Cuando un amigo se va

22/03/2018
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Foto: OtraMirada
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Duró menos que Fernando de la Rúa. Cercado por las acusaciones de corrupción y el uso de sobornos para no ser destituido el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, renunció a su cargo un día antes de que el Congreso debatiera la segunda moción de vacancia en su contra de la que, esta vez, no iba a salir indemne.

 

La cuenta de oficial de twitter Kuczinski es @ppkamigo pero lo que menos cosechó en su año, siete meses y 21 días de mandato fueron amigos. Intentó dar la imagen de un presidente cercano a su pueblo, forzadamente jovial a sus 79 años y que siempre hablaría con la verdad. No pudo hacerlo. Rápidamente perdió el apoyo popular y de sectores de su propia formación política, Peruanos por el Kambio.

 

La breve presidencia de PPK, como se lo conoce a Kuczinski, no tuvo nada que envidiarle en sus medidas económicas a la de los dos gigantes sudamericanos: Brasil y Argentina. Gobiernos de derecha empresarial, sumisa a los mercados y altisonante con los trabajadores.

 

PPK renunció este miércoles a la Presidencia de Perú acusado de recibir dinero sucio de Odebrecht cuando era ministro de Economía de Alejandro Toledo (2001-2006). PPK mintió sobre sus vínculos con la constructora brasileña, columna vertebral de la monumental operación anticorrupción conocida como Lava Jato. La Unidad de Inteligencia Financiera de Perú señaló que el ahora ex mandatario recibió 3,4 millones de dólares entre 2004 y 2017 de esa firma. Pero el golpe de gracia vino con la difusión de un video en el que aparece un operador político suyo ofreciendo obras y puestos en el Estado a cambio de votos para evitarla destitución. Comprendió entonces que el Congreso obtendría los votos para apartarlo del cargo. En un discurso televisado anunció: “Frente a esta difícil situación que se ha generado, pienso que lo mejor para el país es que yo renuncie a la Presidencia de la República”.

 

El presidente que robó la Navidad fue el titular que dominó la prensa peruana el 25 de diciembre de 2017. Lo podríamos resumir en cuatro pasos: 1) PPK recibe dinero sucio de Oderbrecht, el Congreso unicameral de 130 miembros avanza en su destitución; 2) PPK negocia con parlamentarios disidentes de la bancada mayoritaria, la fujimorista Fuerza Popular, de la que consigue los 8 votos necesarios para salvarse; 3) PPK salva providencialmente su presidencia; 4) el 25 de diciembre Alberto Fujimori (1990-2000) es indultado por crímenes de lesa humanidad.

 

Creyó que la ciudadanía estaría brindando. Pero la inmoralidad evidente de la maniobra lanzó al pueblo a las calles de todo el país. El 25 de diciembre los peruanos no la pasaron frente al árbol navideño sino en las plazas de sus ciudades. Una de las promesas de campaña de PPK fue justamente que no indultaría a Fujimori, condenado en 2009 a 25 años de prisión por usurpación de funciones, el asesinato de 25 personas, secuestros y apropiación de dinero público. Solo era cuestión de tiempo su caída. Ocurrió este miércoles. Se fue solo, ante la indiferencia de propios y extraños.

 

Lo reemplazará en el cargo el vicepresidente y embajador en Canadá, Martín Vizcarra, con 55 años y un bajísimo perfil. Incluso, una encuesta reciente indicó que el 81 por ciento de la población no sabe quién es. Tampoco pertenece a la formación política Peruanos por el Kambio. Deberá completar el mandato vacante hasta el 2021.

 

Las turbulencias de la derecha regional, aunque intenten ocultarlas, son cada vez más evidentes. La derecha latinoamericana, que salió de su aturdimiento con un mix de golpes parlamentarios y algunas victorias electorales, cada vez tiene menos que celebrar. Creyó que la meseta en la que se habían estancado los procesos de cambio le daría un extenso período de gracia y gobernabilidad. La etiqueta fetiche en redes sociales “No vuelven más” parece tener algunas grietas: Michel Temer es el gobernante más impopular del planeta con un insólito 3 por ciento de imagen positiva; Mauricio Macri no puede controlar la inflación y sus medidas de ajuste permanente lo hacen perder base de apoyo; Juan Orlando Hernández se aferró al poder mediante un fraude electoral. En tanto que México y Colombia, hoy en manos de la derecha, pueden cambiar de signo, y ser relevados por formaciones de centro-izquierda.

 

Paradójicamente, el autodenominado Grupo Lima (eufemismo de los países de derecha latinoamericana) había emitido una carta de condena contra el presidente de Venezuela Nicolás Maduro y le exigía que no asista a la VIII Cumbre de Mandatarios VIII que se realizará el 13 y 14 de abril en la capital peruana. Al final, el que no va a estar es el anfitrión. El amigo PPK tuvo que huir por la ventana.

 

@marianovazke

 

22 de marzo de 2018

 

http://canalabierto.com.ar/2018/03/22/cuando-un-amigo-se-va/

 

https://www.alainet.org/es/articulo/191786
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