Elecciones en Argentina:

El día que Macri ganó en las noticias

29/07/2019
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Con la implementación del nuevo sistema de escrutinio provisorio, el resultado de los comicios corre el riesgo de judicializarse. Las primarias del 11 de agosto pueden mostrar la construcción de un escenario electoral virtual. En la era de la posverdad, lo que más importa es lo que impacta en las noticias.

 

A dos semanas de las elecciones primarias (PASO) presidenciales en Argentina, dirigentes y expertos advierten sobre la preparación de un escenario técnico que posibilita la adulteración del escrutinio provisorio. El fraude no se podría extender al recuento oficial en papel, pero impactaría de forma decisiva en el sistema de noticias.

 

“Esa situación hará que se judicialice el escrutinio definitivo, y que probablemente dure más de dos semanas”, pronostica el ingeniero Ariel Garbarz, fiscal del Frente de Todos y principal animador de las denuncias públicas sobre el tema.

 

La inquietud de la dirigencia argentina se agudizó luego del último simulacro del nuevo sistema, cuando los participantes pudieron comprobar in situ que se realiza una transformación de los archivos al ser transferidos. Técnicamente, esto permite una manipulación o adulteración de votos a gran escala.

 

Por eso la propia Cristina Fernández de Kirchner, a su regreso de Cuba, manifestó su preocupación por la posibilidad de fraude y aconsejó avanzar en los recursos judiciales para exigir al gobierno del presidente Mauricio Macri las garantías necesarias.

 

Por el eso peronismo, la principal fuerza de oposición, anunció que hará su propia fiscalización de las elecciones.

 

El nuevo sistema será puesto en práctica por primera vez en las elecciones primarias (PASO) del 11 de agosto. Hay varias peticiones de partidos para que se suspenda y se retome el sistema anterior, pero la Justicia Electoral no ha respondido hasta ahora.

 

La preparación del escenario legal

 

La administración Macri mostró este año un sostenido empeño por modificar el Sistema Electoral. Aparte de otros cambios, impulsó por decreto un nuevo sistema de envío digitalizado de las actas del escrutinio, que sustituye el tradicional de los telegramas.

 

Nunca se explicó qué urgencia justifica modificar por decreto un sistema que debe ser modificado por el Parlamento. Sin embargo la Cámara Nacional Electoral, con un fallo salomónico, autorizó la digitalización de la transmisión de resultados al mismo tiempo que se distanció de los mecanismos implementados por el Gobierno.

 

Los jueces recordaron que “el sistema electoral es totalmente ajeno a los resultados del conteo provisional”, que se encuentra a cargo del Ministerio del Interior y fuera del ámbito de la justicia nacional electoral.

 

Así, el tribunal permite la digitalización y transmisión de resultados, pero deslinda responsabilidades sobre lo que ocurra. Ordena mantener el recuento oficial en papel para los fines legales, pero dice que no va a intervenir en el recuento provisorio.

 

El escrutinio provisorio entonces tiene un raro status jurídico: No tiene fuerza legal, aunque está autorizado. El Sistema Nacional Electoral lo desconoce, aunque comparten datos.

 

El escrutinio provisorio se convierte en un proceso paralelo de recolección y administración de datos sobre la elección, con el objeto único y exclusivo de convertirse en materia prima de las noticias.

 

La preparación del escenario técnico

 

Para el nuevo sistema de envío digitalizado de las actas del escrutinio, el gobierno compró el polémico software Election 360 de SmartMatic para implementarlo. Este programa modifica las actas de escrutinio que transmite, tiene la propiedad de transformar y manejar los archivos transmitidos, y así lo informa en su ficha técnica. “Debería ser declarado ilegal. No debería poder usarse en ningún país”, define Ariel Garbarz.

 

La firma SmartMatic además ha sido denunciada en diferentes escenarios.

 

En la última jornada de simulacro, los técnicos de la empresa reconocieron que el scanner genera un archivo TIFF, pero los operadores de carga reciben un PNG. En otras palabras, la imagen que visualizan los data entry que están en el centro de cómputos no es la misma que sale del establecimiento que la envía.

 

Este software manejará los datos de más de 90 mil actas de 90 mil mesas de votación en las 15 mil escuelas de todo el país. Será la primera vez en la historia que se podrá hacer “una manipulación o adulteración de votos a gran escala”, advierte Garbarz.

 

Ingeniero en telecomunicaciones y electrónica, docente de la UBA y la UTA, Garbarz recuerda que todos los sistemas de voto electrónico han tenido problemas: “Hay 295 países democráticos que eligen a sus gobernantes por el voto. De esos 295, sólo quedan 7 que siguen usando voto electrónico. Todos los demás volvieron al papel. De los que quedan, hay tres en América, dos en Europa y dos en Asia. Nosotros seríamos el octavo país en inaugurar el voto electrónico en elecciones nacionales”.

 

La preparación del escenario mediático

 

El sistema de medios es la tercera pata del esquema. En Argentina, una simbiosis gobierno-justicia–medios impone su propia realidad virtual.

 

El país sufre una espiral recesiva de estanflación, devaluación, creciente endeudamiento externo y contracción del consumo. El presidente y sus principales ministros apenas si pueden asomarse en actos públicos o callejeros debido a la manifiesta hostilidad de los ciudadanos, que los insultan y los enfrentan. Sin embargo, las encuestas difundidas por los medios hegemónicos hablan de una ventaja de apenas un par de puntos de la principal fórmula opositora sobre el oficialismo.

 

¿Qué pasará en la noche del 11 de agosto si se anuncia un resultado en el escrutinio provisorio que luego no se confirma en el conteo oficial?

 

Posiblemente gran parte de la población nunca llegue a saberlo.

 

Para los argentinos está fresco el recuerdo de las elecciones de 2017, cuando las corporaciones mediáticas escenificaron una 'victoria' en las pantallas televisivas a través de un recuento provisional que le daba una gran ventaja al candidato del oficialismo.

 

Al final, en el recuento definitivo ganó la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

 

Pero muchos argentinos no se enteraron, porque la “victoria oficialista” fue la tapa del lunes.

 

¿Qué puede pasar en las PASO?

 

Para Ariel Garbarz, el domingo 11 de agosto el gobierno va a usar el sistema para reducir las diferencias entre los dos candidatos. Las consultoras más importantes muestran entre 6 y 12 puntos de ventaja de la principal fórmula de oposición (Alberto Fernández – Cristina Fernández) por sobre la encabezada por Macri.

 

Garbarz pronostica que los resultados del escrutinio provisorio van arrojar una pequeña diferencia entre ambas fórmulas, validando el clima previo que instalan los medios de una pelea “cabeza a cabeza”, o de un empate técnico: “De esa manera se va a preparar a la opinión pública, para que cuando sean las elecciones definitivas, no sorprenda que gane el oficialismo por uno o por dos puntos (en forma fraudulenta por supuesto)”.

 

Y concluye: “Esa situación hará que se judicialice el escrutinio definitivo, y que probablemente dure más de dos semanas, porque va a haber denuncias. El fraude lo vamos a detectar la misma noche. En el único resultado que tenemos que confiar es en el escrutinio definitivo, que es el que tiene valor legal”.

 

Conclusiones

 

Argentina está cada vez más debilitada institucionalmente. Las reformas electorales impuestas por decreto por la administración colonial de Macri son ilegales. Se mantienen en pie gracias el blindaje mediático que protege al oficialismo, y al fallo salomónico del Tribunal Electoral que hace equilibrio para no declararlas inconstitucionales.

 

El resultado es un ente extraño -el “escrutinio provisorio”- que computará y difundirá datos “oficiales” sobre el resultado de las elecciones, sin cumplir con los protocolos legales que exige el Sistema Nacional Electoral.

 

Ningún argumento justifica la premura y la ilegalidad de las reformas. En cambio, un conjunto de experiencias y jurisprudencia internacional enseña que cualquier tecnología electrónica que suplante al voto manual, controlable por cada partido, conlleva inseguridad, vulnerabilidad y posible distorsión de la voluntad ciudadana.

 

Una convergencia de señales sugiere que el “escrutinio provisorio” será utilizado como plataforma para operaciones noticiosas, en línea con otro conjunto de estrategias de falsificación de la realidad: campañas negras, fake news y operaciones de desinformación masiva.

 

Un gobierno impopular y debilitado, que no tiene chances de renovar su mandato por el voto popular, ¿Se jugará su última carta a escenificar un triunfo virtual (o una derrota por escaso margen) en las pantallas televisivas y las portadas de los diarios?

 

El 11 de agosto es el primer capítulo de la contienda. La arquitectura legal, técnica y mediática está montada. Usarla es una decisión política.

 

 

 

https://www.alainet.org/en/node/201257
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