China—Panamá: lo espeso del chocolate

16/09/2019
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‘[...] he visto los análisis y datos que ha presentado el abogado Carlos Ernesto González de la Lastra, (de) (Apede) a favor del Ferrocarril Panamá-David, y me parecen plausibles y atendibles'

  

Maurice Claver-Carone, director del Consejo de Seguridad Nacional de EU. para el Hemisferio Occidental, afirmó que para Panamá la relación con la República Popular China es ‘mucha espuma y poco chocolate'. Siendo esto así, ¿por qué EU interviene en nuestros asuntos y se preocupa por tan poca cosa... por tan poco chocolate?

 

Ya antes, Mike Pompeo y John Bolton (RIP) habían despotricado contra China, diciendo que Pekín no era transparente, que buscaba su propio acomodo y que era depredadora. (1)

 

A los irrespetuosos y boquisucios les prevenimos que los charlatanes son como las olas: mucha espuma y poco fondo, o como las copas: suenan más cuando están vacías. También les recordamos a Lao Tsé: ‘Los que saben, no hablan. Los que hablan, no saben'. En suma, que ‘en boca cerrada no entran moscas'.

 

Después de regresar de consultas en EU y sin rendir cuentas como hacía Omar Torrijos, el presidente Laurentino Cortizo ha dicho que ‘no le ha dedicado ni un minuto al Ferrocarril de Panamá a David... Ni siquiera se ha analizado'. Con esta lacónica respuesta, el mandatario ha dado al traste con un proyecto que puede ser clave para nuestro desarrollo agrícola, comercial, económico, financiero, tecnológico y logístico. Sin embargo, fue el pasado abril cuando el candidato Cortizo se distanció del proyecto, el cual le tomó 15 meses a la empresa china y al Gobierno de Varela producir un estudio de factibilidad, donado por Pekín.

 

El tren fue una iniciativa del Gobierno panameño y no de China, y es una de 22 propuestas de cooperación aprobadas por ambos países.

 

El ferrocarril sería para pasajeros y carga por un recorrido de 391.3 km hasta David, enlazando las provincias de Panamá, Coclé, Herrera, Veraguas y Chiriquí. El viaje Panamá-David costaría $50.00 y tomaría 2.5 horas (el avión cobra $100.00, y el bus toma 6-8 horas). El tren haría cuatro viajes de ida y vuelta a Santiago y dos de Panamá a David. En su construcción se crearían 6000 empleos, y se requerirían 22 000 trabajadores para operarlo y mantenerlo. El tren dinamizaría la economía y sacaría de circulación unos 2000 autos por día, con una drástica disminución de la contaminación. Su costo es menor que las Líneas 1 y 2 del Metro, y la renta anual se estima en $200.7 millones.

 

Tómese en cuenta que el 84 % del PIB se origina en Panamá y Colón y que el resto se lo reparten las demás provincias, lo cual evidencia un desarrollo dispar que agudiza el transitismo de una zona que se sigue disociada del país.

 

Si tomamos en cuenta que Panamá es el país de mayor importancia estratégica y con el mejor futuro de la región; que tenemos problemas financieros no insolubles; que los servicios de inteligencia nos atacaron con los ‘Panama Papers' y estamos en la Lista Clinton y en otras; que el presidente Trump amenazó con destruir la economía de Panamá si manteníamos relaciones con China y que la imagen de Panamá está por los suelos, es evidente que el ferrocarril proyectado podría ayudarnos a salir del tremedal e impulsar nuestro desarrollo, ya que conectaría regiones actualmente aisladas, abandonadas e improductivas del país. (2)

 

Si no hay inversión, no hay crecimiento. Pongamos las cosas en su contexto.

 

El presidente Cortizo ha dicho que el proyecto es costoso y que su Gobierno tiene otras prioridades, como la Cinta Costera y carreteras en algunas provincias, dando a entender ‘razones presupuestarias'. Pero he visto los análisis y datos que ha presentado el abogado Carlos Ernesto González de la Lastra, expresidente de la Comisión de Desarrollo Marítimo y Logística de la Asociación Panameña de Empresas (Apede) a favor del Ferrocarril Panamá-David, y me parecen plausibles y atendibles.

 

En el proyecto del Tren Panamá-David convergen temas que debemos plantear en tres interrogantes:

 

¿La conectividad de Panamá a quién le sirve? ¿Por qué EU impidió siempre el desarrollo de Panamá? ¿Por qué EU interfiere e impide la independencia de Panamá en política exterior?

