Los movimientos populares en oposición a la minería con cianuro
¿Más valor que el oro?
01/01/2001
- Opinión
Resumen: Este trabajo (realizado para el Seminario de
comunicación y cultura) es un desarrollo analítico desde el punto
de vista cultural y comunicacional de un caso particular, donde
convergen diferentes actores sociales, tradiciones, formas y
pautas culturales en torno a un problema minero con procesamiento
de cianuro, y la posible instalación de minas en proximidades de
la ciudad de Esquel; lo que consecuentemente provocaría graves
impactos ambientales y sociales. Además en el transcurso del
análisis se reflejan características de otros movimientos de
protesta ocurridos en otras partes de Latinoamérica. En lo
referente a la comunicación, se explora un espacio urbano donde
la expresión espontánea exige repensar un emisor colectivo
híbrido y mestizo; excediendo una simple y directa vinculación
del término comunicación con los medios masivos.
Palabras Claves:
*movimiento popular: Este concepto es importante desde el punto
de vista de la conformación (hibridación y mestizaje), la
expresión y el accionar integral del movimiento popular. En este
proceso se aprecia el fortalecimiento de la sociedad civil y la
necesidad de involucrarse en la toma de decisiones de la
comunidad.
*lugar: Conceptualizado por I. Altman, y retomado en este
trabajo, el concepto tiene un valor fundamental porque desde el
significado que los diferentes actores sociales le asignaron al
lugar, luego se trazo una acción en una o en otra dirección.
*poder: El poder esta en el centro de la problemática y la
constante negociación entre las partes evidencian diferentes
formas de poder, desde el coercitivo, el simbólico y el
económico.
*trabajo: Este concepto aparece como esencial al tratar este
problema geopolítico, pues entorno a una propuesta laboral la
empresa minera buscó relacionar de manera directa e inmediata la
idea de desarrollo, pretendiendo provocar la adhesión popular al
proyecto.
Introducción: El panorama
El fenómeno de la minería en países sudamericanos, especialmente
en Argentina y Chile ha sido un tópico que ocupó un importante
lugar en las agendas políticas de los años 90. El \"Tratado de
Integración y Complementación Minera Argentino-Chileno\", aprobado
por el senado argentino el 29 de Diciembre de 1997, compromete el
aprovechamiento conjunto de los recursos mineros a toda la zona
fronteriza desde Antofagasta (norte de Chile) hasta el sur de la
provincia de Santa Cruz, donde además se asientan gran cantidad
de Parques Nacionales, Reservas Ecológicas, Áreas Protegidas y
zonas turísticas. El Tratado permitió a los inversionistas (en su
mayoría, norteamericanos, canadienses y australianos) la
exploración y explotación de los recursos mineros y el uso de
recursos naturales para ello, sin ningún tipo de restricción,
incluyendo el permiso de hacerlo a cielo abierto. Este hecho
provoca la preocupación por los impactos de éstas actividades
sobre el medioambiente en los que se basa el desarrollo de
actividades como el turismo, la agricultura y la ganadería.
Además los emprendimientos mineros requieren ser emplazados en un
determinado sitio, lo que genera un conflicto si se trata de
territorios empleados o reclamados por la comunidad, no solo por
su localización sino también por los efectos que conlleva sobre
los modos de vida, las tradiciones, valores y costumbres de
poblaciones enteras.
El proyecto de exploración-explotación de oro y plata propuesto
en Esquel está emplazado a 7 kilómetros del centro de la ciudad y
la técnica a emplear es la lixiviación de cianuro, un compuesto
químico altamente tóxico y prohibido para este uso en el estado
de Montana (Estados Unidos) a través de una consulta popular el 3
de noviembre de 1998, en Costa Rica el 12 de junio de 2002, en la
Republica Checa en el año 2000 y también en otros países como
Turquía y Grecia.
La minería es una actividad con una vida útil limitada. El cierre
puede ocurrir cuando se agote el mineral buscado o por cuestiones
económicas ajenas a la comunidad que dejan de hacer redituable el
emprendimiento. Este cierre es el comienzo de una etapa de
problemas ambientales con los que se convivirá para siempre ya
que los desperdicios perdurarán en las rocas, el agua y el aire.
