La Riqueza de la Diversidad
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Movimiento de Derechos Humanos

El tema de los derechos humanos ha ganado terreno en la sociedad. Hay niveles importantes de apertura para este tema en los medios masivos. Pero aún hace falta que esta causa sea asumida por el conjunto de la sociedad civil.


1. Exclusión y derechos humanos

En el Gobierno conservador de Sixto Durán Ballén se ha agudizado la violación de los derechos económicos y sociales, como producto de las políticas de ajuste. Para 1994, cerca de cuatro millones de ecuatorianos (alrededor del 35%) se encontraban en la pobreza y un millón y medio en la extrema pobreza, según datos del propio Banco Mundial. Las tasas de malnutrición crónica, según esta misma fuente, alcanzaban un nivel alarmante del 45 %. En 1995, los programas de nutrición (del sector público y de las ONGs) solo cubrían al 6% de los 600 mil niños pobres menores de cinco años. (46)

Los presupuestos para salud y educación han disminuido vertiginosamente, deteriorándose la calidad de los servicios. Las políticas de reducción del tamaño del Estado han dejado sin trabajo a un gran número de empleados públicos, agravando aún más los crónicos problemas de desempleo y subempleo.

Según la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, CEDHU, también han aumentado los casos de violación a los derechos civiles y políticos, siendo 1993 el año más crítico. En este año, el número de casos fue de 478, en 1994 de 434 y en 1995, de 373.

En el siguiente cuadro se presentan las violaciones a los derechos humanos más frecuentes, debiéndose aclarar que en un solo caso, generalmente, se producen varios tipos de violación a los derechos humanos.


Frecuencia de violación a los derechos humanos

Tipo de violación

1992

1993

1994

1995

Homicidio

40

32

21

49

Tortura

32

119

82

63

Violación de domicilio

8

39

33

21

Agresión física

241

244

332

143

Arresto arbitrario

245

497

221

207

Incomunicación

24

124

25

104

Fuente: CEDHU.


Esta escalada de violación de los derechos humanos es causada "por un modelo económico fundamentalista que conlleva un modelo social de exclusión, un modelo de democracia excluyente que si bien no impide de manera pública la existencia de espacios sociales de protesta y de oposición, por lo menos impide el derecho a la desobediencia", señala Alexis Ponce, vocero de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, APDH.

En la última década han desaparecido unas 18 personas, situación que se atribuye a la policía y a las Fuerzas Armadas. Uno de los casos mas conocidos ha sido el de la profesora Consuelo Benavides, desaparecida, torturada y asesinada por elementos de la Marina, en diciembre de 1985. Luego de dilatorias inexplicables en la administración de justicia, el caso prescribió en diciembre de 1995. Fueron sancionados solamente algunos elementos de bajo rango, en tanto que los "pájaros de alto vuelo", los autores intelectuales del delito, huyeron o fueron perdonados. Esto da la medida del grado de impunidad que existe en el país y la protección de que gozan quienes violan los derechos humanos.

Aunque han disminuido los casos de tortura, la policía la sigue usado como método de investigación. Se han denunciado numerosos casos de abusos de autoridad por parte de elementos policiales. La situación carcelaria es sumamente crítica: hay miles de presos sin sentencia, los locales penitenciarios son estrechos, inhumanos e inadecuados, no se cumplen los planes de rehabilitación, cientos de niños conviven con sus madres presas. La administración de justicia experimenta altos niveles de corrupción e ineficiencia.

La delincuencia, fruto de causas estructurales, es combatida únicamente con métodos represivos y violentos. 1995 registra el mayor número de homicidios de supuestos delincuentes. A pesar de que en el Ecuador no hay pena de muerte, es común que los delincuentes caigan abatidos durante supuestos enfrentamientos con la policía sin que sean sometidos a un juicio legal. Ante la ineficacia de la policía y del sistema judicial, se va extendiendo, peligrosamente, los linchamientos y la justicia por la propia mano.

Las Fuerzas Armadas y la policía tienen una mayor injerencia en la vida nacional. Cada vez que hay medidas económicas y se producen protestas populares, el ejército y la policía salen a las calles a ejercer labores de control y represión.

