Escribo esta nota cuando falta muy poco tiempo (hora y media quizá) para que se inicien los cabildos convocados por los comités cívicos y los prefectos de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, en los cuales se proponen lanzar un estatuto autonómico, que buscaría concretar territorialmente su oposición al gobierno de Evo Morales.

Ante dichas demandas el gobierno y el Movimiento al Socialismo, juntamente con otros partidos aliados y los movimientos sociales, han planteado que las autonomías deben conformar un sistema que incluya también a las provincias y los pueblos originarios y, por el lado de la constituyente un procedimiento mixto que incluya decisiones por mayoría absoluta y por dos tercios, en este caso cuando se trate de los temas de fondo en la nueva constitución.

Los partidos PODEMOS y Unidad Nacional por su lado, decidieron paralizar el trabajo legislativo retirando a sus senadores con lo cual dejaron a esta cámara sin el quórum necesario, medida que les resultó sólo por unos días, hasta que el presidente de dicha cámara decidió convocar a los suplentes superando así el impasse y aprobando en una jornada de cuatro horas varias leyes, entre ellas una que servirá para revertir tierras de latifundistas y otras que aprueba los nuevos contratos de explotación de los hidrocarburos.

Neutralizado el bloqueo parlamentario y ante la realización de la Cumbre Sudamericana de Presidentes la oposición suelta otra carta. El máximo dirigente de Unidad Nacional inicia una huelga de hambre en la sede de la constituyente, sus partidarios instalan varios piquetes similares en otras ciudades del país y también se suman a la medida algunos sectores de clase media. Pero la cumbre de presidentes se realiza con presencia de ocho mandatarios y aparentemente podía volver la normalidad.

Sin embargo, los comités cívicos decidieron ampliar la medida y varias plazas públicas, especialmente la de Santa Cruz de la Sierra, se convirtieron en centros públicos de huelguistas de hambre que fueron respaldados por contingentes de brigadas juveniles que se dedicaron a sembrar temor y terror mediante la toma de oficinas públicas y agresiones a activistas de derechos humanos. Mientras tanto en la ciudad de La Paz también se dieron presiones y agresiones, esta vez de grupos afines al gobierno en contra de los huelguistas de oposición.

Lo que se percibe a la fecha es que la oposición ha decidido jugar casi todas sus cartas antes del “desarme espiritual” que sobrevendrá en los próximos días por las fiestas navideñas y de fin de año.

Por ello la convocatoria a los cabildos se debe entender como el esfuerzo máximo para presionar al gobierno. Por el mismo motivo se ha llegado al extremo de dirigir una carta a las fuerzas armadas pidiéndole que deje de apoyar al gobierno. Por las mismas circunstancias esta vez ya se ha hablado hasta de independencia en dichos departamentos, aunque, claro de inmediato han tratadote morigerar tal expresión.

A lo dicho, se debe agregar que, el principal peligro es que se produzcan situaciones de masa contra masa que, podrían impulsar el conflicto hacia otro nivel de imprevisibles consecuencias.

En el curso de la mañana del día de hoy, ya se produjeron enfrentamientos entre colonizadores de San Julián que habían decidido un bloqueo en protesta por el cabildo de Santa Cruz y brigadistas de los cívicos cruceños, con un saldo de 27 heridos. Es muy probable que en otras ciudades también puedan haber enfrentamientos y que estos, sean una suerte de preludio para su reiteración posterior.

Y esto no implica pesimismo alguno. Apenas es una lectura que reconoce la existencia de percepciones antagónicas acerca de Bolivia: la del cambio a partir de los excluidos de siempre y la otra, glosando a una comentarista radiofónica, la de los que siempre estuvieron incluidos y que se resisten a perder o compartir sus privilegios. En la profundidad de dichas discrepancias, los efectos de los llamados a la cordura y el consenso quizá puedan tener algún efecto temporal; pero, las bases del conflicto permanecerán.

Los medios de comunicación han anunciado que el presidente Morales convocará a una reunión cumbre de fuerzas políticas, movimientos sociales, comités cívicos, prefectos y miembros de la Asamblea Constituyente, con la finalidad de buscar un acuerdo para el fortalecimiento de la democracia.

Es muy probable que esta reunión se realice, pero en un primer escenario, es muy posible imaginar que sus resultados sean de alcance limitado; lo deseable sería lograr un consenso mayor, sin embargo esto supondría que la oposición acepte la voluntad de cambio.

Ahora ya están por iniciarse los cabildos, en algunas ciudades como Tarija los campesinos han convocado a cabildos paralelos y, en las siguientes horas Bolivia volverá al centro de la información regional e internacional. Las fuerzas progresistas de América Latina deben seguir con atención estos acontecimientos, el pueblo boliviano requiere de su apoyo.