El desafio de luchar juntos...

26/06/2003
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Deseo compartirles que antes de venir acá, almorzaba con unos hermanos de la iglesia y ellos me preguntaban si iba a venir con falda a esta reunión porque consideraban extraño que me estuvieron invitando los de Entre Amigos y ¡ya por segunda vez! En mis adentros reflexionaba como esta reunión tiene un carácter subversivo, es todavía muy controversial, y es muy importante este hecho. Estoy aquí con ustedes, en este encuentro donde jóvenes gay van a atreverse a contar su historia, porque considero que es importante acompañarlos, establecer puentes, compartir experiencias de lucha, y porque entiendo que mi responsabilidad como pastor es acompañar a los que sufren y a los que luchan. Y ustedes como Comunidad Gay sufren discriminación de esta sociedad homofóbica y se encuentran luchando y eso lo respeto mucho. La lucha por la justicia es el llamado básico de Jesús de Nazaret y hombres y mujeres en este país vivimos en una sociedad caracterizada por la violencia, el autoritarismo, la exclusión y la opresión. Y esto sucede en nuestras familias, iglesias, escuelas, hospitales, oficinas y talleres. Y debemos de transformar esta sociedad. Ese es nuestro compromiso como Comunidades de Fe y Vida, construir una sociedad justa, tolerante, democrática. En ese esfuerzo tenemos el desafió de luchar juntos... He escuchado con mucha atención los diversos testimonios. Hay cuatro elementos principales sobre los que voy a comentar. Se trata del miedo, de la identidad, del dolor y de la aceptación. Estas son experiencias con las cuales podemos identificarnos porque las hemos vivido y las seguimos viviendo como pueblo salvadoreño. Cuando Israel nos relata su experiencia como joven bisexual y "el miedo de contar sus cosas" y el temor a que su familia se entere y la angustia de vivir en este drama, pienso como este es un país que siempre ha vivido en el miedo, antes por pensar de manera diferente lo mataban a uno, y había que esconderse, se vivía bajo el miedo de la represión, de las capturas, de los interrogatorios con torturas, conocemos la experiencia del miedo. En este país la gente todavía tiene miedo del castigo por pensar diferente, tanto en la sociedad como en la familia. Nuestro amigo Israel tiene que ocultar su identidad con su familia, con la gente que más quiere, nos confiesa "yo asumo que mi familia no sabe." Y esto influye sobre su identidad. Vivimos en una sociedad homo fóbica, represiva, autoritaria. Nuestra misma identidad como nación es una identidad quebrada, golpeada, mutilada, oculta. La invasión militar española de 1524 y la ocupación colonial por trescientos años nos afectó fuertemente. Necesitamos reconocernos como personas en la familia y en la sociedad. Podemos identificarnos con el dolor de Denisse y su experiencia transexual. El dolor y el sufrimiento es una experiencia que hemos vivido y seguimos viviendo. Conocemos el dolor de la madre a la que le asesinaron a sus hijos, el dolor de la separación familiar porque hay que irse a buscar trabajo a los Estados Unidos, el dolor de sentirse destruido por las drogas. Nuestro pueblo lucha desde el dolor y el sufrimiento. Y sigue adelante, como Denisse. Comprendemos a Laura cuando nos comparte que su familia al final terminó aceptándola tal cual es, como una mujer que le gustan las mujeres. No alegra que la busquen para ser madrina. Al final el amor es tan poderoso que rompe las barreras culturales y las estructuras patriarcales. El amor nos permite ver con ojos de tolerancia y sentir con un corazón solidario. Agradecemos a Erik por su testimonio. Es difícil el proceso que ustedes llaman salir del closet o del armario. Implica una ruptura: "mi mamá se puso a llorar cuando lo supo." Hay todavía muchos jóvenes que son amenazados, golpeados, encerrados en sus casas o expulsados de sus casas por ser homosexuales y los condenan a la prostitución, a tirarse a las calles para ganarse el pan con sus cuerpos. Esta es la cruda realidad de muchos jóvenes y nos corresponde denunciarla. Estos son mis comentarios. Yo soy heterosexual pero me siento comprometido con ustedes. Juntos compartimos una misma lucha por la justicia, para transformar este país y construir una sociedad que sea tolerante y justa. Para eso tenemos que luchar contra las minorías que controlan nuestro país y lo tiene hundido en la miseria y a exclusión. Estoy seguro que nos encontraremos en esa misma lucha. Gracias. * Comentario de Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana, en Panel Foro "Jóvenes Gays se atreven a contar su historia"organizado el pasado 27 de junio del 2003, por la Comisión de Derechos Humanos "Entre Amigos" San Salvador.
https://www.alainet.org/es/articulo/107785
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