Elecciones en Argentina, primeras impresiones de una gran victoria que entusiasma en toda la región

13/08/2019
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El domingo se realizaron las PASO, primarias abiertas simultáneas y obligatorias donde todos los partidos presentan a sus pre-candidatos que se van a postular en octubre. Se dirimen posibles internas dentro de los partidos y tienen que lograr obtener el 1,5% del padrón electoral para poder ser candidatos. En términos concretos funciona como una encuesta muy precisa a 11 semanas de las elecciones definitivas.

 

Estas elecciones primarias tuvieron la particularidad de que la mayoría de las provincias habían adelantado sus comicios para la elección de los gobernadores y legisladores provinciales, como así para las autoridades municipales. Es por ello, que en gran parte del país, se elegían los candidatos a legisladores nacionales –diputados y senadores-, como a la fórmula presidencial.

 

Las elecciones arrojaron resultados que sorprendió a todos tanto en el oficialismo como en la oposición. Los 15 puntos de diferencia entre Alberto Fernández y Macri arrojan un resultado a priori difícil de revertir. Pone a la fórmula FF con muy buenas posibilidades de ganar en primera vuelta en Octubre las elecciones y terminar con 4 años de gobierno neoliberal con las consecuencias que esto tiene inclusive en términos regionales para fortalecer una perspectiva de mayor autonomía con respecto a las políticas imperialistas en el continente.

 

 En términos distritales el Frente Todos (Fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández) Se impuso en todos los distritos a nivel nacional salvo en la Capital Federal y en Córdoba, lugares en los que, a pesar de la derrota, se achicó significativamente la diferencia con respecto a la elección anterior. En las provincias más postergadas del país la diferencia fue abismal, llegando en algunos lugares al 70% como en el Noreste Argentino. También se ganó en provincias históricamente conservadoras y que apoyaban al oficialismo como Mendoza o Jujuy. Una reflexión aparte merece la provincia de Buenos Aires donde el candidato a gobernador por el Frente de Todos, Axel Kiciloff, se impuso casi con el 50% de los votos sacando una diferencia de 18 puntos a la actual gobernadora Vidal. Esto tiene una importancia en términos cuantitativos por ser el 40% del padrón electoral pero también cualitativa. La Derrota de Vidal significa un golpe muy duro para quien era una potencial figura de recambio para el poder económico concentrado. Por otro lado una eventual gobernación de Axel Kiciloff es objetivamente la candidatura más progresista que ha puesto el peronismo en el principal distrito del país desde la vuelta de la democracia para acá.

 

Por otro lado, han quedado escuálidas las opciones electorales de las terceras vías, teniendo en cuenta que Lavagna obtuvo solo el 8% de los votos. Asimismo, las opciones de la derecha más radicalizadas, también han tenido resultados exiguos.

 

Mucho se ha hablado estos meses sobre qué lugar ocupaban las condiciones materiales a la hora de construir la subjetividad de las personas para decidir su voto. El rol que ocupaban los medios de comunicación en la construcción de la realidad cotidiana de las personas y como operaban los nuevos dispositivos comunicacionales para amortiguar la ofensiva neoliberal en el ánimo de las personas. Si bien el comportamiento no puede ser atribuible solo a cómo afectan las condiciones materiales, la elección en la Argentina ha demostrado que las mismas siguen teniendo una centralidad muy importante en la toma de decisiones en el terreno político. Es uno de los grandes puntos débiles del modelo neoliberal: sus dificultades en la construcción de hegemonía en proyectos de largo aliento, al no poder garantizar condiciones para la reproducción de la clase trabajadora. Ello sin negar que a pesar del enorme deterioro en la calidad de vida de la mayoría de los argentinos, Macri obtuvo el 32% de los votos. En este cuadro, habrá que ver en los próximos meses que estrategia adopta el capital transnacional y Estados Unidos para intentar revertir una situación que a priori parece muy difícil pero que es fundamental para su estrategia para la región teniendo Argentina un rol geopolítico fundamental.

 

De acá a octubre habrá que seguir muy de cerca cómo reaccionan los mercados y cuál es la estrategia de los sectores del poder económico concentrado. En el primer día posterior a las elecciones el dólar aumentó un 30%. Paradójicamente una profundización de la crisis económica si bien puede ser un mecanismo para desestabilizar al país luego de la elección y casi inminente derrota del oficialismo, los costos en términos de capital político son adjudicado directamente al oficialismo, ya que así lo demuestra las recientes elecciones poniendo a Mauricio Macri y su gobierno como principal responsable de la situación que atraviesa el país. Faltan todavía muchos meses para la sucesión en diciembre y el fantasma de la ingobernabilidad ha dejado de ser un problema del futuro gobierno sino del actual. Un escenario de agudización de la crisis y por ende del conflicto social no es un escenario que busque ni el oficialismo ni la oposición pero que claramente debe preocupar mucho más a Macri.