En 1995, en el transcurso de manifestaciones callejeras, contra la Ley de Libertad Religiosa y contra las políticas neoliberales, perdieron la vida los estudiantes Juan Carlos Luna, Verónica Burbano y Giovany Arias, mientras decenas de jóvenes han sido heridos o apresados por la policía. Los fueros especiales que amparan a los uniformados, impiden la investigación y sanción de quienes violan los derechos humanos.

Tras el conflicto fronterizo con el Perú, las Fuerzas Armadas juegan un nuevo rol en la sociedad y afianzan su presencia. Los militares participan en forma creciente en operativos anti-delincuenciales y anti-drogas.

Los organismos de derechos humanos se encuentran preocupados por el retroceso experimentado en el juzgamiento de policías y militares implicados en violaciones a los derechos humanos. Durante el estado de emergencia, por orden del Ministerio de Defensa, en los juzgados se negaba cualquier información sobre los procesos que se seguían contra militares, incluso en los juicios de alimentos.


2. Los pioneros

En el Ecuador los organismos de derechos humanos nacieron a mediados de 1978, como respuesta a la masacre en el Ingenio Azucarero Aztra, en donde perdieron la vida decenas de trabajadores, tras un desalojo policial ordenando por la dictadura militar que gobernó el país de 1972 a 1979.

Dos organismos se constituyeron para la defensa de los derechos humanos: la Comisión por la Defensa de los Derechos Humanos, CDDH y la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, CEDHU.

La CDDH nació como una iniciativa de un movimiento de izquierda. En su fundación intervinieron estudiantes y profesionales que habían participado en la lucha contra la dictadura militar.

A principios de la década del 90 se produjo un recambio en la Comisión, la que empezó a dar prioridad a la educación en derechos humanos y a la promoción de los derechos culturales, económicos y sociales.

La CDDH promueve la organización popular y apoya las luchas de los sectores marginados para que mejoren sus condiciones de vida, defiendan su identidad cultural y avancen en sus procesos de autodeterminación. El fuerte del trabajo de la Comisión no son los derechos individuales sino los derechos colectivos.

El trabajo de la CDDH abarca siete provincias, tanto en las áreas rurales como urbanas. En Pichincha y Cotopaxi trabaja con sectores indígenas y campesinas. En Milagro apoya a las organizaciones poblacionales a conseguir sus reivindicaciones.

En lo educativo, la Comisión efectúa talleres y establece acuerdos con las organizaciones populares para la capacitación en derechos humanos. En comunicación, produce una radiorevista semanal y también edita la revista Testimonio.

La CEDHU, en cambio, surgió como una iniciativa de las iglesias católica, luterana y presbiteriana. Adoptó el carácter ecuménico, para permitir una mayor apertura y una representación de los diferentes sectores sociales. En un primer momento la integraban representantes de las centrales sindicales y campesinas, el CEDIS-CEDEP, la Fundación Brethen Unida y los gremios de abogados, médicos y periodistas. Con el transcurso del tiempo se incorporaron comunidades cristianas de base, organizaciones de mujeres, barriales y jóvenes, según explica la hermana Elsie Monge, de la CEDHU.

Durante los primeros años, la CEDHU abarcó dos frentes: la asistencia a los refugiados del Cono Sur, Colombia y Centroamérica y el apoyo a los conflictos de tierra, laborales y de seguridad de las personas.

Posteriormente, el trabajo de la CEDHU se centró más en la defensa de los derechos civiles y políticos, la solidaridad internacional, y en menor escala la educación. Adquirió un papel notorio en el período 1984-1988, durante el gobierno de derecha de León Febres Cordero, en el que se registró un mayor número de casos de asesinato político y desapariciones, tomando como pretexto la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y la subversión.

Los organismos de derechos humanos, y en particular la CEDHU, fueron atacados duramente desde la más altas esferas del régimen febrescorderista.

"Derechos Humanos toma importancia en el marco de la represión. Yo creo que eso ayudó a que la gente tenga mayor conciencia de la necesidad de denunciar, de la necesidad de defender sus derechos y los derechos colectivos", señala Elsie Monge.