 

En lo primero, EU llegó a Panamá porque nuestro Istmo le brindaba la conectividad necesaria para conquistar y unir el norte, el sur, el este y el oeste y —ya consolidado su territorio— le sirvió para expandirse por el mundo. La conectividad de Panamá le sirvió a EU para pasar sus fuerzas militares y el oro de California, conectar sus costas distantes y para aplastar a los pueblos autóctonos e instalar aquí una posta como su frontera sur para controlar a Latinoamérica y el Caribe. La conectividad de Panamá les sirvió a los propietarios de las líneas de barcos que navegaban a Panamá desde y hacia ambas costas de Norteamérica. No les sirvió para nada a los dueños de las mulas, los cayuqueros o dueños de pangas, que hacían, antes del tren de 1855, el recorrido interoceánico por tierra.

 

En lo segundo, EU no permitió —por ‘razones de seguridad' del Canal— que Panamá tuviera ejército, puertos, aeropuertos, carreteras y caminos, ferrocarriles, radioemisoras y televisoras hasta bien entrado el siglo XX, como tampoco que Panamá empleara las áreas no necesarias a los fines del Canal.

 

En lo tercero, EU convirtió a Panamá en un cuasiprotectorado, con independencia formal y sin soberanía real, ocupado por una Zona de 1432 km cuadrados y bases militares ilegales, la Escuela de las Américas y el Comando Sur, instalados manu militari. EU se opuso a que Panamá se mantuviera neutral en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, a que Japón construyera un nuevo Canal entre 1978 y 1989, así como a que Panamá apoyara a los pueblos centroamericanos en sus luchas de liberación. Ahora, EU se opone a que Panamá desarrolle, amplíe y explote su conectividad para su desarrollo, ayudado por China.

 

Como puede apreciarse, entre EU y Panamá sí ha habido —paradójicamente y contrario a China y Panamá— más espuma que chocolate. Es hora, pues, de invertir los términos de nuestra conectividad para que la misma le sirva en primer lugar a Panamá.

 

Pero las relaciones China-Panamá se insertan en un escenario global de competencia comercial entre EU y China. Así, por ejemplo, hay que tomar nota de que el Tren de Alta Velocidad Ciudad de México—Santiago de Querétaro (210 km), acordado bajo el presidente Enrique Peña Nieto y una empresa china asociada a firmas de este país, fue cancelado en 2015 ‘por razones presupuestarias'. China ha demandado internacionalmente a México por $600 millones.

 

Tomemos nota, también, de que el Corredor Xinjiang—Pakistán, clave para la Ruta de la Seda (iniciado en 2014), con un costo estimado en $60 billones, está en jaque, también ‘por razones presupuestarias'.

 

Según Kaiser Bengali, un exasesor del Gobierno provincial de Sindh, ‘el Proyecto está suspendido por el momento. EU no quiere que crezca la influencia de China. El control de nuestra economía está en manos de EU y sus instituciones afiliadas, tales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial'.

 

Finalmente, el embajador de EU en El Salvador ha dicho que su ‘principal objetivo es romper las relaciones entre El Salvador y China'. ¿Razones presupuestarias? ¡A otro perro con ese hueso!

 

Una actitud más acorde con la etiqueta diplomática la expresó el Dr. Fabio Castillo, excoordinador del FMLN, exrector de la Universidad de El Salvador y cofundador de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Centroamérica (Codehuca), conjuntamente con el Dr. Rafael Cuevas del Cid, exrector de la Universidad de Guatemala, el Dr. Carlos Tunnerman, exrector de la Universidad de Nicaragua, y Julio Yao, exasesor del canciller Juan Antonio Tack y del general Omar Torrijos y vicepresidente Ejecutivo de Unidad Latinoamericana.

 

Dijo así el Dr. Fabio Castillo:

 

‘Yo estuve en China hace veinte años. Uno llega y siente el impacto de 5000 años de historia, cultura, civilización y espiritualidad. Pero en aquel momento yo sentí el peso del pasado. En esta ocasión he sentido la proyección al futuro. Los chinos progresan indefectiblemente a ser la primera potencia mundial en aspectos tecnológico, científico, cultural. Y tenemos que tener vínculos con ellos'.

 

Notas

 

(1) Julio Yao Villalaz, ‘Pompeo, o por qué Panamá debe abrir bien los ojos', La Estrella de Panamá, 1 de noviembre de 2018.

 

(2) Julio Yao Villalaz, ‘Panama Papers, una conspiración occidental', La Estrella de Panamá, 13, 14 y 15 de septiembre de 2017.

 

Julio Yao Villalaz

Analista internacional y exasesor de política exterior.

https://www.alainet.org/es/articulo/202163
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