Estados Unidos enfoca nuevamente su mirada sobre La Habana y Caracas. Desestabilización y más agresiones se vislumbran para el 2006. Bolivia ¿se suma a la lista? Hasta finales del mes de noviembre de 2005, las preocupaciones para la administración de George W. Bush provenían de Cuba y en especial de Venezuela, a la cabeza de su presidente Hugo Chávez y sus proyectos de integración latinoamericana contrahegemónica en Sudamérica. Sin embargo, el rotundo triunfo electoral con casi el 54 por ciento de Evo Morales, líder indígena boliviano, se puede destacar como una cachetada para la administración republicana que apoyaba al candidato derechista Jorge Quiroga, y que además desde el inicio de los conflictos sociales en Bolivia en 2002 no ve con muy buenos ojos a Morales. De ese modo, parece ser que la lista de las preocupaciones reales para Washington sumó un nuevo objetivo. El “eje del mal”, en la versión “demonizadora” de Estados Unidos, estaría conformado por Cuba y Venezuela. Con el triunfo de Morales y la profunda retórica anti estadounidense que manifiesta por estos días en su gira internacional, Bolivia ¿será agregada al “eje del mal”?. Estos tres países sudamericanos, hasta el momento se presentan como los de mas confrontación hacia las predicas y exigencias estadounidenses en el transcurso del nuevo año. Sin embargo, por más que la vista de los “neocons” este enfocada en Irak, Irán y Siria, las intenciones antiimperialistas de La Habana, Caracas y en próximos días La Paz, pueden acentuar las presiones y desestabilizaciones ejercidas desde la Casa Blanca a estos tres países. En primer lugar, Cuba es un objetivo de las distintas administraciones estadounidenses hace más de cuarenta años. Los últimos días de diciembre la secretaria de estado del país del norte, Condoleezza Rice, declaró que "ha llegado la hora" de un cambio en Cuba tras 46 años de "dictadura cruel" de Fidel Castro y anunció que Washington tomará medidas para acercar el fin de la "opresión". Sin embargo, estas embusteras y agresivas declaraciones se presentan tan ridículas tomando en cuenta el alto grado de desprestigio político y moral del actual gobierno imperial en el mundo. Es más, el terrible bloqueo económico que impone Washington desde hace décadas a la isla, contrariamente a las intenciones de sumisión de los cubanos hacia Estados Unidos, demostró la capacidad cubana para defenderse y sobrevivir a los constantes ataques estadounidenses al pequeño país. El discurso ofensivo de la dama de los halcones, se basa en un documento de 500 páginas proclamado por el gobierno de Bush en mayo pasado, en el cual se diseñan los detalles de cómo se realizaría la ocupación estadounidense de Cuba luego del supuesto derrocamiento (por la fuerza) de las instituciones cubanas actuales, que luego se transformarían en un modelo neoliberal neocolonizador, que es rechazado en gran parte de las naciones de América Latina y el Caribe. Rice hizo estas declaraciones en un comunicado en el que da cuenta de la reunión de la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre. La Comisión, que se reunió por última vez en mayo del 2004, reanudo sus trabajos para estudiar lo que según ellos serian “medidas adicionales para ayudar a los cubanos a acercar el día en que estarán libres de la opresión". Las recomendaciones de cómo actuar con Cuba en el futuro serán detalladas en un informe que la comisión, compuesta por funcionarios de alto nivel del gobierno de Estados Unidos y presidida por Rice, presentará al presidente Bush en mayo de este año. En segundo lugar, ante los ojos de la Casa Blanca, Hugo Chávez es el hombre de más preocupación en la actualidad. Los últimos comicios realizados en Venezuela, con triunfo de Chávez, boicot de la oposición auspiciados por Washington incluido, le dieron el triunfo despejado al líder bolivariano. Esta situación se da de cara a las elecciones presidenciales a realizarse en diciembre de este año, donde se vislumbra otro triunfo de Chávez con el detalle de la gran perdida de poder de los opositores que según distintos analistas “cavaron su propia tumba al no presentarse en las elecciones de diciembre de 2005”. Sin embargo, como los intentos por “vías democráticas” no dieron buenos resultados a la oposición con el respaldo de la Casa Blanca, el panorama se vuelve a dibujar en torno a la desestabilización en contra de Chávez y no se descarta nuevos intentos de golpes de estado como el fallido en abril de 2002. Es así que el 18 de diciembre de 2005, el presidente venezolano, Hugo Chávez, denunció una reunión conspirativa de ex militares venezolanos y colombianos, realizada en Colombia, donde también participó un oficial de Estados Unidos. Chávez aseguró que la reunión fue de "unos militares retirados golpistas del 11 de abril de 2002 y un oficial estadounidense". El encuentro fue dado a conocer por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, durante una reunión con Chávez en la ciudad colombiana de Santa Marta, donde el jefe de gobierno de Bogotá entregó un informe sobre una conspiración contra Caracas. "En lugar de engaños asumí la responsabilidad frente al presidente Chávez y la asumo en público porque el gobierno de Colombia, que padece el terrorismo, no puede permitir que nadie vaya a armar conspiraciones y menos contra un país hermano", afirmó en ese entonces Uribe. A esto se suma un plan conspirativo preparado para las elecciones de diciembre. Las denuncias de un complot terrorista durante las pasadas elecciones parlamentarias son el comienzo de un plan violento que pretende introducir la violencia en el país, denunció el presidente Chávez. El primer mandatario venezolano precisó que las denuncias presentadas por parlamentarios sobre un plan terrorista, en el que los complotados estimaron morirían 15 mil personas, constituyen la ‘punta del iceberg’ de un movimiento internacional para provocar la violencia. Según su denuncia, algunos militares golpistas que participaron en los sucesos de 2002 llamaron a varios batallones en el estado de Guárico como parte de los planes desestabilizadores, que incluyen la posibilidad de un magnicidio. Los legisladores también expusieron grabaciones en las que los complotados hablan de la utilización de la valija diplomática estadounidense. Esta situación presenta un panorama para el corriente año donde la administración Bush y los opositores ejerzan un recrudecimiento de las presiones y agresiones contra Venezuela. Finalmente, se encuentra Bolivia, que desde el 22 de enero tendrá como nuevo presidente a Evo Morales, quien por estos días esta realizando una gira que abarca países como Cuba, Venezuela, China, Brasil, Europa, pero que no contempla ninguna visita a Estados Unidos. Es más, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) en las últimas semanas efectuó declaraciones que seguramente no son de agrado de la Casa Blanca. En primer lugar, Morales declaró que no que no aceptará más ayuda económica y militar de Estados Unidos relacionada a la lucha contra las drogas, además subrayó que esa lucha "debe dejar de ser un pretexto para intereses geopolíticos de control de la soberanía boliviana". Pero las declaraciones no terminan ahí, en una reciente entrevista realizada por la cadena árabe Al Jazeera, Morales dijo que "Bush es el único terrorista, porque es el único que interviene militarmente en los asuntos de otros países”. "Ellos (la administración de Estados Unidos) son los asesinos, por practicar el terrorismo de Estado y lanzar una guerra sucia contra nosotros", manifestó Morales. Después de esas declaraciones, el futuro presidente de los bolivianos comenzó su gira en Cuba y Venezuela. En su visita a La Habana se destacó un documento que señaló que la visita "se inserta en el marco de las históricas y profundas relaciones de hermandad y solidaridad entre los pueblos cubano y boliviano". Seguidamente, en su visita a Venezuela junto a Hugo Chávez, Evo Morales se manifestó decidido a “luchar por los pobres, por nuestros indígenas” y a llevar adelante “la lucha antineoliberal y anti-imperialista”. A lo que Chávez, al igual que Fidel Castro, le brindó su apoyo y declaró que "si el imperialismo y sus lacayos por estas tierras quisieran derrocar mañana o pasado al gobierno de Evo Morales se van a arrepentir porque ocurriría exactamente lo que aquí ocurrió: profundización de lo que haya que profundizar"."El pueblo de Bolivia igual que el venezolano está dispuesto a ser libre", indicó el mandatario venezolano. Todas estas cuestiones, fortalecen aun más el proceso de integración latinoamericana a expensas de Estados Unidos. Además ambos líderes respaldaron la candidatura a presidente del peruano Ollanta Humala. Por el momento la administración estadounidense evitó comentar sobre las declaraciones y gira de Morales. "Vamos a ver qué clase de políticas sigue el presidente Morales, y en base a eso veremos qué clase de relación mantendrán Estados Unidos y Bolivia", declaró en tono amenazante el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack. Sin embargo, las intenciones de los halcones que gobiernan el pais del norte son más que claras. La posible suma de Bolivia a la lucha anti-imperialista por parte de Venezuela y Cuba, sin lugar a dudas provocara una reacción de Washington que contempla todos los mecanismos para ejercer su alicaída influencia en la región. La revolución cubana, la revolución bolivariana y su riqueza petrolera y el agregado de un primer indígena en el poder que se presta a gobernar el pais con la segunda reserva de gas más grande del continente son objetivos claros para los halcones y más cuando estos están en pos de una alianza. - Agencia Periodística del MERCOSUR: http://www.prensamercosur.com.ar