Guerra contra las drogas, OTAN-Colombia

04/06/2013
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En esto días ha acontecido dos hechos que merecen un mínimo de reflexión colectiva.
 
 En Guatemala se desarrolla  la Asamblea 43 de la OEA, cuya agenda comprende  el debate del  El Informe sobre el problema de las drogas en las Américas. Como es evidente hasta para el no vidente, la llamada “guerra contra las drogas” no es otra cosa que una guerra contra nuestros pueblos. Las cifras hablan por sí solas y sus resultados mucho más. Quien la promovió e instigó ha implantado todo tipo de inseguridad en nuestros países y entre nuestros países. Las fuerzas militares hoy ya tienen funciones de seguridad interna como prestar servicios a intereses imperialistas mediante mil y un programas de cooperación y “ayuda humanitaria”. Honduras, México, Colombia (cuyos militares están proporcionando su asistencia no sólo en su país sino en otras partes del mundo” a decir de Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para América Latina) son países hermanos inmersos en una doliente realidad de violencia que  se extiende cada vez más desde Río Grande hasta a la Patagonia.
 
Mediante la “guerra contra las drogas” los EEUU ha logrado posicionar su dispositivo militar en nuestro continente, siendo la IV Flota el articulador. Logrado este propósito y ante el rechazo y desenmascaramiento del mismo, lanzan la iniciativa del presidente Santos de hacer de Colombia un miembro de la OTAN.
 
No es intensión de este escrito describir en detalle lo que es la OTAN. Pero si queremos tener un pequeño atisbo de los que es, recordemos su actuación en Kosovo,Irak, Afganistán, Libia y los preparativos para agredir a Siria. También tengamos muy presente que la OTAN  tiene una fuerza de respuesta de 25,000 efectivos para desplegar en cinco días a cualquier región del África, esto en el marco del dispositivo militar de los EEUU, el AFRICON. Entonces, la OTAN no es una santa “paloma”. Si ella toma cuerpo en Latinoamérica integrando a países como Colombia, nos esperan momentos crueles y de gran sufrimiento. Si el Oriente Medio nos es una región muy lejana, miremos en el espejo de África y sabremos lo que nos espera.
 
En lo inmediato la OTAN-Colombia haría  de la demanda soberana Argentina sobre Las Malvinas,  tarde, mañana y nunca su devolución. Y si a esto le sumamos el pedido del presidente Piñera para que sea los EEUU el que finalmente dirima el litigio entre Perú y Chile, la ilusión de ya no ser el patio trasero se evapora. ¡Y hay de UNASUR, CELAC, ALBA!  Buenas intensiones y chau.
 
La “guerra contra las drogas” y el pedido de Colombia de integrar la OTAN, son parte consustanciales de la ofensiva de los EEUU por “recuperar su patio trasero” en el contexto de impedir a China posicionarse y consolidar su presencia en Latinoamérica. Por eso toda otra realidad temática, llámese agendas, no pueden obviar lo evidente de que para los intereses imperiales la vida no vale, NO VALE y no tolera instancias autónomas y soberanas, o sea, NO UNASUR, NO CELAC, NO ALBA. Y si conflictos militares son necesarios, los promueven bajo  los nuevos considerandos de “responsabilidad de proteger, guerras de intervención” (La responsabilidad de proteger y el problema de la paz, Pablo Villagómez Reinel)
 
Perú, 05-06-13
https://www.alainet.org/pt/node/76521
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