SWIFT: La vía económica para estrangular países

La supresión de la membresía de las entidades financieras del SWIFT paraliza las posibilidades de realizar transferencias internacionales de manera segura y eficaz, provocando un bloqueo financiero de facto.

27/01/2021
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Los Estranguladores, más conocidos como Thugs, fue una red de fraternidades secretas —algunas veces descritas como la primera mafia del mundo— que operaron en la India desde la Edad Media hasta la década de 1830. Thug proviene del sanscrito sthaga “sinvergüenza”.  Consideraban su deber religioso el asesinato premeditado para beneficiarse económicamente. Lo consideraban una profesión sagrada y honorable, en la cual la ética no entraba en juego.

 

Su modus operandi consistía en trabar amistad con los peregrinos hasta ganarse su confianza. Cuando los viajantes permitían a los ladrones unírseles en su travesía, el grupo de thugs los mataba en un lugar adecuado para desvalijarlos.  Su método para darles muerte fue muy a menudo la estrangulación.  Cuando surgía una oportunidad favorable, los pillos estrangulaban a sus víctimas usando una pañoleta amarilla o rumal (alegoría de Kala Bhairava, encarnación del dios Shivá que destruye y renueva el universo) para después saquearlos y enterrarlos.

 

Los thugs en la cultura popular, aparecen en muchos libros y películas. Entre los más conocidos, los thugs también fueron nombrados como enemigos de Sandokán, un personaje que los habría exterminado en una serie de libros del escritor y periodista italiano Emilio Salgari (1862-1911). En 1965, ¡los thugs fueron descritos con malevolencia en el filme de los Beatles Help!, donde intentaron matar al personaje de Ringo Starr por portar un anillo que era necesario para sacrificar a una víctima.

 

 

En el siglo XXI, los Thugs, tienen otro ropaje. “Los dueños del mundo”, ese 1% de la población que posee el 50% de riqueza mundial (y contando…), ha establecido desde siempre un “orden mundial” con distintas características según las épocas, para conservar y aumentar su poder y su riqueza. Ese 1% de la población está diseminado en todos los países del mundo (en algunos más y en otros menos).

 

Para lograr sus objetivos utilizan distintas tácticas y estrategias, establecen las reglas del juego, pero cuando quieren las cambian. Inventaron las fronteras de los países, crearon organismos mundiales (ONU-FMI-BM-OCDE-OEA, etc.) de dudosa eficacia; concentran poder militar, político, económico y mediático. Siempre necesitan un enemigo para justificar acciones de todo tipo, sean éstas invasiones militares, desestabilizaciones políticas, impeachment, bloqueos económicos, etc, etc.

 

Cuando lo consideran necesario, “ESTRANGULAN PAÍSES” que decidieron tomar sus propias decisiones y algunas de éstas decisiones disminuyen sus ganancias, su poder sobre materias primas elementales, o su dominio geopolítico. Ellos no están dispuestos a detenerse en su insaciable acumulación, son astutos e inventan estructuras jurídicas, económicas y políticas para imponer su voluntad. Un invento poco conocido es el SWIFT.

 

SWIFT

 

SWIFT quiere decir rápido en inglés, pero también son las siglas de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication, o Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales. Es una organización que tiene a cargo una red internacional de comunicaciones financieras entre bancos y otras entidades financieras. En 2018 tenía enlazadas más de 11.000 entidades financieras en 204 países y funciona ininterrumpidamente las 24 horas del día y los siete días de la semana.

 

Esta institución fue fundada en el año 1973, en los comienzos del Neoliberalismo, en Bélgica por un total de 239 bancos, pertenecientes a 15 países, para establecer procesos comunes y estándares para las transacciones financieras. Tiene su sede en La Hulpe municipio francófono a 20 kms de Bruselas. Asombrosamente, la localidad toma su nombre del término celta Helpe, que significa río de dinero, y su río se llama Argentine.

 

Antes de que la red SWIFT se pusiera en marcha, los bancos e instituciones financieras dependían de un sistema llamado TELEX para hacer transferencias monetarias. Pero TELEX era lento y el sistema carecía de la seguridad necesaria para un tiempo en el que la tecnología avanzaba rápidamente.