Asimismo de las consecuencias sociales que pueden tener en el
corto, mediano y largo plazo.
En octubre del año 2002 la empresa Meridian Gold presentó el
informe de Impacto Ambiental, tercera aprobación necesaria (para
la explotación); documento que despertó la reacción de técnicos y
ambientalistas de la región, quienes procuraron transmitir
información realmente independiente desde una perspectiva
ambiental más amplia. Desde esos sectores se comenzó a informar
a la población (de aproximadamente 30 mil habitantes), que hasta
el momento había sido mantenida ajena a las discusiones; mientras
el proyecto de exploración ya estaba en marcha y la empresa
canadiense buscaba la aprobación para iniciar a principios de
enero de 2003 la etapa de explotación, mediante este informe
ambiental. Es en este contexto y ante esta preocupación surge la
movilización de los vecinos autoconvocados de Esquel, en la
provincia del Chubut, contra el proyecto de la empresa canadiense
Meridian Gold y este movimiento ha permitido echar luz sobre
éste y otros proyectos de extracción de oro que pretenden
desarrollarse en la región de la cordillera de los Andes. Dentro
de este marco crítico se ubica el fuerte cuestionamiento al
informe ambiental presentado por la minera. Informe donde
\"…existen numerosos aspectos que no están definidos…lo que hace
imposible predecir los impactos específicos de los métodos a
emplear, se nota al respecto, un alto grado de improvisación\",
según dijo la Lic. Verónica Odriozola, coordinadora de la Campaña
Tóxicos de Greenpeace Argentina.
El giro que se daba por este entonces fue rotundo. Ahora
correspondía establecerse en la comunidad un amplio debate sobre
el tipo de desarrollo deseado, y si este debía basarse en la
minería o en actividades tradicionales de menores impactos
ambientales.
En este trabajo se hará hincapié en dos aspectos; primero,
referido a lo que existe detrás del avance minero ¿Qué es lo que
se transformará de fondo si este proyecto se concreta?, y luego
respecto a la oposición popular, el movimiento popular conformado
y su expresión.
A la zaga de los avances mineros existe una reformulación; la de
tiempos y espacios
Detrás del dorado sueño del oro y la seducción del capital
neoliberal, se negocia entre la lógica mercantil y la demanda
popular. Al buscar en la profundidad del fenómeno se advierte un
conjunto de cambios, transformaciones y reconceptualizaciones.
Entre los cambios mas notorios puede percibirse lo referido a la
idea de sentido de tiempo y espacio, a partir de los cuales, como
afirma David Harvey, pudiéramos definir las distintas
concepciones y percepciones humanas.
En este fenómeno por el que la comunidad chubutense transitaba,
no se debía pensar tanto en la diferencia entre lo objetivo y lo
subjetivo, sino más bien como sostiene Harvey, se trataría de la
necesidad de reconocer las múltiples cualidades objetivas que el
tiempo y el espacio pueden expresar y el rol de las prácticas
humanas en su construcción.
La propuesta de la empresa minera alude a una nueva forma de
reproducción social, no sé si rotunda, pero si al menos se puede
afirmar que modificaría las formas actuales; lo que asegura esto
es que los procesos materiales se trastocarían y al mismo tiempo,
los significados de espacio y tiempo ligados a éstos procesos.
Este panorama resulta importante poder analizarlo, pues contiene
consecuencias materiales para el ordenamiento de la vida diaria y
la forma en que interpretamos el mundo y cómo nos desenvolvemos
en él.
El hecho de que concepciones del tiempo y el espacio se vinculen
tan de cerca al trabajo, ha puesto este concepto en el centro de
las discusiones y de parte de la empresa multinacional se ha
realizado una estetizacion de la política en torno a éste
concepto utilizándolo como figura, pues se ha buscado la adhesión
al programa del progreso social y económico bajo este tópico: el
del trabajo. Además de la importancia que el concepto conlleva en
un contexto de altos niveles de desocupación.
