Es ahora o nunca

26/05/2016
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  • Opinión
 campana contra venezuela
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Explicar la situación actual es extremadamente sencillo

 

La Constitución Bolivariana de Venezuela expresa textualmente lo siguiente:

 

Artículo 230: “El período constitucional es de seis años”

 

Artículo 231: “El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período”

 

Artículo 233: “Si la falta absoluta del Presidente o la Presidenta de la República se produce durante los primeros cuatro años del período constitucional se procederá a una nueva elección…El nuevo Presidente o Presidenta completará el período constitucional correspondiente”

 

Artículo 72: Transcurrido la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente en circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato”

 

Resumiendo: El período presidencial dura seis años; se inicia el 10 de enero siguiente a la elección; si ocurre una falta absoluta del Presidente durante los primeros cuatro años de período se convocará una nueva elección; el Presidente electo completará el resto del período.

 

Queda así muy claro que en el actual período presidencial el referéndum revocatorio se podrá activar a la mitad del mismo, es decir, a partir del 10 de enero de 2016.

 

La oposición no lo activó en esa fecha, sino cuatro meses después, a sabiendas que era imposible que el mismo se efectuase este año.

 

¿Por qué?

 

La respuesta es bien sencilla.

 

La “demora en activar el revocatorio fue a propósito

 

La Constitución preserva la explotación del Estado de los recursos naturales (entre ellos el petróleo) que son de su propiedad, pudiendo establecer concesiones condicionadas.

 

Venezuela posee las reservas de petróleo más grandes del mundo. Los países imperiales están ávidos de meterles la mano a ellas, pero la Constitución se los impide.

 

Es por ello que, al mismo momento que se aprobó la Constitución, le giraron instrucciones a sus miserables lacayos de la MUD de eliminar esa constitución. Para lograr ello requieren que se produzca el estallido de un conflicto de enorme envergadura, que lo permita en medio de la confusión.

 

Es por ello que dieron el golpe de Estado de 2002 con sus francotiradores, el paro petrolero de 2003, trajeron centenares de paramilitares para simular un alzamiento, las diferentes guarimbas o insurrecciones sociales, no participaron en las elecciones legislativas del 2005, han promovido revueltas estudiantiles, han realizado sabotajes al tendido eléctrico (durante los cuales han muerto electrocutados 15 de sus agentes), apelan a los cacerolazos,  han asesinado a prominentes figuras nacionalistas como Eliecer Otaiza, Danilo Anderson, Ricardo Durán, y centenares de dirigentes campesinos, obreros y sociales, etc., etc.

 

Un plan muy bien elaborado

 

En esa misma onda se inscribe la actual actuación del revocatorio, activándolo a destiempo a sabiendas que no se realizaría este año.

 

Es lo que explica la afirmación de Ramos Allup en enero de que en seis meses caía Maduro.

 

El plan era activar el revocatorio 4 meses después lo que no daría tiempo para el revocatorio este año, y “justificaría” movilizaciones y acciones violentas en el país, acompañado todo esto de una brutal campaña de los medios internacionales denunciando la “dictadura”; de declaraciones de conocidos lacayos del imperio como Aznar, Pastrana, De La Rua, etc.; de la aseveración de Uribe de la necesidad de invadir militarmente a Venezuela; del reciente foro en Miami al cual asistió Almagro en donde se pide lo mismo; la reciente declaración de Capriles al diario El Mundo de España en la cual dice "Un levantamiento militar está en el ambiente en Venezuela”, etc.

 

Pero lo fundamental del golpe es la pretendida activación de la Carta Democrática en la OEA en contra de Venezuela, para lo cual los vendepatrias de la oposición trabajan conjuntamente con el Departamento de Estado y con Almagro, para que en un plazo no mayor a un mes y contando con la mayoría necesaria, (que en mi opinión ya deben tener) se apruebe la acción en contra de nuestro país, permitiendo así lubricar el camino para una intervención multinacional a nuestro país para “reestablecer” la democracia.

