Síndrome del Badajo Invertido

15/04/2016
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Foto: Resumen Latinoamericano crisitna argentina
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Lo obvio suele pasar desapercibido, precisamente por obvio”

 

Jacques Lacan

 

Quisiera reflexionar sobre algunos tramos del discurso que Cristina Fernández dio, luego de presentarse a la citación que Claudio Bonadio le hiciera para declarar en una presunta causa por comandar una “banda delictiva”.

 

Pidió la ex Presidenta, con gran inteligencia, a las miles de personas que se congregaron en una, casi, peregrinación, hasta Comodoro Py, que no se enojaran con aquellos que votaron al actual gobierno y su proyecto político. Además hizo un llamamiento a los que sí lo votaron, a que se apartaran un momento, solo un momento, de las redes sociales, de las noticias televisivas, de los diarios; y que pensaran si estaban mejor ahora o antes.

 

No es necesario ser muy sagaz para saber que, en la mayoría de los casos la respuesta es una. Pero queda para el lector contestarla; merece ser destacado, entre muchas cosas, como Cristina Fernández reconoce y hasta hace hincapié en lo decisivo de los medios en el resultado electoral. El inconmensurable poder de los medios se ha podido ver en cada uno de los países de la región, en donde con un accionar casi calcado, respondiendo de manera general a los poderes económicos/de factos, y de forma puntual a EEUU han usado la estrategia del desgaste, para socavar a los gobiernos de “tinte populista” y que van en contra de sus intereses y de los eternos e históricos representantes locales.

 

Luego de “superada” la etapa del Medio Oriente, los ojos del Gran Hermano se vuelven a posar en la Región y lo que ve no le gusta. Claro que muchos “oculistas” locales ya le han dado tratamiento local a la enfermedad y citando a un “notable pensador” local, la cirugía la están haciendo con una motosierra. Volviendo al discurso de la ex Presidenta, sirve la definición que un amigo psicoanalista hizo del efecto que la televisión y sus derivados producen en los espectadores; él hace primero referencia al badajo de una campana. Ahorrando tiempo y búsqueda para quién no reconoce ese nombre, aclaro que el badajo es el elemento que cuelga dentro de la campana y que sirve, al ser agitado, para producir el sonido en ella. La resonancia de la campana se produce porque está colgada y nada impide la vibración del bronce con la que se construye.

 

Piense usted qué pasaría si tomásemos una campana con nuestras manos, la invirtiéramos y la agitáramos. El badajo golpearía, seco, contra las paredes de la campana. Los GRUPOS DE TAREAS MEDIATICOS con sus contenidos destructores han disminuido la capacidad de distinguir a las ¿víctimas?, ¿seguidores? y seguramente si sacudiésemos sus cabezas, el sonido del choque del cerebro contra las paredes del cráneo sería seco, feo, sordo, inútil. Mi amigo bautizó a este fenómeno como el Síndrome del Badajo Invertido.

 

Finalmente y apoyando la propuesta de Cristina Fernández, no nos enojemos, y en todo caso ayudemos a que las campanas que habitan en nuestras cabezas, en nuestras almas vuelvan a llenar de brillante sonido el aire. Por 12 años los sonidos fueron otros, casi mágicos. Sino oigan el alegre repiquetear de una campana y compárelo a los roncos sonidos de las cacerolas.

 

Sergio Peralta

Los Barriales.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/176769

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