El hambre entre el coronavirus y la guerra

En medio de los debates de un mundo pandemia y post pandemia y sus efectos sobre el sistema agroalimentario mundial, que no tiene discusión, ni debate, ni especulación, es una falacia hablar de ‘hambre cero’ para el año 2030.

26/08/2021
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En el año 2019 la población subalimentada o con hambre en el mundo, según estimaciones del Índice de Prevalencia de Subalimentación (IPS) de la FAO eran 687,7 millones de personas, el 8,9 % de la población mundial[1], de las cuales se esperaba un aumento entre 83 y 132 millones de personas en el 2020 por la pandemia y, de acuerdo con la caída de la economía, por lo que se proyectaron tres escenarios.

 

Hambre vs Covid-19

 

Pasado más de un año en pandemia por la Covid-19, la población con hambre en el mundo aumentó a 768 millones de personas o el 9,9 % de la población mundial en el año 2020[2]. Encontrándose 418 millones de hambrientos en Asia, 282 millones en África, 60 millones en América Latina y el Caribe y, 8 millones entre América del Norte, Europa y Oceanía.

 

En cuanto a la proporción, es África el que posee el mayor porcentaje de su población en condición de hambrientos (21 %), mientras que Asia y América Latina y el Caribe tienen en estas condiciones al 9 %.

 

Si nos dejamos llevar por los escenarios planteados en medio de la crisis por la Covid-19, el hambre aumentó en correspondencia con el primero, o sea, el menos malo de todos.

 

Sin embargo, según la Prevalencia de la Escala de Inseguridad Alimentaria (FIES), existen 2.368 millones de personas en inseguridad alimentaria moderada y grave, indicando al 30,4 % de la población mundial sin acceso a alimentación adecuada por falta de disponibilidad o por recursos económicos para adquirir los alimentos. Esto es, que en Asia se encuentran 1.199 millones de personas, en África 799 millones, en América Latina y el Caribe 267 millones, en América del Norte y Europa 98 millones y 5 millones en Oceanía. Un incremento total en 300 millones de personas.

 

En cuanto a la proporción, después de África que tiene el 59 % de su gente en inseguridad alimentaria moderada y grave, América Latina y el Caribe ocupa el segundo lugar con el 40 % de su población afectada.

 

Y, por otra parte, se encuentran 155 millones de personas en crisis alimentaria en el mundo, un aumento de veinte millones de personas, con respecto al 2019[3]. Siendo África el continente más afectado por esta situación.

 

Entre los principales impulsores del hambre, se siguen identificando a los conflictos armados, destacando Afganistán, Etiopía, Sudán del Sur, Siria, Yemen, República Democrática del Congo o Mozambique; en segundo lugar, los choques climáticos y desastres naturales como en Haití; y en tercer lugar los económicos; o en última instancia, la combinación de dos o tres. Considerando entre los choques económicos a los impulsados por la pandemia.

 

En este escenario, a la fecha, los contagiados por Covid-19 superan los 200 millones de personas, por lo tanto, siguen siendo más, los que padecen de hambre que los enfermos por el coronavirus.

 

Por otro lado, UNHCR – ACNUR han asegurado durante años que 8.500 niños y niñas mueren cada día de desnutrición[4], lo que correspondería alrededor de 3 millones cada año, por causa del hambre.

 

Visto de esta forma, en plena pandemia mundial por el coronavirus, parecía que el hambre causaría menos muertes que la Covid-19, sin embargo, se pone de nuevo en el tapete, sobre todo cuándo se ha fijado como Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, el “hambre cero”.

 

En este caso, en medio de la pandemia, se estima que más de cinco millones setecientas mil personas, mueren de hambre en el mundo cada año.

 

Y al comparar datos de las personas fallecidas por la Covid-19, son más de cuatro millones cuatrocientas mil muertes, las que han ocurrido desde que se detectaron los primeros casos[5]. Esto es, en más de seiscientos días o superior al año y medio. Por lo tanto, a la fecha, también siguen siendo más, los que mueren de hambre que los fallecidos por el nuevo coronavirus, en un año.

 

De hecho, en promedio mueren más de quince mil personas al día por hambre, mientras que éstas, sólo fueron superadas por el coronavirus durante los picos de la pandemia, en algunos días de enero y febrero de 2021, generalmente promediados en las diez mil personas fallecidas al día[6].

 

Hambre vs. Guerra

 

Por otra parte, tratar el tema del hambre en el mundo pasa por un obstáculo, sobre todo cuando de inversión o gasto se refiere, cuyo monto varía de acuerdo con el enfoque.

 

Según un estudio del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI – 2018) se requieren desde 265.000 millones de dólares al año (hambre cero/fin de la pobreza), hasta 52.000 millones (investigación agrícola, gestión de recursos e infraestructura) o 11.000 millones anuales (atención a hogares más vulnerables) para una disminución al 5 % de prevalencia de la subalimentación; incluso 7.000 millones anuales propone el Banco Mundial, cuyo objetivo no sería eliminar el hambre en concreto, sino lograr una sana nutrición. Todos al 2030 y el último al 2025.