Harvey en concordancia con este argumento, afirma que \"… la forma
más clara que asume el problema geopolítico, es el
desplazamiento del énfasis: desde el cambio histórico hacia las
culturas y destinos nacionales, que hacen chisporrotear
conflictos geográficos entre diferentes espacios de la economía
mundial\". Desde esta afirmación, el conflicto esquelense puede
categorizarse como un problema geopolítico, donde las relaciones
entre elementos naturales, en este caso la riqueza mineral, y la
política de los Estados entran en tensión. En América Latina la
crisis de las economías nacionales con menores resistencias
administrativas y sociales se combinan peligrosamente con las
agresivas estrategias de penetración que despliegan las grandes
corporaciones mineras.
En este contexto, es cuando preocupa el régimen legal impulsado
por el gobierno del ex -presidente Carlos Menem que fomentó las
inversiones extranjeras para extraer minerales mediante
exenciones impositivas de todo tipo, sumado a la devaluación del
peso y el alza del valor internacional del oro con lixiviación de
cianuro. En total, alrededor de 70 países han modificado su
legislación minera para atraer inversiones extranjeras,
incluyendo los establecimientos de incentivos y reducción de
impuestos (Instituto Panos, 1996). En el caso de la Argentina, lo
hizo a través de créditos otorgados por el Banco Mundial.
Harvey agrega que \"...los conflictos geopolíticos invariablemente
implican una cierta estetización de la política, donde la
apelación a la mitología del lugar y de las personas juega un
papel importante\". Ejemplo de ello, en Esquel, días antes del
plebiscito no vinculante acordado para el 23 de Marzo de 2003, la
poderosa empresa minera distribuyó casa por casa un folleto
tríptico de tamaño A4, color, de muy buena calidad gráfica, donde
se valoraba el lugar y lo importante de su cuidado, el desarrollo
y el trabajo como su principal motor impulsor, y las relaciones
humanas, aún las afectivas como los vínculos de amistad. Todas
estas temáticas tratadas con una constante apelación al valor de
la dignidad humana vinculada al trabajo. Harvey respecto a estos
conflictos geopolíticos, afirma:\"...a menudo son sumamente
destructivos, y no pueden ser considerados como un mero
accidente...debe tomarse con seriedad la estetizacion de la
política que acompaña a este giro geopolítico...\".
Entonces a partir de reconocer esta problemática como geopolítica
es que se intentará ver como es la configuración de los
movimientos opositores, que ante esta realidad parecen ser el
único impedimento de esta lógica transnacional.
El comienzo del movimiento popular esquelense
En noventa y siete años de vida, la comunidad esquelense nunca
había vivido una situación similar. Comienza el movimiento
popular en Esquel y se puede sostener que la gran disyuntiva es
por el \"SI\" o por el \"NO\", ante esta propuesta minera. Lo más
apropiado desde esta faceta analítica cercana a lo comunicativo y
lo cultural seria colocar la observación sobre los grupos
movilizados por el \"NO a la mina\". Esta perspectiva se justifica
desde dos puntos de vista; por una parte, debido a la cantidad de
personas movilizadas de forma espontánea y la diversidad de
grupos apreciada en el interior del movimiento, por otro; la red
comunicativa que configuró este sector de la población.
Estaba en juego la identidad local, este tema tan importante,
se tornaría central para legitimar una serie de acciones para
preservar o para cambiar, en definitiva, es el impulsar la
democratización de la toma de decisiones que afectan a la
comunidad (asunto que se expresaría con el 81% que dijo \"NO\" el
23 de marzo del año 2003, en plebiscito no vinculante, -el
primero que se realizaba en el país luego de la ultima Reforma
Constitucional-).
El problema está latente y parece próximo, pero al mismo tiempo,
en la recién conformada agrupación de vecinos autoconvocados
aumenta la conciencia vecinal de los derechos a involucrarse en
el destino de la ciudad.
El comienzo de las acciones llevados adelante por este grupo de
vecinos (profesionales universitarios, maestros de distintos
niveles y vecinos provenientes de distintos sectores de la
comunidad) consta de reuniones en escuelas públicas, donde se
debate acerca de los impactos del proyecto minero y las medidas a
tomarse para hacer llegar al resto la población la información
referidas a estas empresas y sus anteriores desempeños en otros
lugares del mundo donde se sufrieron diferentes problemas, tanto
ambientales como sociales. Además se busca la versión de los más
diversos especialistas para trazar una referencia clara, y al
mismo tiempo legitimar esta \"otra\" campana., ésta que mostraba la
cara oculta de una sólida e imponente empresa multinacional.
