Ecosocialismo: espacio de encuentro para la acción estratégica

28/06/2016
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Es prioritario recuperar el vasto tejido social legitimado por el chavismo, ante la severa, injusta e inducida “guerra económica” que impulsa la MUD, y el escalamiento de la campaña mediática internacional; esta vez, teniendo como principal vocero al Secretario General de la OEA, Luís Almagro, tratando de promover la violencia y el estadillo social en Venezuela.

 

La recuperación de este tejido social no debe ser sólo una tarea de resistencia; debe estar sustentada en principios ideológicos sólidos, que permita orientar esa lucha hacia el futuro. Es ahí donde el ecosocialismo se convierte en la nueva propuesta civilizatoria. Esta propuesta está destinada a mitigar las distintas tensiones sociales y ambientales planetarias que estamos confrontando. Siendo también la vía más expedita que deben asumir los gobiernos progresistas y revolucionarios; los cuáles propugnan avanzar en el desarrollo y profundización del conocimiento, para encontrar las soluciones más adecuadas a los distintos problemas emergentes de la sociedad actual y la del futuro. (“El Ecosocialismo puede salvar la revolución Venezolana”, http://www.lantidiplomatico.it/dettnews.php?idx=5496&pg=15740, entrevista).

 

La reciente y contundente victoria de Venezuela en la OEA, y la promoción del diálogo con el acompañamiento de expresidentes de UNASUR; sumados a los esfuerzos de nuestra cancillería por el completo restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y nuestro país, han obligado al gobierno estadounidense, a sumarse a los llamados al diálogo, a pesar de haber votado, y presionado a otros a votar a favor de Almagro, en la sesión donde fueron derrotados por Venezuela.

 

Estos logros internacionales, deben llamarnos a debatir, cómo vamos a encausar, las distintas salidas al asedio mediático, social, económico y político de nuestro país. Creemos firmemente, que el Ecosocialismo puede ser la vía. El Ecosocialismo es una propuesta para un nuevo modelo civilizatorio en permanente construcción, que busca ampliar las visiones tradicionales de las relaciones humanas como entes económicos, sociales, culturales, y políticos aislados del entorno natural, e incorporar a la naturaleza, y la integración de los humanos con ella, como elementos fundamentales de cómo entendernos y cómo medir el impacto de nuestras acciones en el futuro.

 

El Ecosocialismo implica entonces practicar la verdadera independencia y la soberanía nacional para impulsar el proceso colectivo de transformación estructural de la sociedad para lograr cambios positivos para ambos: el ser humano y su entorno (social y natural); en los ámbitos cultural, económico, social, ambiental y político.

 

El Ecosocialismo es una edificación progresiva donde se integran fórmulas, ideas, proyectos, programas, planes y políticas, que parten de nuestros procesos sociales para darle la respuesta más adecuada a las aspiraciones, necesidades y problemas humanos, exigiéndonos el máximo nivel de respeto al ambiente y evitando entonces cualquier impacto extractivista, devastador e irracional a éste.

 

El Ecosocialismo, propugna una democracia igualitaria, participativa y protagónica, que implica definitivamente, aprender a relacionarnos mejor entre nosotros mismas, y con nuestros recursos naturales.

 

El Ecosocialismo, sustituye la participación individual-competitiva por la grupal, con órdenes mayores de corresponsabilidad social, por los bienes comunes del pueblo.

 

El Ecosocialismo busca lograr el máximo nivel de participación posible en la toma de decisiones y la obtención de logros que vayan más allá del beneficio inmediato e individual. La idea de eliminar la explotación de unos humanos por otros, debe ir más allá y extenderse a una interacción adecuada, también, con el entorno natural.

 

El Ecosocialismo independientemente que se fortalece en las propuestas regionales y municipales, no excluye, ni renuncia a la conformación de un nuevo estado, y a la eventual desaparición de éste. Un nuevo estado que privilegie las necesidades y oportunidades de las grandes mayorías por encima de los intereses mezquinos de los que siempre han poseído los recursos financieros, hipotecarios, medios de producción industrial, y poseen y controlan las mejores tierras y los recursos de un territorio.