 

Si no, ¿para qué invocar la Carta Democrática?

 

Creo que el gobierno debe tomar esta amenaza muy en serio, la cual veo más elaborada y mejor preparada que el golpe de 2002. No es casual por ejemplo el reciente “acercamiento” de Estados Unidos a Cuba, que en la práctica no ha servido de nada, porque sigue el mismo bloqueo y la misma Guantánamo, pero si ha servido para inhibir cualquier posición firme de apoyo a Venezuela.

 

No hay concentraciones en la Plaza de la Revolución para defender a Venezuela, ya ni se habla del “internacionalismo proletarios” ni nada que se le parezca, no vaya a ser cosa que se “enfríe” el acercamiento con Estados Unidos. No vale la pena arriesgar eso por Venezuela. Es la condición humana como escribió Balzac.

 

Tampoco es casual ese inusitado interés de alcanzar la paz en Colombia fijando originalmente su gobierno como objetivo alcanzarla en marzo o abril. Claro, no es conveniente generar un conflicto en Venezuela con fuerzas revolucionarias tan cerca.

 

Venezuela debe tratar de neutralizar este plan con una rápida campaña muy clarificadora del asunto, tanto dentro del país como con el resto de los países latinoamericanos.

 

Prepararse para la intervención garantiza la paz

 

Y prepararse seriamente para la guerra, única forma de garantizar la paz. Está muy bien lo de los ejercicios militares. Creo que deberían mantenerse en el tiempo. Asimismo, opino que debería aprenderse de las lecciones de Cuba, Vietnam y Siria.

 

En el primero Estados Unidos no pudo invadirlo formalmente gracias a la crisis de los misiles, en Vietnam la ayuda militar exterior fue determinante  y en Siria Assad frustró los intentos de derribarlo gracias a la ayuda militar rusa, sobre todo porque nuestros territorios al sur del Orinoco siempre han sido vistos como una presa para Brasil, tal como lo denunció insistentemente el exdiputado Walter Márquez en el pasado, y cualquier situación de conmoción interna indudablemente que sería aprovechada por ellos.

 

Claro que todo esto se les hubiese dificultado a los fascistas si Maduro no hubiese caído en la trampa montada por los agentes infiltrados del Departamento de Estado que forzaron una pretendida lucha en contra del consumismo y que lo que ocasionó realmente fue una gigantesca escasez de bienes y las consecuenciales colas, especulación e inflación.

 

Así de simple.

 

Latinoamérica ante este golpe petrolero

 

Si Pepe Mujica tuviese las mismas neuronas y la misma honestidad que tenía en sus años revolucionarios y conociese esta realidad no hubiese culminado su existencia sirviendo de miserable tonto útil al imperio, ni hubiese apoyado a esa “escoria imperialista” de Almagro, como lo bautizó nuestra canciller.

 

Aquí el problema es el gobierno ha sido negligente a la hora de explicar un asunto tan sencillo y claro como este.

 

Es así como vemos países de la región que tienen posturas verdaderamente contranatura con relación a Venezuela.

 

Y lo son porque, no solamente poseemos las reservas petroleras más grandes del mundo, sino que el resto de los países de la región no poseen mayores reservas naturales energéticas y si se dan los planes imperiales y de sus despreciables lacayos de apropiarse exclusivamente para ellos de esas reservas, se estarían condenando a los pueblos de nuestro subcontinente a castrar su desarrollo y nivel de vida.

 

No digo que los países deban o no apoyar el sistema político de Venezuela. Ese es un problema de autodeterminación. Pero si deben tener conciencia e impedir la consumación los planes imperiales, con todo lo que significará pare ellos.

 

Y en el sentido de explicar y crear conciencia a los países del área que debe trabajar el gobierno. En otras palabras, resucitar la petropolítica de Chávez.

 

Hay que recordar que para el imperio es ahora o nunca.

https://www.alainet.org/es/articulo/177712
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