En 1980 se creó la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, ALDHU, por iniciativa del Gobierno de Jaime Roldós Aguilera (1979-1981). Nació como un instrumento de la socialdemocracia para incursionar en el trabajo de derechos humanos en América Latina.

A partir de 1981, por iniciativa de la CEDHU, se formaron organismos provinciales de derechos humanos, que funcionaban a nivel de voluntariado, articulados, principalmente, al trabajo de sectores progresistas de la Iglesia Católica.

En 1983 se constituyó el Frente Ecuatoriano de Defensa de los Derechos Humanos, FEDHU, como una instancia nacional de coordinación de estos organismos, en el que participan actualmente 18 organizaciones (ver recuadro).

El FEDHU se dio a conocer públicamente en 1984, durante el gobierno de Febres Cordero, cuando organizó el Primer Foro Nacional de Derechos Humanos.

Dos ejes marcan el funcionamiento del FEDHU:

A) Los Foros Nacionales que primero se realizaban cada año y luego cada dos años. En estos eventos, delegados de organizaciones de trabajadores, campesinos, indígenas, mujeres, jóvenes y profesionales, presentaban sus denuncias y tenían un espacio de diálogo e intercambio de experiencias. Una limitante de los foros era que no había un proceso de seguimiento de los casos denunciados.

B) Las actividades de educación y difusión de los derechos humanos en torno al 10 de Diciembre. Durante una semana se conmemoraba esta fecha, con una presencia simultánea en varias provincias. El objetivo era llegar sobretodo a los jóvenes, a través de periódicos murales, concursos y actos litúrgicos.

Elsie Monge menciona dos logros de los foros: en primer lugar ayudaron a las organizaciones locales a ampliar su horizonte, a ver que sus problemas no eran aislados sino que respondían a un sistema político y económico, y en segundo lugar, permitían que las denuncias locales tengan mayor repercusión al ser presentadas ante la opinión pública nacional.

A pesar de que el FEDHU es un organismo nacional cuyo propósito es coordinar el trabajo de derechos humanos, no funciona como un frente organizado y permanente. Su accionar está supeditado a lo que hagan o dejen de hacer las comisiones locales, por lo tanto su presencia es oscilante. Hay un comité ejecutivo nacional, cuya presidencia es rotativa.

Esporádicamente, en coyunturas que ameritan, el FEDHU ha efectuado acciones coordinadas o se ha expresado públicamente como tal, a través de la prensa, como sucedió con el conflicto fronterizo con el Perú.


3. "El síndrome Restrepo"

Un elemento que dinamizó al movimiento de derechos humanos en el Ecuador es el "caso Restrepo". La desaparición, en 1988, de los jóvenes Pedro Andrés y Carlos Santiago Restrepo Arismendi, provenientes de una familia colombiana acomodada, conmovió a la sociedad nacional y tuvo amplias repercusiones públicas como la disolución del Servicio de Investigación Criminal, SIC, en el que fueron torturados los dos jóvenes.

El esclarecimiento parcial de este caso, y la condena de una parte de los implicados, fue posible gracias a la lucha emprendida por los padres y familiares de los menores: Pedro Restrepo, Luz Elena Arismendi y Martha Cecilia Arismendi. "Esta lucha es ejemplar, digna y socialmente subversiva porque coloca al núcleo familiar, que se supone es lo más sagrado, frente al Estado, la familia cuestiona el papel represor del Estado", decía un editorialista de diario Hoy.

El caso Restrepo sentó jurisprudencia en el sentido de que se puede iniciar una demanda por el caso de desaparición forzada cometida por el Estado, sin que necesariamente exista el cuerpo del delito. "Eso es muy importante puesto que una de las garantías de impunidad que da el Estado a sus fuerzas represivas es la desaparición del cuerpo del delito. Con ese sistema no se puede iniciar ni siquiera una denuncia de comisaría", dice Pedro Restrepo. (47)

"El fenómeno Restrepo se transforma en un síndrome porque ha posibilitado ver muchas aristas de una lucha inédita y de un espacio de organización social y de preocupación civil", expresa Alexis Ponce.

