Más deficiencias en operación militar por huracán María

10/09/2018
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

San Juan, 10 de septiembre de 2018 (NCM) – Un análisis hecho público por la Escuela Naval Postgraduada de los Estados Unidos, así como datos incluidos en otras evaluaciones y cifras oficiales de Puerto Rico agravan el panorama del fracaso de las operaciones militares de socorro tras el paso del huracán María, a diferencia de lo ocurrido con los casos de Texas y de Florida.

 

El análisis, preparado para la Escuela Naval por el capitán de corbeta Eugene Ho, de la Armada, y el capitán Daniel C. Davis, del Ejército, consigna que en Puerto Rico se efectuaron menos de la mitad de las misiones de búsqueda y rescate que las realizadas por el azote de los huracanes Harvey en Texas e Irma en Florida.

 

Pero no se trata sólo de lo limitado de las misiones para salvar vidas, sino también están surgiendo dudas sobre la intervención militar en cuanto a las muertes. Dos informes oficiales del Gobierno de Puerto Rico indican que todo un destacamento de soldados especializado en asuntos mortuorios fue asignado al Instituto de Ciencias Forenses y, sin embargo, hubo una reducción en la cantidad de cuerpos recibidos, a pesar de que los muertos relacionados al huracán se calculan por miles.

 

Los intentos del Gobierno de EEUU para explicar las limitaciones de las operaciones por el huracán María son diversas. Entre otras, se ha planteado que Puerto Rico es “una isla remota” y que los puertorriqueños hablan español en lugar de inglés, además de tener una cultura extraña a la estadounidense.

 

El informe de la Escuela Naval indica que en Puerto Rico los efectivos militares llevaron a cabo sólo 11 misiones de búsqueda y rescate, mientras en Florida se efectuaron 21 y en Texas 23. Esas cifras son consistentes con las atribuidas a las llevadas a cabo por todo el personal federal -militar y civil- de socorro activado para los tres huracanes, con un total de 29 misiones de búsqueda y rescate en Texas, 26 en Florida y 13 en Puerto Rico.

 

Esa deficiencia en las operaciones parece estar relacionada con las cifras de miles de víctimas fatales que se fueron acumulando durante los meses posteriores al huracán. En ese tiempo, muchos enfermos encamados y otros segmentos más vulnerables -como ancianos y niños- no fueron enviados a lugares más seguros y permanecieron atrapados en condiciones insalubres y careciendo de energía eléctrica y otros servicios básicos.

 

Las cifras del informe publicado por la Escuela Naval son también consistentes con el informe acumulativo diario de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), adscrita al Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security) En ese documento operaciones de búsqueda y rescate, entre el 21 de septiembre -al otro día del paso del huracán- y el 28 del mismo mes, cuando se consigna que “los equipos de búsqueda y rescate han llegado al 90 por ciento de Puerto Rico”.

 

La relación entre la participación militar y el manejo de las víctimas fatales viene a ser otro asunto que ha quedado sin aclarar.

 

Las cifras de “casos” -es decir, cadáveres- recibidos en Ciencias Forenses fue de 6.153 durante el año fiscal que concluyó el pasado mes de julio, en el que se incluye el período afectado por el huracán María, mientras que el año anterior había sido de 6.363, según los datos oficiales del Gobierno de Puerto Rico. La primera rareza que resalta en esas cifras es que el año del huracán se recibieron menos cadáveres que en año anterior y el segundo dato, contenido en otro informe de igual procedencia es que durante la emergencia del huracán los recursos de Ciencias Forenses se reforzaron con la misión de todo un destacamento de asuntos mortuorios del Ejército de EEUU, que llegó a tener 82 efectivos en un momento dado.

 

Un estudio de la oficina de la oficina de justicia militar (JAG) evalúa, desde el punto de vista de las lecciones legales, la asignación de soldados para atender asuntos mortuorios en Puerto Rico, pero no toma en cuenta las consecuencias que tuvo y toma como bueno el cálculo de 45 víctimas fatales que mantuvo durante algún tiempo el Gobierno de Puerto Rico. Lo mismo pasa con el estudio publicado por la Escuela Naval, que se mantiene en 64 muertos, aunque consigna que la cifra estaba disputada.

 

Sin embargo, para cuando se publicaron ambos informes, ya era conocido un estudio de la Universidad de Harvard, que calculó que el saldo fatal del huracán María en Puerto Rico fue, con mucha probabilidad, de más de 4.600 víctimas. Poco después de preparados los dos informes militares, se hizo pública la evaluación de la Universidad de George Washington -aceptada oficialmente por el Gobierno de Puerto Rico- con un estimado preliminar de casi 3.000 muertes adicionales a las normales durante los meses posteriores al paso del huracán.

 

La evaluación de la Universidad de George Washington aporta además las estadísticas sobre mortandad y nivel socioeconómico, en las que aparece que los municipios con mejor nivel económico tuvieron una tasa de mortandad más alta en los primeros días, pero eso inmediatamente cambió y la tasa en las zonas pobres siguió creciendo, mientras en las que mucho desarrollo fue bajando. El dato estadístico parece cónsono con que los pobres resistieron bien el huracán en sí, pero no tuvieron suficientes recursos para la supervivencia a más largo plazo de los más vulnerables.

 

El informe de la Oficina de Contabilidad General analizó diversas causas que se atribuyeron para las limitaciones de FEMA, que fue la agencia líder de toda la operación, pero, no aludió a la cifra de víctimas, por lo que no incluye un análisis de la consecuencia principal de la forma en que se manejó la catástrofe. Mucho menos hay un análisis sobre cómo se usaron los recursos militares, desde soldados hasta los varios barcos hospitales navales, ni qué preguntas tendrían que contestar los mandos castrenses sobre la responsabilidad que hubieren tenido para evitar tantos miles de víctimas fatales.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/195223
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS