Pueblos indígenas y naturaleza: la alternativa del buen vivir

29/04/2010
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Desde los años 70, en varios países de América Latina se observa la emergencia de movimientos indígenas que desde el plano local y luego nacional, convergen en una demanda central que es la lucha por la tierra. Posteriormente se comienza a gestar un movimiento continental que se expresa a fines del decenio en la Declaración de Barbados, que, elaborada por antropólogos latinoamericanos con la participación de líderes indígenas: "sintetizó muchas demandas que ya estaban siendo enarboladas por las nuevas organizaciones políticas indias".1

 

Cómo señalo en otro trabajo, el documento de Barbados, así como otros posteriores que fueron elaborados por los propios líderes indígenas, canalizan una serie de demandas, expresan la conciencia de que son culturas en resistencia contra la colonización y comienzan a reconocerse a sí mismos como indios a nivel continental, generando una conciencia y una identidad común que se ha ido fortaleciendo con los años.2

 

En la siguiente década, se comienzan a entablar alianzas con otros grupos y sectores sociales a nivel nacional y continental, mientras que en el plano global se fortalece la interacción con grupos ambientalistas, que de manera conjunta presionan a los organismos internacionales y a los Estados Nacionales, para que sean reconocidos los derechos colectivos indígenas, aunque esta relación no ha estado exenta de conflicto. A partir de esa interacción, se gesta lo que José Bengoa denomina el "etnoecologismo o ecoetnicidad", en el que los dirigentes indígenas recrean su propia cosmovisión, mientras que los ecologistas recuperan elementos de la concepción indígena de la naturaleza y resignifican el discurso ambientalista.3

 

Astrid Ulloa señala que:

 

A partir de la década de 1980 se dio un proceso centrado en la protección de lo ambiental que se puede denominar la "era ambiental", la cual se consolidó en los años 90. Las luchas de los pueblos indígenas relacionadas con la recuperación de tierras y en contra de los procesos de avanzada de fronteras, adjudicación de tierras (consideradas baldías) a terceros y extracción de recursos se agudizaron. De igual manera se dio inicio a las demandas por la participación dentro del Estado. Las acciones en torno a la protección del medio ambiente se establecen más claramente en las demandas relacionadas con la autonomía y el control y manejo de los recursos naturales, dado el nuevo valor económico de la biodiversidad, lo que confronta la soberanía local, por las nuevas discusiones sobre los derechos de propiedad intelectual y el acceso a los recursos genéticos. Este proceso en torno a lo ambiental tiene su origen en contextos nacionales e internacionales.4

 

Los pueblos indígenas han instrumentado este discurso desde su identidad étnica y se han erigido en guardianes de la naturaleza, para legitimar sus demandas ante la comunidad nacional e internacional. Y aunque los movimientos indígenas –como señalábamos antes- han entablado alianzas con organizaciones ecologistas y con organizaciones no gubernamentales que coinciden en la crítica al capitalismo por sus implicaciones sobre el medio ambiente, en algunos grupos ambientalistas pervive la visión del buen salvaje o el "buen indígena ecológico" cuidador de la naturaleza. Esta visión clásica del pensamiento occidental que separa naturaleza de cultura, ve a los indios como parte del entorno natural que hay que defender. Cómo señala José Antonio Morán:

Pensar a los indígenas como parte del ámbito natural, es situarlos en el nivel que la modernidad siempre asignó a la naturaleza. Espacio donado del que hay que servirse dominándolo. Este deseo de dominio sobre la tierra del que se nutre la modernidad, es una constante de la historia occidental. Cada día que pasa, ese sueño de dominio está más próximo a realizarse, pero al concretarse paradójicamente se convierte en pesadilla. La naturaleza intacta y los indígenas que en ella habitan, son percibidos similar a la mujer en esquemas patriarcales: sumisa, conquistada y poseída. Hoy se espera que los indígenas cumplan el papel asignado: nativos ecológicos (de eco-mártires a eco-héroes), que insuflen oxígeno a una moribunda modernidad.5

 

Pero los líderes indígenas al mismo tiempo que en sus discursos presentan a sus pueblos como guardianes de la naturaleza buscando legitimarse y defender sus territorios, luchan cotidianamente contra el asedio de las trasnacionales en sus comunidades, y denuncian una y otra vez en sus encuentros, reuniones y cumbres a estos actores máxima expresión del actual modelo de dominación.