 

El Ecosocialismo, opera de manera autónoma, integradora, innovadora y en espacios locales, y se integra a otras implementaciones para desarrollar políticas regionales y mundiales. Se nutre desde las diferentes áreas del conocimiento alternativo y emergente. Por ello y desde un principio, abraza las nuevas formaciones sociales, científico-técnico-políticas, las cuales han de ser permanentes y pertinentes a la realidad bio-territorial. Procesos que exigen ser colectivizados.

 

En el Ecosocialismo, las organizaciones revolucionarias no gobiernan; ellas coordinan los esfuerzos de los diferentes sectores de las desde el gobierno, otros desde las comunidades, centros de saberes, comunidades y proyectos de aprendizajes, conformación de eco-redes etc., liderando los esfuerzos estratégicos y sumando fuerzas en el proceso de construcción.

 

El Ecosocialismo, promueve una nueva cultura por el trabajo, fundada en la formación permanente y en el proceso social del trabajo, como fuente para la producción del bienestar espiritual e intelectual; para la creación y justa distribución de la riqueza; y la producción de bienes y servicios que cumplan con las necesidades del pueblo. Riquezas y bienes comunes, como: la energía, el agua, la salud, educación, transporte colectivo, comunicación y otras, deben manejarse con nuevos criterios de gestión, en función de maximizar la eficiencia y eficacia en los procesos productivos.

 

El Ecosocialismo y su nueva lógica relacional social-laboral han de ser diferentes a la lógica empresarial que se ha impuesto. Debe orientarse hacia la persistente producción de invenciones, innovaciones de protocolos para la gestión productiva, vinculadas al desarrollo endógeno y sustentable en los territorios ecosocialistas que se construyen.

 

El Ecosocialismo es incluyente. Reconoce los espacios de luchas ambientales, sociales y revolucionarias, que expresan reivindicaciones, victorias, logros, alcances y que complementan los nuevos valores societarios. Por ejemplo: la etno-cultura de nuestros pueblos originarios y sus cosmovisiones; los agraristas, los obreros, el amplio movimiento por las educaciones alternativas; el sofware libre; las eco-feministas; los pacifistas, el movimiento por la diversidad sexual; la lucha por la liberación de los animales; las distintas expresiones musicales; entre otros. Estos grupos o sectores, desde sus visiones críticas, tienen mucho que contribuir a la construcción de una nueva civilización. Ellos ya han venido asumiendo y consolidando iniciativas en sus territorios que vienen a fortalecer la propuestas y los principios ecosocialistas.

 

El Ecosocialismo requiere que conozcamos el origen, gestión y preservación de las eco-bases materiales establecidas: el agua, el aire, la tierra, la energía y la biodiversidad.

 

El Ecosocialismo, ajusta la utilización de las eco-bases, a los límites que nos presentan los ecosistemas locales y permanentemente los relaciona con los críticos límites de la biósfera. Por ello, estas eco-bases deben manejarse con mentalidad de escasez, por cuanto, necesariamente, debemos velar por el cumplimiento de las necesidades vitales y esenciales para las nuevas generaciones de seres vivos, incluyendo a los humanos.

 

El Ecosocialismo entiende la profunda interdependencia, que nos obliga a pensar, en una propuesta civilizatoria común para todos. Un sólo planeta para una sola humanidad. Para ello, es importante mantener la paz mundial, pero además revisar nuestros estilos de vida; la forma como interactuamos con otros humanos y con el ambiente natural; la forma de producir y consumir, y qué producimos y consumimos, para asegurarnos de no poner en riesgo la supervivencia de los seres vivos en el planeta Tierra.

 

El Ecosocialismo, apuesta por otros estilos de vida, donde los valores de la eco-ética, del cuido, de la corresponsabilidad social y la interculturalidad planetaria y regional, lleguen a aplastar contundentemente a la cultura individualista y mezquina, impuesta sobre nosotros, por los que tienen el poder político, económico, comunicacional y social.

 

Aspirando que las reflexiones anteriores se discutan, analicen, amplíen y puedan ser incorporadas en los tantos diálogos que nos deparan a futuro, debemos tener muy en cuenta que el Ecosocialismo requiere entonces un nivel de conciencia mayor, un conjunto de nuevos valores y parámetros eco-éticos, los cuales le permitan al ser humano reconocerse en su entorno universal, integrando sus compromisos y acciones a la realidad cotidiana en nuestro devenir social, cultural y productivo.

 

@17MiguelAngel

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/178435
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