Se fortalece la sociedad civil, la misma población valora su
capacidad de organización para resolver y enfrentar problemas
comunes; y poco a poco se conforma un importante espacio de
participación social. En este sentido, Safa sostiene, las
organizaciones vecinales se han revitalizado ante una ciudad en
crisis, porque se ha puesto en entredicho un modelo de desarrollo
urbano, que favorece a las grandes empresas e intereses
económicos particulares a costa de los intereses de la población.
Entonces ante este estado de realidad cabe preguntarse: ¿Quiénes
conforman los movimientos populares de oposición?, ¿qué es lo que
los impulsa a oponerse, incluso a sus propios vecinos y decir
\"NO\"? ¿qué aspectos son recurrentes entre estos grupos
opositores?
Los medios masivos y la comunicación
Los medios masivos de comunicación locales, que en el comienzo de
la irrupción de la corporación Meridian Gold en el contexto
esquelense parecían tener una posición más cercana al
verticalismo y la difusión de los eventuales \"progresos\" en la
ciudad, sobretodo lo vinculado a la cantidad de puestos laborales
y el consecuente bienestar económico, pero paulatinamente
comienzan a escuchar las versiones más radicales al respecto,
aquellas que se referían a la calidad de vida, el desarrollo
sustentable, el cuidado del medio ambiente y las consecuencias
sociales, no del todo felices, de un proyecto pactado a diez
años. Entonces, ante el espontáneo surgimiento de una fuerte
oposición en la ciudad comienza a restituirse el sentido de
lugar y los medios comienzan a advertirlo.
Pero, ¿qué es un lugar? Irwin Altman considera que un espacio se
convierte en lugar cuando adquiere significado, y Safa agrega,
que las personas se vinculan a los lugares gracias a los procesos
simbólicos y afectivos que permiten la construcción de lazos y
sentimientos de pertenencia. El lugar, en este sentido, se opone
a espacio, como categoría abstracta.
Desde este reposicionamiento los medios empiezan a hacerse eco de
la reorganización del espacio público. Las acciones comunicativas
empleadas por los autoconvocados en un principio puede
catalogársela dentro de sistemas más bien tradicionales, ya que
se trataba de comunicación interpersonal cara a cara con
reuniones en las escuelas escuchando las distintas voces y
posturas del tema y los medios empleados son algunos folletos
blanco y negro que circulaban de vecino a vecino. Pero el
respaldo de los medios con los sucesivos informes que desde
Esquel llegaban a canales televisivos de Buenos Aires trazó una
red comunicativa importante; el fenómeno de la minería a cielo
abierto con procesamiento de cianuro en la cordillera chubutense,
adquiría visibilidad pública.
El sentido de lo urbano, dice Néstor García Canclini, se
restituye y lo masivo deja de ser un sistema vertical de
difusión, para convertirse en expresión amplificada de los
poderes locales.
Comunicación, cultura y los movimientos sociales
Martin Barbero hace referencia a los actuales estudios acerca de
la comunicación y llama la atención sobre los cambios de
paradigma que se han dado en las distintas etapas del fenómeno
comunicativo. Por ello sostiene que los procesos sociales de
América Latina son los que nos están cambiando el \"objeto\" de
estudio a los investigadores de comunicación. Es por esto, que la
anterior referencia a los medios masivos de comunicación de
Esquel, no puede enmarcársela en un paradigma explicativo cerrado
al aspecto contextual, como lo propondría la Teoría Matemática de
la Información, o algún modelo psicológico conductista del estilo
omnipotente y omnipresente. Al contrario, lo que se sostiene es
que los medios masivos de comunicación se hacen eco de un
movimiento popular y su expresión para luego ser amplificada. Lo
que explica que la comunicación masiva está en situación muy
cercana a los grupos movilizados, y que lo sostenido por Jesús
Martin Barbero respecto a los cambios de paradigma se aplica a
fenómenos recientes y próximos.