 

Algunos elementos que pueden explicar la contundente victoria de la oposición son:

 

1- La crisis económica en la que está sumergido el país. El capital transnacional ha utilizado al estado nacional durante los años del gobierno de Macri como lugar para hacer sus negocios millonarios, fugando millones de dólares que fueron adquiridos a partir de la toma de deuda del préstamo del FMI; como así también con políticas de ajuste y vaciamiento del estado. Esto tuvo la consecuencia el desmejoramiento de todos los indicadores sociales y económicos como por ejemplo, el aumento de la pobreza, desempleo y la tasa de indigencia.

 

 2- La incapacidad del gobierno para ampliar su base política con nuevas alianzas. Si bien pudieron sumar a una pequeña fracción del peronismo con la incorporación de Pichetto como vicepresidente. Tuvieron fuertes disputas internas como lo demostró el cruce con sectores concentrados del agro y de la cámara industrial. Esto debilitó su armado político quitándole capacidad ofensiva.

 

3- La estrategia de la polarización utilizada durante todos estos años por el oficialismo, les jugó en contra a medida que fue pasando el tiempo y que iba quedando más atrás las responsabilidades del gobierno anterior teniendo que dar cuenta cada vez más de sus acciones y políticas. La estrategia de la polarización quedo prácticamente inhabilitada como herramienta del oficialismo con la figura de Alberto como presidente. Pasando la oposición a la ofensiva en términos de discurso y de relato. La renovación y reimpulso fueron mensajes que quedaron en el ámbito del Frente de Todos.

 

4- La gran habilidad para aglutinar casi al conjunto de la oposición en el Frente Todos. La candidatura a Presidente de Alberto Fernández si bien corrió hacia el centro la fórmula y fue un guiño hacia sectores del poder económico, posibilito la incorporación de actores como Massa y ciertos actores del sector industrial. Así también, se encolumnaron la gran mayoría de los gobernadores en el frente opositor.

 

5- Alta estructuración del campo popular y confluencia casi en su totalidad dentro del Frente Todos. Tanto las organizaciones de la economía popular como del movimiento de mujeres fueron protagonistas de la campaña electoral, por poner ejemplo, a partir de Ofelia Fernández, candidata referente de la juventud con 19 años y particularmente de las jóvenes que inundan la calle o Juan Grabois que sin ser candidato tuvo una fuerte aparición mediática.

 

 Desafíos

 

Para el campo popular el escenario debe seguir siendo de muchísimo trabajo. No debemos caer en impresiones triunfalistas. Es necesario fortalecer una voluntad popular en perspectiva de una transformación que ponga en agenda a la ampliación derechos y el protagonismo popular como ejes fundamentales de la disputa. No solo para transitar la campaña electoral hacia octubre sino también de cara a la nueva etapa que se abre con el gobierno de Alberto Fernández y Cristina. Sobre todo cuando el futuro gobierno será necesariamente de ajuste y los cambios materiales en la vida del pueblo no serán percibidos rápidamente –en el mejor de los casos-.

 

En el campo popular hoy se abre con más fuerza un debate que vamos a tener que transitar. Hay que presionar a un gobierno que asume muy condicionado por cómo dejó el país cuatro años de neoliberalismo furioso y un contexto internacional complejo. Es necesario navegar un gobierno de transición sin hacer demasiadas olas o por el contrario debemos presionar para lograr reformas estructurales que posibiliten ir cristalizando nuevas correlaciones de fuerza para los sectores populares. Seguramente los 12 años de gobierno progresista han dejado algunas enseñanzas y existen ciertos consensos que debemos seguir fortaleciendo en que la movilización y organización popular se vuelve fundamental para lo que está en juego en la etapa que se abre.

 

Para el futuro gobierno, asimismo, será un desafío poder mantener aglutinado a los espacios políticos que integraron el Frente de Todos.

 

Buenos aires, 12 de agosto de 2019

 

Manuel Bertoldi

Frente Patria Grande

Twitter: @m_bertol

https://www.alainet.org/es/articulo/201551
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