¿NAMRU-6 contra la pandemia o EE. UU. en la amazonía?

NAMRU 6 tiene la finalidad de encontrar la vacuna tan ansiada a nivel planetario. Sin embargo, sostenemos que se trata de un centro de inteligencia con tres sedes: Lima, Iquitos y Puerto Maldonado.

19/05/2021
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En momentos en los que en Colombia se están desarrollando inmensas movilizaciones contra el gobierno de Luque-Uribe; en Venezuela existe una renovada ofensiva contra el gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro; en Chile la oposición al presidente Piñera acaba de vencer ampliamente en los comicios por la instalación de una Asamblea Constituyente y gobiernos locales; en Brasil la oposición unificada de izquierda alrededor de Lula contra el presidente Jair Bolsonaro prepara su triunfo para el 2022; en el Perú las elecciones para presidente en la 2da vuelta ha crispado a la derecha neoliberal contra el candidato popular Pedro Castillo; el escritor Mario Vargas Llosa se apresta a realizar en Quito el 23 de mayo, el "Foro Iberoamericano: Desafíos de la libertad", con lo más detestable de derecha fascista neoliberal latinoamericana, incluyendo a Keiko Fujimori; nuevamente alertamos sobre NAMRU 6.

 

 

¿Qué es NAMRU 6?

 

Este es el nombre de una unidad perfectamente conectada con el Departamento de Estado y la Marina de Guerra de los EE. UU. y, muy secundariamente, con la Armada Peruana, el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Salud del Perú, que tiene tres sedes, una en Lima en el Hospital Naval, una segunda en la Clínica Naval de Iquitos y la tercera en Puerto.

 

Es poco conocido que, en 1983 se estableció en el Perú el US Naval Medical Research Unit (NAMRU 6), entidad dependiente del Comando Sur de los Estados Unidos con sede en Florida (Miami), es decir directamente bajo el mando norteamericano y no peruano, asunto gravemente extraño e inaceptable contra la soberanía del Perú.

 

El pasado 9 de abril, el Presidente Joe Biden designo a la teniente general Laura Richardson, de 57 años y amplia experiencia en guerras imperiales, en reemplazo del almirante Craig Faller, para dirigir el SouthCom, que es el comando encargado de las operaciones militares estadounidenses en Latinoamérica y el Caribe.

 

De paso, y con este mismo criterio de género, también hubo cambio en el comando de NAMRU-6 en esa misma fecha: la Capitán Franca R. Jones se convirtió en el nuevo comandante de NAMRU-6, relevando al capitán William R. Howard que estuvo en el cargo desde el 2018.

 

Se trata de dirigir un centro de investigación y monitoreo de enfermedades tropicales, con tres subsedes que, según informan en sus boletines, pudieran amenazar las operaciones militares de los EE. UU. en la región, particularmente en la cuenca Amazónica.

 

 

Pero en realidad lo que amenazan los integrantes de NAMRU 6 y su comando imperial, hombre o mujer, es la soberanía del Perú, de los recursos de su Amazonía y, de paso, dirigir sus actividades de espionaje hacia Colombia, Bolivia, Brasil y Venezuela.

 

 

Con razón, las fuerzas más negras y antipatriotas del Perú, las Fuerzas Armadas y su Congreso de la República controlado por ellos, no han querido aprobar ni firmar hasta ahora el https://www.alainet.org/es/articulo/207829Acuerdo de Escazú que permitiría fiscalizar las actividades en la Amazonía de NAMRU 6 en favor de la sociedad civil, los pueblos indígenas y el Estado.  

 

 

 

Se supone que este NAMRU 6 y los científicos armados que trabajan en esta unidad, está investigando sobre el COVID 19 y sus mutaciones asociadas que nos mata y contagia a la vez que destruye la economía, generando desempleo y hambre entre los más empobrecidos, a consecuencia también del “modelo” neoliberal vigente que propugna y alienta “corona para los ricos y virus para los pobres”, con hospitales colapsados, falta de oxígeno, saturación de UCIs e insuficiencia de vacunas.