Profundizando en este nuevo panorama que plantea este autor, se
advierte la fuerte ligazón de los medios a los conceptos de
cultura y movimientos sociales, y es desde esta nueva posición
desde donde la comunicación debe interpretársela, para poder
comprender esa red comunicativa tejida para luchar y defender una
identidad local propia ante la lógica transnacional -y podría
decirse nacional también- planteada, para ésta como para otras
localidades en similares condiciones. Por eso es tan
significativo y vital analizar este caso de oposición, lo que
convierte a los vecinos autoconvocados de Esquel y su accionar,
en caso piloto y piedra angular de lucha contra los proyectos
mineros de inversión en el país.
Ante el desamparo político en los niveles nacionales,
provinciales y municipales, y la arremetida del poder económico
transnacional, surge el redescubrimiento de lo popular, tal como
lo manifiesta Barbero, \"el nuevo sentido de esa noción cobra hoy
revalorización de las articulaciones y mediaciones de la sociedad
civil, sentido social de los conflictos más allá de su
formulación y sintetización política, reconocimiento de
experiencias colectivas no encuadradas en formas partidarias\".
Es en éstas circunstancias donde los conceptos de sujeto y de
poder se tornan vitales para comenzar la búsqueda de una
comprensión de ésta nueva configuración social. La concepción de
sujetos políticos que se convierten en actores activos ante el
desamparo institucional, y al mismo tiempo, las relaciones de
poder que se establecen en el interior de estos movimientos, por
una parte; y en relación con las demás instituciones y
organismos sociales, por otra. Las relaciones de poder de los
movimientos populares es producto de un conflicto concreto, como
sostiene Barbero, \"… de batallas que se libran en el campo
económico y en el terreno de lo simbólico\". Los actores sociales
que intervienen en esta lucha social son diversos y sustentan
relaciones de poder desiguales entre ellos.
La experiencia de esos actores regionales en oposición
vinculándose en un contexto conflictivo de resistencia, lleva a
preguntarnos si ¿este caso es fiel reflejo de otros tantos casos
similares ocurridos en otras partes de América Latina, desde el
punto de vista de su surgimiento, su constitución y su
expresión?
Este cuestionamiento nos conduce a ver la comunicación como
flujo que circula entre las tramas de este fenómeno, y no
tengamos que remitirnos exclusivamente a la red tecnológica que
trazaron los medios de comunicación, porque de esa manera se
estaría limitando el problema comunicativo, que es más profundo y
más amplio. La transformación social, y de alguna manera cultural
que se hizo explícita en Esquel en torno al tema de la minería no
debe ser observado como efecto de innovaciones tecnológicas; sino
vinculándoselo a los aspectos culturales y analizando el interior
de los movimientos populares y su constitución. Ese es el centro
de la problemática aquí planteada, y es de alguna manera una
forma de reconocer un emisor colectivo nuevo, que se constituye
de manera compleja.
Los grupos y las movilizaciones
Por las calles de la ciudad, las marchas de los autoconvocados
crecían cada vez más, a los primeros vecinos, ahora se le sumaban
organizaciones civiles de otras localidades vecinas e incluso
procedentes de poblaciones chilenas. Otra agrupación que se
involucró en este movimiento fueron los grupos indigenistas
mapuche tehuelches, adhiriendo al \"No a la mina\" y en el marco de
su incesante y justa búsqueda de recuperación de sus tierras.
Al mismo tiempo, sería inapropiado sostener que ante esta
problemática se movilizó la totalidad de la población; es
imposible totalizar este tipo de fenómenos. Quizás por miedo, por
desconocimiento o por el hecho de sorprenderse ante grupos
movilizados en las calles aparentemente contra una simple y
salvadora propuesta laboral a muchos les parecía ilógico unirse;
y ante el análisis de este grupo de vecinos autoconvocados cabe
hablar de fragmentos. Pero también hay que rescatar, que hablar
de popular tampoco es concebido como algo inmediatamente
distinguible por la nitidez de sus rasgos, ni tampoco por la
identificación de lo popular con la resistencia intrínseca,
espontánea, que lo subalterno opondría a lo hegemónico. La nueva
percepción de lo popular en cuanto trama, dice Barbero, seria más
bien, un entrelazamiento de sumisiones y resistencias, de
impugnaciones y complicidades. Ante la pregunta: ¿por qué no
participó la totalidad de la comunidad?, parece apropiada la
explicación de Carlos Monsivais, cuando en estudios realizados
acerca de las transformaciones fundamentales sufridas por lo
popular urbano en México, llama la atención sobre la dinámica de
los usos: \"La manera y los métodos en que colectividades sin
poder político ni representación social asimilan los
ofrecimientos a su alcance\". En este caso los vecinos
autoconvocados por el \"No\" en Esquel, se puede afirmar que
persisten en su posición opositora, al cabo de una amplia campaña
nacional despolitizadora llevada adelante contra la sociedad
civil, pero estos modos despolitizadores de proceder no han
logrado manejar, ni manipular la producción de sentidos, los
modos de apropiación y de conducta. Al surgir nuevos espacios de
participación social construidos progresivamente, como el caso de
estos vecinos autoconvocados; esos lugares es donde se juega la
internalizaciòn y la comprensión que los actores sociales
realizan evaluando el contexto en el que se desempeñan, trazando
un valor y una actitud manifiesta en concordancia.
Pensar en las culturas locales, como es este caso, no puede
transitar por el camino de las convergencias, lo compartido, lo
homogéneo y la no diferenciación; como tampoco puede seguirse
desde la otra perspectiva, más preocupada por vincular los
procesos sociales a los territorios, reconocidos por sus
características físicas y su diferencia con otros, con limites y
fronteras claras, con un nombre y un referente colectivo. Lo más
congruente sería pensar lo local como espacio de negociación de
identidades y de status en un contexto de fuertes desigualdades y
diferenciaciones sociales que caracterizan a las sociedades
contemporáneas. Siguiendo a Patricia Safa, es una necesidad
pensar lo local no solo desde adentro, sino como parte de
procesos sociales más amplios Se puede afirmar que en lo local se
articulan distintos niveles de realidad y donde interactúan
diferentes actores implicados, en la delimitación y apropiación
de ese territorio con intereses e intenciones no solo distintas
acaso también, como es en este caso, contradictorios o en
tensión. Esto en parte, traza una comprensión en términos de la
pregunta que hacia referencia a por qué algunos dicen \"SI\" y
otros \"NO\". Los posicionamientos y los reposicionamientos que
tomaron los políticos, los empresarios locales y el conjunto de
la comunidad, a lo largo de este proyecto minero, que aún no
concluye, demuestra que los lugares, parafraseando a Altman; no
significan lo mismo para las personas, y por ello no les sirven
de la misma manera.
Pertinente resulta lo sostenido por Safa respecto a las
identidades locales, cuando menciona que éstas si bien se basan
en delimitaciones geopolíticas históricas conformadas –barrios,
pueblos, delegaciones-; son sobretodo el resultado de un proceso
de construcción social y cultural.
Para finalizar con este apartado, lo interesante para destacar es
la manera como el sentido de la identidad local, en el caso
Esquel ha sido revitalizado y su continuo crecimiento en términos
de importancia como proceso social amplio para enfrentar
problemas como el deterioro de la calidad de vida, la
contaminación y la elección de ciertas formas de ganarse la vida
en las actuales condiciones sociales y económicas. Al mismo
tiempo, que se reconocen las diferencias de un grupo por el \"SI\"
y otro por el \"NO\", también es dable registrar las diversidades
en el interior del grupo opositor, pero bajo una idea común.
La participación de los grupos indígenas en los movimientos
populares.
Buscar el principio de constitución que nuclea a estos
movimientos populares, implica llegar a una trama de diferencias,
diversidades y pluralismos que se procesan bajo una misma idea,
en este caso puede ser la calidad de vida y la protección de un
hábitat o la rebeldía ante el imponente arrollamiento de los
procesos económicos que no conocen de fronteras, ni de grupos
culturales. Lo importante es el \"Reconocimiento de un mestizaje,
dirá Martín Barbero, que en América Latina no habla de algo que
pasó, sino de lo que somos, y que no es solo hecho racial, sino
razón de ser, trama de tiempos y de espacios, de memorias e
imaginarios...\".
Si antes se señaló el necesario desplazamiento del estudio de la
comunicación hacia lo movimientos populares, de la misma manera
Barbero propone observar e investigar los procesos de
constitución de lo masivo. Carga de los procesos
transnacionales, como por la emergencia de sujetos sociales e
identidades culturales nuevas.
Respecto a lo indígena, ya con anterioridad se había señalado la
participación de estos grupos de los pueblos originarios mapuche
tehuelches, tanto de Chubut como de Río Negro, entre los vecinos
autoconvocados de Esquel, pero ahora inmersos en la actual
dinámica histórica. Lo indígena no deberá ser interpretado como
un punto de partida inmóvil desde el que se mide la modernidad,
como lo señala Mirko Lauer. Pensar y buscar analizar lo indígena
inmiscuido en lo popular, es pensarlo desde el mestizaje señalado
por Barbero. Lo que nos lleva a reconocer, como en este espacio
político de construcción social y cultural bajo la rebeldía y la
resistencia a las actividades mineras, estos grupos reconocen
reclamos varios frente a la estructura capitalista, no se trata
este de un reclamo aislado. En este caso, estos pueblos denuncian
las actividades mineras ilegales e indican su oposición a la
intromisión de estas empresas u organismos del Estado que
pretenden explotar sus recursos naturales sin la consulta y
autorización previa que dispone el Convenio 169 de la OIT, pero
también se trata de hacer un viejo reclamo de una propiedad
robada por colonizadores hace más de quinientos años.
En referencia a los movimientos argentinos, no solo en el sur
patagónico se observa esta implicancia de los grupos indígenas en
los ámbitos populares, sino también en la provincia de Jujuy, la
comunidad kolla mantuvo un similar desempeño el las localidades
de Liviara y Orosmayo en los años 2001 y 2002. La idea de lo
indígena hoy no deberá vinculársela a la pureza de una identidad,
pues seria mas apropiado relacionarlo con las contradicciones que
se revelan en este tipo de situaciones populares, donde los
grupos indígenas también forman parte de la toma de decisiones
políticas y culturales de la ciudad. Barbero propone pensarlo
indígena… en la impureza de las relaciones entre etnia y clase,
de la dominación y la complicidad...como culturas subalternas,
dominadas, pero poseedoras de una existencia positiva, capaz de
desarrollo.
Este autor sostiene, \"...si ante lo indígena la tendencia más
fuerte es a pensarlo como lo primitivo, y por lo tanto, como otro
por fuera de la historia,...la concepción mas extendida es
aquella que le niega lisa y llanamente la posibilidad misma de
que exista culturalmente\".
Es así que la relación popular y urbano no es opuesta, sino de
inclusión, hoy lo popular esta en el eje de lo urbano, y los
grupos indigenistas siendo parte de ese popular; que existe
culturalmente. La construcción del nuevo tejido social que
conforma a la vez una nueva institucionalidad fortalece la
sociedad civil y también hace visibles rasgos de nuevas
relaciones sociales. Jesús Martín Barbero dice: \"Mirada desde la
vida cotidiana de las clases populares, la democracia ya no es un
mero asunto de mayorías, sino ante todo de articulación de
diversidades; una cuestión no tanto de cantidad, sino de
complejidad y pluralidad. Porque así es el mundo popular\".
Dentro de los grupos inmediatamente identificables en el
movimiento popular de Esquel, no solo están los indigenistas sino
también el grupo de profesionales que al mismo tiempo se sumerge
en este mestizaje, pero a ellos se hará mención en el próximo
apartado.
Conclusiones
El fenómeno de los movimientos populares no es algo nuevo en la
historia social y es por ello, que parecen existir algunas líneas
de análisis ya trazadas; a las que se suman nuevos
replanteamientos. Lo que es destacable en estos sucesos es la
global extensión de estos movimientos, su importancia en las
actuales condiciones sociales y económicas, su conformación
interna (hibridación y mestizaje) y el vislumbramiento de un
nuevo paradigma comunicativo que busca abarcar estos fenómenos.
