Cartografía y geopolítica argentina

El total del territorio argentino, terrestre y marítimo, se divide entre una parte con plena soberanía, una parte en controversia con el Reino Unido, y una tercera bajo jurisdicción del Tratado Antártico.

05/05/2021
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En este ensayo, vamos a considerar la situación Argentina desde una nueva cartografía, como síntesis de un punto de llegada y de partida en las relaciones internacionales, y en la factibilidad y posibilidad de transformar las regionales al interior de nuestro país.

El Instituto Geográfico Nacional, en el año 2009, pasa a formar parte de la Secretaría de Planeamiento del Ministerio de Defensa. Su origen se remonta al año 1879, bajo la denominación de Oficina Topográfica Militar. Esta Oficina, en el año 1901, se transforma en Instituto Geográfico Militar, hasta que en el año 1919, el Gobierno Nacional le asigna la responsabilidad de la elaboración de la cartografía oficial del territorio nacional y la realización de trabajos geodésicos para apoyar la actividad civil y militar.[1]

Un mapa, en principio, es un instrumento estratégico para el conocimiento del territorio. También es una herramienta de poder en todos los planos de la vida humana: económico, militar, político y hasta espiritual. El mapa, también, colabora para enriquecer nuestra cultura y nuestra conciencia de aquello que nos pertenece como lo es el territorio.

Los mapas, al mismo tiempo, son elementos indispensables en la planificación de todas las políticas públicas. Es información, es conocimiento, es poder a la hora de la reconfiguración geopolítica en que nos encontramos.

Argentina

La Argentina es un país bi-continental, insular y marítimo.

Breve recorrida histórica: La visión vi-continental se remonta a principios del siglo pasado. Fue José Manuel Moneta quién realizó las primeras expediciones hacia las Islas Orcadas con proyección hacia la Antártida, y nos dejó valiosos informes escritos y material fílmico de la vida en aquellas remotas regiones de nuestro país.[2]

Sin necesidad de realzar una historia completa, marcaremos algunos hitos en esta intención de subrayar el carácter bi-oceánico de nuestro país, y su relación con la cartografía.

En el año 1946, a través del decreto 8944, se prohíbe la publicación de mapas de la República Argentina, que no representen en toda su extensión la parte continental e insular del territorio de la Nación.

La Ley 26.651, del 20 de octubre de 2010, publicada en el Boletín Oficial 32029 del 16 de noviembre/2010, establece la obligatoriedad de utilizar en todos los niveles educativos y en todos los organismos públicos el mapa bi-continental. Dicha ley faculta al Ministerio de Educación de la Nación para difundir y garantizar la exhibición de dicho mapa.

En Febrero del 2020, el Instituto Geográfico Nacional, publicó la última versión actualizada del mapa bi-continental Argentino, que nos muestra- una vez que se hubieron expedido las Naciones Unidas-, un nuevo límite externo de nuestra Plataforma Continental. Veamos esta última secuencia:

 

Mapa bi-continental con territorio marítimo:[3]

 

 

La Plataforma Continental, con la nueva demarcación del suelo submarino que se extenderá más allá de las 200 millas, nos lleva necesariamente a la necesidad de tenerlo presente a la hora de redefinir un lugar en el marco de los cambios geopolíticos en el sistema mundo.

Somos conscientes que la resolución de las Naciones Unidas distingue el reconocimiento claro de la soberanía nacional en una porción del territorio, de aquella zona que se encuentra en controversia con el Reino Unido, y de aquella zona con proyección a la Antártida, enmarcada en el Tratado Antártico.

En 2009, la Argentina presenta ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas (CLPC-ONU) un estudio, con el objetivo de extender sus derechos económicos exclusivos, hasta el borde exterior de la Plataforma Continental.

En 2016, la Comisión resuelve:

  1. No examinar los estudios presentados en la Antártida Argentina por la vigencia del Tratado Antártico

 

  1. No examinar los estudios presentados alrededor de las Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur (zona de controversia)

 

  1. Examinar y recomendar positivamente los estudios presentados frente al litoral bonaerense-patagónico desde el Río de La Plata hasta la altura del Golfo San Jorge y una pequeña “Media Luna”, al sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego.

 

Según la resolución de las Naciones Unidas (2016), obtenemos el siguiente mapa[4]

 

Es necesaria una nueva mirada de nuestro espacio terrestre y marítimo. Desde el mapa bi-continental se puede apreciar que el centro geográfico se encuentra en la zona de Tierra del Fuego y no en Buenos Aires. Del límite norte al polo sur, Argentina se extiende por 7.582 km. En tal sentido es pertinente plantear una nueva regionalización al interior de nuestro país.

Mapa: Un sencillo borrador esquemático, que permite ensayar otra mirada sobre nuestro espacio nacional[5]

 

 

Conclusión

Las ideas aportadas se encuentran condicionadas, sabiendo que del total de nuestro territorio terrestre y marítimo, una parte tiene plena soberanía, otra se encuentra en controversia con el Reino Unido, y una tercera está bajo jurisdicción del Tratado Antártico. No obstante, para afirmar nuestras pretensiones soberanas plenas, vale afirmar y defender la totalidad del territorio mapeado como propio.

A modo de ejemplo, la región centro (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) estarían en el norte. Las Regiones NOA Y NEA, se podrán redefinir en función del nuevo mapa (marcador negro).

La región central abarcaría a Tierra del Fuego, Malvinas e Islas del Atlántico Sur y se podrá sumar alguna provincia patagónica. Aquí se destaca la extensión de la plataforma continental, muy superior al territorio continental, que por otra parte es el centro de la disputa por la soberanía con el Reino Unido (marcador rojo).

El Sur, entre tanto, sería desde el corredor bi-oceánico hasta la proyección hacia la Antártida (marcador naranja).

La nueva configuración geopolítica requiere una nueva visión regional para nuestro país. Esta mirada impacta en la asignación de recursos, en la planificación de las políticas públicas, en el establecimiento de prioridades presupuestaria y en la posibilidad de un nuevo sistema tributario.

 

                                          

CEES-CGT

Dossier Geopolítico

 

 

 

 

[1] Núñez de las Cuevas Rodolfo, IGN, por internet (Diciembre de 2012)

[2] Fundación Marambio: José M Moneta (1900-1972), es diplomático y técnico del Servicio Meteorológico Nacional

[4] Fundación Marambio

[5] Elaboración propia en función de la cartografía oficial

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/212109
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