Voluntad de experimentar

“Cada libro es una manera de recortar un objeto y hacerse a un método de análisis dice Foucault”.

29/01/2021
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Recuerdo una expresión foucualtiana que un libro es para transformar al autor y a sus lectores. Incluso mucho mejor y complementario es que un libro es una caja de herramientas que plantea problemas una y otra vez y que son desarrollados por quienes a bien tienen que así sea. Es un libro abierto y no cerrado, no terminado, inacabado. Es un dinamismo constante que no para de estar investigando aquí un contexto, allá hecho particular que se desarrolla en un tiempo y espacio concretos. Por supuesto que en esta concepción no existe el sabio ni intelectual poseedores de la verdad que iluminará a sus seguidores. No es el sabio ilustrado de Platón que regirá los destinos de la ciudad. Por el contrario, acá se tiene más bien libertos, ciudadanos libres para tomar sus propias decisiones, cada quien tiene su voz propia sin intermediarios.

 

Por ello la idea inicial libertaria de que un libro es una experiencia, no un manual de recetas, es una caja de herramientas que bien sirve al uso que cada quien hace de él. Es éste un camino bien distinto de las ideologías y los sólo teóricos. Cada libro es una manera de recortar un objeto y hacerse a un método de análisis dice Foucault. "En desquite, la experiencia en Nietzsche, Blanchot, Bataille, tiene por función arrancar al sujeto de sí mismo, de tal manera que ya no sea él mismo, no que sea llevado a su aniquilación o a su disolución. Es una empresa de des-sujetivación." (314). La experiencia implica transformación.

 

Libro-experiencia y nada que ver con libro verdad y o demostración… no es filosofía de la historia ni mucho menos de la fenomenología ni del existencialismo. Esto pensado en el contexto de la primera y segunda guerra mundial es en la práctica una salida de devenir que no sirviera a los propósitos del nazismo, de thánatos. El superhombre de Nietzsche y la experiencia límite de Bataille rompen al sujeto encerrado sobre sí mismo, en su primacía, en su egolatría.

 

Así las cosas, esto habilitaba decir una vez más, que el mundo no está hecho de golpe y porrazo. Cada día, cada momento se está haciendo, se está construyendo o mucho mejor deviniendo, todo es devenir. Esto por supuesto dinamita, estalla las concepciones o dogmas que se apalancan en que todo tiene un principio y un fin, una finalidad y un origen. Por tanto nada hay que buscar en orígenes primigenios o fundadores y mucho menos finalismos en donde todo va a parar. Esto es otra enseñanza foucualtiana y que puede decirse mejor con la construcción de un nuevo sujeto.

 

Todo esto nos da pie para aventurar un abandono a los trascendentalismos filofósicos que hacen y elevan a sólo espíritu como la sola esencia a tener en cuenta despreciando un anclaje material y volcando toda su carga a la búsqueda de un significante fundador. Por ello la experiencia, la experimentación rompe con esas lógicas. Un sujeto no levitando sino abriéndose camino en las propias cosas, en el propio mundo, en la propia materia. El medio y el viviente cuecen al sujeto. Uno piensa con los pies y el método vale como camino se lo dice para resaltar la conexión que tiene un viviente con el mundo exterior. Bachelard decía que una teoría que no pueda ser contrastada con la realidad, merece ser olvidada. El método es el caminar de cada quien contra los parajes institucionales que imponen poder de verdad con sus métodos impuestos, estandarizados que favorecen dogmas para promocionar este o aquel producto. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar."

 

Todo esto dicho me hace venir a la mente un sujeto que se exterioriza en la materia, un sujeto diverso, multiforme y muy colorido, es un curso de las utopías del profesor Luis Alfonso Paláu, que propone en la regularidad de Cronos para este 2021 pero para la ociosidad y la diversión como en Arlequín. En todo caso para dejarse llevar como viajero desprevenido y liviano en cargas. El método, el camino no puede desligarse del paisaje que lo constituye, dice Bachelard. No se puede reducir a un método, a formalismo perezoso.

 

Es una especie de flujos que pasan y pasan de las traducciones de autores que nos atraparon para ayudarnos a pensar, a recrear, porque un libro, así lo acogimos, es una herramienta de trabajo que permite otros desarrollos. Aprender a saber cómo se sabe, cómo se conoce, diferenciar el conocimiento común del conocimiento científico, aprender lo virtuoso de esa traición, de esa mediación, de esa traducción que es la divulgación de los saberes. Todo esto es un trabajo que desgarra nuestro yo en tanto que exige cambiarnos a nosotros mismos.

 

Acá recuerdo el decir foucualtiano de que un sujeto es un pliegue gramatical y su voz es un susurro inaudible para revelar verdad que dice tan poco de verdad. O como recuerda Nietzsche que la represión y la ideología no constituyen el combate de las fuerzas, tan solo son el polvo levantado en la batalla. O "las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad. Pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo.»

 

Y, entonces, el caminar se vuelve la experiencia de la vida, trasegar. Y el camino mismo es el método…ir en serendipidad, uno piensa con los pies dice Serres. Y en otras líneas entre leo que estamos frente a otro paradigma del enseñar por fuera de las aulas y de sus instituciones, atendiendo a la curiosidad y a las diversas tentaciones que nos va poniendo la vida misma que nos ha tocado vivir, y que nos hace hijos del tiempo presente. Jugar o trabajar se confunden en especial en estos momentos en que somos relevados de los trabajos forzosos por las máquinas inteligentes, es ese homo sapiens y su deriva técnica tal y como lo aprendimos de André Leroi-Guorhan en El Gesto y la Palabra.

 

Cada vez devenimos seres ociosos, robados o arrojados a la fabulación o a la creatividad, en fin, una especie de otra cosa que puede resultar más placentera en donde la biblioteca de Babel son los laberintos por donde hemos de perdernos y el traje de arlequín el que nos indiferencia para volvernos múltiples y sobre todo mezclados. Y cómo no evocar la indistinción de estar aquí o allá, no saber si se está adentro o afuera como se percibe en la banda de moebius, es decir la inclusión de un tercero que se lo quería por fuera. La voluntad de Experimentar nos viene a bien, somos hijos gratos de este mundo, de esta pacha mama.

 

Mauricio Castaño H.

Historiador

Colombiakrítica

 

http://colombiakritica.blogspot.com/2021/01/voluntad-de-experimentar.html?m=1

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/210743

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