La postmodernidad de la emigración cubana (que no falso exilio)

08/12/2015
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 movilizacion cubanos
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“Vamos de aquí que nos botaron ya”, dice el estribillo humorístico de una vieja conga popular cubana… ¿O migramos alienados detrás de…?

 

“el poder del dinero no es más que el poder de unas personas sobre otras personas.” Karl Marx.

 

“[En] el eje del posmodernismo […] no hay sujeto, […] no existe tampoco la posibilidad de la crítica, de cuestionar en forma radical la sociedad […]. En las aulas universitarias no se dice de este modo, sería demasiado crudo y poco elegante, pero es así. […] Hoy en día […] se repite, alegremente, que “desapareció la clase obrera” […] ¡Ya no hay obreros! ¡Desapareció el trabajo! […]. ¡Esa es la gran utopía de los capitalistas! Que ya no existan los trabajadores, que nadie se rebele, que nadie proteste.” Néstor Kohan.

 

 

¿La posmodernización de la emigración cubana? ¿De qué hablamos? ¿Ya no hay sino solo migrantes hacia el “norte” u “occidente cristiano”?

 

Desde 1961 con la implementación unilateral del bloqueo angloestadounidense contra la triunfante revolución cubana de 1959, el asunto de la migración, esencialmente hacia los EEUU hasta ese momento mercado natural de Cuba devino en fuerte herramienta de presión política y económica con que ahogar a la población isleña en el síndrome de la escasez y la penuria. Pero fundamentalmente aislarnos del resto de la región y del mundo. No existe posibilidad alguna de que pueda ser semantizado con el término yanqui de “embargo”. En realidad hay nada embargado en una guerra económica como esta.

 

Hacer que la población se vuelva contra su propio gobierno soberano al cerrarse las posibilidades mínimas para el comercio y el desarrollo interno, cargándole las “culpas” de su incapacidad sistémica que va en diametral contradicción con la “vida que debe ser” impuesta por la hegemonía angloestadounidense, no ha sido más que el principio del problema. A su vez ejecutar una serie de operaciones de subversión dentro de un plan mucho más extenso que incluyó sabotajes a las embajadas cubanas en el exterior, el asesinato de personas inocentes, y la férrea descalificación ideológica, por antiimperialista, que aquí equivale a anti norteamericana, nunca ha dejado de ser el propósito de los gobiernos estadounidenses.

 

Todo parece indicar que el gobierno demócrata de Barack Obama, a través de un cambio de método va por los mismos fueros.

 

La subversión dentro del cambio de método actual parece dirigirse hacia la agudización de la cuestión migratoria de los cubanos hacia los EEUU. Quizás resulte la manera de manipular mejor a una porción determinada de la población de la isla.

 

A quedar “invisibilizada” la premisa esencial de la política, que es liberar de la explotación, de la alienación y la enajenación a los individuos, queda solamente la búsqueda incesante por ser o estar más o menos pobres; el estatus de menor o mayor pobreza acumulada sin parar mientes acerca de cuál es su razón objetiva.

 

Cuba es un país desde hace más de medio siglo libre de analfabetos. El conflicto esencial en la actualidad se concentra en la adquisición de un grado pertinente de cultura política, equivalente al de cultura general; en un contexto histórico que heredó el entuerto de que cultura y política no tienen por qué interactuar en la sociedad y en la mente de los individuos, sujetos en tanto portadores de, representantes y productores que se expresan a través de una cultura. La política según lo inculcado en la subjetividad popular es solo privativa de determinados individuos que como representes y portadores de la autoproducción burguesa, lo que coincide –tiene que- con su estatus de propietarios privados de los medios de producción y de la plusvalía que los trabajadores generan utilizándolos a esos medios de producción, son legatarios del poder político que garantice la preeminencia de esa autoproducción burguesa. El resto de los individuos, está subordinado a ellos desde (siempre), en el exterior o los márgenes de esa autoproducción burguesa.

 

Siendo Cuba una nación, una cultura que tuvo su génesis de una sociedad esclavista, las tensiones históricas que constantemente persisten durante el proceso de politización de la cultura con el objetivo de concienciar a los ciudadanos acerca de la importancia y actualización permanente de los actos de justicia social en los tiempos actuales de revolución socialista, se enfrentan duramente contra el imaginario que la burguesía “plantó” en la mente de los individuos acerca de cuál debe ser el modo objetivo de vivir en la cotidianidad social; impuesto por la hegemonía angloestadounidense. Cada vez que el proyecto de emancipación socialista cubano atraviesa una etapa difícil, de crisis, se despiertan las trazas de la autoproducción burguesa, dormida pero no olvidada en una porción, a veces no despreciable de la población: que la vivió (somos casi un país de longevos), porque fue beneficiario indirecto de ella por razón de origen social, o porque heredó la sumisión legada por sus antecedentes familiares desde los márgenes de la sociedad, es decir, como explotado.

