Evo Morales: jalando coches

16/02/2006
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La Paz Aunque Bolivia no se caracteriza por contar con una red ferrocarrilera y el servicio de trenes más bien está reducido a una mínima expresión, Evo Morales está decidido a convertir su gobierno en una locomotora. A continuación algunas pistas para identificar la proyección de su gestión, la fortaleza de sus durmientes y la posibilidad de nuevas rutas. Economía y sistema financiero En Bolivia se ha mantenido el control de la inflación, después de las elecciones fracasaron los pronósticos más fatalistas que preveían -¿buscaban?- un caos financiero, incluida una “corrida” de los depósitos en el sistema bancario. Evo Morales ha reiterado en más de una oportunidad, desde la campaña electoral, el respeto por los depósitos y por las normas que regulan el funcionamiento bancario. Lo cierto es que se mantiene la estabilidad bancaria y financiera nacional; pero ella tendrá que pasar por una prueba de resistencia cuando el gobierno proponga los mecanismos de la banca de fomento planteada en el programa del MAS que más allá de haber sido una oferta electoral constituye una necesidad ineludible para potenciar, principalmente, a la producción agrícola - pecuaria y de la pequeña y microempresa. En términos de política salarial se ha recibido una primera señal mediante la decisión de aumentar los salarios del magisterio urbano y rural en un 7%, con lo cual el profesorado boliviano por lo menos queda a salvo de la inflación y mantiene su capacidad adquisitiva de un ingreso por todos calificado como por debajo de sus necesidades reales. Los sindicatos magisteriales como era de esperarse han cuestionado y rechazado esta decisión, sin embargo no han tomado (no están en condiciones de tomar) una actitud de enfrentamiento y el mismo Evo Morales ha señalado que por lo menos este año esa es una decisión final. En el frente internacional Bolivia ha sido beneficiado por la condonación sustancial de su deuda con el FMI y con el Banco Mundial, pero no se han tomado decisiones que impliquen al Banco Interamericano de Desarrollo - BID, por lo cual la condonación real apenas alcanza, según la Plataforma Boliviana de Lucha contra la Pobreza, aproximadamente al 30 o 40% del total. Por ello, la sociedad civil espera actitudes firmes de parte del gobierno con relación a exigir la condonación del BID, de rechazo a los condicionamientos que suelen acompañar a estas “amnistías financieras”, esperándose también que esta gestión elabore una nueva estrategia de reducción de pobreza que marque profundas diferencias con las realizadas por los anteriores gobiernos. Consecuentemente, las perspectivas financieras en el corto plazo parecen ser de estabilidad. El MAS y Evo Morales tendrán que lanzar la Banca de Fomento, reorganizar y redireccionar el conglomerado de fondos de desarrollo, mantener una política de ajuste de salarios que no provoque un espiral inflacionario y activar la economía, pero esta última posibilidad está claramente vinculada con las decisiones relativas a los hidrocarburos. Hidrocarburos Nacionalización ha sido la propuesta del MAS, el mensaje principal hasta el momento se ha dado mediante el nombramiento de dos figuras muy solventes técnica y éticamente al frente del Ministerio de Hidrocarburos - MH y la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos - YPFB. Las empresas transnacionales al amparo de los contratos leoninos que firmaron durante la administración de Gonzalo Sánchez de Lozada han jugado un doble papel, por un lado pretendieron abiertamente mantener sus privilegios a pesar de que habían sido declarados nulos porque no habían sido aprobados por el Congreso, y por otro lado cumplen con pagar el impuesto a los hidrocarburos - IDH que ciertamente aporta una cantidad sustancial de mayores ingresos que está contribuyendo a controlar el déficit fiscal. En lo inmediato han surgido algunas tensiones, principalmente como resultado del “bajón” de las acciones de la española Repsol en la bolsa de New Cork a consecuencia de haber sobrevalorado y falseado sus reservas especialmente en Bolivia y Argentina, asimismo se han relanzado acusaciones sobre contrabando de gas e inclusive el propio presidente Morales acusó a las petroleras de estar incursas en acciones de desestabilización. En paralelo se han establecido manifestaciones de intención explícita de acuerdos entre YPFB y la brasileña PETROBRAS que suponen montos significativos de inversión, lo cual indicaría la marcha hacia una alianza estratégica que también incluiría a Venezuela mediante PEDEVESA y que demuestran un quiebre en el frente transnacional. Pero la decisión dura todavía está pendiente. Una alternativa puede ser la derivación de la medida final a la próxima asamblea constituyente, lo cual no puede asegurarse pues dependerá de la capacidad de que los acuerdos (PETROBRAS, PEDEVESA - YPFB) puedan neutralizar los aprestos de aquellas empresas transnacionales manifiestamente identificadas con una posición de confrontación con el gobierno. Por lo tanto, debe mantenerse siempre la previsión de una salida firme antes de la constituyente. Narcotráfico cero El gobierno del MAS abre la posibilidad que por primera vez la política del estado boliviano referente a la producción de hoja de coca no sea decidida por el gobierno de los Estados Unidos de América – USA. Los “pre-avisos” fueron claros desde las jornadas pre-eleccionarias y se dieron en absoluta correspondencia con los que han sido más de 15 años de lucha del movimiento cocalero: “narcotráfico cero y un cato de coca por familia” es la fórmula que además rechaza cualquier atisbo de pensar en “cocaleros cero”. La palabra está dicha y respaldada por las seis federaciones del trópico de Cochabamba y otras organizaciones como la de los yungas paceños. El operador gubernamental de la política pública en esta materia es un cocalero y por supuesto que su hoja de vida no necesitó la aprobación de la embajada de USA, a la cual más bien parece haberle sobrevenido una dosis de pragmatismo, limitándose a expresar preocupación por la coca excedentaria y transmitir la decisión de su gobierno de reducir para el 2007 la cooperación financiera en la lucha contra el narcotráfico, la cual también involucra a Ecuador y Perú. La mayor implicancia de esta opción del gobierno de Evo Morales que además es la que cuenta con el más sólido respaldo social es que demuestra la posibilidad de revalorar la soberanía nacional en temas de Estado y que, parafraseando a Hugo Chávez, puede abrir la partida de defunción del Plan Colombia o -por lo menos- restringirlo a su práctica en “un solo país”. Súmese a ello, el respaldo otorgado a la posición boliviana de parte del ejecutivo de la Comunidad Andina de Naciones. Relaciones internacionales Cuando el gobierno USA todavía se limitaba a reconocer los resultados de las elecciones bolivianas sólo como “un dato”, Evo Morales emprendió un periplo que lo llevó desde La Habana hasta Pretoria, pasando, claro, por Caracas y luego por Buenos Aires, pero también por China y varios países europeos. La estrategia no pudo ser más explícita y sus resultados no menos auspiciosos: fue una gira en mayúsculas de Estado y los dignatarios visitados aplicaron sus autonomías para reconocer al presidente elegido y ofrecerle su apoyo, considerando por supuesto los intereses de sus gobiernos y de sus empresas. Al retornar, Morales acuñó la frase de que un presidente debe preocuparse por “hacer buenos negocios para su país”. Y esta parece ser la línea de aplicación concreta de la estrategia, es decir, sin abandonar su lineamiento de crítica y rechazo al modelo y las políticas neoliberales, mantener una relación abierta con la comunidad internacional (incluidos los organismos multilaterales) de modo que se pueda contar con los equilibrios necesarios que permitan a Bolivia pasar de ser un socio menor, un país HIPC, a su reconocimiento e incidencia como un país soberano. Prácticamente no hay aprestos de señales negativas, algunos advertencias como el castigo impuesto por la administración USA de suspender la ayuda militar por la negativa boliviana de aprobar un estatuto de impunidad a delitos cometidos por ciudadanos americanos en su territorio o los llamados de Aznar (ex - jefe del gobierno español) para luchar contra los populismos no tendrán efectos; la conciencia del pueblo boliviano no está dispuesta a otorgar inmunidad “por unos dólares más” y la comunidad internacional no pareciera estar dispuesta a respaldar cuestionamientos a resoluciones democráticas tomadas por la gran mayoría de los pueblos sudamericanos. Refundación de Bolivia La Asamblea Constituyente es a la política lo que la decisión en hidrocarburos es al nuevo patrón productivo y por lo tanto constituye el mayor desafío del gobierno que ya presentó su propuesta de tres representantes por circunscripción electoral, asegurando representación de género y abriendo también la posibilidad de la presencia indígena mediante las circunscripciones. El debate se ha iniciado pero el gobierno parece estar decidido a que la constituyente se instale “sí o sí” el próximo 6 de agosto. La oposición parlamentaria no tiene posibilidad de bloquear el plazo, lo más probable es que se procesen algunas negociaciones que quizá cambien la fórmula gubernamental, aunque sin afectar la expectativa y el consenso relativo a su realización. Y Bolivia tendrá que ser re-fundada en, prácticamente, todos los aspectos de su naturaleza política y su vida social. Entre otros puntos, resulta relevante un apunte de Antonio Peredo, presidente de la Comisión Mixta de Constitución del Congreso, quien ha demandado revisar los preceptos constitucionales recuperando e incorporando en la carta política la relación del Estado con las estructuras comunitarias, superando así la clásica e inalterable relación del Estado sólo con los ciudadanos. Otro aspecto que con seguridad delimitará los campos políticos en la constituyente será el debate sobre las autonomías que parte de identificar a estas con los departamentos, tras los cuales actúa la hegemonía de los grupos de poder principalmente económico que controlan por ejemplo los denominados comités cívicos que, en el caso del oriente, llegaron a tener una legitimidad de las colectividades urbanas en las capitales de departamento. El Movimiento al Socialismo ha manifestado su acuerdo con las autonomías pero relativiza el componente departamental exigiendo un sistema de contrapeso interno con autonomía también para las provincias y los pueblos indígenas. A ello se agrega el alineamiento con una concepción que incluye a los recursos naturales como materia reservada para el gobierno nacional. Estos aspectos, entre otros, enriquecerán el debate constituyente y probablemente permitirían gestar una constitución encaminada, por primera vez, a un pacto social. Gobernabilidad y presiones de coyuntura Las empresas encuestadoras quedaron muy desacreditadas por su ineficacia en detectar el voto mayoritario que la población otorgó al MAS y a Evo Morales en la elecciones del 18 de Diciembre. A pesar de su “cura de silencio” las que se han atrevido a repetir ejercicios relativos al respaldo del nuevo gobierno coinciden en mostrar un apoyo superior al obtenido en las urnas. El hombre y la mujer de la calle respaldan individual y colectivamente al nuevo gobierno. Los movimientos sociales y la clase media mantienen expectativas en que Bolivia mejore y cambie. Los nuevos códigos de comportamiento, los signos innovadores del gobierno son valorados, rebaja de salarios del presidente, ministros, viceministros y congresistas, mixtura de técnicos y sindicalistas en el gabinete, diálogo inmediato y búsqueda de soluciones en reemplazo del burocrático y manipulado sistema de “alerta temprana” en materia social, horario laboral hasta de 18 o 20 horas para las cabezas visibles de la gestión pública, encuentran respaldo y animan el interés de la población. Decisiones que, en otro contexto, hubieran sido tomadas como avasallamiento de la actividad privada, como la reciente intervención preventiva del Lloyd Aéreo Boliviano –LAB por su crisis derivada de fraudes ocurridos en el marco de su capitalización (privatización), son vistas como necesarias y obtienen respaldo. El ya comentado anuncio del aumento limitado en el salario del magisterio tampoco provoca reacciones de confrontación. Inclusive la respuesta con algunas dificultades a la emergencia desatada por la severa temporada de lluvias se desarrolla en un marco de razonable manejo, haciendo pensar que la gobernabilidad está asegurada por lo menos en el plazo inmediato. Todo indica que el periodo de no retorno todavía tendrá que esperar y que aparecerá muy pronto, algunos meses quizá y con nombre propio: asamblea constituyente y política de hidrocarburos. Mientras tanto, Evo Morales y el MAS, tal como lo sugiere la portada del último número del periódico “El Juguete Rabioso” están “en su laberinto” a lo cual se puede agregar… y están transitándolo más o menos bien.
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