 

 

NAMRU 6 tiene la finalidad de encontrar la vacuna tan ansiada a nivel planetario. Sin embargo, en realidad sostenemos que se trata de un centro de inteligencia con tres sedes - Lima, Iquitos y Puerto Maldonado -, para ejercer el control en el presente y el futuro de los recursos naturales de la región andino-amazónica, además de apuntar sus antenas contra Colombia, Bolivia, Venezuela y Brasil.

 

El Congreso investigó, preguntó y no hubo respuesta

 

En el año 2015 el especialista Víctor Neciosup, elaboró un Informe de Investigación, que constituye el más completo documento sobre el tema titulado “Uso de tecnologías de la información y las comunicaciones para la vigilancia de enfermedades en poblaciones militares en el Perú”.

 

Fechado el 26 de mayo 2015, con conclusiones y recomendaciones centradas en la migración de un sistema de información basado en documentos físicos, que no permitía la detección y el control de brotes de enfermedades infecciosas de manera oportuna antes de 2002, hacia un sistema automatizado basado en Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) para la vigilancia de las enfermedades infecciosas, así como el apoyo a la gestión, análisis e interpretación de datos.

 

El informe saluda la presencia de NAMRU 6 en el Perú, sin cuestionar su posible utilización para actividades de inteligencia estratégica en favor de los EEUU, sostiene que tanto la Marina de Guerra como el Ministerio de Salud están informados, que investigadores peruanos y de otros países reciben capacitación en ello y refiere que la investigación y el uso de TIC se desarrolla actualmente en al menos cinco categorías de enfermedades infecciosas y estados clínicos asociados a zonas tropicales: infecciones respiratorias, especialmente la influenza; infecciones gastrointestinales; síndromes de enfermedad febril, en especial el dengue y la malaria; resistencia a los antimicrobianos; y las infecciones de transmisión sexual.

 

Por otro lado, en la legislatura 2018-2019, el Congresista Richard Arce como miembro de la Comisión de Defensa y Orden Interno, presentó el 3 de mayo del 2019, un cuestionario de 10 preguntas sobre NAMRU 6 y sus actividades en el Perú, supuestamente para neutralizar los riesgos biológicos que pueden poner en peligro la salud humana en nuestro territorio, como contaminación biológica, fuga de microorganismos, virus, bacterias, toxinas, etc. Las preguntas fueron enviadas al Ministro de Defensa de entonces Gral. José Huerta Torres, pero no fueron respondidas.

 

El SouthCom en la Amazonía

 

El boletín “Diálogo” es una actividad del Comando Sur de los EE. UU. compuesto por un sitio web, una revista impresa y redes sociales, asociadas con el objetivo de “forjar alianzas y fomentar la cooperación entre naciones amigas”, publicado desde hace más de 25 años, como foro internacional para profesionales de las fuerzas militares y de seguridad de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. Se publica en español, inglés y portugués, abarca una gran variedad de temas como terrorismo, crimen organizado transnacional (narcotráfico, tráfico de armas, tráfico de personas y contrabando), asistencia humanitaria, derechos humanos, entrenamiento y educación y educación militar, y seguridad y cooperación regional. Obviamente, también informa sobre la Unidad NAMRU 6 en nuestra Amazonía (ver: https://dialogo-americas.com/es/about-dialogo/).

 

El 27 de marzo del 2020, el científico y activista chileno Pablo Ruiz del Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas, alertó por las investigaciones bacteriológicas y de enfermedades tropicales que realiza en Perú la base NAMRU-6 de la Armada de los EEUU. "Tenemos mucha preocupación porque está cerca de la Amazonia y eventualmente se podrían preparar armas biológicas", advirtió Pablo Ruiz en entrevista con Sputnik News. 