 

“Todo poder admite una dimensión simbólica: debe obtener de los dominados una forma de adhesión que no descansa en la decisión deliberada de una conciencia ilustrada sino en la sumisión inmediata y prerreflexiva de los cuerpos socializados. Los dominados aplican [...] a las relaciones de poder en las que se hallan inmersos, a las personas a través de las cuales esas relaciones se llevan a efecto y por tanto también a ellos mismos, esquemas de pensamiento [...] que, al ser fruto de la incorporación de esas relaciones de poder [las] construyen [...] desde el mismo punto de vista de los que afirman su dominio, haciéndolas aparecer como naturales; [...] cada vez que un dominado emplea para juzgarse una de las categorías constitutivas de la taxonomía dominante [...] adopta [...] el punto de vista dominante, al adoptar para evaluarse la lógica del prejuicio desfavorable.”[1](1)

 

La obediencia al modo de vida que “debe ser” impuesta por la hegemonía angloestadounidense aparenta ser la “única” referencia viable para el explotado, insuficientemente reconocida tras su ejercicio deshistorizado del poder.

 

Si al no diestro le importa un bledo discernir la socialización democrática de la equidad social su compromiso anticapitalista es nulo. Una porción de la subjetividad cubana, por ejemplo, “reacomodó” durante la crisis de los 90 del siglo XX su consenso con el proceso revolucionario, desde una insuficiente cultura política que intenta reproducir el “modo” burgués de la vida que “debe ser” al que algunos aspiran. La mayoría que apoya al gobierno revolucionario no siempre aplica intelección crítica eficaz contra la pasividad política sometida al acopio parasitario sin responsabilidad individual ciudadana, que trastorna a la cultura política: un producto a largo plazo de la historia que toma una forma específica en cada país.[2](2)

 

El esfuerzo por la anulación burguesa de una autoproducción socialista posible, trastorna al valor de uso de lo necesario, invalidando a la justicia social contra la explotación. Aliena sus actos efectivos contra el desamparo aplicándoles valor de cambio desde la pacificación mental imperialista; que resulta una de las compulsiones que desatan las crisis migratorias como la actual en Cuba.

 

Mediante supremacía codicial angloestadounidense emergen entuertos “tecno-económicos” que diluyen los problemas sociales en una “realidad” construida más allá de una simple tupición en la fontanería del intelecto, hacia donde escapan los individuos (durante esas crisis migratorias) galopando sobre un fetiche de la cultura capitalista. De ahí la exigencia por esa victoria cultural socialista previa (Gramsci).

 

Martínez Heredia en el 2001 alertó de que:

 

“… la cultura enemiga no se nos viene como el retorno de un pasado […] abatido […], no es la antigua contrarrevolución. Viene como un «progreso», un acomodo a nuevas circunstancias, o una «necesidad». Ese disfraz de futuro deseable o inevitable la torna más peligrosa.”[3](3)

 

Este no es un análisis estrictamente metódico acerca del proceso migratorio cubano en sí; más bien acumulación de, y consenso acerca de los elementos más cercanos a partir de los últimos acontecimientos suscitados por migrantes cubanos en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua.

 

La resistencia indispensable para avanzar en medio del bloqueo estadounidense que posee un cariz genocida, provoca consecuencias imprevisibles. Pasar de una sociedad estrictamente desigual a un proyecto de igualdad casi rayana en el igualitarismo ha sido una experiencia histórica inédita en nuestra región. Y hacerlo en medio de una guerra irregular de los EEUU contra la isla mucho más.

 

¿Qué observamos de posmodernidad en la actual crisis de la emigración cubana hacia los EEUU?

 

Aunque parecía al principio de la crisis de los 90 del siglo XX una ansiedad por salir de la isla hacia cualquier país, las actuales circunstancias han confirmado que prioritariamente lo es hacia los EEUU ¿por su cercanía a la isla? ¿Por el asunto de la reunificación familiar? ¿Por adentrarse en el modo de vida que promueve la hegemonía angloestadounidense? ¿Por razones estrictamente económicas? ¿Por intereses socioculturales?

 

Existe un porciento de cada uno de estos motivos conformando a una razón, única y diversa en su interior que los posmoderniza porque ignoran al proceso de explotación por parte del sistema capitalista contra los individuos subjetivados en una cultura, detrás de cada movimiento migratorio hacia su núcleo.

 

A partir de que dicha razón se sostiene en el imaginario fabricado por la política de los gobiernos estadounidenses desde hace más de medio siglo, que fetichiza a las condiciones reales de la sociedad estadounidense como un ejemplo excelso de modo de vivir, que tras los trastornos por los que atraviesa la izquierda en el mundo y los inconvenientes graves de proyectos socialistas, propician que las personas sin el grado pertinente de cultura política equivalente al de cultura general, se alienen tras la convocatoria que promueve la cultura del capitalismo. Una convocatoria que tiene al signo del dólar o “dinero” como su zanahoria. Durante tales crisis migratorias, la gente sale en estampida tras el dinero duro o “dólar”.

 

La semantización del valor de uso se deprecia en beneficio del acopio de “dinero duro”, mediante el valor de cambio. Si no es una generalidad si una tendencia inserta aún en la implementación de variantes del cuentapropismo que emerge como reajuste necesario al mercado del trabajo en el país.

 

Ese culto al dinero –en tanto equivalente al dólar angloestadounidense-, repta a través de las hendijas que los individuos le dejan a la convocatoria global capitalista que promueve la despolitización de las mayorías. Se filtra hacia los espacios de la convocatoria revolucionaria, para que se esté “adentro” y "afuera" al mismo tiempo en correspondencia con la función agenciada, o no, a la convocatoria burguesa desde el espacio revolucionario.

 

¿Es, o no, una situación generalizada?; al menos lo suficientemente expandida como para compartir espacio físico y mental con las alternativas anticapitalistas.

