La mentira ambulante

23/01/2020
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Abro la prensa y me entero de que los norteamericanos han llevado a Juan Guaidó al Foro Económico de Davos, donde se reúne la flor y nata de los poderes económicos mundiales. Lo curioso es que no solo aparece que Guaidó está siendo mostrado allí por Trump, como quien muestra a su mascota sino que, según reporta el diario El Mundo, dijo que es urgente que el Presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, quien también está en Davos, lo reciba, porque: ¡Cada día que paso fuera del país es un riesgo!

 

Como si en Venezuela alguien lo quisiera sacar de un poder que no tiene ni nunca tuvo. Guaidó no es otra cosa que una imagen peripatética (caminante) de una aspiración norteamericana fracasada. Así funciona el mundo imperial en que viven Washington y sus vasallos: Mentiras y simulaciones tomadas ritualmente como verdades. Un mundo de espejismos cuya única realidad son los muertos y ruinas que deja detrás.

 

La ficción de Juan Guaidó es muy fácil de hacer desaparecer al primer hurto con la realidad. Sospecho que el Presidente Maduro no hace desvanecer ese fantasma porque le conviene que los Estados Unidos hayan puesto a la cabeza de la oposición Venezolana a alguien tan vacío de mensaje y de carisma como Juan Guaidó.

 

Un modo instantáneo de hacer desaparecer esa mentira ambulante que tantos países simulan tomar por Presidente Encargado de Venezuela sería una demostración de poder efectivo del Presidente Maduro que lesione los intereses de alguna empresa importante de los países que reconocen a Guaidó. Como el nuevo gobierno de España muestra síntomas de estar menos propicio a tomar en serio a Guaidó. En estrategia es archiconocida que a las coaliciones y alianzas hay que atacar al eslabón más débil o al miembro menos convencido.

 

Desconozco cuáles son las empresas españolas con inversiones en Venezuela. Pero puedo imaginar el sobresalto en Madrid, si el gobierno efectivo de Venezuela nacionalizara los intereses de Iberdrola, Melia o Santander. Como haría el gobierno español para quejarse si, de acuerdo a las normas internacionales, tendría que protestar ante el gobierno venezolano que reconoce: en este caso el supuesto gobierno de Juan Guaidó. Creo que, en cosa de minutos, las empresas afectadas despertarían al gobierno de España ante la realidad.

 

En las otras circunstancias similares bastará con un pellizco para despertar ante la realidad del poder en Venezuela a los otros gobiernos que apoyan la onírica fabula del Presidente Juan Guaidó.

 

Madrid 23/01/2020

 

umbertomazzei2@gmail.com

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/204375
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