Evalúan extender el voto federal a Puerto Rico y otros territorios

El objetivo estratégico de Washington es hacer a los puertorriqueños ciudadanos estadounidenses y quedarse con Puerto Rico “para siempre”, según el estratega autonomista Báez Galib

09/02/2021
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San Juan, 9 de febrero de 2021 (NCM) – El primer proyecto de ley radicado ante el nuevo Congreso de Estados Unidos y que cuenta con el respaldo de la “Speaker” de la Cámara, Nancy Pelosi, incluye evaluar este mismo año la posibilidad de integrar más a Puerto Rico y demás territorios mediante concederle a sus residentes el derecho al voto en elecciones federales.

 

La propuesta está en el H.R. 1, de la autoría del congresista demócrata liberal de Maryland John Sarbanes y que, en términos generales, busca reformar de manera abarcadora el sistema de elecciones federales de E.E.U.U.

 

La parte sobre la condición política de las colonias, tanto Puerto Rico como los demás “territorios” bajo dominio estadounidense, está en las secciones 2301 y 2302 del Título II, subtítulo D de la extensa reforma propuesta. En las secciones inmediatamente previas se recomiendan medidas para la administración del voto en las “reservaciones” donde se mantienen separadas a las naciones indígenas y para la concesión de la condición política de “estado” a la ciudad de Washington Distrito de Columbia, sede del gobierno federal.

 

El proyecto mandata una evaluación por un comité especial sobre los territorios, cuyo informe se sometería al plenario del Congreso estadounidense en septiembre de este año.
 

La medida, sin embargo, no ha levantado interés en el debate político público en Puerto Rico, aunque, tras el aviso de NCM Noticias, el ex senador y veterano estratega autonomista Eudaldo Báez Galib se tomó la iniciativa de estudiar el asunto. Báez Galib contestó, luego de hacer su propia investigación, que se trata de una medida que, de aprobarse, tendría mucha importancia interna para EEUU y para Puerto Rico, aunque se asombró de que el tema no hubiese levantado una discusión pública en Puerto Rico.

 

“No tengo la menor idea. No me hace sentido”, contestó Báez Galib ante la pregunta sobre lo que podría motivar el silencio que, en general, hay en Puerto Rico sobre el asunto.

 

Según su análisis, de otorgarse el voto federal a los territorios -Puerto Rico incluido- se vendría abajo el argumento anexionista de que eso sólo sería posible si el país se convierte en un estado de la Unión. Además, indicó que haría mucho más difícil plantear la posibilidad de que EE.UU. dispusiera de Puerto Rico mediante la independencia o la libre asociación.

 

Báez Galib explicó que la propuesta apuntalaría una ruta política que “amarra más” a Puerto Rico con EEUU. Hizo referencia a la teoría jurídica que el objetivo estratégico de Washington al hacer a los puertorriqueños ciudadanos estadounidenses era quedarse con Puerto Rico “para siempre”.

 

Al menos en apariencia, el proyecto -del cual la congresista Pelosi se hizo coautora- se distancia del presentado por las congresistas de Nueva York Nydia Velázquez y Alexandria Ocasio Cortés para propiciar la celebración una asamblea constituyente en Puerto Rico para efectuar un diálogo político entre los sectores de este país caribeño y el Gobierno de EEUU en busca de una alternativa viable para superar la condición colonial.

 

Aunque la idea original de ese segundo proyecto es que el producto de las conversaciones produzca una alternativa única para someterse al pueblo de Puerto Rico, podría enmendarse para que al final sean varias opciones.

 

El que no se discute es el H.R. 1.

 

“Es el proyecto más importante después de la Ley 600”, dijo Báez Galib en referencia a la propuesta de Sarbanes-Pelosi y a la ley que marcó el proceso para establecer, a mediados del siglo veinte, el gobierno de la colonia mediante el régimen autonómico denominado Estado Libre Asociado. Puntualizó que con el proceso que establecería el HR 1 “sería la primera vez que un estudio ordenado por EEUU pone al congreso en récord con soluciones, de haberlas”.

 

De hecho, en lugar de disponer de una vez que los ciudadanos de los territorios podrán votar en las elecciones presidenciales y para la Cámara de Representantes -aunque no para el Senado- la medida ordenaría que se evalúe si es viable y cuáles serían los obstáculos legales, políticos y económicos. Contrario a la propuesta Velázquez-Ocasio Cortés, en lugar de dar participación a todos los sectores de los territorios, el HR 1 limitaría las consultas del comité a lo que tengan que aportar los gobiernos coloniales.

 

Báez Galib apuntó que, si el estudio resultara en que no es conveniente otorgar el voto federal a los residentes de los territorios, la medida no precluye que pueda legislarse entonces un mecanismo para que los territorios puedan objetar la aplicación de leyes federales que consideren inapropiadas. Dejó claro que no está implicando que eso esté incluido en la agenda del HR 1, sino que es una opción que no se descarta de manera explícita.

 

Su punto fundamental al respecto es que al evaluar seriamente los factores a favor y en contra del voto federal para los territorios, el Congreso podría encontrarse con muros insalvables. Por ejemplo, mencionó que en EEUU el presidente no se elige por voto popular, sino por el Colegio Electoral, en el que están representados los estados, no los territorios y mucho menos los ciudadanos.

 

Según Báez Galib, el proyecto también tiene el potencial de ser particularmente importante para los propios EEUU. Al respecto explicó que ese país se encuentra tan polarizado que “llegó el momento de tomar decisiones drásticas” sobre temas divisivos, como son los relativos a la política sobre razas y género.

 

Lo que hace el proyecto sobre ese punto es llamar la atención de que entre esos temas que ha llegado el momento de resolver está el de los territorios mantenidos bajo condición colonial.

 

Por el momento, sin embargo, la parte sobre los territorios parece que se mantiene fuera del radar de la discusión pública en los propios Estados Unidos. El proyecto fue radicado el cuatro de enero y ha sido referido para evaluación a diversos comités, entre ellos, los de fuerzas armadas, inteligencia y asuntos del Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security).

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/210895
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