 

La inhabilidad intelectiva –enfrentanda a las visicitudes que provoca el bloqueo de los EEUU contra Cuba- para discernir a la rectificación política socialista, crea opositores abiertos o disimulados asumiendo dos opciones: el total rechazo (canibalesco) al modelo por rectificar, o la adhesión disimulada que generalmente cosiste en reproducir normas y cotidianidad que deben ser cambiados, la actualización deficiente de, o la información mal procesada hacia conocimiento en contexto histórico determinado gesta a esa porción implicada en las crisis migratorias como la actual; desde la inmersión en variantes de la conciencia social que tiendan a la sociorrelación limitada a una religión, a un grupo con la misma orientación sexual, “racial”, o hacia un reducto social auto-secluído. Muy útil a los objetivos que persigue esa economía “despolitizada” capitalista.

 

Los debates locales e internacionales dan fe del intento de des-medulación del marxismo –incuido en la “muerte” de todas las ideologías que profesa la posmodernidad-, contra la praxis política necesaria que desmantele al capitalismo.

 

Un proceso que aún en nuestro reajuste radical socialista se mantiene sin suficiente respuesta en medio de la seducción material e imaginaria del terror imperialista durante su control, aun si careado, del poder.

 

Durante ese intento de desmedulación ¿cómo se manifiesta la deshistorización en el ejercicio del poder capitalista, apelando a la osificación de la memoria colectiva durante la pacificación mental de las mayorías de la que saldría la porción que termina emigrando caóticamente hacia su núcleo?

 

La sumisión nutre al sujeto social dominado (colectivo), contra el peligro de que la dinámica cultural impredecible haga saltar por los aires a esa sumisión donde los individuos “viven” su cultura mediante referencia al poder burgués; es decir, como sujetos ignorantes.

 

La cultura masiva imperialista, compuesta por entelequias para sumisos, despliega en toda la línea los efectos de la pacificación mental en las mayorías cuyo control pertenece al código angloestadounidense, a su monopolio del conocimiento; e incluye (como insuperable) al estigma de aquel marxismo leninismo dogmático como si todo el marxismo.

 

Estamos condicionados por "urgencias" del control burgués, por sobre la intelección crítica, que transnacionalizan a la chabacanería cultural. Le abren un lugar común a manifestaciones populares que recreen la sumisión al capitalismo, y así cubrir daños durante las crisis del sistema. Es improbable esa pacificación mental sin el control sobre el tiempo de los individuos. En el capitalismo es el de la autoproducción burguesa durante el acopio de plusvalía parasitaria. El “esclavo” en ciernes del capitalismo, ahora, es el tiempo ajeno para el acopio de plusvalía improductiva en capital y explotación sin límites. Las integraciones políticas para el cambio social se mantienen en la periferia y acosadas por el calendario de la cultura burguesa, que controla el sentido de las mayorías y define las funciones que dichas mayorías, pacificadas, asumen en adhesión a la dominación.

 

¿Cuál es el alcance de ese proceso, sobre todo durante las crisis migratorias masivas hacia su núcleo, aún si provocadas por las guerras locales?

 

Cada vez hay más "hatajos post" para escapar hacia la pacificación mental y el secuestro al tiempo de las personas. El divorcio -o la inferencia banal-, de los asuntos y problemas sociales que se lesionan y complican más a los efectos del secuestro del tiempo ajeno, en una etapa marcada por el clímax en la dominación y la fuerza imperialista.

 

En el caso cubano lo que el bloqueo, agresiones, amenazas y acoso angloestadounidense no han logrado en más de medio siglo, lo intenta el secuestro del tiempo que se inmiscuye en la cotidianidad cubana; sus efectos pueden insertarse en la praxis política socialista a contracorriente del capitalismo y “convivir” con una evocación ahistórica de la dominación burguesa –ya desmantelada-, que reajustan las "disidencias” subvencionadas por el imperialismo; activando los intereses inconfesables, de índole religiosa, socioclasista o de estrato para que se movilicen en la convivencia local, contra el debate o diálogo imprescindible que desmantele a lo que resta de la dominación capitalista en nuestros errores.

 

La pacificación social socialista a consensuar en democracia se ve forzada a verificarse a sí misma, constantemente, contra la pacificación mental imperialista.

 

Los sometidos al control burgués de su tiempo se cosifican a sí mismos objetualizando al otro, o los otros cuando se dejan secuestrar casi sin resistencia. Sumémosle la economía de signos o señales[4](4); que extendida a los masmedia implica al ahorro de inversión financiera en una época de crisis capitalista.

 

Teniendo en cuenta que la reducción del gasto de señales es la génesis de todas las reuniones, este ahorro sólo se efectúa cuando los otros “acuden”; el comienzo de todo poder de un hombre sobre otro radica en que uno disponga del tiempo de (los) otros. Quien acude reconoce el motivo, esté o no de acuerdo con lo que se comunica, en virtud del tiempo que entrega. El individuo puede ceder su tiempo aún si se resiste.

 

La cultura capitalista pacifica la mente a regañadientes, y la necoloniza. A nivel interpersonal la economía de señales para la pacificación mental es norma no totalmente consciente durante la reducción de la comunicabilidad, que atenta contra la interacción entre saber mutuo y memoria común. Gracias a esa economía de señales para la convocatoria y el control del tiempo de los sujetos a pacificar mentalmente se falsea y tuerce la realidad hasta obligar a las personas a actuar en contra de sus intereses, para imponer el valor de significados mediante signos –referencias a la cultura capitalista- hasta el punto de que otras personas se identifiquen con ellos y acepten dócilmente los significados y valores de los poderosos.