 

En abril del 2021, el Coronel Rubén Requena, designado en marzo del 2020 como Consejero Militar de Naciones Amigas (PNMA por su sigla en inglés) para el SouthCom, declaró a la revista “Diálogo” que el programa mencionado, busca “fomentar la confianza mutua entre los países participantes, mejorar el trabajo en equipo y establecer vínculos para la sincronización de operaciones y planes conjuntos”. Añadió que la importancia para el Perú de ese programa es: “mantener una estrecha y permanente relación con los EEUU y trabajar de manera coordinada entre las fuerzas militares para que se puedan enfrentar amenazas transnacionales de una manera eficaz y eficiente. El mundo cambia a cada minuto y esta pandemia nos ha demostrado que cuando nuestra casa se ve amenazada, nos afecta a todos por igual, a lo largo y ancho del planeta, y la única forma de poder sobrevivir a estas amenazas es trabajar juntos y de manera coordinada” . Ni una palabra del militar peruano sobre las amenazas que el NAMRU 6 pudiera tener sobre la soberanía de nuestro país y la actividades de inteligencia estratégica en favor de los EEUU.

 

La investigadora Olga Pinheiro escribió en agosto del 2019, un artículo titulado “ABC de la Geopolítica: La Guerra Biológica” que señala que “Una de sus instalaciones – de NAMRU-6 – está ubicada, nada menos que en la Amazonía Peruana, en las cercanías del Río Amazonas, en la ciudad de Iquitos, lo que debiera ponernos en alerta delante del grave riesgo de contaminación, difusión y proliferación de agentes infecciosos”, agregando que “queda la preocupación ante la manipulación de patógenos por instituciones militares foráneas que estuvieron involucradas directamente en la elaboración de armas biológicas en diferentes períodos de la historia”. No podemos olvidar, dice la autora, que Cuba ha sufrido varios ataques con Armas Biológicas, entre ellos, la introducción, intencionalmente, del virus de la fiebre porcina (1971) y del dengue hemorrágico (1981). Este último ataque, ocasionó miles y miles de enfermos; 158 personas murieron, entre ellos 101 niños.

 

Abundando sobre este mismo tema Olga Pinheiro señala que: “Tras el largo historial, donde se contrastan discurso y práctica del gobierno estadounidense, queda la preocupación ante la manipulación de patógenos por instituciones militares foráneas y que estuvieron involucradas directamente en la elaboración de armas biológicas en diferentes períodos de la historia. Todas las bases militares de EEUU, en Latinoamérica, hacen parte de una política de injerencia externa, y NAMRU-6 además de su carácter militar, desarrolla investigaciones bacteriológicas a servicio de un país que desde el principio demostró resistencia en aceptar la convención de la ONU que prohíbe las armas biológicas y que desde muchas décadas interviene con apoyo directo o logístico en la desestabilización de gobiernos democráticos en nuestro continente”

 

Dado que lo que tenemos actualmente en el Perú es un incremento de plagas de todo tipo, incluyendo las del COVID 19 y sus nuevos vectores venidos de Brasil y otros países, el Congreso actual debería tomar cartas en el asunto de NAMRU 6, retomar las preguntas que hiciera el excongresista Arce en el 2019, principalmente aquella de si hasta el momento las investigaciones científicas realizadas tienen algún resultado en relación con el combate a las plagas que nos acosan. Si existen instalaciones cuasi secretas, si no sirven para atender la pandemia del Corona virus, entonces, deben preguntarse ¿cuál es su finalidad de NANRU 6? Tenemos la impresión de que nuevamente, el Perú y la Marina de Guerra han sido utilizados por los diversos gobiernos norteamericanos empeñados en mantener este tipo de instalaciones en territorios tropicales, con propósitos muy distantes a la salud pública y a favor de desarrollar vectores para una guerra bacteriológica y, de paso, realizar trabajos de inteligencia contra países fronterizos amigos, con gobiernos actuales o futuros enfrentados a las políticas imperiales de los EEUU. El Congreso y el nuevo gobierno que se instale el 28 de julio, tienen una tarea importante que realizar.

https://www.alainet.org/es/articulo/212321?language=es
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