La mafia en todo su esplendor

12/07/2018
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Los audios revelados recientemente, y que comprometen severamente a integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura y a connotadas figuras del Poder Judicial, le han permitido al país ver a la mafia fujimorista en todo su esplendor. Ante las evidencia puestas sobre la mesa, nada han podido ni los débiles desmentidos de Keiko Fujimori, ni la verborrea cantinflesca del congresista Becerril, encargado de “desmentir los infundios” diseminados por “rojos y caviares”, como asegura,

 

Dos son las vigas concretas que muestran al keikismo vinculado directamente al juez César Hinostroza Pariachi –protagonista de este escándalo-. La primera, deriva del hecho que fue este Magistrado el que archivó el caso del ex Secretario General de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, quien fuera acusado el 2016 de vínculos definidos con el Lavado de Activos y el Tráfico de Droga.

 

Como se recuerda, el entonces congresista, se vio forzado a “dar un paso al costado” y renunciar a su alta investidura partidista porque no tuvo argumentos para defenderse ante las acusaciones fundadas de las que fuera objeto. No obstante, su “caso” quedó pendiente, y a consideración del Poder Judicial. Allí, este juez se encargó de “echarle tierra al asunto” para qué las acusaciones durmieran el sueño de los justos. ¿Fue esa una decisión sustentada en hechos, o fue más bien una actitud incubada a la sombra del silencio, una suerte de “favor político” en provecho de la mafia?

 

Lo real es que la indagación en torno al tema, continúa, pero no precisamente por decisión del Poder Judicial, sino por obra del Ministerio Público, donde algunos fiscales han resuelto insistir en la denuncia, y han tomado declaraciones al “testigo” de la entrega de 15 mil dólares para ser procesados mediante ese método; hecho en el que está involucrado tanto el acusado, como la lideresa de “Fuerza Popular”. El juez Hinostroza, Keiko Fujimori y sus cipayos podrán negar la evidencia, pero la mentira tiene piernas cortas, y rápidamente la verdad se hará luz en su mayor extensión.

 

El segundo hecho es más directo. Y tiene que ver con el audio en la que el mismo juez -ya Vocal de la Corte Suprema- hablando con un interlocutor desconocido, alude a la “Señora K”, la de “la fuerza número uno”; y coordina con ella una reunión para tratar algunos asuntos ciertamente turbios.

 

Para eludir su participación en este embrollo, la “señora K” se ha limitado a decir que ella, “no es”; en tanto que el Togado ha sostenido que “en su condición de alto magistrado, no tiene vínculos con personalidades políticas, sino judiciales”. Habrá que echarse a buscar quién pueda creer semejante ardid, que no merece consideración alguna sobre todo si se tiene en cuenta que el mismo Hinostroza Pariachi tiene en sus manos un “recurso de Casación” interpuesto por Keiko Fujimori y su esposo –Mark Vito Villanela- ante el tema del recaudo de fondos mediante cocteles, que fuera investigado también como parte de “Lavado de activos”, y que aún está pendiente.

 

Están vivas, entonces las evidencias que la ciudadanía tiene ante sus ojos. Aquí ya no hay ni “malos entendidos”, ni “argumentos endebles”, como sostienen los sindicados por la comisión de estas acciones. Aquí hay referencias concretas que deben dar paso a una investigación prolija, pero inmediata

 

La írrita “mayoría parlamentaria” keikista busca ya diferir cualquier indagación. El Presidente del Legislativo y sus colaboradores más cercanos, han sostenido que lo importante es investigar “cómo es que han salido estos audios”, ¿quién los ha proporcionado, y por qué el llamado Instituto de Defensa Legal –IDL- los ha mostrado al país? es lo único que le interesa al señor Galarreta y a las señoras Luz Salgado y Martha Chávez, fieles escuderos de “la señora K”

 

El tema, es ciertamente escandaloso, y no acepta dilación alguna. Incluso cuando el Presidente Martín Vizcarra –tratando de mostrar “iniciativa y decisión” habla de “medidas urgentes”, asoma como un dilatador de acciones. La ciudadanía exige no “comisiones investigadoras”, sino decisiones prácticas. Aquí no hay sólo que echar corruptos, sino también destruir tinglados montados artificialmente para anidar y cobijar la corrupción en tus más diversas modalidades. Vivimos en una coyuntura en la que -en efecto- por todas partes brota el pus.

 

Son días difíciles los del Perú de hoy, sin duda. En ellos, bien puede repetirse la historia. Hace cincuenta años, el tema del petróleo -y la Página 11- se convirtió en el eslabón más débil de la dominación de entonces. Hoy, ése es la corrupción. El papel del movimiento popular y el de las fuerzas progresistas y verdaderamente democráticas, puede resultar decisivo.

 

Bien se ha dicho que en circunstancias como ésta, nadie puede evadir sus responsabilidades. Y nadie, tampoco, puede callar, ni ponerse de perfil. Por lo demás, todos los actores políticos del momento están como en un gran teatro y reciben la mirada de millones de hombres y de mujeres que esperan calidad, transparencia e iniciativa. La protesta popular no podrá ser contenida. Ella obliga a acciones drásticas, e inmediatas

 

Vano es que los “utileros” de la mafia, hablen de “rojos y caviares”. Con eso, no engañan a nadie. El tema es simple: o los peruanos están contra la mafia, o se ponen de su lado, en cuyo caso, ella devorará al país.

 

Gustavo Espinoza M.

Integrante del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera

http://nuestrabandera.lamula.pe

 

https://www.alainet.org/es/articulo/194064
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