 

La angustia posmoderna por emigrar que provoca la subversión de la política estadounidense contra Cuba.

 

¿Qué hace una persona más o menos pobre discernida en los EEUU como no euro-blanca, o peor como descendiente de negros intentando integrarse en una cultura con graves problemas históricos de racismo expresado violentamente en la vía pública por las mismas fuerzas policiales como un escándalo internacional con respecto a los derechos humanos? ¿Se pueden cambiar actos de justicia social como la atención médica gratuita, la tranquilidad ciudadana, el acceso gratuito a la enseñanza hasta el nivel superior, la cobertura de asistencia social, y el derecho al trabajo por los referentes que promueve esa convocatoria? Solo alguien con graves lagunas en su cultura general.

 

En medio de las dificultades que la llamada crisis y las reformas propiciaron en la década de los 90 en Cuba, y el quizás no suficientemente rápido para algunos, proceso de recuperación, sobre todo a partir de 2013 en que se reconfiguraron las leyes migratorias locales permitiendo a los ciudadanos nacionales salir con pasaporte hacia dónde deseen –la obtención de la visa es un asunto estrictamente personal de cada ciudadano-, un porciento no despreciable de personas intentaron moverse hacia otros países (fundamentalmente latinoamericanos) en pos de una mejoría económico material, nunca asegurada. Dicho proceso se intensificó a partir del 17 de diciembre de 2014. En medio de la ansiedad que provoca desde hace años la ralentización del otorgamiento de visas para los EEUU –con toda intención subversiva por parte de los gobiernos estadounidenses-, y teniendo en cuenta la emergencia de una generación de cubanos que nacieron dentro de la crisis y la reforma de los 90 y hoy son adultos con familiares en, o interesados en moverse hacia los EEUU en busca de mejores posibilidades, aún cuando no puedan certificar una preparación profesional necesaria:

 

"Empujados por el temor (fundado) de que el diálogo de igual a igual que sostienen

Cuba y Estados Unidos entraña un formidable desafío a la Ley de Ajuste Cubano, unos 4.000 compatriotas se lanzaron a atravesar Centroamérica para llegar a tiempo a [los] Estados Unidos. En este momento, cuando Ecuador decide exigir visas [de turista] a los cubanos"[5](5)

 

Aun cuando dicha igualdad durante el actual diálogo mantiene, por parte del gobierno de los EEUU, intocables las condiciones que Cuba reclama sean materializadas para el avance hacia una posible normalización de las relaciones bilaterales. Incluyendo, precisamente el cumplimiento de los acuerdos migratorios por parte de los EEUU.

 

Vázquez Díaz es del criterio de que “como quiera que se resuelva la crisis, se desvanece la mentalidad según la cual muchos cubanos creen, honestamente, que para llegar a

Estados Unidos y recibir los beneficios de la Ley de Ajuste les asiste un derecho especial, casi místico o divino, de violentar cualquier tipo de obstáculo legal que les impida realizar sus sueños en el gran país del Norte."[6](6)

 

Nos parece un punto de vista apresurado. ¿Cómo quiera que se resuelva la crisis? Ese es precisamente uno de los agravantes del problema, el modo de resolverlo. Apareció en Cubadebate la siguiente información:

 

“Los vicecancilleres de Costa Rica, México y Guatemala se reunirán este martes en México para coordinar posibles salidas a la situación de casi 3 000 migrantes que se encuentran en la frontera con Nicaragua, más otros que transitan por la región con rumbo a Estados Unidos, informó hoy una fuente oficial.

 

El vicecanciller costarricense, Alejandro Solano, dijo que en la reunión participarán él, la subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, Socorro Flores, y el vicecanciller de Guatemala, Carlos Ramiro Martínez.

 

“Vamos a continuar las coordinaciones de lo que sería el traslado de los cubanos hacia Estados Unidos siguiendo la ruta que se vaya a acordar entre los (tres) países“, declaró Solano.”[7](7)

 

Más que hablar acerca de que se desvanece la mentalidad según la cual…, podríamos rectificar que dicha mentalidad se reconfigura hacia una dimensión política desajustada, que propicie a los medios de información pro capitalistas difundir que el problema cubano migratorio adquiere ribetes regionales. ¿Cuánta gente cuerda habrá para desmentirlo? Entonces en su reajuste dicha mentalidad se inflaría adquiriendo un matiz de hidrocefalia que reclame el respeto del gobierno cubano a los derechos humanos, con la invisibilización de las responsabilidades estadounidenses. ¿Podría Guatemala, un país víctima de la cacería genocida que padecen sus migrantes por todo el sur mexicano hasta la frontera con los EEUU abrirle un “puente expedito” a la propia migración cubana sin poder darles respuesta a sus propios ciudadanos al respecto? ¿Y el mismo Nieto en México que aporta una buena cantidad de muertos a las alambradas de la “migra” estadounidense; cuando la frontera entre ambos países es una zona de “tiro al pato”?

 

Líbrennos, como decimos en Cuba, todos los santos de esos “puentes” expeditos, que no exigen responsabilidad alguna al gobierno de Barack Obama.

 

De materializarse un “puente” entre Costa Rica, México y Guatemala que dé paso hacia los EEUU a esos casi 3000 emigrantes, se abrirá un hito en la transnacionalización (o extraterritorialidad) del problema migratorio cubano provocado, con toda intención, por el gobierno estadounidense… Problemas que pueden extenderse a la misma CELAC creando roces entre los países de la región y con la misma Cuba, ya sabemos de antemano que el gobierno de Costa Rica, con buques de la armada estadounidense anclados en su territorio, no hará sino “dramatizar” los acontecimientos. De hecho, el propio presidente le ha dado una entrevista a Escobar, esposo de Yoani Sánchez y reportero de un libelo anticubano denominado “14yMedio”, y algunos miembros de grupúsculos “disientes” cubanos están filmando su propia versión del conflicto en la frontera Tica con Nicaragua. ¿Podría ser ese “puente” la solución? Lo dudo.

 

El gobierno nicaragüense se mantiene en la defensa de su frontera contra el intento de Costa Rica de intentar “patotearle” su soberanía.

 

"El Gobierno de Nicaragua señaló hoy la responsabilidad de Estados Unidos en el aliento de una migración insegura, indigna, desordenada e ilegal que afecta a Cuba y a la región centroamericana.

 

La posición nicaragüense fue expuesta este martes por el vicecanciller Dennis Moncada en la reunión extraordinaria de ministros de Relaciones Exteriores del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), en San Salvador, para abordar el tema de más de dos mil emigrantes cubanos varados en Costa Rica.

 

El texto de la declaración, leído en la televisión local por la coordinadora del Consejo de

Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, consideró que el gobierno de Costa Rica creó y manipuló esta crisis la cual pretende desconocer e ignorar las causas y la responsabilidad de Estados Unidos.

 

Estados Unidos tiene la responsabilidad de corregir y cambiar esta situación, aceptando, de una vez por todas, con realismo y seriedad, un nuevo tiempo, de diálogo y respeto, en las relaciones con América Latina y el Caribe, enfatizó el representante nicaragüense.

 

Nicaragua aseveró que ratifica "su posición de no prestarse a legitimar políticas ilegales las cuales causan daño, sufrimiento, y pérdidas económicas a seres humanos, familias enteras, gobiernos y los pueblos de Cuba y la región".

 

Moncada expresó que su país asiste a la reunión de la capital salvadoreña con el objetivo de alertar a la comunidad internacional sobre el agravamiento de "esta crisis que el gobierno de Costa Rica ha utilizado para legitimar la llamada Ley de Ajuste y la política de pies secos-pies mojados".

 

Dicha política de Estados Unidos confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado, único en todo el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio.

 

La cancillería cubana enfatizó en una reciente declaración que estas personas son víctimas de la politización del tema migratorio por parte de la administración estadounidense, de la Ley de Ajuste Cubano y, en particular, de la aplicación de la llamada política de pies secos-pies mojados.

 

Managua exigió a San José tomar las medidas correspondientes para retirar de las zonas fronterizas a todas las personas cuya concentración augura y alienta nuevas acciones violentas, lesivas de la soberanía que Nicaragua "ha hecho y hará respetar”.

 

También abogó por los derechos de "esos centenares de miles y hasta millones de migrantes centroamericanos, (que) al llegar a los Estados Unidos, luego de atravesar todos los peligros y riesgos de muerte ya conocidos, padecen degradante persecución, detención y repatriación forzosa".[8](8)

 

Y alguna que otra muerte cruel en el desierto de Sonora. Esos centenares de miles y hasta millones de migrantes centroamericanos, no tienen, ni tendrán a ojos vista, derecho a la ley “pies secos pies mojados”, única en el mundo y preferencial para los cubanos que migran, lamentablemente, sin sentido alguno de la responsabilidad, ahora a través de los “coyotes” y mafias tratantes de personas, que con los cubanos amplían su mercado exclusivo.

 

Más que desvanecerse la mentalidad de marras, esta se reajusta ante una posible nueva ruta, que tras la decisión ecuatoriana de exigir visa de turista, podría permitirles “brincar” directamente hacia Costa Rica y aprovechar ese posible “puente” hasta saturarlo, sin que la misma Nicaragua tenga garantía alguna de que no volverá a sufrir una nueva “bachata” en su frontera con Costa Rica. Por cierto, los medios informativos ya le han colocado una aureola de “santo” al presidente Tico y satanizado a Nicaragua por la defensa de su soberanía. ¿Cuál será el próximo paso?

 

De complicarse la posibilidad de dicho “puente”, Costa Rica estaría en riesgo de convertirse en lugar de “parada” o atasque obligado de cubanos que salen legalmente de su país para intentar atravesar ilegalmente la frontera estadounidense con México, hasta que a los EEUU les de la gana de parar el show, porque en tiempo de elecciones no parece un asunto muy “simpático” para los demócratas.

 

Resulta muy complicada como sumamente importante la forma en que se resuelva esa “crisis”. Sobre todo desde el punto de vista humanitario, hay que decirle “basta” a la proliferación de daños colaterales provocados por la política angloestadounidense contra la región. Que puede convertir o, mejor inflar el asunto migratorio cubano para camuflar el genocidio al que somete al resto de los migrantes de la región y del mundo europeo.

