Crisis económica en Estados Unidos

Una democracia en peligro

26/11/2008
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 438: América Latina en Movimiento No 438-439 06/02/2014

El triunfo democrático del presidente electo Barack Obama no sólo es resultado de la perspectiva del cambio del pueblo norteamericano afectado por la crisis más severa después de 1929 sino que representa para el resto de los países la esperanza del cambio de la política económica neoliberal que ha llevado al fracaso a gran parte de las economías latinoamericanas. Los Estados Unidos no sólo enfrentan la pérdida de una hegemonía a nivel internacional, resultado del arrogante uso de su poderío militar en Afganistán e Irak, sino también del fracaso de su poder monetario a través de la imposición del dólar durante el último siglo como el equivalente general internacional. Esta situación vuelve muy interesante el momento que estamos viviendo pues Estados Unidos definirá las pautas de un nuevo Bretton Woods 2 con el resto del Grupo de los 20 salvando las instituciones financieras en quiebra, profundizando la Ronda de Doha y rescatando la política fiscal a través del gasto público para reactivar su economía nacional.  ¿Cómo confluir los intereses de Wall Street con los votos otorgados por los consumidores norteamericanos y no poner en peligro la democracia?

Veamos algunos puntos que son muy importantes en el momento actual:

 1. En primer lugar, la tasa del desempleo en Estados Unidos ronda el 6.5 por ciento. La recesión se ha instalado en los países de la Unión Europea y las proyecciones del no crecimiento para Estados Unidos implican para el resto de las economías no sólo una desaceleración sino la instalación de un proceso de estancamiento con inflación.  Los países que han fincado sus modelos de crecimiento en la exportación sin recurrir a la formación de un mercado interno dinámico y con bienestar social ven en peligro no sólo el crecimiento económico nacional sino también la disminución de sus exportaciones y por tanto de sus divisas frente al desorden monetario internacional. Economías como las de América Latina, China y la India verán afectadas sus tasas de crecimiento profundamente.

2. El fantasma de la depresión recorre a los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Estos organismos,  fieles con los principios de la mano invisible y del libre mercado, están dispuestos a dar apoyos financieros a cambio de seguir los principios para los que fueron creados que son,  principalmente, aceitar la máquina para el interés de las grandes corporaciones y su extensión en todas las ramas de la economía. La experiencia de haber convivido con ellos es conocida por muchos de los países de la región latinoamericana lo cual impide implementar políticas de crecimiento endógeno a favor de las mayorías. No es casual, que el representante de Naciones Unidas haya estado en la reunión del G-20 quién ha mencionado que de no cumplirse los Retos del Milenio, la pobreza aumentará más de lo que era al principio del 2000.  Pero también la presencia del presidente del Foro de Estabilidad Financiera y del FMI invita al consenso de confluir los intereses de los organismos internacionales y los intereses de una democracia sustentable, social y justa.

3. El Plan de Rescate del Secretario del Tesoro, Henry Paulson,  por 700 mil millones de dólares ha puesto fin a cerca de 37 años de la  era Post Bretton Woods (1971-2008) donde la desregulación y liberalización financiera fueron el pilar de las reformas del Washington Consensus y de las reformas financieras que se profundizaron durante estos años. Días después de anunciado el Plan para rescatar los bancos,  las bolsas,  durante el resto de octubre y el mes de noviembre, han sido muy volátiles. La impresión de que van a mejorar los indicadores bursátiles y se van a recuperar las pérdidas significa una pura ilusión. Las pérdidas van en aumento y las acciones de compañías como General Motors han pasado en semanas de 90 dólares a 20 dólares sólo por poner un ejemplo. Hay ya signos de cierre de empresas y de disminución en las metas de producción.

4. Por su parte el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, observa que el peligro general que se avecina es la deflación y la contracción de la producción. La receta implementada durante los últimos meses de bajar las tasas de interés no han cumplido lo que los libros de texto garantizan: incentivar la economía real. Todo lo contrario. Por tanto, la política monetaria de recrear el crecimiento ha fracasado. El Banco Central tendrá que pasar de prestamista de última instancia a convertirse en empleador de última instancia. Un ejemplo de cómo sorteó la burbuja inmobiliaria que después se convirtió en crisis financiera es el caso de Japón. La tasa de interés cero no logró incentivar el crecimiento de la producción del país del sol naciente y perdió su hegemonía en el sudeste asiático y ha sido absorbida por la creciente producción de su vecino la China. 

