Héctor Béjar: “Si Castillo gana será una ola progresista de distinto tipo”

El principal riesgo para el candidato de Perú Libre está en que el electorado de izquierda decida votar en blanco, sumado a la incógnita que dejó la ausencia de parte de la clase media en la primera vuelta electoral. 

30/04/2021
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Perú fue la gran sorpresa de la triple jornada electoral que atravesó la región el pasado 11 de abril. Tan inesperado fue el resultado que señales como la CNN ni siquiera contaban con una foto de Pedro Castillo para difundir los números parciales: construyeron sus placas con una sombra negra a la cabeza. “Aquí también nos sorpendió a todos” asegura Héctor Béjar desde Lima, quien no oculta su entusiasmo por el escenario que se abre en el Perú. 

 

Béjar forma parte de la vida política peruana desde hace muchos años. Es uno de los fundadores del Ejército de Liberación Nacional (ELN), impulsor de transformaciones sociales y un estudioso de la historia de su país. En entrevista con ARG Medios, recupera las bases del fenómeno y explica las razones detrás de los primeros resultados electorales. 

 

Por empezar: ¿quién es entonces Pedro Castillo, además del candidato que enfrentará a Keiko Fujimori en la disputa por la presidencia del país? Béjar se remonta al pueblo de Tacabamba, en el departamento norteño de Cajamarca, un territorio agrícola que ha sido convertido a la fuerza en minero y es habitado por lo que define como “gauchos peruanos”. 

 

“En Cajamarca hay rondas campesinas. Las rondas son una organización muy popular, que son al mismo tiempo vigilancia, policía y justicia penal (…) Es una sociedad bastante conservadora pero a la vez bastante organizada. La Iglesia de la Teología de la Liberación trabajó mucho en Cajamarca. Y esas huellas se ven hasta ahora en las rondas, porque fueron esas rondas las que sirvieron primero para enfrentarse a Sendero [Luminoso] y no dejarlo pasar, y luego para enfrentarse a las minas. Ahora probablemente le han servido también a Castillo. Es decir que es un fenómeno muy cultural, muy auténtico”.

 

Parte de los apoyos cosechados por Castillo se pueden encontrar en el Perú profundo, repartido entre sus orígenes norteños y una campaña que creció al sur del país. Al menos 23 de las 24 provincias más pobres votaron mayoritariamente por él. “Lima —la ciudad donde yo estoy— se ha negado a ver ese Perú” afirma Béjar.  “Durante estos doscientos años una parte del Perú ni siquiera ha mirado la otra parte, que no ha sido entendida y no es entendida hasta ahora”. 
 

De cara a la segunda vuelta que se celebrará el 6 de junio, la definición también está en la base electoral de Keiko Fujimori. Hija del expresidente Alberto Fujimori, fue congresista entre 2006 y 2011 por Alianza por el Futuro. Este es su tercer intento por llegar a la presidencia, el primero fue en 2011 contra Ollanta Humala y el segundo en 2016 contra Pedro Pablo Kuczynski. 

 

El segundo lugar de Keiko Fujimori amerita su propio análisis. ¿Cómo es que una candidata salpicada por escándalos de corrupción y exponente de la “vieja política” logra este triunfo parcial? Béjar encuentra al menos dos razones; la primera está en la tradición. “Para mucha gente que no sigue la política al día —sobre todo gente popular— votar es decir Keiko. Es como cuando vas a la tienda y dices ‘Dénme una Coca-Cola’ o quieres ir a comprar un detergente y dices ‘Voy a comprar Ace’. Entonces: si vas a votar, votas por Keiko”.

 

El segundo elemento lo encuentra en la memoria popular de los logros del fujimorismo. “Fujimori hizo dos cosas, entre las muchas que hizo durante su gobierno. Hizo pistas asfaltadas en los barrios. Por supuesto, robándose la plata del Fonavi (Fondo Nacional de la Vivienda). Ya con eso hizo algunas pistas, no muchas porque se robó la mitad de la plata en los barrios, pero la gente todavía lo recuerda. La segunda es que miles de gentes hicieron su casita y les dio el título, que es un título falso porque no está registrado en los registros públicos, pero que para ellos es un título”. 

 

Las perspectivas de cara al balotaje son aún inciertas. Béjar anticipa: “Keiko la va a pasar muy mal, pero también puede que gane, todo puede pasar. Creo que está adoptando la táctica que justamente la va a ayudar a perder: la defensa del modelo, la defensa de su padre. Ha prometido que va a indultar a su padre porque su desesperación es conservar el núcleo fujimorista. Y la defensa del modelo va a hacer que otro se le plante al frente y le diga ‘Bueno, usted es la candidata de los ricos’ y eso en este momento pesa mucho en el Perú, ya no es como antes”.

 

El apoyo a expresiones de derecha va más allá de Keiko Fujimori, se evidencia también en las figuras de Rafael Lopez Aliaga y Hernando de Soto, a los que Béjar reconoce como “elementos bien conservadores, medievales” aunque no encuentra indicios de que estos sectores se vayan a expresar en unidad en las próximas elecciones. El factor decisivo puede estar en los medios de comunicación. “Me parece que está empezando una campaña feroz contra Castillo” advierte Béjar. “Lo van a despellejar, van a buscarle así hasta la historia de la mamá y la abuela. Lo que se viene es muy serio en el Perú, va a ser un mes de una gran tensión”. 

 

La jornada electoral del 11 de abril también tuvo un capítulo propio en Ecuador, donde el banquero Guillermo Lasso se impuso sobre el candidato correista Andrés Arauz, frustrando las posibilidades de fortalecer un bloque progresista en la región. 

 

“Si Castillo gana y si hace un gobierno más o menos exitoso, será una ola progresista de distinto tipo” explica Béjar. “Más conservadora, menos progresista si tú quieres, menos progresista en términos de la tercera o cuarta generación de derechos, pero mucho más en términos de derechos económicos y sociales”. 
 

“¿Ustedes han leído a Laclau?” nos pregunta el intelectual peruano en un intento por tender puentes con nuestra base de compresión. “Recomiendo su actitud de entender el movimiento popular” insiste. “Quizás ustedes saben mucho más que yo sobre el conflicto entre peronismo y antiperonismo. En el Perú hay una especie de antiperonismo a la manera del antiperonismo argentino de la izquierda: que Castillo va a ser un dictador, que no respeta los derechos humanos, que no pone la agenda de género en primer lugar… Le están exigiendo a Castillo algo que no puede ofrecer en este momento, porque aún si él tuviera esa agenda le están pidiendo que haga algo para perder”.

 

“Aquí estamos, como la Argentina de Bartolomé Mitre o de Sarmiento, todavía pensando en la civilización y la barbarie” afirma entre risas. “Y nuestra izquierda está pensando así todavía. Es una izquierda positivista, digamos, o marxista al estilo positivista”.

 

De acuerdo a los primeros sondeos difundidos por la consultora Ipsos, Pedro Castillo encabeza la intención de voto con un 42%, en una elección polarizada donde un 55% de los encuestados respondió que nunca votaría por Keiko Fujimori, mientras que un 33% dijo que jamás apoyaría a Castillo. 

 

Béjar cree que el principal riesgo para el candidato de Perú Libre está en que el electorado de izquierda decida votar en blanco, sumado a la incógnita que dejó la ausencia de parte de la clase media en la primera vuelta electoral. “El Perú tiene más o menos 25 millones de electores, 6 millones y medio no han ido a votar. Ahora, esos seis millones y medio ¿van a votar en la segunda vuelta? Y si lo hacen ¿por quién van a votar? Ahí hay una incógnita y eso puede decidir mucho”. 

 

En un tono mas optimista, Béjar se reconforta ante la posibilidad de ver entrar a Castillo al palacio presidencial. “Amanecí ese día feliz. No me importa lo demás, primero quiero verlo entrar al palacio. El hecho es que la gente lo eligió, ¿te das cuenta lo que eso significa?”. 

 

https://argmedios.com.ar/hector-bejar-si-castillo-gana-sera-una-ola-prog...

 

https://www.alainet.org/es/articulo/212060
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