 

Vázquez comenta que “a partir de ahora los cubanos serán considerados migrantes a secas, y tendrán que someterse al imperio de la legalidad de los países por los que intentan cruzar en un ambiente de coyotes sin escrúpulos, junglas con peligros inimaginables en el benigno monte cubano y cientos de migrantes de un montón de países hermanos.”[9](9) ¿Será posible lo anteriormente citado cuando ya se gesta un “puente” expedito a la carrera por parte de ciertos gobiernos que no desean complicarse mucho la vida con la política estadounidense contra Cuba? ¿Se daría en consenso con las agencias de inteligencia de los EEUU un acuerdo para “mover” cubanos a través de dicho puente, semejante al escándalo de los 70 y los 80 donde cierto coronel del ejército angloestadounidense Oliver North bajo las órdenes de William Cassey director de la CIA en tiempos de Ronald Reagan canjeaba ilegalmente droga por armas con que mantener la guerra irregular contra el gobierno sandinista convirtiendo a la misma Centroamérica en una zona de geno(eco)cidio?

 

La creatividad imperialista y su falta de escrúpulos están harto comprobadas. Y contra la revolución cubana incluye a una ensayística biotecnológica. Así es que no emana precisamente amor y compasión por los cubanos emigrantes, sea cual sea su orientación ideo política.[10](10)

 

Lamentablemente Vázquez apela a metaforización harto complicada con que tapar la realidad, o comprenderla desde una posición por lo menos simplista cuando expresa que:

 

“si no se discute el aspecto psicológico, que con lenguaje lezamiano, puede llamarse era imaginaria, no se puede entender a los cubanos que están profundamente convencidos, como si se movieran dentro de un espejismo, de que la razón y el derecho están de su parte aunque actúen sin razón y sin derecho. A diferencia de cualquier otro migrante salvadoreño, mexicano u hondureño, el cubano espera encontrar la comprensión y la ayuda de los gobiernos, la prensa y los pueblos por donde pasan. Por eso se les ve consternados, incrédulos o combativamente airados (¡Cómo se atreven a pararnos!) cuando el espejismo se disipa y tropiezan con autoridades que aplican sus propias leyes y no los dejan seguir.”[11](11)

 

No existe tal era imaginaria; y para colmos de precariedad en su grado de cultura general, nada de eso debe ser “reparado” con la poesía y los versos de José Lezama Lima (uno de los iconos históricos de la poesía cubana y de habla castellana; dejadlo en paz).

 

No existe imaginario ni espejismo abstracto alguno dentro de la guerra política y económica que los EEUU perpetran contra Cuba desde hace más de medio siglo. Todo es absolutamente real. Los cubanos que deciden migrar de esa manera están objetivamente convencidos de que podrán entrar a los EEUU aunque le broten pelos a las fronteras de cualquiera de los países que tendrían que atravesar. La propia política de los EEUU contra Cuba, y las “relaciones normales” que el imperialismo tiene con determinados gobiernos de la región, precisamente están por encima de la razón y el derecho internacionales; y de su parte aunque actúen sin razón y sin derecho.

 

No existe ciudadano cubano residente en el país, analfabeto. Todo el mundo sabe leer y escribir, y tiene conciencia elemental de las acciones que asume, sobre todo de esa magnitud. Otra cosa es tener sentido de la responsabilidad, sin provenir de un país bombardeado y devastado por una guerra imperialista. Cuba no posee desplazados de guerra. Mucho ha costado y cuesta la soberanía que mantiene a este país como zona de paz. Sin imaginería alguna, los individuos tienen el derecho a la libertad de hacer su felicidad donde mejor lo entiendan. Lo demás es un asunto de responsabilidad personal ante su propia libertad. Por cierto, un término harto manipulado por “malanga”, y catastróficamente separado de la política. Por ejemplo en los EEUU solo se pude ser “libre” en absoluta e inhumana desigualdad. De todas maneras, sin poesía alguna, habrá cubanos que determinarán subir hacia el “norte”, aunque caigan raíles de punta. La manipulación de visados por parte de los gobiernos estadounidenses durante los procesos migratorios ha extendido la espera al nivel de generaciones durante la manipulación de lo que llaman reunificación familiar. Lo mismo para el que sigue soñando con, y se considera legatario de la autoproducción burguesa, que para cualquier otro advenedizo.

 

Solo es necesario imaginarlo ni siquiera experimentarlo: Desde la costa norte habanera hasta el primer cayo estadounidense dista apenas noventa millas (dos horas y pico en lancha rápida). La nueva “ruta” migratoria aproximadamente 7,700 kilómetros pasando por Suramérica y Centroamérica. Y alrededor de diez puntos y otros tantos países. A pesar de que tránsito por tierra prima, no es menos arriesgado en manos de “coyotes” y mafias de tratantes de personas, y policía y agentes de emigración corruptos (ver el mapa que acompaña a este artículo). Ningún loco de atar en pleno arrebato se arriesgaría sin conciencia a tal “aventura”. Fue una decisión consciente de quienes “permanecen en Costa Rica salieron legalmente de Cuba e ingresaron legalmente en Ecuador, luego entraron ilegalmente en Colombia, atravesaron ilegalmente ese país con la ayuda de traficantes de personas y entraron ilegalmente en Panamá. En la frontera de Costa Rica las autoridades migratorias les otorgaron visas de tránsito, a sabiendas de que el objetivo de los migrantes era penetrar masivamente en Nicaragua y continuar su viaje ilegal hacia el Norte.” [12](12)

 

¿Pruebas?

