Enseñanzas del 4 de febrero

08/02/2008
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Tal y como lo habíamos concebido el sindicalismo colombiano participó en la concentración prevista por el intercambio humanitario y contra la guerra y el secuestro.

Miles de trabajadores concurrimos a esta cita, evidenciando el sentido de pertenencia con la Central y demostrando su compromiso con los ejes planteados, que posibilitaron un haz de voluntades con los compañeros del Polo Democrático Alternativo y con la Alcaldía de Bogotá, quienes se hicieron presentes solidarizándose con los secuestrados y expresando su apoyo al intercambio humanitario.

Desde las 10:00 de la mañana los trabajadores nos congregamos en la Plaza de Bolívar en Bogotá, agitando los símbolos sindicales, que le dieron un colorido democrático y diverso a una jornada que logró diferenciarnos del unanimismo intolerante y sentar las bases para seguir construyendo espacios de tolerancia hacia el intercambio humanitario.

A las 12:00 del día el sindicalismo lanzó al aire miles de globos multicolores, con la consigna contra el secuestro, la guerra y por el intercambio humanitario, simbolizando con ello, la continuidad de la tarea, el pluralismo que debemos tener para la concreción de ella y la tolerancia que necesitamos para auscultar caminos de reconciliación.

Mientras esto ocurría, un grupo importante de colombianos acompañaban a los familiares de los secuestrados en la Iglesia del Voto Nacional, un templo ligado a la historia de la paz colombiana, en donde los presentes en una diversidad expresiva de pluralidad de opiniones y solidaridad, además de rechazar el secuestro y la violencia, manifestaban el apoyo al intercambio humanitario y, ante todo, hacía causa común con los familiares de los secuestrados, que sienten la ausencia de los seres queridos.

También, millones de personas invadían literalmente las calles de Colombia, coreando la consigna: no más secuestros, no más mentiras, no más muerte, no más Farc. El número de manifestantes es incalculable y, por ello, quizá podamos afirmar que no tiene precedentes en la historia de la Nación.

Como enseñanzas podríamos plantear las siguientes:

a. De una marcha polarizante con unas consignas excluyentes, pasamos a una jornada plural en donde se victorearon consignas incluyentes, propugnando por canalizar las energías que en cada una de las acciones se expresaron.

b. Se demostró que Colombia es un país con una ciudadanía dinámica y madura, capaz de salir masivamente a la calle, demostrando que en la práctica la polarización se diluye por la pluralidad y la tolerancia.

c. Todas las manifestaciones rechazaron el secuestro y coincidieron en mayor o menor énfasis, con una solución definitiva a este flagelo.

Se visibilizó la lucha contra el secuestro, el rechazo a los crímenes de las FARC, de los paramilitares y de agentes del Estado. Esta coincidencia debe permitirnos caminos de entendimiento de tal manera que en próximas actividades, sin perder la percepción que se tenga sobre lo comentado, logremos avanzar hacia el intercambio humanitario

- Carlos A. Rodríguez Díaz es presidente de la Central Unitaria de Trabajadores
de Colombia, CUT

Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas
Corporación Viva la Ciudadanía.
www.vivalaciudadania.org
https://www.alainet.org/es/articulo/125615
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS