300, Hollywood y la guerra contra Irán

16/04/2007
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En ningún momento de la historia del mundo,
La mentira organizada se ha practicado con menos vergüenza,
o por lo menos, gracias a la tecnología moderna,
mas eficazmente o en una escala tan amplia,
que por los dictados políticos y económicos de este siglo.
Aldous Huxley


Del análisis de las noticias que trae la prensa mundial en estos días puede deducirse que es inminente una agresión armada de los EEUU en contra del pueblo de Irán. Sin embargo, la actual estrategia militar imperial de las elites que detentan el poder en ese país no se basa únicamente en el uso de su incontestable superioridad tecnológico-militar, antes bien, los teóricos de dicha estrategia han desarrollado un nuevo modelo de guerra psicológica y cultural a la que han denominado “Guerra de Cuarta Generación” (Fourth Generation Warfare).

Este modelo de guerra presenta como principal variable el control psicológico, el control de las mentes de los adversarios (que en el caso del actual proyecto de dominación imperial de los EEUU lo constituye el resto de la humanidad). Este modelo de guerra no es táctico, es estratégico, prepara y condiciona a la opinión pública (nacional o mundial) a favor de las acciones e intereses del imperio y en contra de las del adversario de turno.

En palabras de William Lind, uno de sus principales teóricos: “La guerra de cuarta generación pretende una movilización masiva de la población en un antagonismo integral contra el supuesto enemigo”.

Su objetivo es destruir o distorsionar todo elemento cultural, histórico o religioso que pueda obstruir o interferir con el establecimiento de un imperio mundial anglosajón liderado por los EEUU.

En este modelo de guerra el choque de civilizaciones del que habla Huntington es uno de los principales argumentos a esgrimir para justificar agresiones. La confrontación fundamental en este escenario de guerra es entre el occidente anglosajón liderado por los EEUU y secundado por las elites dominantes de Inglaterra, Australia, Canadá e Israel (estos últimos semitas integrados a este bloque por consideraciones religiosas, financieras y geoestratégicas) por un lado, y el resto de la humanidad por el otro.

En este tipo de escenario bélico los medios de transmisión masiva de información (cine, TV, radio, prensa) constituyen la principal arma, más poderosa e importante que escuadrones de aviones o flotas armadas. Según los postulados de la Escuela de Frankfurt, la industria cultural introduce en la conciencia del público maneras de ver, pensar, sentir y hacer la realidad que permiten colocar a la población en una situación de permeabilidad ante la manipulación.

Los venezolanos tenemos el dudoso privilegio de haber sido uno de los primeros pueblos en ser agredidos con este tipo de guerra tal y como ocurrió en los sucesos del golpe de Estado de abril del año 2002 y en los días de sabotaje petrolero y la huelga patronal de finales de ese mismo año y principios del 2003.

Visto lo anterior, podemos preguntarnos: ¿Será obra de la casualidad que precisamente cuando todo indica que es inminente una agresión armada del imperio usamericano en contra del pueblo de Irán, Hollywood (quizás la mayor y más poderosa división de esta maquinaria de guerra) estrene con bombos y platillos a nivel mundial la película 300, cuya trama trata sobre la batalla de las Termópilas entre griegos (creadores de la cultura occidental) y persas (antepasados de los actuales iraníes)?

La manipulación ideológica y los estereotipos racistas inundan cada milímetro de este film; en él, griegos rubios de ojos azules (bastante alejados fenotípicamente del tipo mediterráneo al que pertenecían los espartanos) que hablan de “democracia” y “libertad” se enfrentan heroicamente a hordas de repulsivos persas de tez oscura (a pesar de ser arios) que lucen turbantes indios.

Leónidas el Rey espartano encarna todos los valores actuales de la derecha fundamentalista neocon usamericana: militarismo a ultranza, defensa feroz de la patria, intolerancia hacia lo extranjero o diferente, misoginia exacerbada. Por el contrario, la representación que hace el film del Rey persa Jerjes y sus tropas es una oda a los inconmovibles estereotipos, clichés y perjuicios que la industria cultural usamericana ha creado sobre los pueblos del medio oriente: homosexualidad, degeneración, perversiones, fanatismo, autoritarismo, politeísmo, etc. Hay que acotar acá que la sociedad espartana si promovía la practica generalizada de la homosexualidad entre sus varones mientras que la sociedad persa abominaba de tal costumbre, y en cuanto al politeísmo, los persas desde la época de Zaratustra eran firmemente monoteístas al contrario de los griegos cuyo Olimpo tenía Dioses para todos los gustos y temas.

A lo largo y ancho de la cinta una voz en off (Dilos) promociona al militarismo más protofacista imaginable como el medio a través del cual los hombres obtienen y conservan su libertad y hacen que el bien triunfe sobre el mal, exactamente el núcleo duro del discurso estadounidense post 11 de septiembre.

Los éforos (sacerdotes) son presentados en forma inexplicable como seres deformes y repugnantes (al igual que el traidor Efialtes) pues se debe recordar que los espartanos practicaban la eugenesia (infanticidio) en todos aquellos recién nacidos que presentaban alguna deformidad. Pareciera que uno de los objetivos del film es el de presentar como seres repugnantes, aborrecibles y traidores a todos aquellos que se opongan a la guerra, sean estos éforos, activistas e intelectuales estadounidenses por la paz, miembros de las naciones unidas opuestos al belicismo imperial usamericano o gobiernos independientes y soberanos con posiciones críticas frente a ese tipo de conducta.

En honor a la verdad quienes encarnan hoy el espíritu y los valores de las Termópilas son los miembros de la resistencia iraquí, quienes bravamente defienden su patria de un ejército cien veces superior en tamaño y poder, sin retroceder un paso.

El espíritu de Leónidas se encuentra hoy en los pechos de sus antiguos contrincantes. Los persas de hoy se aprestan a defender su patria con las mismas convicciones y determinación que lo hicieron los espartanos hace 2.500 años……y seguro es que no pasarán!!

- Joel Sangronis Padrón es profesor de la Universidad Nacional Experimental Rafael Maria Baralt (UNERMB), Venezuela.
https://www.alainet.org/es/articulo/120576
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