 

Bourdieu repasa, al respecto que en “La dominación masculina” que tenemos dificultades para pensar porque es intrínsecamente difícil; pero también porque llevamos en nuestros espíritus, o nuestros habitus letrados, una idea muy particular de la reflexión, heredada de la tradición inaugurada por Descartes, una representación de la acción de reflexionar que excluye la posibilidad de reflexionar en la acción." [13](13) Es decir, antes de decidirse a la aventura la mayoría de los cubanos emigrantes “piensan” lo que van a hacer antes de la acción, no ambas cosas al mismo tiempo.

 

Debemos admitir que la implementación socialista aún padece de insuficiencias durante la reproducción en busca de equidad social. El empoderamiento del pueblo políticamente organizado todavía es su “talón de Aquiles”. El control legal sin el empoderamiento antes enunciado es un instrumento político de la autoproducción burguesa sobre todo en tiempos de crisis. Pero el derecho a la libertad ciudadana individual, a mofarse de las jerarquías serviles, dogmas y verticalismos, a escoger la ocupación laboral que mas beneficie, a emigrar hacia donde uno lo desee, no puede estar por sobre el derecho, la dignidad y la libertad ciudadana individual de los otros en la autoproducción socialista posible. La libertad ciudadana en equidad es una relación a reproducir en democracia. La ciudadanía está en permanente reajuste socialista; su cultivo socio relacional mantiene a la subjetividad ciudadana en una búsqueda –ardua, accidentada- de la equidad efectiva en la diversidad. Somos millones los que elegimos quedarnos en Cuba, aún cuando no nos alcance para el pasaje en avión, o no tengamos familia en el extranjero. O no seamos euro-blancos, o no sepamos hablar en inglés. O sencillamente estemos pasando “las de Caín”. También eso es asumir su libertad. Porque todo parece indicar si obedecemos a ciertas agencias de información, que Cuba se quedó vacía.

 

La reproducción de la decencia como valor social y los trastornos que esta padece son insuficientemente analizados, aún, en la hegemonía efectiva socialista cubana. Lo que trae a colación a un entuerto que intenta despolitizar a la sociedad manifestándose en el funcionariado que convierte a la autoridad delegada en culturalmente oligofrénica que le garantiza un salario, asignación material y legitimidad social al margen de un mandato popular empoderado por democrático. Ese trastorno obstaculiza la lucha por la equidad para todos al invocar a una integridad pseudo-revolucionaria. De ahí que durante el cambio radical socialista apunte a una selectividad individualista que posibilite el acceso al poder social (como funcionario) a un individuo supuestamente decente bajo compromiso político irrisorio. No pocas personas integradas a ese proceso migratorio trastornado estuvieron en esas circunstancias.

 

Todo está en que los intereses individuales, por sobre el derecho a la libertad de los demás, sean los que culturicen a la memoria común de los individuos subjetivados para disimularlos contra la socialización hasta lo posible, de la libertad ciudadana en democracia mediante distribución equitativa del poder. Aun si la transparencia absoluta es improbable debido al complejo tráfico de la información hacia su semantización, históricamente contextualizada, para devenir en conocimiento, es necesario reconocer lo inútil de teleologizar la imprevisible dinámica cultural que manifiesta la sociedad en su cotidianidad a través de reajustes permanentes a aplicar durante pugnas y demarcaciones comunes; donde los asuntos migratorios cobran su cuota, más si de la parte de adentro del bloqueo estadounidense contra Cuba.

 

La norma para la praxis política anticapitalista tiene que ser (es) el discernimiento crítico pertinente mediante el cual trazar la dimensión de la libertad propia, y a partir de allí respetar la libertad de, y la equidad con los otros, en función de alcanzar el equilibrio posible contra las dominaciones y las exclusiones a través de actos de justicia social efectivos y constantemente actualizados. Tiene que concurrir un modo radicalmente socialista, desde cabeza propia respetando el criterio y el espacio ajenos, siempre que ese otro no intente subvertir al Derecho y a la legalidad, consensuados en democracia. Porque el diálogo y el consenso posibles desaparecerían. Con la autoproducción burguesa nunca se negocia. Es la política socialista.

 

Tales límites comunes durante la praxis política en la convivencia social tienen una fuerte dependencia de la acumulación histórica en una sociedad. Sin esa implicación sería improbable la praxis política socialista. Hay una interacción ineludible durante la reproducción entre esa acumulación, el nivel de cultura política (socialista) pertinente y la función antes enunciada para la producción y distribución amplia, por democrática, del poder. Su peor enemigo es la amnesia o la ignorancia ahistoricas.

 

La garantía de ese grado de cultura política socialista pertinente que impida que alguna expresión de la diversidad cultural, active dentro de la sociedad, aprovechando trastornos en la cultura política, apele a ellos para someter a otra porción social de esa diversidad. O contra la auto-banalización de expresiones de la diversidad cultural, hasta que sus portadores crean posible, o mejor, beneficioso existir en el campo de la cultura al margen de lo político, o trocándolo por su valor de cambio que gesta las crisis migratorias hacia los EEUU en busca de rentismo improductivo. La despolitización de alguna expresión de dicha diversidad, apropiándose de lo social sin vínculo con los asuntos y problemas sociales. Es la política manifiesta en el analfabetismo funcional, cuando el poder somete al proyecto de emancipación y constriñe a la cultura; es decir, condiciona de manera trastornada el reajuste del grado de cultura política pertinente.

