Día de la Tierra: Urgen acciones para detener la degradación de la naturaleza de Guatemala

21/04/2005
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Ecologistas de Trópico Verde y MadreSelva advierten que actualmente la vida de los guatemaltecos ya está seriamente amenazada por la depredación de la naturaleza, por lo que exigen a las autoridades ambientales acciones urgentes. "La destrucción del bosque, la contaminación de las fuentes de agua y el modelo de desarrollo económico amenazan el bienestar de la población de Guatemala. El riesgo en que se está poniendo la vida de miles de personas y el patrimonio natural del país es un escándalo que debe ser conocido públicamente y se debe parar de inmediato", declaró Magali Rey-Rosa del Colectivo Madreselva. Una evaluación conjunta recién finalizada por MadreSelva y Trópico Verde muestra que la deforestación ha impactado más de una tercera parte de las áreas protegidas de Guatemala, en donde se han quedado relegados los últimos bosques del país. Por otra parte, la contaminación del agua alcanza a más del 80% de los lagos y ríos guatemaltecos, que en los últimos 10 años han sido degradados de manera creciente. "Tanto el bosque como el agua tienen relación entre sí, y son vitales para la población. Además, el ritmo de destrucción actual, que ya es extremadamente grave, amenaza con volverse irreversible de ponerse en práctica los planes de explotación minera en Guatemala", aseguró Carlos Albacete, portavoz de Trópico Verde. "Si el Gobierno no actúa con decisión y pone un alto inmediato a estos planes y a la destrucción de la naturaleza, las condiciones de miseria en que hoy está buena parte de la población podrían llegar a generalizarse y a causar serios conflictos sociales", afirmó el ambientalista. La evaluación realizada por ambas organizaciones prevé que con los ritmos actuales de deforestación e incendios, en 15 años Guatemala podría haber perdido más del 60 % de sus bosques, lo que repercutiría negativamente en la generación de agua potable. La contaminación de ríos y lagos, unida a la escasa generación del vital líquido podrían suponer el detonante de disturbios en la población por el control de los últimos recursos, "lo que en cierta medida ya está sucediendo en los lugares en donde las áreas naturales han sido reducidas a su mínima expresión como la Costa Sur", concluyen los ambientalistas. "El Día de la Tierra es el momento ideal para que las autoridades de Gobierno y la Sociedad Guatemalteca recapaciten y propongan medidas drásticas con metas y plazos concretos. Es urgente detener la tala inmoderada y la usurpación que está sufriendo la Reserva de la Biosfera Maya, que hoy están en grave riesgo de desaparecer", afirma Albacete. "La naturaleza no es un bien negociable, y el 22 de abril no debe quedarse en mera propaganda sin acción. La sociedad guatemalteca exige medidas drásticas porque su vida futura está en riesgo", concluyó Rey-Rosa. CIUDAD DE GUATEMALA, 22 de abril de 2005
https://www.alainet.org/es/articulo/111812
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