Uribistas insubordinados en el Congreso

07/12/2007
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“Son unos faltones” ha expresado el Ministro del Interior y de Justicia, Carlos Holguín Sardi, al referirse a la poca asistencia de los congresistas afectos al Gobierno Nacional a las sesiones del Congreso de la República para debatir el proyecto de ley que otorga mayores beneficios y amplía los ya concedidos a los paramilitares rasos desmovilizados, más de diecinueve mil miembros.

Las mencionadas sesiones se han distinguido por las duras críticas realizadas por los miembros de las bancadas opositoras al proyecto que impulsa el Ejecutivo. Entre los reparos al proyecto se encuentran las críticas efectuadas por miembros del liberalismo, quienes solicitan aclaración sobre los posibles beneficiarios de la ley en cuestión. Acorde al Senador Héctor Elí Rojas: “No se puede hablar indistintamente de los miembros rasos de las autodefensas que se han desmovilizado, sin definir de una vez por todas quiénes han sido los autores materiales de los asesinatos y masacres con motosierras y demás métodos poco santos, es algo que incrementa la intranquilidad de Colombia entera, por las actuaciones aberrantes cometidas por quienes estuvieron vinculados a las autodefensas”.

En uno de tales debates el Senador Gustavo Petro le manifestó al Ministro Holguín Sardi que: “Desde las cárceles de máxima seguridad siguen delinquiendo los paramilitares, y han orquestado una serie de acusaciones en contra de los opositores al gobierno”; a lo que ripostó enfurecido el Ministro: “Es inconcebible tal afirmación, es algo que se debe demostrar, el Gobierno Nacional ha sido lo más claro posible al respecto”.

Con posterioridad, luego de varios intentos infructuosos de hacer uso de la palabra, el Senador Liberal Luis Fernando Velasco Chávez, se apropió de la misma, y por espacio de más de una hora ininterrumpida expuso su delicada situación al país y al mundo, mediante el Canal institucional del Congreso de la República, manifestó: “He sido abordado en varias oportunidades por miembros desmovilizados de las autodefensas, quienes desde la cárcel de máxima seguridad de Palmira, Valle, intentaron intimidarme, en un comienzo y luego extorsionarme con el pago de cincuenta millones de pesos, para abstenerse de acudir a las instancias judiciales con las falsas imputaciones en mi contra de haber ordenado el asesinato de siete personas en el año 2004, y con ello sentar las bases de mi vinculación con los paramilitares”.

Siguió expresando el congresista Velasco: “Señor Ministro, gracias a Dios y al Fiscal General, Mario Iguarán, que permitieron obtener luz necesaria para esclarecer la situación por la que estaba pasando. Contraté los servicios de un abogado, y con la autorización del Señor Fiscal procedimos a entablar los contactos necesarios en el sentido de negociar con los sujetos mencionados. La sorpresa nuestra se acrecentó, cuando al solicitarme que les devolviera la llamada contestaron de la Cárcel de máxima seguridad de Palmira, Valle. -Todo está grabado, legalmente ordenado por la Fiscalía, aclaró el Senador Velasco al ser abordado por el Ministro de Defensa Juan Manuel Santos-.”

Lo más grave, al decir del Congresista denunciante de las irregularidades, fue el que “El abogado contratado al enterarse de quienes eran los personajes con los que estaba tratando se retiró del caso. A lo que acudí directamente con la suma solicitada al aeropuerto de Palmira, y allá acudió el chofer de uno de los desmovilizados que se encuentra recluido en la cárcel ya mencionada, desde donde mandó un acta elaborada al interior del centro penitenciario con su “empleado”. Al llegar al aeropuerto a buscar el dinero ese señor (el chofer) fue detenido por miembros de la Fiscalía y el CTI.”

Para mayor asombro, continúa manifestando el Senador Velasco: “Al mismo instante de ser aprehendido el sujeto mencionado, recibí una llamada intimidatoria del recluido paramilitar que envió a su chofer para manifestar su furia al haberle entregado a las autoridades a su emisario, y finalmente volvió a amenazarme, y expresó que acabaría con mi vida ya sea política o físicamente”.

Ante tales aseveraciones los miembros del Congreso, presentes en el recinto se mostraron de acuerdo en apoyar al Senador Luis Fernando Velasco, y los Ministros del Interior y de Justicia, Carlos Holguín Sardi; de Defensa, Juan Manuel Santos; y el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, mantuvieron absoluto silencio.

Realmente, considerando las buenas intenciones que pudiera tener el gobierno en impulsar el proyecto de ley que beneficia a los desmovilizados “rasos”, que suman más de diecinueve mil, se debe tener en cuenta las actitudes de quienes formarían parte de tales beneficios. Coincidencialmente se suman las iniciativas en tal sentido, y las acciones contradictorias de quienes dicen encontrarse desmovilizados.

El proyecto debe tramitarse concomitantemente con los compromisos de aquellos que han participado en acciones violentas, de dejar de delinquir. Si lo hacen aun desde las cárceles, ¿que podríamos esperar si les dan la libertad?, la otra inquietud que surge sobre la marcha: ¿Por qué los uribistas se han vuelto ausentistas en tan delicado tema, que tiene mensaje de urgencia gubernamental?

- Fabio Miguel Monroy es abogado y periodista

Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas
Corporación Viva la Ciudadanía.
www.vivalaciudadania.org
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