El fin del ciclo progresista: Una nueva discusión con el mismo telón de fondo

08/10/2015
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
 chavez castro kirchner lula
-A +A

Durante los últimos meses se ha venido desarrollando la discusión sobre el devenir y porvenir de los gobiernos de izquierda en América Latina, a través de varios artículos de opinión un grupo de analistas han venido sosteniendo que nos encontramos ante el “fin del ciclo progresista”. A la vez, han aparecido otro grupo de artículos que pretende hacer frente a esas opiniones. En esta ocasión plantearé algunas ideas en torno a esa discusión.

 

¿Quiénes plantean esta idea?

 

En sus artículos, algunos analistas que observan críticamente la afirmación de que nos encontramos frente al fin del ciclo progresista en América Latina, inician sus reflexiones exponiendo las distintas posiciones políticas de quienes mantienen esa idea. Considero que este es el punto de partida necesario, sin negar la relevancia de la discusión o la validez de los argumentos, se debe evidenciar la posición desde la cual hablan quienes esgrimen estas tesis.

 

No hay que hacer demasiado esfuerzo para encontrar múltiples artículos en los cuales estos mismos analistas han expresado su rechazo a variadas políticas de los actuales gobiernos de izquierda a lo largo de los últimos años[1]. Lo cierto es que en muchos casos no han acompañado o lo han hecho con diversas reservas esos procesos políticos nacionales, cuando menos, hace varios años que se han distanciado de ellos. Es decir, sostienen una relación conflictiva con esos gobiernos, donde la centralidad se encuentra en el papel de los movimientos sociales y su relación con los poderes estatales.

 

En el caso de Raúl Zibechi[2] es claro que su distancia crítica respecto a todos los gobiernos en la región tiene como telón de fondo su propia visión de la política, así como de aquellas acciones que deben orientarnos a la transformación del sistema capitalista en su etapa actual. Zibechi es uno de los principales teóricos del autonomismo en nuestro continente, ha venido desarrollando sus visiones del poder, así como del papel de los movimiento sociales en sus variadas publicaciones[3], reconociéndose como un personaje polémico. A partir de su esquema califica de manera determinante que el ciclo progresista no representó un avance, aunque no se compromete a afirmar que haya consistido en un retroceso.

 

A juicio de Emir Sader[4] la tesis que estamos discutiendo es planteada por sectores de la izquierda que nunca confirmaron la existencia de ese mismo ciclo, que ahora reconocen su existencia sólo para sentenciar su ocaso. Es de vital importancia esta afirmación, ya que viene a respaldar lo que se intenta visualizar. La consideración en torno al supuesto fin del ciclo progresista es propuesta por voces que desde la izquierda se han planteado frente a esos gobiernos, al menos en determinadas ocasiones, señalando sus contradicciones, sobre la base de que no es la lucha electoral para la toma del Estado la vía que nos llevará a transformar nuestras sociedades y mucho menos el sistema global.

 

Zibechi en su artículo define su visión de lo político en los siguientes términos: “La política, desde una mirada de izquierda, gira en torno a la capacidad de los sectores populares de organizarse y movilizarse para debilitar al poder económico y político, y abrir así las posibilidades de cambios.”[5]

 

El debate sobre el fin o no del ciclo progresista viene a ser una nueva etapa en la discusión sobre las distintas visiones de los procesos de transformación, posiciones en disputa debido a las distintas concepciones sobre el sujeto protagónico de la revolución, la toma del poder, el Estado, etc. El telón de fondo tras los planteamientos que se han vertido sobre la prensa tiene que ver con las distintas visiones de la izquierda en nuestro continente.

 

Una crisis sin burguesía ni imperialismo

 

Llama la atención que los análisis que diagnostican negativamente el porvenir de los gobiernos de izquierda en la región, tienen como elemento central las condiciones internas de esos gobiernos. Todo apunta a que la situación actual de los mismos se debe exclusivamente a los errores y las decisiones tomadas de espaldas a las organizaciones de base. Si se le diera el tratamiento de contradicciones pudiera entenderse que se deben a condiciones subjetivas y objetivas complejas. Pero no, da la impresión de que la situación crítica por la que pudieran estar pasando algunos de esos gobiernos, se debe exclusivamente a razones inherentes a las orientaciones subjetivas de quienes los dirigen.

 

Todo indica que si en algún caso, se han llevado a cabo políticas que no respondan a las exigencias de los movimientos sociales, o la amplia mayoría de esas naciones, se debe a que esos proyectos se encuentran agotados, han encontrado un límite infranqueable en su camino o han traicionado sus principios. Así, el fin del ciclo progresista se debería a la imposibilidad o incapacidad de esos gobiernos para realizar cambios reales. Porque sólo se han encargado de administrar el capitalismo, manejar el Estado y explotar los recursos naturales. La limitación está en la constitución intrínseca de esos proyectos.

 

Hay dos grandes ausentes en los análisis de Zibechi, Svampa y Pablo Stefanoni[6] la burguesía y el imperialismo. Todo pareciera apuntar a que esos gobiernos de izquierda no enfrentan más que su propia incapacidad para avanzar y profundizar los cambios que se proponen, sin tener ningún elemento que se les oponga. Frente a estas perspectivas Katu Arkonada[7] ha destacado la importancia de comprender cómo la derecha se ha fortalecido, mejorando sus recursos y transformando su imagen, incrementando la presión sobre la izquierda que gobierna en algunos países. Es urgente comprender las característica del imperialismo en su fase actual, sin lo cual un análisis del estado de la izquierda resulta limitado[8].