 

El código SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) o también conocido como código BIC (Bank Identifier Code) es una combinación alfanumérica de entre 8 y 11 dígitos que se utiliza para identificar los bancos que intervienen en una transferencia bancaria. Cada banco tiene un código internacional ISO 9632 que lo identifica en el sistema, a saber:

 

Los cuatro primeros dígitos sirven para identificar el banco o la entidad bancaria. Los dos siguientes dígitos se corresponden con el país donde está el banco. Si se trata de una filial, será el número del país donde está abierta la filial del banco. Los dos dígitos que siguen se corresponden con el municipio en el que está situada la sucursal principal del banco. Los tres últimos dígitos (opcionales) se emplean para indicar cuál es la oficina bancaria. No son obligatorios, por lo que suelen ponerse tres XXX.

 

La red SWIFT realmente no transfiere fondos, pero en su lugar envía órdenes de pago entre cuentas de instituciones, usando códigos SWIFT.

 

SWIFT se convierte en soga estranguladora

 

En 2015, aproximadamente el 90% de las transacciones bilaterales se realizaban en dólares. “Cualquier transacción electrónica que tenga lugar en el mundo que involucre dólares estadounidenses se autoriza en algún momento a través de un banco estadounidense” y como EEUU tiene un gran poder a través del papel que juega la Reserva Federal y sus entidades financieras,  significa que el gobierno de Estados Unidos puede decirle a ese banco que congele ciertas transacciones, bajo amenazas de sanciones; esto ha motivado que el gobierno de los EEUU haya ejercido en varias ocasiones su influencia para utilizar el SWIFT como herramienta de guerra financiera.

 

El primer país que sufrió un bloqueo financiero a partir de la retirada forzosa de sus bancos del sistema SWIFT fue Irán en el año 2012. En febrero de ese año, el Comité de Banca del Senado estadounidense votó imponer las sanciones a la utilización del SWIFT por parte de las entidades persas a menos que hiciera lo solicitado por el gobierno estadounidense. Tras una ronda de consultas con diferentes países, finalmente SWIFT bloqueó a las entidades financieras de Irán a partir del 17 de marzo de ese mismo año. Luego Obama en 2015,  levanta las sanciones por el acuerdo entre Estados Unidos, Irán y la Unión Europea llamado Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, en sus siglas en inglés),  para controlar el programa nuclear iraní. A cambio de la retirada de sanciones económicas, Irán se comprometía a reducir drásticamente sus reservas de uranio y su capacidad para producirlo y enriquecerlo. Pese al cumplimiento por parte de Irán, EEUU se retiró del acuerdo y reestableció las sanciones, por lo cual, en noviembre de 2018, el Banco Central de Irán fue desconectado del sistema SWIFT.  La medida dificultó que la República Islámica pueda liquidar las facturas de importación y exportación. Como era de esperar, el cierre de SWIFT tuvo un efecto demoledor en sólo unos meses. La producción de petróleo cayó de 2,5 a 1,1 millones de barriles al día.

 

Actualmente, y desde el año 2017, las entidades financieras de Corea del Norte han sido igualmente suspendidas del SWIFT.

 

No solo EEUU ha intentado ejercer su poder sobre el sistema para bloquear las transferencias internacionales de un país. En el año 2014, Gran Bretaña amenazó a Rusia con sacar a sus entidades financieras del SWIFT. En este caso, las presiones británicas no lograron ser tan “persuasivas” como las estadounidenses y SWIFT rechazó la medida. A pesar de esto, en el año 2017 una entidad financiera rusa, el banco Tempbank, fue desconectada del SWIFT.

 

En agosto de 2017 se aprobaron nuevas sanciones económicas y financieras contra Venezuela. Éstas no incluían la supresión de la pertenencia de las entidades financieras del SWIFT, pero existe un bloqueo encubierto creciente, que comenzó con sanciones y se profundizó con cierres de cuentas internacionales que canalizaban el pago de productos y servicios corrientes.