 

La representatividad actual más avanzada en la democracia socialista aún es insuficiente para inmunizarse del proceso anterior.

 

1. La desactualización en cultura política, en tanto nivel pertinente de cultura general. No pocas personas conservan colgadas sus cabezas con presillas a la pared de un analfabetismo funcional que les lleva a tratar de avanzar socialmente solo del cuello para abajo. Es un elemento importante para migrar en medio de una aventura como la que nos ocupa.

 

2. Una mezcla harto tóxica de compromiso social y facilismo; llegando a límites imprevistos de mediocridad, que dispensa cualquier error subjetivo hasta la desidia más apabullante.

 

3. Confundir la autoridad que la población delega en determinadas personas a cualquier nivel con dispensas acreditadas a título personal y sin otro compromiso que el de velar por sus intereses personales.

 

4. Confrontarse con las generaciones más jóvenes como si con disléxicos.

 

5. Huir de la interacción intelectiva y práctica con la complejidad de los asuntos y problemas sociales.

 

6. El aumento creciente, rayado en lo inaudito, del consumo en adicciones como el alcoholismo; y ciertas variantes de barbitúricos de los que el mismo alcohol es portero. Ser abstemio o beber con responsabilidad se percibe como un atavismo dentro de la cotidianidad cubana actual.

 

7. La tendencia hacia un consumo acrítico de los refrendes culturales de la actual hegemonía capitalista, incidiendo de manera extrema en los dispositivos digitales para la transmisión y recepción de datos o información. O su demonización inexplicable.

 

8. La permanencia de personas ineficientes en puestos de responsabilidad profesional atendiendo a elementos ignaros de la meritocracia, y la conservación a todo trance de cúpulas empresariales o de la burocracia sometidas a esos fines.

 

9. La ralentización que se experimenta en la sustitución de determinados cuadros empresariales ineficientes; y en algunos casos su apuntalamiento, creándoles plazas de asesores con que abrirles una sombrilla durante el diluvio eventual de problemas. Tales problemas crean “corto circuitos” muy difíciles de reparar, sobre todo si los reparadores resultan los mismos que los provocaron. Nadie debe mal discernir que los méritos acumulados durante una etapa de su vida lo impermeabilizan para ocupar un cargo de responsabilidad solo porque puede ser percibido por los de “arriba” como alguien “leal” que no forme ni se busque problemas. Como un “fiel” incondicional.

 

10. La revolución socialista necesita de la gente honesta, decente y con responsabilidad cotidiana como su modo normal de vida. La revolución socialista nos necesita a todos cultivados, honestos y antiimperialistas.[14](14)

 

El intento de una nueva crisis migratoria forma parte misma de la voluntad política estadounidense durante el proceso de normalización posible de las relaciones bilaterales con Cuba.

 

Se puede estar dando un fenómeno que consiste en emigrar hacia los EEUU y regresar a la isla con recursos materiales y financieros suficientes como para evitar vincularse al trabajo honesto dentro del país. La sugerencia al respecto es que los EEUU es el peor lugar que pueda recomendarse a tales efectos.

 

Quien desee irse puede hacerlo, nadie ha sido “botado” de Cuba. Son los EEUU quienes no dejan “entrar”.

 

[1] (1)Pierre Bourdieu. La dominación masculina. Pág. 9

http://www.udg.mx/laventana/libr3/bordieu.html#cola.

[2] (2)Samir Amin. La ideología estadounidense. LA JORNADA de México - 14 de Junio de 2003. http://www.jornada.unam.mx/

[3] (3)Fernando Martínez Heredia. El corrimiento hacia el rojo. Editorial Letras Cubanas. Ciudad de La Habana. 2001. pp. 76-77 y 58-61

[4] (4)Vicente Romano. La intoxicación lingüística. El uso perverso de la lengua. Libros Libres. Rebelión. http://www.rebelión.org/

[5] (5)René Vázquez Díaz. Migrantes cubanos: una mentalidad que se desvanece. Rebelión. 30-11-2015

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=206252

[6] (6)Ibídem.

[7] (7)Costa Rica, México y Guatemala estudian solución a migrantes cubanos. Cubadebate. 30 noviembre 2015.

http://www.cubadebate.cu/noticias/2015/11/30/costa-rica-mexico-y-guatemala-estudian-solucio...

[8] (8)Prensa Latina. Nicaragua responsabiliza a EE.UU. por aliento a emigración ilegal...Cubasi. 24 Noviembre 2015

http://www.cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/45466-nicaragua-responsab...

[9] (9)René Vázquez Díaz. Migrantes cubanos…

[10] (10)"Científicos cubanos certifican que la grave epidemia de dengue hemorrágico de 1981 fue una cepa de laboratorio introducida deliberadamente en la isla" Lisandra de la Paz. Ciencia a lo Sherlock Holmes. Rebelión. 30-11-2015 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=206188

[11] (11)René Vázquez Díaz. Migrantes cubanos…

[12] (12)Ibídem.

[13] (13)Bourdieu, Pierre. La dominación masculina. Pág. 52.

[14] (14)Víctor Andrés Gómez. SurAmericaPress » Del “corto circuito” entre patriotismo e intelecto. http://www.suramericapress.com/?p=8705&print=1

https://www.alainet.org/es/articulo/174108
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