La muerte de Menem, otro insumo editorial anti-peronista

Todo recurso es bueno para intentar arrebatarle al Gobierno los méritos que pueda reunir en buena ley gracias a la vacunación

16/02/2021
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Una descripción crítica superficial, frívola, desprovista de toda seriedad, despliegan los medios más poderosos del país acerca de la figura de Carlos Menem, en cuyas gestiones recibieron innumerables beneficios. La muerte del ex presidente el domingo 14 es usada para otro despliegue editorial en especial contra el kirchnerismo, mediante la fórmula de aniquilar o ridiculizar las diferencias entre ambas corrientes peronistas.

 

Hay también buenas porciones de insidia hacia el presidente Alberto Fernández, pero el rasgo de fondo compartido en notas de Clarín, La Nación e Infobae es el ocultamiento prácticamente total de la obra de destrucción de Menem al proyecto de país igualitario, con desarrollo, equidad y soberano en cuyo nombre ganó elecciones.

 

Por el contrario: las privatizaciones “movilizaron más de cien mil millones de dólares en inversiones externas”, pondera González en Clarín, “inversiones” que “montaron una infraestructura que hoy todavía se mantiene”, hace coro Miri, en el mismo diario.

 

El ataque descomunal que los gobiernos de Menem lanzaron a la educación y la salud, inspiración y preludio de lo hecho después por el macrismo, obtiene menciones al paso, pero se oculta el sentido de fondo de sus gobiernos, que buscaron expresamente la destrucción de la industria nacional a favor de la importación, mientras la patronal agraria mejoró descaradamente sus índices de ganancias por una serie de medidas que La Nación aplaude sin dudar en una nota firmada por Fernando Bertello, quien se da el lujo de recordar la aprobación menemista de la soja transgénica cuando Felipe Solá era secretario de Agricultura.

 

González va a fondo contra el Presidente, cuando tipea que Menem “podía decir una cosa y después hacer exactamente lo contrario sin que se le moviera un pelo. Algo parecido le sucede a Alberto Fernández”. Como se ve, la muerte de un amigo político no conmueve a Clarín lo suficiente como para olvidar por cinco minutos, en aras del respeto al difunto, el panfleteo opositor.

 

Travistiéndose de un párrafo a otro, el “editor” se conduele con Menem, porque “debió atravesar los años del desierto kirchnerista condenado a ser el demonio funcional del neoliberalismo”.

 

Esas palabras reflejan el eje conceptual que propalan estos tres medios: desde ya que no mencionan la política de fondo ultraliberal de Menem. A las denuncias y oposiciones al respecto, en especial las de Néstor y Cristina Kirchner, las tildan de mero oportunismo, discurso de ocasión. Es tan obsesivo este enfoque en clave anti K que estos redactores “olvidan” memorables resistencias al menemismo, como decenas de miles de obreros que lucharon por sus fábricas, y como los maestros, con su Carpa Blanca frente al Congreso.

 

En La Nación, Jacquelin cumple estas órdenes editoriales y habla de “falso antagonismo” entre menemismo y kirchnerismo.

 

El retrato histórico de fondo sobre la gestión de Menem es eludido también por Letjman, de Infobae, que se esconde en un anecdotario trivial sobre la relación con Alberto Fernández. Según este columnista que jamás informa sobre sus fuentes el Presidente se asombró con el disgusto de una parte del peronismo por su mensaje oficial de condolencias. Mensaje que el redactor define como “conciliador”, ya que “no hizo referencia a los indultos, a sus casos de corrupción pública y al encubrimiento del atentado a la AMIA”. Como se ve, para Infobae no es tema la desindustrialización, la destrucción del Estado y el traslado de poder económico y político a un puñado de corporaciones nacionales e internacionales.

 

Ninguno de estos columnistas menciona la participación argentina en la guerra estadounidense contra Irak, en 1990, y la manifiesta resignación de Menem de los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas.

 

Y no hubo recordación de la “servilleta de Corach”, la lista de jueces del ministro del Interior de Menem, ejemplo y símbolo de la colonización de la Justicia por el poder ultraliberal nacional y transnacional, que el macrismo profundizó con tal osadía que le permitió, horas antes de la muerte de Menem, golpear fuertemente al Frente de Todos.

 

Ese conflicto había demandado, hasta la noticia del deceso el domingo por la mañana, un despliegue editorial compacto e implacable: las y los columnistas de los tres medios describieron a un Gobierno que “amenaza” o “embiste” o “ataca” a la “Justicia”, con un “operativo demolición” que Van der Kooy, de Clarín, atribuye -como cada día en esas páginas- a Cristina Kirchner.

 

Los abogados dirían “inversión de la carga de la prueba”: la designación de jueces y camaristas son plantadas como hechos excluyentes, en tanto la acción mafiosa que lleva a Comodoro Pus la causa por el espionaje macrista que avanzaba en Lomas de Zamora queda en líneas perdidas. Y, cuando es mencionada, aparece como una decisión racional y acorde a derecho. Este esfuerzo de manipulación los obligó a no mencionar, en varias notas, que el procesado Stornelli, involucrado en la banda extorsionadora de D’Alessio y Santoro, será el fiscal en esa causa, trasladada para su aniquilación.

 

Como había emplazado el 31 de enero Morales Solá en La Nación, la Corte confirmó una condena contra la dirigente jujeña Milagro Sala. Las notas que refieren este hecho ocultan expresamente la manipulación de los tribunales provinciales por el gobernador Morales, aunque en algún caso aislado reconocen indirectamente que, tras las críticas del Presidente, los máximos cortesanos le respondieron con su fallo.

 

Clarín, Infobae y La Nación no terminan de digerir la formidable derrota de la campaña que, como estrategia electoralista opositora y en defensa de intereses transnacionales, habían emprendido contra la vacuna Sputnik V. Tanto que insistieron en afirmar que el Gobierno comenzó a aplicarla sin el aval científico que centralizan en la revista británica The Lancet, como si la ANMAT no se hubiera pronunciado en uso de sus atribuciones legales y por sus capacidades largamente confirmadas. Aún más, usaron un artículo de The Washington Post para hablar de la desconfianza hacia la “vacuna rusa”, basado a su vez en un suelto de Clarín y una supuesta encuesta ad hoc de Poliarquía.

 

En estos extremos, ponen en primer plano uno y otra vez el “ejemplo chileno”, por el muy buen avance que la vacunación tiene en ese país, recuperando el amor por el presidente Sebastián Piñera, cuyo modelo ultraliberal se les hizo difícil reivindicar desde que en octubre de 2019 se desató una rebelión popular a la que el empresario derechista respondió y responde con una represión descomunal, que incluye asesinatos a quemarropa cometidos por la policía, desapariciones, torturas y violaciones.

 

Todo recurso es bueno para intentar arrebatarle al Gobierno los méritos que pueda reunir en buena ley gracias a la vacunación: por eso exhiben un día el acto de Beatriz Sarlo en el canal TN sembrando desconfianza y desánimo, y al día siguiente es un cantante, y al día siguiente el ex futbolista Ruggeri, quien recibe mágicamente la atribución de autoridad para opinar sobre este tema.

 

15 de febrero de 2021

https://www.comunanet.com.ar/la-muerte-de-menem-otro-insumo-editorial-anti-peronista/

https://www.alainet.org/es/articulo/210975
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