Tras la causa de "los Restrepo", que todos los miércoles se manifestaban en la Plaza Grande de Quito, frente al Palacio de Gobierno, se unieron otras personas que reclamaban por la desaparición o el asesinato de sus seres queridos, conformando un comité de familiares. Esta lucha también fue apoyada por artistas, comunidades cristianas de base, reporteros y editorialistas, jóvenes y hombres de la calle. El tema de los derechos humanos comenzó a ser asumido por nuevos sectores.

"A pesar de la caída de los muros, el 'fin de la historia', el desconcierto y la falta de perspectivas, nosotros vemos que desde el año 1991 existe un desarrollo orgánico y cualitativo de los Derechos Humanos. Ya deja de ser una causa, que hace 10 años era defendida por la Iglesia Católica. Pasa a ser una actividad permanente de sectores laicos, de sectores de la sociedad civil", manifiesta Ponce.

En los últimos cinco años han aparecido nuevos organismos de derechos humanos que han diversificado y especializado sus campos de acción, especializándose en documentación, problemas jurídicos, atención a los problemas de fronteras y atención psicológica a las víctimas de violación de derechos humanos.

Uno de ellos, es el Instituto Regional de Derechos Humanos, INRED, que plantea que los problemas de derechos humanos se han internacionalizado y que ameritan una respuesta a nivel de la región andina.

Otra organización muy activa es la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, APDH, que se fundó el 21 de agosto de 1992, al calor de la lucha contra la impunidad emprendida por los Restrepo.

El trabajo de la APDH gira en torno al apoyo y la solidaridad a los familiares de desaparecidos y asesinados por los organismos de seguridad del Estado y a las acciones simbólicas por causas justas. La APDH creó métodos inéditos como el de los "hijos adoptantes" consistente en que uno o varios jóvenes se acercan a un familiar de un desaparecido y apoyan su caso en los planos humano, legal e informativo.

"El eje de nuestro trabajo ha sido el activismo: desde caminar de Yambo a Quito trayendo vasijas de barro, con agua y tierra, para darle al Presidente de la Corte Suprema de Justicia antes de que dicte sentencia (en el caso Restrepo) hasta tomas pacíficas de agencias de prensa y encadenamientos en la Plaza Grande", dice Alexis Ponce.

Y continúa: "Nosotros creemos mucho en el simbolismo, aparentemente el simbolismo no da réditos inmediatos pero se queda mucho en la gente....Rememorando lo que hizo Eugenio Espejo, el 21 de octubre de 1994 pusimos banderas en todas las cruces coloniales de Quito. Fue una actividad de 'recorderis' a un pueblo que debe aprender de su memoria histórica".

"La causa Restrepo ha permitido generar cosas nuevas. Por un lado crear una red informal, una especie de 'complicidad' de muchos sectores: no hay una tabulación de cuantos somos, pero de quienes somos sí; estamos en diversos sectores de la prensa y de la opinión; hay editorialistas que han descubierto en esta gran veta de los derechos humanos y la defensa de la vida, las posibilidades de avanzar y de dejar a un lado esta incertidumbre típica de los años 90".

"En derechos humanos empezamos a desarrollar el graffiti y el movimiento social ha ido generando su propio graffiti: es gratuito, es creativo, ya no te quedas con el asunto del poder, de abajo los burgueses y arriba los proletarios, sino con las cosas que la gente reclama y que la gente puede aprehender también".

"Somos la única institución que no tiene local, no tenemos fax, correo electrónico ni copiadora, pero el trabajo sale, gracias a esas redes de apoyo mutuo. El correo electrónico tiene una potencialidad, había aquí organizaciones de derechos humanos que contaban con todo y que no lo utilizaban, que no lo sabían usar. Nosotros dijimos esto debe ser una cosa de todos los días, cuando cayó una computadora prestada en nuestras manos, durante un mes la movimos día, tarde y madrugada, mandando información y recibiendo información", concluye Ponce.


