Golpe en Brasil, peligro para toda la región

21/04/2016
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Los golpes de Estado han regresado a América Latina, pero a diferencia de los golpes militares que se hicieron el siglo pasado, ahora se hacen desde la propia institucionalidad de los sistemas presidencialistas que cunden en la región, desde los congresos. El llamado golpe light que se ensayó con éxito en Honduras y Paraguay, se aplica hoy al gigante suramericano.

 

En el extremo de la lucha política en la que no se respetan las reglas democráticas, ni las elecciones, en Brasil, una mayoría parlamentaria de diputados de derecha y muy conservadores, han usado el instrumento del juicio político (impeachment) como herramienta para destituir a la presidenta Dilma Rousseff sin tener base legal. Es decir, si bien el procedimiento de impeachment está consagrado en la constitución brasileña, no hay un cargo o delito cometido en el trámite.

 

Tanto así que en las propias votaciones se veía a decenas de diputados votar por el “sí al juicio” por razones como la familia, la estabilidad económica, y otros temas que no tienen nada que ver con el procedimiento del juicio político a un gobernante. Se trata en realidad de una sarta de intereses económicos y políticos que desean que el Partido de los Trabajadores (PT) deje el Poder Ejecutivo tres años antes del vencimiento de su mandato.

 

También hay intereses geoestratégicos. El golpe a Brasil llega en el momento más débil de los gobiernos “progresistas” en general. Ya no existe un consenso en UNASUR que permita intervenir como cuando se intentó dar golpe a Evo Morales hace algunos años. Todo lo contrario, Macri en Argentina debe estar feliz de que el PT deje el gobierno del Brasil.

 

La posición brasileña en la región en los últimos años permitió avanzar a mecanismos de integración como UNASUR y CELAC, asimismo puso un contrapeso a la política de libre comercio impulsada por Estados Unidos con la derrota del ALCA en el 2005. Brasil es un país G-20 y además forma parte de los BRICS, no ha firmado ningún TLC ni se deja juzgar en los tribunales del CIADI. Su política pro Washington de los noventa fue cambiada desde que el PT llegó al poder con Lula Da Silva.

 

El peso del Brasil es suficientemente grande en la región y en el mundo como para que todos pongamos atención. Si el golpe prospera, se vienen tiempos difíciles no solo para la democracia y la estabilidad política, económica y social del Brasil, sino para toda la región.

 

Revista semanal Economía Crítica, N° 43, Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (LATINDADD)

 

https://www.alainet.org/es/articulo/176932
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