El testimonio del nuevo Presidente

30/01/2007
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  • Opinión
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Después de haber vencido en las recientes elecciones presidenciales a los candidatos representantes de las oligarquías y de manera especial al multimillonario Alvaro Noboa, que utilizó los símbolos religiosos para convencer al pueblo, el día 15 de enero del año de 2007, asumió a la presidencia el economista Rafael Correa Delgado.

El nuevo presidente, se hizo conocer durante el anterior gobierno, cuando se desempeñó
como ministro de economía, mantuvo una política enérgica y justa frente a la corporación petrolera OXY, de Norteamérica, que pretendía usurpar las regalías del petróleo.

Esta actitud patriótica, le garantizó para organizar el movimiento Alianza País y unir fuerzas con las agrupaciones progresistas y de izquierda del país.

Supo canalizar el descontento popular y el deterioro de los partidos políticos tradicionales que han sido rechazados por el pueblo por ser cómplices de la inestabilidad política, de los desfalcos del tesoro nacional y de la corrupción generalizada.

La faceta de su personalidad se hizo conocer durante la campaña electoral, de manera especial por su coherencia de vida y consecuencia con sus discursos.

Se ha presentado como un hombre que posee valores humanos y principios cristianos, el respeto a la dignidad de las personas es el fundamental. Respeta las creencias de los demás y da testimonio de su fe cristiana con los hechos y el ejemplo.

La bandera de su campaña fue devolver a la patria su dignidad pisoteada por la partidocracia corrupta. Para lo cual, deberá realizarse una consulta popular que viabilice una Asamblea Constituyente que revise la Constitución de la República.

Es de conocimiento público que desde su niñez y en la juventud, estuvo ligado al voluntariado social y al apostolado laical, entendió que vivir la vida cristiana es ante todo el servicio a la comunidad, por ese motivo fue a Zumbahua a colaborar en la alfabetización de los indígenas.

Ahora, que va a ejercer el poder, ha dicho en el discurso de posesión: “Somos simples mandatarios, ustedes son los mandantes, los que ordenan, yo solo obedezco”.

Es hora de poner en práctica el servicio a los demás, de manera especial a los más pobres,
como enseña el maestro Jesús, la doctrina social del Concilio Vaticano II, y la cita de Juan Pablo II, en la encíclica, Laborem exercem “ El trabajo humano no es un factor mas de producción sino el mismo fin de la producción” criticando al neoliberalismo que utiliza solamente para la acumulación capitalista.

Retomó en su discurso el tema de las Conferencias Episcopales Latinoamericanas, de Medellín y de Puebla: “Liberar al país de los atavismos y poderosos intereses nacionales e internacionales que lo dominan; con una clara opción preferencias por los más pobres y postergados; y priorizarlo al ser humano sobre el capital”.

También señaló los cinco ejes principales de su gobierno: La revolución constitucional. La lucha contra la corrupción. La revolución económica. La revolución en educación y salud.
El rescate de la dignidad, soberanía, y búsqueda de la integración Latinoamericana.

Al terminar su discurso dijo: “Queridos ecuatorianos y ecuatorianas, llegó la hora, no hay que tener miedo. Aquel que caminó por las aguas del mar y calmó la tempestad, también nos ayudará a superar estos difíciles pero esperanzadores momentos”.. “No olvidemos que el reino de Dios debe ser construido en la tierra. Pidan por mi, por favor, para que el Señor me de un corazón grande para amar y fuerte para luchar”.

Reflexión:

1.- El testimonio del presidente Rafael Correa, es de un hombre que trata de ser coherente con sus valores y principios cristianos, basados en el ejemplo de Jesús que vino a servir y no a ser servido.

2.- Concibe el ejercicio del poder político, como el mandato encargado por el pueblo para que se cumpla y el obedezca. Nos da un claro ejemplo de cómo debemos ejercer cualquier clase de autoridad.

3.- El respeto a la dignidad y a los derechos de las personas es fundamental, de manera especial a los pobres y postergados.

4.- Esta resuelto ha luchar contra toda clase de corrupción en todos los campos de la vida social, económica, política, cultural, religiosa.

5.- Señala que reino de Dios se debe hacerle en esta tierra, procurando que reine la justicia social, para que haya la paz requerida.

6.- Cuando traza los ejes de su gobierno emplea la palabra revolución, es que se ve y se siente, en la sociedad ecuatoriana, un afán verdadero de cambio de las estructuras, de que se devuelva a la Patria su dignidad y respeto a su soberanía.

7.- El enfoque de sus términos evangélicos es de una aspiración sincera, están ubicados en un mensaje de liberación de toda esclavitud.

8.- Se inclina por el servicio a los pobres y postergados de la sociedad, por lograr una equidad y distribución de la riqueza, de manera que no se abra mas la brecha social.

9.- Denuncia valientemente a los causantes de la explotación y dominación de los pueblos Latinoamericanos; el imperialismo con su política neoliberal.

10.- Es uno mas, que se une a la tendencia de cambios que se deben dar en esta época en el continente Latinoamericano, mediante una fuerte integración de las naciones.

11.- Da prioridad a la revolución en la educación y la salud del pueblo.

12.- Después de 27 años de seudodemocracia que ha vivido el país, cuyos gobiernos han conducido a una mayor dependencia y dominación de las oligarquías y del imperialismo Norteamericano, y se abierto mas la brecha entre ricos y pobres, brilla la esperanza de un verdadero cambio, el cual debe ser apoyado por la unidad de todos los ciudadanos Ecuatorianos, que queremos días mejores para nuestros hijos.

Esperamos, con la ayuda de Dios, que estas aspiraciones se cumplan, que la unidad del pueblo aleje el mal, y que brille la esperanza en un mañana mejor.
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