4. Otro espacio de coordinación

En Quito existe otro espacio de coordinación, denominado Minga por la Vida, que surgió para defender a los detenidos por el caso Putumayo. (En diciembre de 1993, se produjo un ataque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, a una patrulla ecuatoriana que dejó 11 muertos, entre policías y militares ecuatorianos. Como represalia fueron apresados 11 campesinos, acusados de participar en esta acción. Según denuncias, varios de ellos se autoinculparon por las torturas a las que fueron sometidos. Siete de ellos fueron declarados culpables).

Minga por la Vida se constituyó a partir de una iniciativa de Amnistía Internacional, sección Ecuador. Esta organización, por principio, no puede efectuar actividades en el país, sin embargo convocó a organismos de derechos humanos y afines para que coordinen en función de acciones puntuales.

En Minga por la Vida participan la CDDH, la CEDHU, INRED, APDH y otros organismos de derechos humanos. Pero también están incluidos: Defensa de Niños Internacional, DNI, Capítulo Ecuador; Servicio Paz y Justicia, SERPAJ, el Partido Humanista, el Consejo Latinoamericano de Iglesias, CLAI, y el Comité de Ayuda a los Refugiados y Desplazados por la Violencia, CARDEV.

Minga por la Vida aparece como una alternativa ante la falta de funcionamiento del FEDHU: trata de aunar las diferentes perspectivas de las organizaciones de derechos humanos en un espacio de reflexión y debate.

"Nosotros creemos que el FEDHU ha sido rebasado en la práctica por causas como el caso Restrepo o por las acciones del activismo que han sido impulsadas por la APDH, el SERPAJ y otros grupos que hemos confluido en la necesidad de ir revitalizando y sobre todo de ir dotándole de nuevos mecanismos a esta lucha, para que no sea una lucha gris, municipal y espesa", manifiesta Alexis Ponce.

Se han realizado varios talleres sobre instrumentos de protección de los derechos humanos. Según María Elena Sandoval del INRED, se trata de homogenizar un discurso de derechos humanos. Por el momento Minga por la Vida es un espacio local en proceso de cohesión interna y no pretende convertirse en un organismo nacional.


5. Articulación con otros sectores

Varios entrevistados señalan que los derechos humanos deben dejar de ser un asunto que concierne solo a los activistas para ser asumido por los movimientos sociales y toda la sociedad. Esta tesis se encuentra respaldada por organismos de carácter mundial como Amnistía Internacional y la Comisión de Derechos Humanas de la ONU, para los cuales, defensores de derechos humanos no son solo los que tienen una membresía sino los sindicalistas, los líderes campesinos e indígenas y las mujeres que defienden los derechos de su sector social.

Hay organismos que no se llaman de derechos humanos, pero que defienden los mismos como es el caso de las organizaciones de mujeres, de niños, de indígenas, entre otros.

Para Elsie Monge, la vigencia de los derechos humanos no depende tanto de los organismos de derechos humanos sino del grado en que el pueblo se haya apropiado y sienta como suya esta causa.

"En la medida en que el pueblo se vaya apropiando de la práctica y defensa de los derechos humanos, en esa medida es movimiento. Lo que nosotros hacemos es motivar, acompañar, apoyar. El movimiento amplio de los derechos humanos es ya del pueblo en su conjunto, no de los organismos de derechos humanos", acota.

En los últimos tres años, los organismos de derechos humanos han hecho causa común con otros movimientos sociales y organizaciones populares. En este sentido, han participado en frentes más amplios, como la Coordinadora por la Vida, el Frente de Defensa de la Vida y la Soberanía, el Foro Democrático que presentó un proyecto alternativo de reformas constitucionales y en la Coordinadora de Movimientos Sociales que impulsó el No en la consulta del 26 de noviembre de 1995.


6. Lados fuertes

* El tema de los derechos humanos ha ganado terreno en la sociedad. Hay niveles importantes de apertura para este tema en los medios de información masiva.

* Ha crecido el número de organizaciones que defienden los derechos humanos, alcanzando cierta presencia y reconocimiento de la sociedad civil. Tras una larga lucha de los activistas de derechos humanos en conjunto con los familiares de la víctimas de la violencia estatal, se ha logrado que, en determinados momentos, el tema de derechos humanos sea materia de preocupación general. Esto sucedió con el caso Restrepo.