5. Durante los últimos años se observa que el endeudamiento de las familias norteamericanas ha crecido al igual que el endeudamiento de las empresas. Los mecanismos de financiamiento a través de los instrumentos financieros,  resultado de la innovación financiera, hicieron posible la construcción no sólo de casas sino también de centros comerciales, fábricas, edificios de oficinas creando una infraestructura más allá de las necesidades reales de la economía. La euforia en el mercado de valores no se hizo esperar y crecieron las expectativas de ganancias tanto de los fondos de pensiones como de los fondos de inversión de alto riesgo, los llamados “hedge funds”. El interés por lograr grandes ganancias llegó incluso a los commodities que favorecieron en mucho a las economías de América Latina. Si bien, la euforia que incidió en grandes ganancias se empezó a desdibujar desde finales del 2006 con las primeras manifestaciones de incumplimiento de las hipotecas ya para principios de este año, la caída de los precios de las acciones, el derrumbe del valor de las casas ante la imposibilidad de seguir pagando las hipotecas ligadas a tasas subprime y el descenso del precio de muchos productos incidió en el ciclo económico en declive.

6. La innovación financiera creó innumerables instrumentos financieros que se fueron incrementando ante las tasas de interés bajas durante los noventa y la primera mitad de los años de la actual década.  Los intermediarios financieros no sólo especularon en estos nuevos instrumentos financieros. La Sopa de Letras representada en los CDOs y SIV, por mencionar sólo algunos ejemplos fueron la expresión de la creación de estos “nuevos” derivados llamados en su oportunidad derivados sintéticos. Hoy calificados como instrumentos tóxicos. Las cifras en derivados que tienen los inversionistas son inimaginables. El Informe OCC’s (2008) indica que los activos del J.P. Morgan sumaban,  a finales del segundo trimestre del presente año,  la cantidad de 1.38 billones de dólares y un total de derivados de 91.29 billones de dólares. Bank of América tenía 1.33 billones de dólares en activos y una cantidad de 39.67 billones de dólares en derivados. Citibank 1.23 billones de dólares en activos y 37.13 billones de dólares en derivados.
Seguían Wachovia Bank National, HSBC Bank USA, Wells Fargo, Bank of New York, State Street Bank & Trust Co., Suntrust Bank, PNC Bank National. La suma de estos últimos en activos era de 5.72 billones de dólares y un total de derivados de 179.40. El total de las operaciones fuera de balance representó tan sólo para los primeros diez bancos de los Estados Unidos la cantidad de 247.49 billones de dólares. Estos instrumentos es lo que conforman las finanzas estructuras y los llamados productos sintéticos que hoy en día se denominan productos tóxicos. Los productos que fueron calificados muy algo por las agencias calificadores como Moodys, Fitch y Standar & Poors.

7. A partir de los primeros síntomas de la crisis expresada en la caída de los precios de las casas el panorama es nada favorable. A ello siguieron las quiebras bancarias no sólo en Estados Unidos sino también en Europa. Los bancos más grandes y solventes compran los bancos con problemas en sus estados financieros. Las capitalizaciones de los bancos a través de los fondos soberanos ponen en riesgo incluso el control mayoritario de los bancos por parte de extranjeros.  Sin embargo, la fuerte demanda de dólares en todo el mundo ha obligado a la Reserva Federal a firmar acuerdos en las últimas semanas con varios bancos centrales para inyectar al mercado unos 290.000 millones en dólares. En el caso europeo, el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto a disposición del mercado -con distintos plazos de devolución- un total de 65.000 millones. Ni siquiera esas cantidades han servido para cubrir las necesidades del mercado: las entidades demandaban dólares por 80.000 millones. Los economistas de Citigroup atribuyen la escalada a una exposición mayor de la prevista de los bancos europeos a activos en dólares con problemas. El FMI calcula que la exposición directa e indirecta de los bancos europeos a las hipotecas subprime es nada más y nada menos que del 73% de la exposición de los propios bancos estadounidenses.  A juicio del Citi, la constante presión al alza de los tipos interbancarios en dólares y las inyecciones de liquidez de dólares del BCE, el del Reino Unido y el de Suiza revelan la elevada exposición de los bancos europeos en activos en esa divisa.

8. El fin de la banca de inversión rompe el paradigma de la economía de mercado. Desde mediados de septiembre circulaba en los diarios financieros el problema de las inversiones realizadas en derivados por los bancos de inversión en Estados Unidos y muy especialmente Lehman Brothers. Este banco, que se pensó sería rescatado por la Reserva Federal de los Estados Unidos porque ya había rescatado a Fannie Mae y Freddie Mac y a la compañía aseguradora AIG,  simplemente se lo dejó quebrar. A partir de ahí y ante la caída en los indicadores de las bolsas tanto de Asia, como de Europa y Estados Unidos, Henry  Paulson, Secretario del Tesoro, de los Estados Unidos,  presentó el rescate financiero por 700, 000 millones de dólares. Después de intensas negociaciones con los senadores el último fin de semana de septiembre, el lunes 29 el debate quedó suspendido. Ese día,  en cuestión de horas,  se perdieron 1.2 trillion dollars o sea 1.2 billones de dólares en la Bolsa de Nueva York. Posteriormente, a finales de esa semana se pensó que se restablecerían los mercados al aprobarse el Plan de Rescate de más de 400 páginas el 3 de octubre. Los mercados nuevamente volvieron a bajar. Al siguiente fin de semana, los líderes de los países europeos presentaron entonces rescates individualizados por país para salvar a sus bancos, sin embargo nuevamente volvieron a caer las bolsas el lunes 6 de octubre. En la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM) se presentó Bush a decir que no se permitiría la quiebra de ningún banco. En Europa y en Estados Unidos subieron incluso los seguros de las cuentas bancarias. En el transcurso de octubre la volatilidad se vuelve un diario acontecer. Por ejemplo, el lunes 13 de octubre las bolsas tuvieron un repunte histórico pero conforme se acercaba el fin de semana las bolsas se mostraron inquietantes. Se anuncia ya la necesidad de la nueva arquitectura financiera y del nuevo Bretton Woods que normalice a las instituciones financieras. La reunión del Grupo de los 20 traería esperanzas frustradas. Sin embargo, habría que preguntarse: el por qué de la incertidumbre y el por qué de la volatilidad en las bolsas y en los precios de los commodities.