Nos expone Esther Camac, coordinadora para Mesoamérica de la Alianza Mundial de los Pueblos Indígenas y Tribales de los Bosques Tropicales:

La mayoría de las áreas naturales escogidas para la conservación en Mesoamérica están dentro de las tierras y territorios de los pueblos indígenas. Esta coincidencia, consistente en que las áreas naturales mejor conservadas estén donde habitan los pueblos indígenas, se debe al modelo práctico de gestión y uso de los recursos naturales que emana de los conocimientos tradicionales que tienen una base espiritual, los cuales no dependen sólo de la relación entre los seres humanos y la naturaleza, sino también de la relación entre el mundo visible e invisible. Esto es, del mundo de los espíritus, que están relacionados con los sitios y lugares sagrados, las plantas y los animales…quienes cohabitan en la tierra forman parte de este universo social y espiritual. La tierra no nos pertenece, sino que somos nosotros y nosotras quienes pertenecemos a ella, a los lugares que también son habitados por otros seres…consecuencia de la pérdida de estos conocimientos, forma de pensar y relacionarse con la tierra, son los graves cambios ambientales,6

 

Los líderes indígenas se mueven en distintos foros, organismos y espacios internacionales pugnando por la defensa de sus derechos colectivos como pueblos originarios en el plano mundial, mientras que a nivel latinoamericano han fortalecido sus movimientos a partir del despliegue de protagonismos nacionales, que se expresan en movilizaciones que han derrocado Presidentes, como en el caso de Ecuador y Bolivia y en este último país han logrado llevar a la Presidencia de la República a Evo Morales, líder aymara del movimiento cocalero y fundador del Movimiento al Socialismo, en cuya representación ganó las elecciones en diciembre de 2005.

El movimiento social boliviano con un líder indígena en el poder ha convocado a una Asamblea Constituyente, expresada en la elaboración de una Nueva Constitución, que ha generado gran resistencia por parte de la oligarquía aliada a trasnacionales y en el caso de Ecuador también se elaboró una nueva Constitución a partir de la Convocatoria del Presidente Rafael Correa.

En las dos Constituciones pero principalmente en el caso boliviano los pueblos indígenas han incorporado sus demandas y propuestas para construir Estados Plurinacionales que los representen, así como sus valores culturales expresados en la alternativa del "Vivir Bien" (Suma kamaña en aymara) que en el caso de la Constitución de Ecuador, se le llama "Buen vivir" (Sumak kausay en quichua). En la Constitución del Ecuador también se expresa la visión indígena,al tomar en cuenta los derechos de la naturaleza: En el capítulo séptimo, Art. 71 se señala: "La naturaleza o Pachamama, donde se reproduce o realiza la vida, tiene derecho a que se respete íntegramente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos"7 Por su parte, en el Preámbulo de la Constitución Boliviana se estampa la cosmovisión indígena:

 

23.2 Preámbulo

En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonia, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros pueblos y jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia. 8

 

En este preámbulo, observamos el rescate del origen en el que todo tenía su lugar y en el que seres humanos y naturaleza convivían en armonía. Se observa un diálogo desde el pasado en el presente, que se expresa en la afirmación de que desde tiempos inmemoriales se respetaba la pluralidad y la diversidad. Se nombra primero el entorno natural y el territorio, así como a la Madre Tierra y en ese contexto original surgen los distintos pueblos indígenas. Ese pasado armónico fue roto por la colonia, que implementó el racismo y alteró el orden en el que vivían los pueblos indígenas.

Los movimientos indígenas como vemos en estos casos de Ecuador y Bolivia, han logrado incorporar su cosmovisión, valores y demandas en las Constituciones pero saben que la única manera de hacer realidad los principios estampados en las Cartas Magnas, es a través de las luchas cotidianas y del despliegue de los procesos de autonomía y autogestión de sus pueblos, sobre todo en el caso de Ecuador, donde la CONAIE ha participado en el proceso de manera crítica y con escepticismo, pues anteriores experiencias políticas les han enseñado los límites del sistema y la necesidad de seguir luchando por sus derechos colectivos y por la instauración de un Estado Plurinacional y una sociedad intercultural que reconozca y respete a los Pueblos Indígenas. Observamos que el concepto del Buen vivir o sumak kausay ellos lo ven como algo en construcción que parte de ciertos principios y valores, pero que implica reflexión y acción, por eso siguen organizándose, entablando alianzas y participando en foros y congresos internacionales en los que ponen en común sus denuncias, demandas y propuestas.

En el 3er Foro Social Américas 2008, celebrado en Guatemala del 7 al 12 de octubre, igual que en los otros foros celebrados primero en Quito y luego en Venezuela en los que estuve presente como observadora, los líderes indígenas organizaron la Mesa de Los pueblos y nacionalidades indígenas de Abya Yala, que en esta ocasión estuvo a cargo de las organizaciones: Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib’kej y la Coordinadora Andina de organizaciones indígenas (CAOI). Las actividades siempre comenzaban con ceremonias ancestrales de los diferentes pueblos indígenas y posteriormente se llevaban a cabo los Foros de debate, Seminarios y Talleres.

El tema central de la Mesa Indígena, que atravesaba a los otros y llamó mi atención, fue "El buen vivir", que como pude observar, fue incorporado y repensado por las distintas organizaciones ahí presentes, incluidas las mujeres mayas que tuvieron su propia mesa, titulada: "Hacia el buen vivir. Hacia vivir en armonía", que para ellas implica recuperar valores y su propia espiritualidad:

 

Estamos luchando junto a la madre naturaleza - dijo la compañera Hermelinda- , pues hemos sido excluidas, invisibilizadas por un Estado racista, autoritario y machista. Nos hemos juntado con pensamientos y sentimientos, hacia un nuevo amanecer, construyendo el buen vivir que es vida digna, hacer muchas cosas, cambio de actitudes, de comportamiento, transformación del Estado, redistribución equitativa de bienes de nuestro país. Es vivir en armonía y equilibrio. Es el respeto a todos los elementos. Nos arrebataron hasta el tiempo: tiempo para pensar, para platicar, para dedicarnos a la escritura, tiempo para indagar los movimientos del cosmos"9

 

Cómo podemos observar, para las mujeres mayas, el Buen vivir es integral, e implica cambios y demandas, así como transformación de la sociedad y de ell@s mism@s como indígenas.

El buen vivir como eje central de la reunión de los y las líderes indígenas también se estampó en la Declaración final de los pueblos y nacionalidades indígenas de Abya Yala, que llevó por lema una frase adjudicada a Tupac Amaru, pero que también es atribuida a Túpac Katari : "volveré y seré millones"10

 

En los primeros párrafos, los líderes indígenas se nombran y se ubican en un territorio concreto, desde donde se proponen potenciar su proceso organizativo y reconstruir sus culturas:

 

Las lideresas y líderes de los pueblos y nacionalidades indígenas de Abya Yala nos hemos reunido en el territorio de Iximulew (Guatemala) para coordinar nuestras luchas, fortalecer nuestras organizaciones y reconstituir nuestras Cosmovisiones milenarias como alternativa frente al sistema capitalista que amenaza el futuro de la Madre Tierra.

 

Observamos que en las frases iniciales se llaman a sí mismos mujeres y hombres líderes, se legitiman como representantes de sus pueblos, para luego ubicarse en un territorio desde el que buscan fortalecer sus luchas y reconstruir sus cosmovisiones como alternativa al sistema dominante. Y aunque en un primer momento señalan al sistema capitalista como algo abstracto, inmediatamente exponen cómo se expresa en la actualidad: como neoliberalismo que es igual a neocolonialismo, con lo que buscan mostrar la continuidad de la dominación, expresada en un modelo que se concreta en las trasnacionales (mineras, hidrocarburos, madera, hidroeléctricas y otras) saqueadoras de los pueblos y nacionalidades indígenas.

Esta acción desenfrenada del capitalismo atenta contra nuestra cosmovisión como pueblos y nacionalidades indígenas que por miles de años hemos venido desarrollando la colectividad entre humanos y con nuestro entorno. El proyecto neoliberal termina con la soberanía de los pueblos ya que los gobernantes se convierten en capataces para alcanzar y defender los objetivos de las trasnacionales.

Ese proyecto –desde su posición- implica represión a través de ejércitos, policía y grupos paramilitares, que criminalizan las luchas y protestas sociales, en donde los más afectados son mujeres, niños y jóvenes indígenas, a pesar de que hay Convenios Internacionales que legitiman sus demandas como el Convenio 169 y la Declaración de Derechos Indígenas de las Naciones Unidas.

En un segundo momento, en el texto analizado, plantean su postura como pueblos y nacionalidades indígenas ante el contexto mostrado anteriormente:

 

Nuestras abuelas y abuelos, nos enseñaron que el humano debe ser respetuoso con la madre naturaleza, es decir convivir con ella, amarla, cuidarla, en reciprocidad de lo que percibimos de ella que es la vida. Los pueblos indígenas primeros pobladores de este continente Abya Yala hemos aprendido a desarrollarnos a la par del tiempo y la naturaleza, lo que hemos llamado "El buen vivir".

 

Qué elementos observamos en éstos párrafos?. Primero la recuperación de la memoria a través de la oralidad y el valor dado al pasado que es resignificado a partir de las enseñanzas de sus abuelas y abuelos, de los que retoman valores como respeto, amor, cuidado y reciprocidad hacia la madre naturaleza que es dadora de vida. En esa memoria de larga duración, se asumen y legitiman como los primeros pobladores de América, a la que resemantizan y resignifican con el nombre de Abya Yala, que significa "tierra de vida" en lengua kuna de Panamá y que ha sido un concepto recuperado por el movimiento indígena latinoamericano desde hace años.

 

Al señalar que los pueblos indígenas han caminado a la par del tiempo y de la naturaleza, proyectan su cosmovisión en la que tiempo y espacio están articulados, pero también envían el mensaje de que ellos están en estrecha relación con la naturaleza y a esa forma de vida que presentan como alternativa le llaman "El buen vivir". Pero a diferencia de los ambientalistas, como hemos señalado anteriormente, los pueblos indígenas no separan naturaleza de cultura y sociedad, por lo que el buen vivir no sólo implica la armonía con el cosmos y el cuidado de la Madre Tierra, sino que pasa por la descolonización y la fundación de Estados Plurinacionales que expresen la diversidad de los países latinoamericanos. Para ellos "ese sueño…ya se está construyendo en las luchas del pueblo boliviano, a pesar de los intentos de la oligarquía colonial y del imperialismo norteamericano para impedir que nuestros hermanos se liberen de la opresión de 516 años".

