Estados Unidos y Puerto Rico: La hora de la diplomacia

21/06/2016
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 oscar lopez
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Nueva York, 21 de junio de 2016 (NCM) – Estados Unidos le hizo un desplante al presidente del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, Rafael Darío Ramírez Carreño, cuando le cortó la comunicación telefónica mediante la cual el preso puertorriqueño Oscar López Rivera testificaría durante la audiencia del organismo internacional.

 

Tal fue la primera reacción no oficial de EEUU luego de que el comité aprobara encomendar a Ramírez Carreño que ejerciera sus buenos oficios para propiciar un diálogo entre EEUU y los independentistas puertorriqueños, que marcó un desarrollo inesperado en lo que hasta ahora se había limitado principalmente a un llamado diplomático anual.

 

La determinación del Comité de Descolonización, propuesta por la vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño, María de Lourdes Santiago, y presentada por Cuba, tuvo el respaldo unánime del organismo. De esa misma forma, se aprobó mediante el mecanismo –conocido como “consenso”- una resolución para insistir en que el caso de Puerto Rico sea atendido por la Asamblea General de la ONU y en rechazo a la imposición por parte de Washington de una junta de control sobre la colonia caribeña.

 

La representación diplomática de EEUU se mantuvo silenciosa en toda la vista del lunes, aunque la interrupción de la llamada telefónica entre López Rivera y el presidente del comité y embajador venezolano pareció dejar ver la incomodidad que el asunto le causaba, aunque de un modo poco sutil.

 

De todas formas y aunque es incierto si EEUU aceptará o rechazará el ramo de olivo que le ofrece la diplomacia internacional, el desarrollo rápido de la crisis económica, política y social de Puerto Rico deja poco espacio para las sutilezas.

 

Días antes de que tocara su turno a Puerto Rico ante el Comité de Descolonización, se produjo un tiroteo frente al Palacio de Santa Catalina en San Juan, en el cual murió el atacante solitario, que logró hacer varios disparos que impactaron el edificio sede de la gobernación. La versión oficial fue que el individuo se pegó un tiro luego de hacer siete disparos con su pistola Glock .40, pero el principal reportero policial de Puerto Rico, Miguel Rivera Puig, del periódico El Vocero, informó que el ángulo de los orificios de bala en la cabeza del occiso no son compatibles con un suicidio.

 

El sangriento suceso fue el más grave del fin de semana, que incluyó también otro atacante solitario que fue arrestado luego de que lograra lanzar varias bombas incendiarias caseras a una fábrica asociada a la transnacional Monsanto en la costa sur del país, además de otro individuo, también actuando solo, que montó una huelga de hambre frente al Capitolio. Todo eso sirvió de marco a una marcha de cientos de independentistas que marchó hasta el vetusto edificio donde en los años treinta fue sentenciado a prisión el líder nacionalista Pedro Albizu Campos.

 

Para los próximos días ha sido convocada una concentración de opositores a la imposición por parte de EEUU de una junta dictatorial, que tendrá autoridad para prohibir huelgas y protestas.

 

Los sucesos han sido desencadenados por la posición de EEUU ante la crisis fiscal y económica de Puerto Rico y, en particular, por la determinación de la Casa Blanca, el Congreso y el Tribunal Supremo de admitir que esta nación isleña es una colonia sujeta a las facultades omnímodas de Washington y que no tiene ni siquiera el rastro de soberanía primigenia que se le reconoce a las naciones indias marginadas mediante el sistema de “reservaciones”.

 

Cerca de sesenta organizaciones, de las más diversas ideologías, testificaron ante el comité de la ONU pidiendo que el caso se lleve ante la Asamblea General y el líder máximo del anexionismo, Ricardo Rosselló, advirtió que si la organización mundial no interviene será “cómplice” de EEUU. Rosselló, cuyo Partido Nuevo Progresista busca resolver el problema colonial mediante la integración de Puerto Rico como estado de EEUU, insistió en que hace falta una intervención contundente.

 

Por su parte, el gobernador autonomista, Alejandro García Padilla, se unió a las voces que piden la intervención, pero en su caso para presionar a que EEUU vuelva a su posición anterior, de que el régimen autonómico está investido de elementos de soberanía. Pero esa posición no fue compartida por la mayoría de los líderes autonomistas que acudieron a la ONU, que plantearon que no tienen dudas de que Puerto Rico es una colonia y que procede el apoyo internacional para su descolonización.

 

La resolución anual, presentada por Cuba, incluyó como coautores a Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y la Federación Rusa, así como con el respaldo firme del Movimiento de Países No Alineados y de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe. De hecho, entre los que leyeron mensajes al respecto estuvo Irán y República Dominicana, con lo que quedó claro que el respaldo por la descolonización de Puerto Rico va desde países que EEUU considera hostiles hasta sus aliados.

 

La sesión del lunes estuvo precedida por muchos meses de preparación diplomática. Se hizo predecible que algún desarrollo se estaba gestando cuando, a principios de mes, se incluyó en un seminario del Comité de Descolonización sobre las colonias del Pacífico el caso de Puerto Rico y se escuchó la intervención de la copresidenta del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, Wilma Reverón, en calidad de experta.

 

También días antes de la audiencia en la ONU, el veterano diplomático cubano Ricardo Alarcón de Quesada, estuvo en Puerto Rico, donde dictó varias conferencias públicas.

 

Algunos pedidos de intervención diplomática mostraban cierto tono de amargura. Por ejemplo, Héctor Bermúdez Zenón, del Grupo por la Igualdad y la Justicia, preguntó a los embajadores si, de sus países ser invadidos, aguardarían decenios por la diplomacia o si se irían al clandestinaje a organizar una guerra de liberación.

 

Durante la audiencia, Ramírez Carreño logró hablar por teléfono con López Rivera, convicto hace 35 años de conspiración sediciosa por sus vínculos con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, pero la llamada se interrumpió.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/178253
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