OMC: dinámica de la parálisis

11/09/2006
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  • Opinión
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Septiembre pasa sin actividad negociadora en la OMC. La única importante es la reunión del Grupo de los 20 (G-20)[1] en Río, los días 9 y 10[2]. Ese grupo ha equilibrado cada vez más la negociación y tiene iniciativas bien fundamentadas. La Unión Europea da indicios de evolucionar hacia posiciones más conciliantes hacia sus propuestas. Eso lo atribuimos a la conciencia de que en el G-20 figuran China, India y MERCOSUR, que son mercados del mayor crecimiento y futuro.

La suspensión indefinida, a principios de agosto, de las negociación llamada “Ronda Doha” en la OMC, no fue una sorpresa. Lo sorprendente fue querer negociar, en noviembre de 2001, una nueva Ronda cuando estaban pendientes por aclarar tantos asuntos de la previa Ronda Uruguay. Sólo la solidaridad o el temor hacia unos Estados Unidos radicalizados, después de los atentados del 11 de septiembre, llevo a un consenso forzado.

El año pasado diferentes entidades internacionales, como la UNCTAD y el Banco Mundial,  confirmaron lo que todos los investigadores saben: que el sistema desigual de apertura y competencia negociado en la Ronda Uruguay, ha profundizado la pobreza en los países en desarrollo y sólo ha enriquecido a una pequeña elite exportadora.

El problema básico es que los países desarrollados no son competitivos en agricultura, pero cierran sus mercados de los productos agrícolas de un Tercer Mundo donde la agricultura es la principal fuente de trabajo. El agravante son los subsidios, que, con dinero público, hacen caer artificialmente los precios agrícolas internacionales; algo que no favorece siquiera a los agricultores de los países desarrollados, sino a sus empresas agroalimentarias.

La última novedad en descaro fue que Estados Unidos propuso, en julio, la renovación de la llamada Cláusula de Paz (Artículo 13, Acuerdo sobre Agricultura de OMC), que prohibía, hasta el 2004, la aplicación de aranceles compensatorios; una medida prevista para neutralizar los efectos nocivos e injustos de las exportaciones agrícolas subsidiadas y que afectaría las exportaciones norteamericanas.

Haremos una breve revisión del estado de la negociación, cuando fue suspendida.

Productos de Agricultura

La parálisis de la negociación se conocía desde el Primero de junio, cuando las asociaciones del agro norteamericano advirtieron al Presidente Bush contra cualquier concesión en las negociaciones de la OMC. En su carta piden a  Washington que deje claro a sus socios comerciales que los Estados Unidos no apoyarán ulteriores recortes en los subsidios que otorgan.

En octubre Estados Unidos ofreció un recorte de los subsidios ilegales y distorsionantes de la “Caja Ámbar” en 60%; de US$ 19.100 millones a 7.600 millones. Unos subsidios ilegales según los acuerdos de la OMC, en primer lugar. Además, crean una “Caja Azul” intocable donde versan 4.800 millones y suben el “De minimis” a 9.700, con lo que terminan aumentando los subsidios de 21.400 millones a 22.100. No hay mucha ganancia allí.  

La Unión Europea, que subsidia también, pedía a Estados Unidos una reducción del 70%, para discutir sobre una apertura de mercado.

Una discusión obscena, porque todos los subsidios mencionados son contrarios a las cacareadas reglas de la economía de mercado, que Estados Unidos predica al Orbe y cuya  filosofía, supuestamente, conduce las negociaciones. Aquí, la “Mano Invisible”, que reparte la riqueza según la eficiencia productiva, se hace mas invisible que nunca. Lo que vemos son precios agrícolas internacionales artificialmente bajos, sin que no por eso los productos procesados se vendan más barato. Subsidios que siembran miseria y hambre.

En cuatro pinceladas, tal es el panorama de la OMC: Agricultura sigue siendo el eje de toda la negociación. El cuadro que sigue es elocuente sobre la importancia relativa de la agricultura.

Algunos Indicadores de los Principales Miembros del G-20, Europa y Estados Unidos (2003)

Pais/Grupo

Principales en G-20

PIB (US$ Millardos

PIB Agrícola (US$ Millardos)

Poblacion Total (Millones)

Población Agrícola (Millones)

Exportaciones Agrícolas

(US$ Millones)

Importaciones Agrícolas

(US$ Millones)

Balance Agrícola (US$ Millones)

China

1,417

207

1,312

851

16,884

23,453

(6,569)

MERCOSUR

   804

  56

   276

  38.4

41,403

  8,336

33,067

México

   626

  25

   103 

  22

  8,725

 12,179

(3,454)

India

   601

133

1,065

557

  6,504

   4,904

  1,601

Indonesia

   208

  35

   220

  93

  6,992

   4,406

  2,587

Sud Africa

   160

    6

     45

    6

  3,052

   1,915

  1,136

Tailandia

   143

  14

     63

  29

10,356

   3,528

  6,828

 

 

 

 

 

 

 

 

Unión Europea (15)

10,505

235

380

  15

62,649

68,197

(5,548)

Estados Unidos

10,949

175

294

    6

62,305

53,480

 8,825


MERCOSUR:  Argentina, Bolivia, Brazil, Paraguay, Uruguay, Venezuela y sus Miembros asociados Bolivia y Chile

Fuente: Estadísticas del G-20:  http://www.g-20.mre.gov.br

Productos Industriales

Otro tema es la importación de productos industriales. En jerga OMC le dicen: Acceso a Mercado No Agrícola (NAMA, en inglés); un espécimen de elegancia gramatical burocrática. Aquí la resistencia viene de países en desarrollo con industrias crecientes y vastos intereses agrícolas. Argentina, Brasil, China, India y Sur África – todos G-20 - se oponen a una apertura sin equilibrio a favor de las economías industrializadas.