 

Sin embargo, desde el 2001, de acuerdo con el Proyecto Costes de la Guerra de la Universidad de Brown, EEUU gastó en el conflicto bélico de Afganistán 2,26 billones de dólares en 20 años. Del total, 800.000 millones fueron destinados directamente a la guerra, según el propio Departamento de Defensa estadounidense[7].

 

Mientras que, desde el 2009 Estados Unidos superó por amplio margen o mantuvo alrededor de los 52.000 millones de dólares al año, los gastos directos para la guerra en Afganistán. Monto necesario para acabar con el hambre en el mundo de acuerdo con el segundo de los enfoques, más aún, si se compara con el modelo de los 11.000 millones de dólares dirigidos a los más vulnerables, ambos para disminuir en 5 % la prevalencia de subalimentación; ni hablar si fueran los 7.000 millones que refiere el Banco Mundial hasta el año 2025.

 

Guerra de Afganistán que sirve como ejemplo en los actuales momentos, para referir al tema del hambre en el mundo, porque después de 20 años de intervención militar extranjera y un gasto de 2,26 billones de dólares, entre los cuales también se destinaron 85.000 millones para la dotación de las fuerza armadas nacionales, se incluyeron l44.000 millones de dólares para la reconstrucción afgana, 24.000 millones para el desarrollo económico, y hasta 10.000 millones para combatir el narcotráfico, se encuentra en este país, una de las crisis alimentaria más graves del planeta con 13,2 millones de personas o el 42 % de la población en emergencia alimentaria, cuyo incremento ha sido constante desde el 2016 y, además, necesitando ayuda.

 

Ayuda internacional dirigida a la población afgana, que ACNUR ha cuantificado en el 2021 en 1.300 millones de dólares para solicitar el apoyo a los donantes de la comunidad internacional y atender entre ellos a 10 millones de niños, de los cuales sólo ha recibido el 37 % de los fondos necesarios (a agosto de 2021), teniendo aún un déficit de 800 millones de dólares[9].

 

Planteamientos finales:

 

En este contexto, se puede seguir afirmando en medio de los debates de un mundo pandemia y post pandemia y sus efectos sobre el sistema agroalimentario mundial, que no tiene discusión, ni debate, ni especulación, el aumento del hambre en el mundo, siendo una falacia hablar de ‘hambre cero’ para el año 2030.

 

Hambre, resultado del orden mundial imperante, haciendo que cada día, sigamos hablando de millones y millones de hambrientos, como un número más de las estadísticas en informes anuales.

 

Sobre todo, después que Estados Unidos gastó 300 millones de dólares al día durante 20 años en la Guerra de Afganistán, sin acabar con los talibanes y dejando una de las peores crisis alimentarias, cuyo requerimiento de ayuda humanitaria en el 2021 para atender a los hambrientos afganos, permite inferir, aunque no lo digan los organismos multilaterales como ACNUR, que sólo se necesita, lo equivalente a 4,33 días de guerra o conflicto armado en el mismo país. Así, menos se acabará con el hambre en el mundo.

 

[1] (FAO, FIDA, UNICEF, PMA y OMS, 2020) The state food security and nutrition in the world. Recuperado el 01 de 08 de 2020, de TRANSFORMING FOOD SYSTEMS FOR AFFORDABLE HEALTHY DIETS: http://www.fao.org/3/ca9692en/CA9692EN.pdf

 

[2] (FAO, FIDA, OPS, WFP y UNICEF, 2021) El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021, http://www.fao.org/3/cb4474en/online/cb4474en.html#chapter-1-introduction. Obtenido de http://www.fao.org/3/cb4474en/cb4474en.pdf

 

[3] (SFIN, 2021) Global Report Food Crises.

 

[4] (UNHCR- ACNUR, 2019) (02 de 2019). ¿Cuántos niños mueren de hambre al dia y que puedes hacer para evitarlo? Recuperado el 18 de 03 de 2020, de https://eacnur.org/blog/cuantos-ninos-mueren-de-hambre-al-dia-tc_alt4566...

 

[5] (Johns Hopkins University & Medicine, 2021) (23 de 08 de 2021). Global map. Obtenido de https://coronavirus.jhu.edu/map.html

 

[6] (Worldometer, 2021). Coronavirus, Daily Deaths. (23 de 08 de 2021). Coronavirus. Obtenido de https://www.worldometers.info/coronavirus/

 

[7] (EFE, 2021)  ¿Cuánto le ha costado la guerra de Afganistán a Estados Unidos? Obtenido de https://www.efe.com/efe/america/mundo/cuanto-le-ha-costado-la-guerra-de-...

 

[8] (BBC, 2019) Cuánto le ha costado a EE.UU. la guerra contra el Talibán en Afganistán, la más larga de su historia. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49511891

 

[9] (Naciones Unidas, 2021) Noticias ONU. Obtenido de ACNUR destaca que los afganos necesitan su ayuda “ahora más que nunca”: https://news.un.org/es/story/2021/08/1495682

https://www.alainet.org/pt/node/213561?language=en
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