9. La respuesta son las inversiones en derivados en que incurrieron los bancos comerciales, los bancos de inversión (que ya desparecieron), los fondos de pensiones y los llamados hedge funds y todos aquellos inversionistas financieros bancarios y no bancarios, los inversionistas instituciones que incurrieron en inversiones especulativas a través de estos instrumentos. No hay paquete y rescate que alcance para terminar con los productos tóxicos y con todo el proceso de titulización realizado por cerca de cuatro décadas. La euforia, el pánico, la recesión y la depresión son fases del ciclo económico que nos están acompañando en este momento. Por tanto, es importante explicar qué sucede y cuánto tiempo va a durar la crisis. En primer lugar, lo que hemos visto,  desde finales del 2006 y 2007,  es el tránsito de un período de “euforia” en los mercados financieros a meses donde el quiebre de grandes bancos y la necesidad de capitalizar son necesarios. Por tanto, la intervención del “prestamista de última instancia” mejor llamado Banco Central es inmediata y necesaria. Segundo, el 29 de septiembre fue el día de pánico hasta ahora el más importante en el desenvolvimiento de la crisis. Y, por último el Crack del 29 y sus enseñanzas para el 2009 son que existen tres elementos básicos: a) emerge de los Estados Unidos y no de la periferia del sistema capitalista; b) es el fin del colapso de una burbuja que ya se había manifestado en burbujas a lo largo del período 1971-2008; c) representa el colapso de la gran burbuja basada en las finanzas estructuradas cuya complejidad resulta del proceso de titulización.

10. Por último, sólo resta mencionar que el fantasma de la depresión ha orillado a las principales economías, el llamado G-20 se vio precisado a sentarse en Washington a discutir cómo destrabar los circuitos financieros. El dinero y su circulación son indispensables para el fortalecimiento del capital. No es casual que los bancos sean salvados por el banco central en los diferentes países. No es fortuito, tampoco  la participación del Estado nuevamente en la economía. No sorprende el comunicado de esta reunión donde la regulación, por un lado,  y la profundización de la Ronda de Doham por otro,  sean la alternativa para la crisis social no resuelta. No existe un programa de pleno empleo que reactive con bienestar social la economía.

Sin lugar a dudas  la economía norteamericana saldrá de la recesión y evitará a toda costa el fantasma de la depresión. Las enseñanzas de Keynes y de su pensamiento no se han hecho esperar. La política fiscal tendrá mucho que ver en la salida de la crisis. A diferencia de 1929, las lecciones que dejó en su momento la crisis hoy se pueden volver a retomar. “Hacer hoyos y volverlos a tapar”, significan que el Estado es muy necesario. Su intervención es importante no sólo para rescatar las instituciones sino a los deudores cuyos préstamos hipotecarios superan el precio de sus casas. Devolverle al consumidor la confianza es prioritario. Crear programas de pleno empleo para la gran masa de personas que diariamente deja sus casas por no poderlas pagar. Muchos de ellos pasan a depender de la solidaridad del seguro del desempleo y de la beneficencia social que son  prioritarios pero que no reactivan la economía.

El reto de la democracia y de Obama no sólo es salvar a las instituciones financieras sino salir adelante de la crisis social que enfrenta en estos momentos los Estados Unidos. Hoy por hoy, la reingeniería financiera realizada para capitalizar los bancos se debe usar para salvar a las familias y evitar mayores pérdidas sociales. Devolverle a los pensionados lo que han perdido con las minusvalías de sus pensiones. Millones de dólares perdidos en la economía financiera virtual requieren ser regresados a quiénes los trabajaron: los hombres y mujeres pensionados. Perder el sentido de la democracia pondría en peligro las bases del actual sistema económico.

- Alicia Girón, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas y tutora del Posgrado en Estudios Latinoamericanos y del Posgrado en Economía de la UNAM. Miembro de número de la Academia de Economía Política y la Academia de Ciencias en México. Fue integrante del Consejo Directivo de CLACSO.

https://www.alainet.org/es/articulo/134340

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Publicado en Revista: América Latina en Movimiento No 438-439

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