Desde antes de Hong Kong, el asunto gira entorno al tema de las “modalidades”. Esto consiste en formulas para reducción de aranceles y sus flexibilidades. Hasta ahora no hay siquiera un papel de referencia para un paquete técnico de modalidades. 

Servicios

La novedad en Servicios fueron las negociaciones plurilaterales (entre grupos de países), en lugar de las multilaterales (entre todos los países). Desde Hong Kong se han presentado 22 solicitudes colectivas y el 24 de mayo se terminó otra secuencia de reuniones del Consejo de Servicios para solicitudes y ofertas plurilaterales y bilaterales. No pasó mas nada.

Muchos países en desarrollo esperaban el resultado de las negociaciones en agricultura y productos industriales antes de comprometerse. Mientras tanto, los Estados Unidos y la Unión Europea tratan de fragmentar el proceso en negociaciones bilaterales. 

Desplazamiento hacia acuerdos bilaterales.

Desde hace cuatro años, Estados Unidos obtiene todo lo que no logra en OMC mediante los acuerdos etiquetados con el eufemismo de “Libre Comercio”. Es un texto único, como un contrato de adhesión, que se dicta a los países donde puede ejercer la mayor presión. El fracaso en OMC hace esperar que se refuerce la presión hacia los acuerdos bilaterales.

La lista va creciendo. La iniciaron Nafta (México y Canadá), Jordania, Marruecos, Cafta (América Central y Dominicana), Australia. Actualmente se negocia con países asiáticos. Tailandia parece ceder, pero Malasia lo rechazó y Sur Corea se resiste. Los intentos de imponer ese mismo texto a escala continental, como Área de Libre Comercio de las Américas – ALCA, fracasan reiteradamente por la oposición de MERCOSUR, Bolivia y Venezuela, que representan el 78% de la economía suramericana.

Los acuerdos bilaterales, con otros países latinoamericanos más dúctiles, han tenido el efecto de fracturar los procesos de integración autóctonos.

En Centroamérica, el acuerdo Cafta supera largamente el alcance del Mercado Común Centroamericano, que no cubre servicios. Queda afuera Costa Rica, donde hay mucha resistencia a ratificar el acuerdo. Es de asumir que ese comercio interno, compuesto por bienes de mayor valor agregado, será desplazado.

Los acuerdos con Perú y Colombia superan el alcance de los compromisos en la Comunidad Andina y dejan afuera a Bolivia y Ecuador. Ya provocó la separación de Venezuela, lo que tendrá resultados nefastos para Colombia, porque es su segundo cliente y el destino de las exportaciones con mayor valor agregado.

Ahora Estados Unidos insidia a MERCOSUR, ofreciendo negociar bilaterales a sus socios más débiles e insatisfechos: oficialmente a Uruguay y discretamente a Paraguay.

La Unión Europea también ha intensificado su interés en acuerdos bilaterales de cooperación económica, pero el suyo es un sistema concéntrico con varios grados de asociación. El acuerdo para  la América Central tiene un nivel menos estrecho que el de los socios de  Lomé/Cotonou.

En Río es predecible que el G-20 terminará exhortando a los miembros de la OMC a retomar las negociaciones, hacia dos objetivos centrales: desarrollo y reforma de políticas agrícolas. Pero también hay señales claras de que esa alianza de negociación en el tema agrícola, también evoluciona en hacia acuerdos bilaterales o de grupos.

Después de la reunión del G-20, tendrá lugar otra, muy significativa. La del Presidente Lula con los jefes de Estado de India y Sur África, para iniciar las conversaciones sobre un amplio acuerdo económico con MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela). Si se interesara a China y a una Rusia, que no acaba de entrar en OMC, este constituiría un tercer bloque económico de igual peso que los otros dos y con mayor crecimiento.

Fuente: Instituto de Relaciones Económicas Internacionales (IREI), Ginebra

Ventana Global

www.ventanaglobal.info


[1] Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, China, Cuba, Egipto, Filipinas, Guatemala, India, Indonesia, México, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Sur África, Tailandia, Tanzania, Uruguay, Venezuela, Zimbabwe

[2] Esta prevista diez días después una reunión del Grupo Cairns, en la ciudad Cairns, Australia, a los 20 años de su fundación; pero desde el nacimiento del G-20 la importancia de ese grupo ha disminuido mucho.  

https://www.alainet.org/en/node/117032
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