 

Svampa y Zibechi coinciden en la herramienta para medir el fracaso o no de los gobiernos de izquierda. En ambos casos, los gobiernos progresistas, aquellos más a la izquierda como el caso de Bolivia y Ecuador, fracasarán en sus intentos de transformación en la medida en que no cumplan con determinadas demandas de determinados movimientos sociales. Presentando un enfrentamiento entre los movimientos sociales ecologistas y los sectores indígenas con esos gobiernos, acusándolos de no cumplir con sus demandas, se sentencia el fin de sus políticas de izquierda.

 

Esta perspectiva viene a reforzar el planteamiento inicial, un fracaso de los gobiernos progresistas de la región producto de sus limitaciones internas, confirmaría los cientos de artículos que se han escrito criticando y señalando esas condiciones. La tesis del fin del ciclo progresista vendría ser la legitimación efectiva de que estos analistas siempre han tenido la razón en su diagnóstico. A su vez, fortalece las tesis principales del autonomismo respecto a la visión de los gobiernos y de una izquierda electoral.

 

La caracterización necesaria

 

No hay acuerdos ni sobre la caracterización de la izquierda latinoamericana que se encuentra gobernando algunos países, ni respecto a la denominación del momento actual que viven esos procesos. Quienes apoyan la tesis del fin del ciclo progresista, en algunos casos se refieren como progresistas a los gobiernos de Brasil, Argentina, Uruguay y ahora, recientemente Ecuador, en ocasiones se incluye a Chile, en otros momentos se menciona sólo a la “vanguardia” de la izquierda constituida exclusivamente por Ecuador y Bolivia, a veces se incorpora a Venezuela, hasta a Cuba. Con esto queda en evidencia que no hay consenso en lo que se entiende por progresismo, en algunos casos ni siquiera en un mismo autor, cuando en ocasiones se refiere de manera restringida a algunos gobiernos y en otros habla de toda la izquierda de la región.

 

Quienes son críticos del grupo anterior tampoco tienen consenso en cuál es el criterio y qué gobiernos son definidos como progresistas, pero si bien los arriba mencionados están de acuerdo en que nos encontramos frente al fin del ciclo progresista, sus detractores no llegan a una denominación común del período histórico actual. Ángel Guerra[9] coincide con Alfredo Serrano Mancilla[10] en que la inflexión reside en la arremetida de la derecha, presentándose un “golpismo de derecha” y una “restauración conservadora”, mientras Katu Arkonada plantea la posibilidad de que nos encontremos frente a un “reflujo de la izquierda”.

 

Es indiscutible es que estamos ante un momento histórico en el cual se hace más urgente que nunca comenzar a mirar atrás sin dejar de avanzar, con la finalidad de fortalecer una caracterización de esta etapa de lucha regional contra el capitalismo. Se hace necesario comprender cómo ha sido el desenvolvimiento a lo largo de las últimas dos décadas de las luchas por alcanzar otra sociedad, teniendo como horizonte visualizar los retos ante los que nos enfrentamos[11]. La encrucijada ante la que nos podamos encontrar debe ser abordada desde el compromiso y no el pesimismo, sumando nuestros esfuerzos para evitar cualquier retroceso en los espacios ganados.

 

Aram Aharonian[12] nos recuerda que pronto se cumplirán 10 años desde que fue derrotada la propuesta del Área de Libre Comercio (ALCA), allá en Mar del Plata. Es buena oportunidad para preguntarnos ¿Qué habría sido de este continente si en el año 2005 no estuvieran gobernando Hugo Chávez, Nestor Kirchner y Lula Da Silva? La larga noche neoliberal quedó atrás ese día, cuando se consolidó una posición firme, que había empezado a manifestarse en la voz de un solitario Hugo Chávez unos años antes. Para algunos, los gobiernos progresistas en la región no han cambiado nada. Lo que si sabemos, es que de no ser por esos gobiernos mucho habría cambiado, no precisamente en la dirección que queremos.

 

Notas
[1] En la página web de Svampa encontramos varios: http://maristellasvampa.net/blog/?page_id=414
[2] Hacer balance del progresismo http://www.humanidadenred.org.ve/?p=916
[3] Entre sus publicaciones se encuentran Autonomías y emancipaciones (2007), Dispersar el poder (2009), Descolonizar el pensamiento crítico y las prácticas emancipatorias (2015).
[4] ¿El final del ciclo (que no hubo)? http://www.humanidadenred.org.ve/?p=904
[5] Hacer balance del progresismo http://www.humanidadenred.org.ve/?p=916
[6] La lulización de la izquierda latinoamericana http://www.eldiplo.org/notas-web/la-lulizacion-de-la-izquierda-latinoame...
[7] ¿Fin del ciclo progresista o reflujo del cambio de época en América Latina? 7 tesis para el debate http://www.humanidadenred.org.ve/?p=625
[8] Recomiendo la lectura del libro de Atilio Boron América Latina en la geopolítica del imperialismo (2012).
[9] El presunto “fin del ciclo progresista” http://www.humanidadenred.org.ve/?p=432
[10] Geopolítica de América latina: entre la esperanza y la restauración del desencanto http://www.humanidadenred.org.ve/?p=876
[11] En su artículo correspondiente a esta discusión Roger Landa desarrolla una caracterización que abre las puertas en este sentido http://www.humanidadenred.org.ve/?p=951
[12] Diagnosticadores de la capitulación http://www.humanidadenred.org.ve/?p=907

 

25/09/2015

http://www.humanidadenred.org.ve/?p=1049

 

https://www.alainet.org/es/articulo/172965
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS