Al borde de una nueva crisis político-electoral

28/11/2010
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Varias organizaciones del movimiento social haitiano califican a las elecciones presidenciales y legislativas del pasado 28 de noviembre de “farsa cínica y criminal” y de “vergüenza para las autoridades nacionales y la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH)”, en razón de las numerosas irregularidades y fraudes masivos flagrantes que se cometieron a favor del candidato presidencial del partido oficialista, Jude Célestin.
 
En varios departamentos geográficos del país, miles de personas protestaron el mismo día 28 de noviembre en contra de la manera cómo se organizaron las contiendas electorales y para defender sus votos. Los protestantes manifestaron también su enojo contra el partido oficialista acusado de orquestar fraudes a favor de sus candidatos.
 
12 de los 19 candidatos a la presidencia, entre ellos Mirlande Manigat, la que salió favorita en los diferentes sondeos previos a las elecciones, reclamaron en un comunicado conjunto la anulación de las elecciones del 28 de noviembre. Poco después, otros tres candidatos presidenciales se unieron a los 12 para apoyar la decisión.
 
“Es claro que el gobierno y el Consejo Electoral Provisional (CEP) se unieron para organizar un complot contra las elecciones del 28 de noviembre”, declararon los aspirantes a la magistratura suprema del Estado haitiano en el documento difundido el día de las elecciones.
 
Por otro lado, los miembros del organismo electoral haitiano, el CEP, expresaron en una conferencia de prensa su satisfacción por el “éxito” de la jornada electoral, a pesar de las irregularidades que afectaron, según ellos, sólo a 56 de los 1500 centros de votación.
 
Frente a los hechos de violencia que perturbaron el orden público en varias ciudades del país durante la jornada electoral, las Naciones Unidas y la comunidad internacional invitaron a la población y a los actores políticos a mantener la calma, ya que “una eventual deterioro de la seguridad en el país tendrá consecuencias dramáticas sobre el número de víctimas del cólera”, sostuvieron.
  
A través de su embajador en Haití, Didier Le Bret, Francia invitó a los candidatos y al gobierno haitiano a dialogar para llegar a un “consenso”, mientras que una misión de observación americana pidió abiertamente a la comunidad internacional “rechazar esta farsa”.
 
Se esperan aún las reacciones de la misión de observación conjunta de la OEA (Organización de los Estados Americanos) y la CARICOM (Comunidad del Caribe), así como las de los Estados Unidos de América, de Canadá y de la Unión Europea.
 
Mientras tanto, la epidemia de cólera ya ha causado, según las últimas cifras oficiales, la muerte de 1721 personas y la hospitalización de 33485, desde su aparición en Haití a mitad de octubre.
 
Cerca de 4.5 millones de electores fueron llamados a elegir el pasado 28 de noviembre a un presidente, 11 senadores y 99 diputados. Ahora, después de las elecciones, ¿qué sigue?
 
El país está al borde de una crisis político-electoral, si los actores políticos y el gobierno no llegan a un acuerdo. Mientras tanto, la población haitiana sigue enfrentando una de las peores epidemias que se expande con intensidad a través de todo el territorio nacional.
-----------------
 
Wooldy Edson Louidor
Servicio Jesuita a Refugiados Latinoamérica y Caribe (SJR LAC)
https://www.alainet.org/es/active/42641
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS