Breves apuntes

Elección de nuevos jueces en la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Con 6 candidaturas para 4 vacantes, la batalla diplomática se anuncia intensa entre los 6 Estados de América Latina que han decidido postular a un candidato/a para integrar lo que se considera el máximo órgano de DD.HH. en el hemisferio.

17/06/2021
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En este 2021, son cuatro las vacantes que los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) deberán suplir en el seno de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, compuesta por siete integrantes (véase composición actual). 

 

Como bien se sabe, los Estados son los que escogen mediante votación, quiénes ocuparán este tipo de puestos (candidaturas de personas a título individual) a diferenciar de otro tipo de candidaturas (candidaturas/país). En el primer caso, la persona escogida una vez en funciones, debe mantener una total independencia con respecto al Estado que la designó. 

 

Mientras que, en el segundo caso, el Estado se postula como tal y, una vez escogido, designa a su representante oficial para participar a las sesiones del órgano en el que fue electo: al respecto, tuvimos la oportunidad de analizar la reciente elección de Bolivia, Cuba y México en el seno del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (Nota 1).

 

En el caso particular de la elección de jueces del sistema interamericano de derechos humanos, es necesario precisar que si bien la OEA cuenta con 34 Estados miembros, únicamente participan en la votación para escoger a los jueces los 24 Estados que son Parte a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH, más conocida como Pacto de San José): por ejemplo Canadá, Estados Unidos, y, desde el 2012 Venezuela (véase breve nota al respecto) hasta el 2019 (Nota 2), así como Trinidad y Tobago (desde 1998) no participan en esta elección. El estado actual de firmas y ratificaciones, reservas y denuncias a la CADH está disponible en este enlace oficial de la OEA y permite apreciar cuán interamericano es el sistema de protección de los derechos humanos vigente en el hemisferio.

 

Los Estados que han presentado candidatos

 

Al momento de redactar estas líneas, son seis los Estados que han postulado un (o una) candidato(a) para la contienda de este 2021, a saber: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Panamá y Paraguay. 

 

La hoja de vida de la candidata de Argentina se encuentra en este enlace oficial de la OEA, así como la hoja de presentación del candidato de Brasil (véase enlace). 

 

En enero del 2021, Paraguay presentó oficialmente a su candidata (véase nota oficial de su diplomacia del 19/01/2021), seguido unos días después por Panamá que también oficializó la postulación de su candidata (véase nota oficial de su diplomacia del 25/01/2021): es de notar desde ya que nunca en la historia estos dos Estados contaron con un(a) nacional fungiendo como magistrado(a) en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 

 

Pocos días después, fue Costa Rica quién anunció postular a una candidata (véase comunicado oficial del 27/01/2021), decisión que se tomó oficialmente "tras la decisión de la actual jueza y presidenta de la Corte IDH, Dra. Elizabeth Odio Benito, de no optar por la reelección". Costa Rica ha contado en el pasado con integrantes de su nacionalidad en ya cuatro ocasiones (Nota 3), la última jurista costarricense siendo electa en junio del 2015 (Nota 4).

 

Unos días después, fue Chile el que anunció la candidatura de una nacional (véase nota oficial del 6/02/2021) y cinco días después, fue Perú el que oficializó la candidatura de un nacional en febrero del 2021 (véase nota oficial de su diplomacia del 11/02/2021). Ambos Estados ya han contado en el pasado con nacionales ocupando el cargo de juez(a) en el seno de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 

 

Como dato de interés, el pasado 24 de mayo, Bolivia anunció que retiraba la postulación del actual juez ecuatoriano, candidato a la reelección (véase nota de prensa).

 

Candidato(a)s a jueces en derechos humanso e idoneidad:

 

Uno podría suponer que la escogencia de personas llamada a integrar la máxima instancia en derechos humanos en la región sea objeto de una cuidadosa selección, en aras de encontrar a las personas más idóneas, con mayor preparación y compromiso con la causa de los derechos humanos; y que este proceso de selección asocie a organizaciones de la sociedad civil, universidades y centros especializados en materia de derechos humanos que presenten una terna a los decisores políticos. Nada más alejado de la realidad.

 

En Panamá, a penas dado a conocer públicamente, el nombre de la postulante originó una fuerte resistencia y debate (véase nota de prensa). 

 

En Costa Rica, la regresión de su juez constitucional en materia ambiental en los últimos años se destacó a la hora de analizar la forma con la que su Sala Constitucional complicó innecesariamente la aprobación del Acuerdo de Escazú (véase al respecto foro realizado por la Asociación Americana de Juristas el pasado 4 de junio); a tal punto que un colectivo ecológico pidió reconsiderar la postulación de la magistrada presentada por Costa Rica (véase nota publicada en Surcos digital). 

 

En Paraguay, fue esta vez un colectivo de mujeres el que denunció el inadecuado perfil de la postulada por la diplomacia paraguaya (véase nota de prensa).

 

Estas (y muchas otras situaciones) se podrían evitar si los Estados aceptaran que las organizaciones de la sociedad civil, el sector académico, y los profesionales en derechos humanos fueran asociados, y que los colectivos de abogados y defensores de los derechos humanos, mediante un concurso abierto y transparente, participaran de lleno a la escogencia de los mejores profesionales en derechos humanos con los que se cuenta. Es de notar desde ya que muchos de estos profesionales cuentan con una sólida formación obtenida en el exterior: las universidades norteamericanas y europeas gradúan una gran cantidad de juristas latinoamericanos en materia de derechos humanos en el marco de estudios de posgrado, doctorado, sin que casi nunca ello aparezca en la hoja de vida de los postulados por sus autoridades nacionales.

 

En el 2018, un panel de expertos internacionales revisó la idoneidad de los candidatos/as propuestos para ocupar las tres sillas vacantes para integrar la jurisdicción interamericana (véase nota): una primera iniciativa, propiciada desde la sociedad civil, y que al parecer para este 2021, no se consideró oportuno revalidar para las cuatro sillas restantes. 

 

Una sentida ausencia

 

Es de notar desde ya que varios Estados del Caribe anglófono son Estados Partes a la Convención Americana de Derechos Humanos. Sin embargo, a diferencia de otras épocas (no tan lejanas), la actual Corte se compone de nacionales de Estados de habla hispana en su totalidad (Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay) y no cuenta con ningún nacional de un Estado del Caribe anglófono del hemisferio americano. 

 

Esta situación persiste desde el 2012: en efecto, durante el período 2007-2012, se pudo contar con la presencia de la jueza Margarette May Macaulay, de Jamaica; durante, el período1995-2006 con la del juez Oliver Jackman, de Barbados; y durante el período 1979-1985, con el juez Eugene Munroe Huntley de Jamaica.

 

Esta ausencia puede contribuir a reforzar en los Estados anglófonos del Caribe el desinterés por la labor de los órganos interamericanos de la opinión pública, pero también de los activistas y de las organizaciones de derechos humanos, ante un sistema regional de protección de los derechos humanos que no pareciera valorar, a la hora de escoger a posibles futuros(as) jueces, los aportes de la cultura jurídica anglosajona. 

 

A modo de conclusión: una nueva contienda diplomática

 

En nuestra precitada nota sobre las elecciones para ocupar cuatro vacantes en el seno de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del 2015, se indicaba que fue la diplomacia de Ecuador la que obtuvo mejores resultados en esta votación, al tiempo que Uruguay, los peores: "el candidato de Ecuador logró 22 votos, la candidata de Costa Rica 20 votos, el candidato de Argentina 18 votos. Con 20 votos el actual juez chileno fue reelecto, quedando fuera de la contienda (y de la Corte) el candidato del Uruguay, con tan solo 9 votos" (Nota 5).

 

Con seis candidaturas para cuatro vacantes, la batalla diplomática se anuncia intensa entre los seis Estados de América Latina que han decidido postular a un candidato/a para integrar lo que se considera el máximo órgano de derechos humanos en el hemisferio americano. Si bien el aparato diplomático brasileño es tradicionalmente muy eficiente a la hora de reunir votos en favor de sus candidatos, la actual coyuntura en Brasil en materia de derechos humanos puede jugar en su contra. 

 

Los resultados oficiales deberían de darse a conocer en los próximos días.

 

--Notas –

 

Nota 1: Véase BOEGLIN N., "La reciente elección en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas de Bolivia, Cuba y México: breves apuntes", DIPúblico, edición del 21/10/2020, disponible en este enlace

Nota 2: El caso de Venezuela es bastante insólito en los anales del derecho internacional público, al haber denunciado en setiembre del 2012 la Convención Américana de Derechos Humanos. No obstante, jurídicamente, Venezuela parece haberse reintegrado plenamente al sistema interamericano de protección de los derechos humanos, mediante una carta del autoproclamado Presidente legítimo de Venezuela Juan Guaidó que los órganos de la OEA reconocen como tal (véase su carta de 31/07/2019).

Nota 3: Los siguientes costarricenses integraron la Corte en su historia: Rodoflo Piza Escalante (1979-1988), Sonia Picado Sotela (1989-1994), Manuel Ventura Robles (2004-2009) y (2010-2015) y Elizabeth Odio Benito (2015-2021).

Nota 4: Al respecto, véase nuestra breve nota: BOEGLIN N., "Elecciones en el marco de la Asamblea General de la OEA: un breve análisis", publicado en el sitio jurídico de DerechoalDia, edición del 17/06/2015, disponible aquí

Nota 5: ibid.

 

- Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Univesridad de Costa Rica (UCR).

 

Publicado por Curso de Derecho Internacional. Costa Rica, 16 de junio de 2021, en 10:10

 

https://www.alainet.org/es/articulo/212698
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