Socialismo sostenible versus caos institucional

08/04/2016
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Llamado de alerta. ¿Funciona el Instituto de Planificación Física?

 

Hace ya un tiempo fue creado por el gobierno revolucionario el Instituto de Planificación Física bajo la égida del General de Brigada Samuel Rodiles Planas, Héroe de la República de Cuba.

 

Entre sus tareas esenciales está sustituir al trastornado y comprobadamente corrupto Instituto Nacional de la Vivienda; que en su interacción con el descapitalizado, sobre todo desde la crisis y la reforma de los 90’s del siglo veinte Ministerio de la Construcción, y pese a los esfuerzos y recursos destinados por el gobierno cubano, llegó a convertirse en una de las peores esferas dentro de un país con gravísimos problemas de insustentabilidad inmobiliaria.

 

En un país donde solo el 12% de la población vive en zonas rurales, y con una capital (La Habana) que soporta a una población flotante de más de millón y medio de habitantes, durante la peor etapa de la crisis ya enunciada emergió una chabolización de la vivienda en el país. Barrios marginales levantados con los más diversos materiales de desecho fueron el soporte para la emergencia de comunidades en espacios y accediendo ilegalmente a recursos como la energía eléctrica. Mientras en los distintos niveles de aquel Instituto de la Vivienda capeaba por sus fueros la malversación de viviendas, el hurto a mansalva de elementos esenciales para la construcción como el cemento, las vigas de acero, bloques y ladrillos; los mismos integrantes de las brigadas constructivas, sobre todo los que procedían de otras provincias y laboraban albergados en la capital del país, fueron (o son aún) autores de actos vandálicos expuestos algunos de ellos en la edición principal del noticiero nacional de televisión (NNT).

 

Debido a la gravedad del problema se implementó una variante que consistía en entregar los apartamentos a los más necesitados, pero sin terminado. Es decir, sin el terminado como los pisos, y algunos retoques que los propios inquilinos debían realizar acudiendo a créditos garantizados por el Banco Nacional de Cuba. En algunos casos esto se cumplió y ayudó a solucionar un número reconocible de personas albergadas; o víctimas de derrumbes.

 

Pero la misma edición del NNT realizó un reportaje donde se expuso un grupo de negligencias realmente criminal. Edificios mal construidos por falta de material, que los mismos miembros de las brigadas constructoras hutaban para revenderlos a particulares en un momento donde se vive una “euforia” constructiva incoherente. Ningún dirigente administrativo de tales brigadas fue capaz de ofrecer una respuesta coherente a los efectos.

 

El mismo general Rodiles Planas en una comparecencia por la televisión cubana, explicó que la cantidad de acciones constructivas ilegales era enorme y que la institución que él dirige estaba enfrascada en abortarlas. Pero en algunos momentos nos da la impresión que el problema los desborda.

 

Por la zona oeste del litoral norte del municipio Playa en la Habana, entre Jaimanitas y Santa Fe, por ejemplo, se observa obras constructivas de particulares que rebasan evidentemente las normativas legales; sin que alguien mueva un dedo al respecto.

 

Se habla de sobornos a inspectores de la Vivienda, o chanchullos notariales inadmisibles. Incluso de inversiones constructivas financiadas por extranjeros que “residen” en Cuba con visa de turistas; y sin dirección reconocida dentro de la isla. Un esloveno salió del país dejando una deuda en la empresa de comunicaciones ETECSA, y cuando fue requerido en la dirección donde rezaba anclado su número de teléfono dio la casualidad que el dueño era un cubano(a) que realiza una expansión constructiva en un edificio de apartamentos de manera ilegal.

 

Aquella edición del NNT mostró un reportaje donde una madre que recién había alumbrado trillizos, uno de ellos con problemas respiratorios, unos ancianos discapacitados y otras personas sobrevivían (¿?) en una escuela primaria semiderrumbada y sin servicio sanitario que había sido tomada por el gobierno del Municipio (¿10 de Octubre o Cerro?) como albergue transitorio, en principio, solo por varias horas. Dicha estancia en aquel infierno ya se extiende a ocho años en medio de un mar de aguas albañales. En un país donde los nacimientos desde hace alrededor de cuarenta años se ha deprimido dramáticamente.

 

Apelamos al Instituto de Planificación Física y al Gral. De División Rodiles Planas para entrarle con la manga al codo a problemas tan sensibles; la revolución es sencillamente justicia social efectiva.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/176612
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