 

Observamos la continuidad de la resistencia y la conciencia de la opresión, así como la necesidad de seguir caminando en la lucha de más de 500 años. La realidad para ellos no es algo estático, sino que está en movimiento, "se está construyendo" pero también es de larga duración. Y adentrándonos en su cosmovisión, podemos interpretar que para ellos el futuro está en el presente a través de las luchas indígenas que vienen desde el pasado buscando liberarse de los opresores. Podemos ver la articulación de tiempos en el que futuro y pasado confluyen en el presente potencial. (Pacha)

 

Desde la percepción de los pueblos indígenas que confluyen en los Foros de las Américas y en los Foros Sociales Mundiales, el movimiento boliviano y la llegada a la Presidencia del primer indígena en la historia latinoamericana, inaugura un nuevo ciclo en el que, como señaló Evo Morales en su toma de protesta, los pueblos indígenas pasan "de la resistencia al poder" y desde ese espacio de poder, el presidente boliviano ha encabezado en su país la "revolución democrático cultural" con no pocas resistencias de la "Media Luna" conformada por sectores oligárquicos aliados a las trasnacionales, pero también ha tenido protagonismo internacional desde su llegada a la Presidencia, desplegando una "diplomacia andina" como le he llamado en otro trabajo, para lograr mejores condiciones para sus pueblos y para el planeta, y para construir, como parte del movimiento altermundista: "Un mundo donde quepan todos".11

 

En el VII Foro Permanente para las cuestiones indígenas de la ONU celebrado del 21 de abril al 2 de mayo, Evo Morales presentó un documento al que le llamó: " Los diez mandamientos para salvar al planeta", que proponen soluciones para "Vivir bien" (suma qamaña en aymara) o para el "Buen vivir" (sumak kausay en quichua) como exponíamos anteriormente en el caso de las Constituciones de Ecuador y Bolivia y en las reflexiones de la Mesa de pueblos y nacionalidades indígenas de Abya Yala en Iximulew (Guatemala. La exposición fue aclamada por los asistentes pero por supuesto los "mandamientos" no fueron retomados en la relatoría del Foro, en donde se limitaron a agradecer y valorar su intervención, como muchas otras que se presentaron esos días.

 

Se puede observar en estos mandamientos la crítica radical al capitalismo y a sus principios e implicaciones, como el afán de la ganancia, las guerras, la privatización, el derroche, la depredación de la naturaleza, el sometimiento de los pueblos y el vivir a costa de los otros, ante lo que Evo propone la alternativa del "Buen Vivir" o del "Vivir Bien" de los pueblos indígenas para construir un "socialismo comunitario" que promueva la armonía con la Madre Tierra y que sea respetuoso de la diversidad y de los derechos de los pueblos y de la Naturaleza. Para terminar, anexamos el texto de "Los diez mandamientos para salvar al planeta, a la humanidad y a la vida" que también fueron incluidos en el Mensaje enviado por Evo Morales a los participantes del III Foro Social Américas dentro del Marco de la "Jornada Continental de Solidaridad con Bolivia" en el que agradece el apoyo, hace un diagnóstico de la situación en su país y de los avances en el proceso de democratización y ofrece la propuesta del "Vivir Bien" de los pueblos indígenas, para construir una alternativa al sistema capitalista.

 

- Gloria Alicia Caudillo Félix, Depto. De Estudios Ibéricos y Latinoamericanos. Universidad de Guadalajara, México

 

 

ANEXO

 

EVO MORALES AYMA

 

LOS DIEZ MANDAMENTOS PARA SALVAR EL PLANETA A LA HUMANIDAD Y A LA VIDA

 

1. Si se quiere salvar el planeta, hay que erradicar al modelo capitalista y lograr que el norte pague la deuda ecológica en vez de que los países del sur y de todo el mundo paguen la deuda externa.

2. Denunciar  Y ACABAR con las guerras, que solo traen ganancias para los imperios, las transnacionales y un grupo de familias, pero no a los pueblos. Los millones y millones de dólares destinados a las guerras deberían ser invertidos en la tierra, herida por el maltrato y la sobreexplotación.

3. Desarrollar relaciones de coexistencia y no de sometimiento entre los países en un mundo sin imperialismo ni colonialismo. Son importantes las relaciones bilaterales y multilaterales porque somos de la cultura del diálogo y de la convivencia social, pero esas relaciones no deben ser de sometimiento de

un país a otro.

4. El agua es un derecho humano y para todos los seres vivientes del planeta. No es posible que haya políticas que permitan privatizar el agua.

 

5. Desarrollo de energías limpias y amigables con la naturaleza, acabar con el derroche de energía. En 100 años estamos acabando con la energía fósil que ha sido creada en millones de años. Evitar que se promuevan los agrocombustibles. No se puede entender que algunos gobiernos y modelos de desarrollo económico puedan reservar tierras para hacer funcionar automóviles de lujo y no para alimentos del ser humano. Promover debates con los gobiernos y crear conciencia para que la tierra beneficie a los seres humanos y no sea usada para producir combustibles.

 

6. Respeto a la madre Tierra. Aprender con las enseñanzas históricas de los pueblos nativos e indígenas sobre el respeto a la madre Tierra. Se debe generar una conciencia social, colectiva de todos los sectores de la sociedad de que la tierra es nuestra madre.

7. Los servicios básicos, como el agua, luz, educación, salud, comunicación y transportes colectivos deben ser tomados en cuenta como un derecho humano, no puede ser de negocio privado, sino de servicio público.

8. Consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumir lo local, acabar con el consumismo, el derroche y el lujo. No es entendible que algunas familias solo  busquen el lujo, a cambio de que millones y millones de personas no tengan posibilidades a vivir bien.

9. Promover  la diversidad de culturas y economías. Somos tan diversos y esa es nuestra naturaleza. Un Estado plurinacional, donde todos están al interior de ese Estado, blancos, morenos, negros, rubios.

10. Queremos que todos puedan vivir bien, que no es vivir mejor a costa del otro. Debemos construir un socialismo comunitario y en armonía con la madre Tierra. 12

 

1* Este trabajo fue presentado en el Primer Congreso Internacional de Desarrollo Sustentable, Guadalajara, 26-29 mayo 2009 y publicado en: Contextualizaciones Latinoamericanas Año 1, No. 2, enero-junio 2010

Veáse Guillermo Bonfil Batalla, Pensar nuestra cultura, México, Alianza Editorial, 1991, p.77

2 Consúltese mi artículo "Los movimientos indígenas y la democracia: un diálogo intercultural" en el libro coordinado por Ignacio Medina, Democracia y elecciones en América Latina, México, Universidad de Guadalajara, 1999

3 José Bengoa, La emergencia indígena en América Latina, México, FCE, 2000, pp.134-138

4 Astrid Ulloa, La construcción del nativo ecológico, Bogotá, ICANH, 2004, P.172

5 Véase el artículo de José Antonio Morán, "A quien beneficia el buen indígena ecológico", en

http://www.periodicopukara.com/artículo-del-mes.php

6 Esther Camac es directora de la Asociación Ixacavaa de Desarrollo e información indígena de Costa Rica, véase su texto "Pueblos indígenas aseguran la conservación, en:http://www.una.ac.cr/ambi/Ambien-tico/121/camac

7 Asamblea Constituyente, Constitución Política del Ecuador, p.52

8 Nueva Constitución Política del Estado Purinacional de Bolivia, domingo 30 de diciembre de 2007, Centro de Estudios de Derecho

9 Las citas fueron retomadas de mi cuaderno de notas elaborado en la mesa de mujeres mayas sobre "El buen vivir"

10 Documento proporcionado el último día del Foro Social Américas a los que asistimos a la Mesa de Pueblos Indígenas y distribuido en la Marcha del 12 de octubre de 2008, que finalizó en la plaza central de la ciudad de Guatemala.

11 Sobre el discurso de Evo Morales, ver mi artículo: "De la resistencia a la toma del poder: el discurso de Evo Morales ante el Congreso", en la Revista Perspectivas, No. 32, julio-diciembre de 2007, Sao Paulo, Brasil

https://www.alainet.org/pt/node/141022
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