 

Un total de U$S 39 millones destinados para la compra de alimentos y medicinas fueron devueltos por el sistema financiero internacional a Venezuela como parte de la guerra económica contra la nación suramericanaLa actual coyuntura económica en Venezuela es generada para provocar un caos social que conlleve a un golpe de Estado.

 

Los bancos corresponsales son la vía para que los países hagan pagos al exterior canalizando las transferencias de fondos, pero las sanciones de Estados Unidos y decisiones operativas de las entidades financieras norteamericanas y europeas con presencia global, han dejado a Venezuela con pocas opciones para realizar transacciones. Sin moneda, sin precios y sin crédito, la misión es arruinar la economía venezolana. Los daños se materializan en desacoples y desconexiones de la economía mundial. Ciclos comerciales que se demoran o se interrumpen, suministros que de repente ya no llegan. Máquinas y vehículos que se rompen y no pueden ser reparados. Una economía donde, sumados los sabotajes, errores e ineficiencias internas, se va sumiendo a todos los factores en el desabastecimiento, la inactividad y la desesperación.(2)

 

Conclusión

 

La supresión de la membresía de las entidades financieras del SWIFT paraliza las posibilidades de realizar transferencias internacionales de manera segura y eficaz, provocando por tanto un bloqueo financiero de facto. Sergio Rosanovich y Lucia Converti (CELAG) describen lo siguiente:

 

La Unión Europea ya tiene el IBAN (International Bank Account Number) es un código que se utiliza para identificar cuentas corrientes en transferencias internacionales en los que estén involucrados países de la zona única de pagos en euros (SEPA) que comprende 34 países (los 28 de la Unión Europea más Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino y Suiza. El IBAN permite la ruptura del control estadounidense sobre las transacciones financieras internacionales dentro de la zona única de pagos en euros, sin embargo, está limitado a los 34 países de la misma. Para las transacciones con el resto del mundo se necesita el BIC (código de SWIFT) que permite un control por parte de EEUU.

 

Rusia tiene El SPFs -Sistema para la transferencia de mensajes financieros- fue desarrollado por el Banco de Rusia a partir de 2014. El sistema propuesto por Rusia se orienta a alcanzar la independencia plena del SWIFT y lograr que la estabilidad de su sistema financiero y económico no se vea amenazada por la política estadounidense. Sin embargo, el sistema debe seguir desarrollándose y lograr la adhesión de bancos extranjeros.

 

China tiene El Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo (CIPS, por sus siglas en inglés) es un sistema desarrollado con el respaldo del Banco Popular de China a partir de 2015. Su objetivo principal es fortalecer el comercio, la inversión, la financiación y la transferencia de fondos en yuanes. A pesar de la gran expansión que logró este sistema en dos años, mantiene una dependencia con el SWIFT para lograr ser una herramienta masiva y de alcance global. Sin embargo, nada impide que con el tiempo funcionen de forma independiente.

 

Para Latinoamérica, es, por tanto, una cuestión de soberanía el poder contar con un sistema propio para transferencias internacionales alternativo al SWIFT. La Unión Europea, Rusia y China sólo tienen diferencias con EEUU por razones de dominio geopolítico.

 

Hoy en la región es Venezuela el principal país amenazado por las sanciones financieras, pero mañana podría ser cualquier otro país de la región. Por tanto, es necesario avanzar sin dilación en la construcción de un mecanismo regional que permita sortear los intentos de bloqueo financiero que quieran imponer potencias externas a la región

 

La alternativa no abarcaría la totalidad de las transacciones, pero al menos debería englobar todas aquellas transacciones financieras internacionales que se realicen entre entidades públicas o privadas que se encuentren al interior de la región y formen parte del mecanismo. También debería lograr que el sistema permita una conexión compatible con SWIFT, IBAN, SPFs, CIPS. (2)

 

Notas

 

(1) GUEVARA Claudio Fabian TELESUR Agosto/2018

 

(2) ROSANOVICH Aergio – CONVERTI Lucia (CELAG) Setiembre 2017

 

ILUSTRACIÓN GRAFICA: Lic. GRISELDA CATRAMBONI

 

Fuente: https://mundoglobal.blog/

 

© Cr. DANIEL ROY

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/210709
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