para el Papa “servir significa dar cabida a la persona que llega, con cuidado”; acompañar es no sólo ofrecer servicios de primera acogida sino “desarrollar una cultura de acogida, del encuentro y de la solidaridad”, y “defender significa tomar partido por los más débiles”.
En este discurso seguimos escuchando a un Papa muy sensible a la situación de los refugiados, profundamente arraigado en la misión del SJR y en la espiritualidad ignaciana.
- Wooldy Edson Louidor
Servicio Jesuita a Refugiados para Latinoamérica y el Caribe (SJR LAC)
https://www.alainet.org/es/articulo/79213
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