* En organizaciones indígenas, campesinas y populares se han creado secretarías de derechos humanos.

* Al haberse integrado nuevos elementos , los organismos de derechos humanos han ampliado también su radio de acción.

* Existen niveles importantes de relación con organismos internacionales como Amnistía Internacional, Comisión de Derechos Humanos de la ONU y otros, lo que ha permitido presionar al Gobierno por la resolución de algunos casos. Producto de este trabajo, han visitado al país delegaciones de la Comisión Andina de Juristas, Américas Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, organismos que han constatado la situación de los derechos humanos en el país y han formulado recomendaciones.


7. Lados débiles

* Los organismos de derechos humanos se dedican exclusivamente a sus trabajos específicos, tadavía falta visión de conjunto. Aún subsisten los celos institucionales.

* A pesar de que han habido intentos de coordinación como el FEDHU y Minga por la Vida, no se ha logrado encontrar los

mecanismos y metodologías para superar el funcionamiento fragmentado y llegar a formas de reflexión y acción conjuntas que tendría mayor repercusión pública e impacto social.

* Hace falta dar mayor énfasis al trabajo de difusión y educación. No existen políticas de comunicación que permitan aprovechar los espacios que brindan los medios masivos para que el tema de derechos humanos sea asumido por el conjunto de la población.

* Se ha descuidado el trabajo de investigación que permita dar sustento a la defensa de los derechos económicos, sociales y culturales.

* Cuando los organismos de derechos humanos han asumido determinados casos, se quedan en el plano de la denuncia, no existe un proceso de seguimiento posterior y de asistencia a las víctimas.

* La escasez de recursos económicos impide contar con equipos permanentes, profesionales y especializados, que refuercen y den sentido al trabajo de los voluntarios. Esto también es un obstáculo para que consoliden los organismos provinciales.


8. Desafíos

* Mejorar los niveles de coordinación a nivel nacional, superar los personalismos y alcanzar formas de funcionamiento democrático.

* Extender el trabajo hacia las provincias y a otros sectores sociales y populares. Fortalecer las organizaciones locales, principalmente en las zonas fronterizas en donde se presentan situaciones conflictivas (militarización, guerrilla, droga) y atender los problemas de refugiados y migrantes.

* Lograr que los derechos humanos sean asumidos por el conjunto de la población a través de políticas de comunicación y educación. El tema de los derechos humanos no debe ser asunto de unos cuantos activistas sino de toda la sociedad civil. En este sentido, es importante fortalecer los espacios de interlocución con otros movimientos sociales.

* Desarrollar políticas para incidir en el aparato estatal. Coordinar acciones con diputados de distintas tendencias políticas, con el Tribunal de Garantías Constitucionales para lograr reformas constitucionales y legales que garanticen la defensa de los derechos humanos. Esto implica pasar de la denuncia a las propuestas.

* Coordinar acciones con organismos similares y afines de América Latina pues los problemas son comunes y las soluciones también.


Organismos que conforman el FEDHU:

- Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, CEDHU.

- Comisión por la Defensa de los Derechos Humanos, CDDH, Quito.

- Comisión de Derechos Humanos Universitaria, CODHU, Quito.

- Comité de Defensa de los Derechos Humanos, Guayaquil.

- Servicio Paz y Justicia, SERPAJ, Guayaquil.

- Comité de Derechos Humanos Monseñor Romero, Babahoyo.

- Comisión de Derechos Humanos, Azogues.

- Comisión de Derechos Humanos, Cuenca.

- Comisión de Derechos Humanos, Latacunga.

- Comisión de Derechos Humanos, Ambato.

- Comisión de Derechos Humanos, Montalvo.

- Comisión de Derechos Humanos, Nororiente.

- Comisión de Derechos Humanos, Macas.

- Comisión de Derechos Humanos, Sucumbíos.

- Comisión de Derechos Humanos, Misión Capuchina, Coca.

- Comisión Diocesana de Derechos Humanos, Machala.


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