Los movimientos de hibridación y mestizajes no solo se observan
en los movimientos populares argentinos, no se circunscriben a un
aspecto propio de aquí, sino que se aprecia en movimientos
similares en toda Latinoamérica, como un producto de la
modernidad. Se trata de la construcción de espacios de
participación social conformados en respuesta a la debilidad
institucional apreciada, es la misma desorganización y
reorganización de la experiencia social y de una nueva trama
constituida por actores productores y constructores activos de
una malla de articulaciones e intertextualidades, donde se
elaboran nuevas estrategias de poder alternativas, objeto de
disputas, remodelaciones y luchas, en busca de expresiones para
establecer una voz, en este caso particular; regional.
El problema puede ser diferente y distinto, de acuerdo al origen
y su contexto; pero la \"lógica\" de los movimientos populares
parece ser la misma en Latinoamérica.
En la hibridación de las culturas populares, que al mismo tiempo
se refleja en los movimientos, no solo es importante el mestizaje
que se hace presente, sino la reorganización de experiencias
culturales que se producen en los grupos. En las agrupaciones
populares no se puede hablar de oposiciones entre lo tradicional-
moderno, popular-urbano, ni en lo indígena en contraste con los
hijos naturales o adoptivos de la ciudad. Esta última no
diferenciación se observa en los movimientos de Vecinos
Autoconvocados de Esquel. Un grupo de profesionales dentro de
esta diversidad que es concreta; ha realizado una significativa
colaboración respecto a la independencia informativa, amplia y
diversa acerca de la minería y sus riesgos, pues esta concepción
partió de estos sectores profesionales, en su mayoría, actores
sociales provenientes de otras regiones del país, pero hoy
miembros de la comunidad esquelense. Particular característica
que demuestra y reafirma aquella concepción de lugar que esboza
Altman y aquí se puede experimentar en toda su magnitud con solo
caminar entre los vecinos autoconvocados de Esquel en cada una de
sus marchas; pues el significado que estos actores le otorgan a
éste espacio geográfico, en particular, es muy importante, más
allá de las diferencias étnicas, de clase social y la
procedencias de cada uno. Ante esta situación de vecinos en
oposición, surgen diferentes lecturas, entre ellas quizás la más
englobante puede ser aquella que dice que el hombre no esta
separado de la naturaleza, y que de alguna manera la
\"domesticación\" del universo no lo llevó a perderse en si mismo,
como podría asegurar un paradigma simplista de conocimiento. Lo
que se conformó ante esta situación es una nueva forma de
concepción social, un escenario con nuevos modos de pensar,
planteando la realidad transnacional en otro contexto posible,
como producto de otro tipo de relación no mecánica, no directa ni
simple sino todo lo contrario; lo propuesto desde este nuevo
espacio es el conocimiento complejo y global de esta relación
propuesta entre el hombre y el mundo.
Cuando la mirada comunicacional se aproxima a estos movimientos
populares, es importante buscar amplitud y profundidad en el
enfoque, pues decir comunicación excede su directa relación con
los medios masivos de comunicación locales y nacionales. Es
destacable observar que bajo la comunicación oral, escrita y
electrónica que estos grupos utilizan subyace el concepto de
actor/es social/es que interactúan, nuevas formas de convivencia,
de encuentro y de diferencias; pues su accionar consiste en un
compromiso asumido con la participación en la toma de decisiones
acerca de los destinos del lugar, respetando diferencias y
reforzando semejanzas.
Es útil reconocer la dinámica que acerca la comunicación a la
cultura, que estos movimientos populares procesan en una
rearticulación de lo social. Se trata de una redefinición de la
significación de lo popular, y por ello es valioso analizar
comunicativamente lo percibido por los actores como propio, cómo
se integran y se diferencian. Se trata de los nuevos escenarios
urbanos de la comunicación.
Bibliografía
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* Carlos Gustavo Espinoza es Comunicador Social.
e-mail: carlosgustavoespinoza@hotmail.com
Universidad Nacional de Río Cuarto
Facultad de Ciencias Humanas
Departamento de Ciencias de la Comunicación
Seminario de Comunicación y Cultura
Mayo de 2003 -Rio Cuarto - Córdoba.
Argentina
https://www.alainet.org/es/active/5724
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